Partida Rol por web

Nada más acoplase la nave, Anzak miró a Red que tenía a su lado, le hizo un gesto con la cabeza para que fuera a la otra nave y le guiñó el ojo. Luego se comunicó con Sean.

-Sean, supongo que ya te habrá avisado tu nave que estamos acoplados. Ya puedes dejar los mandos, ahora piloto yo las dos -dijo el contrabandista a su amigo-. Red va para allá, abre la escotilla de acople... si quieres -dijo en bajo Anzak socarronamente.

-Red, échale un vistazo a la nave y cuéntanos qué ves que nos pueda valer... y qué es lo que llevaba en la bodega de carga. Pero no te demores mucho, lo que importa es que borres los registros de la nave y pongas unos nuevos... vamos como si la hubiéramos comprado.

-Tom, si quieres acompáñales. Seis ojos ven más que cuatro...y si encuentras algo de alcohol te lo traes -dijo Anzak sonriéndole.

Red estaba contenta. Le habían hecho caso y todos habían salido sanos y salvos de aquella situación. Y lo que era mejor tenían los datos que había pedido Rick. Y lo que era muchísimo mejor, habían conseguido birlarle una nave a unos tipos que parecían en pelotón de la muerte. Sin duda alguna eran cazarecompensas o algo parecido. Aunque pensándolo bien eso solo significaba una cosa: problemas. Debían deshacerse de esa nave cuanto antes. Y para eso, antes la mecánico debía borrar todos los datos que la nave tenía y dejarla como si fuera nueva, como si la hubieran comprado de segunda mano.

Sonriendo a Anzak se levantó del asiento del copiloto y se dirigió hasta la compuerta de acople. Cuando se abrió, vio a Fire al otro lado, en la nave hurtada. Al verle le sonrió, se acercó a él y le pegó un puñetazo en el brazo, a la altura del hombro.

-¡Esto por no hacerme caso y jugártela de esa forma haciendo cosas tan estúpidas como quitarles la nave a unos matones -le espetó furiosa la mecánico, entrecerrando sus ojos mientras miraba fíjamente a su amigo. 

Tras un par de segundos de mirada asesina se fue a la cabina para empezar a pasar los datos. Pero cuando dio la espalda a Fire, la medio arkaniana se tocó el puño dolorido por el golpe que le acababa de dar a su amigo.

Al llegar a la cabina, Red se puso en el sitio del piloto y sonriendo miró la computadora y sonrió nuevamente.

-Bien amiga mía, déjame ver qué tienes, dámelo todo y creemos una nueva identidad para ti.

Al momento la mecánico sacó un cable de su ordenador de muñeca y lo conectó a la computadora de la nave. Red empezó a teclear para pasar toda la información de la nave a su ordenador de muñeca. Lo primero que hizo fue saber el nombre de la nave y el propietario. Además quería saber el lugar de origen del último salto y las últimas conversaciones que había tenido. Así sabrían quién podría haberles contratado. Mientras hacia esto, copiaba todos los datos de la nave. No podía perder tiempo y la ingeniero sabía lo que se hacía.

Sean abrió la compuerta tan pronto como los sellos marcaron un acople perfecto, y recicbió a Red con una sonrisa que no se desdibujó un ápice cuando recibió la caricia en el hombro. La observó mientras se retiraba y antes de que entrase en la cabina le dió su respuesta - Yo también me alegro de verte bien, y la próxima vez recuerda esperar a que me saque la armadura para golpearme, veré si te encuentro hielo para la mano.

Mientras Red se encargaba de lo suyo Sean recorrió la nave haciendo inventario de todo lo que estuviera a la vista - Red, recuerda recuperar los códigos de las puertas y fíjate donde están los compartimientos ocultos de esta bestia. Oh, y tengo el cuerpo de un droide de seguridad en perfecto estado para ti, bueno, casi en perfecto estado, perdió la cabeza cuando nos encontramos. 

Bodega tras bodega y camarote por camarote Sean fue anotando lo que encontraba en un datapad, Anzak querría saber exáctamente con que contaban.

Anzak relajó la marcha de la Centella para no llegar en cinco minutos a la plataforma. Quería que al aterrizar las dos naves Red hubiera hecho su trabajo y Sean y Tom le hubieran dado una vuelta a la nave, viendo qué era lo que escondía. Así que puso marcha de crucero.

-Chicos, he relajado la marcha para que podáis hacer lo que tenéis que hacer ahí dentro -les informó el piloto-. De todas formas, ¿habéis encontrado algo significativo tanto de información como de transporte? -preguntó Anzak, que estaba ansioso por conocer cosas sobre la nave que habían capturado.

-Por cierto, Sean, para que la historia sea más creíble, tienes que ponerle un nombre a la nueva nave adquirida...al estilo "Fire Rain" o "Ligthning Fire"... ¿qué te parece?

Anzak se estaba divirtiendo como podía. Ya que no podía salir de la cabina de la Centella, por lo menos se entretenía en algo. Y una de las cosa que hizo fue activar los sensores para advertir de las posibles naves que pudieran rondar el espacio circundante cercano a ellos.

- Voyyyy - respondió al mandato de Anzak - Y sí, estaría bien encontrar algo en esa nave, al menos que se pueda beber un poco.

Como sus otros compañeros, entró en la nave dispuesto a hechar un vistazo.

- Sean, tu empieza por un lado, yo iré por el otro y nos encontramos en medio y hacemos una fiesta.- dijo mientras se separaba de su compañero - Por cierto, de nombre me gusta más Fucking Sean.

Tom comenzó su expedición por el carguero, en esencia parecía haber sido modificado para contener el mejor espacio para la carga. Tenía dos estancias separadas, en la primera similar a un transporte de tropas con cuatro asientos grandes a lado y lado ocupando media estancia, dos armarios cerrados tras ellos, en los huecos próximos a lado y lado de la compuerta por la que se accedia. Los asientos eran para pasajeros, pegados en hileras los unos con los otros y con un simple cinturón de agarre cruzado, quedan los restos de una unidad defensiva.

Su cabeza parece haber sido exterminada en combate, a lado y lado de las hileras de asientos los dos armarios parecían cerrados haría falta alguien con talento para abrir los cierres (dificultad 15).

Sean recorrió la nave en busca de cosas útiles, pero tenía la cabeza en otro lado, le preocupaba sobremanera que alguno de los locales reconociera la nave más allá de cualquir cambio que hubieran hecho en el sistema de identificación de la misma. - En principio Anzak, quisiera saber cual és su nombre original y que posibilidades hay de que la reconozcan en la plataforma de aterrizaje donde dejamos a los Jedi. - abrió un par de compartimientos sin mirar realmente lo que había y siguió - Quizá sería mejor dejarla en órbita y pasar a buscarla a la salida, no quisiera responder un interrogatorio incómodo con los Jedi presentes.

Anzak escuchó lo que Sean le decía. No le faltaba parte de razón, pues aunque le cambiaran el nombre y le borraran los datos si alguien la reconocía tendrían que dar unas explicaciones que no tenía ganas de dar el contrabandista. Pero la idea de separa al grupo nunca le gustaba a Anzak. Sabía que el grupo hacía la fuerza...cada uno en sus cosas era muy buen, pero entre todos eran impresionantes.

-Tienes razón -concedió Anzak a Sean por el comunicador-. Quizás sea mejor que tú y Red esperéis en órbita a que recojamos a los jedis -dijo aunque no le gustaba la idea de dejarles allí arriba-. Pero antes quiero saber si los jedis van a terminar su reunión antes de que llegue la tormenta. Si es así nos esperáis allí arriba. Si no os venís con nosotros y que digan lo que quieran.

Pese a saber que era lo mejor, tampoco quería que estuvieran mucho tiempo en órbita esperando a que pasara la tormenta, pues podía durar horas, o incluso días. Antes debía recabar información.

-Llamo a Nayim y decidimos. Os dejo el canal abierto para que escuchéis lo que dicen, pero, si podéis, no intervengáis.

Tras decir esto el contrabandista tecleó el contacto de nayim desde el comunicador de la nave.

Anzak marcó el contacto del jedi Nayim. Quería saber cuánto le quedaba de reunión, pues ellos ya habían terminado con sus negocios.

-Nayim. Soy Anzak -dijo el contrabandista cuando éste le cogió-. Vamos para la plataforma donde os dejamos. Ya hemos terminado nuestros negocios -comunicó con un tono alegre, denotando que éstos habían sido fructuosos.

-Vosotros ¿qué tal la reunión? ¿os queda mucho o habéis acabado ya para poder recogeros? -preguntó Anzak a Nayim-. Lo digo también pues se acerca una tormenta y sería bueno salir antes de que llegara. 

El tono de Nayim es directo y cortante. Apresurado, incluso.

-Recibido, Anzak! Nos vemos allí! No os retraseis, hemos tenido problemas por aquí!

-Nos vamos, Kewan. Este lugar no es seguro  y ya tenemos lo que vinimos a buscar! 

-Perfecto. Salid a la plataforma donde os dejamos, os recojo y nos vamos. Ni siguiera bajo a despedirme. Llegaremos en un minuto o dos -contestó el capitán de la Centella a Nayim.

Tras colgar al jedi, habló con sus amigos.

-Sean, Tom, volved a la Centella y poneros en las torretas, no quiero llegar y tener alguna sorpresa inesperada -ordenó mientras tecleaba la consola del ordenador para iniciar el desacople-. Red, tú quédate en la "Firestorm". Me fío más de ti pilotando que de Sean. Pero no salgas a la órbita, quédate a dos kilómetros hacia el espacio, allí nos acoplaremos y desde ahí saltaremos al hiperespacio.

Kewan asintió a las palabras del maestro, sin duda tenía la sensación de haberse perdido la mayor parte de la misión pero lo importante era que estaba cumplida y ahora tocaba salir de aquel planeta lo antes posible.  Estaba claro que alguien les quería muertos y sería mejor no  darles más oportunidades.

Sí, maestro.

- Bien, vuelvo a la nave, aquí no hay nada interesante - dijo Tom con tono decepcionado después de examinar el carguero - Toda para ti, princesa - dijo a Red - Nosotros vamos a recoger unos fardos y luego volvemos.

Posteriormente traspasó a La Centella, y se dirigió al sitio de artillero.

- Anzak, tendremos que esperar a ese trago, en la nave no había nada que se pudiese beber.

Red seguía con su traspaso de datos de la nave recién "adquirida" a su ordenador de muñeca. Esperaba que no le llevara mucho tiempo, pero algo sí que le costaría. Así que mientras se volcaba todo, leyó as últimas comunicaciones y los últimos saltos que había hecho la nave.

En ello estaba cuando Fire sugirió que fueran a la órbita y esperaran ahí a que Anzak fuera a por los Jedis. Al capitán le pareció bien y contactó con Nayim. Pero la respuesta que le dio no les gustó y cambió de opinión. Red les esperaría a dos kilomentros hacia la atmósfera y los demás irían a por los Jedis. 

-Bien, nos desacoplamos y te espero encima de la plataforma a una distancia prudencia de seis kilómetros, que así muchos de sus escáneres no me detectarán -dijo la ingeniero poniendo la nota técnica.

-Vosotros tened cuidado. Nos vemos en varios minutos.

Dicho esto Red tomó los mandos de la nave -"Firestorm", me gusta...aunque me va a gustar más la pasta que no de por ella Rick...antes de que le quitemos alguna pieza, porsupuesto.

Tras separarse del acople, Red elevó la nave hacia arriba calculando en la computadora la distancia a la que se encontraba de la estación. También leyó en la misma la distancia a la que estaba la tormenta y cuánto les quedaba para que ésta se precipitara sobre ellos.

Sean asintió ante las órdenes de Anzak, había estado escuchando la conversación por el comunicador y las palabras del maestro Nayim lo habían alarmado. Tardó nada en cruzar la compuerta de acople tras Tom, cerrando ambas compuertas desde la Centella y cerciorándose de que ambas marcaran estanqueidad antes de avisar a Red y Anzak - Podeis desacoplar - el sonido de los sellos magnéticos al soltarse, y el hecho de que ningua de las dos naves hubieran volado, le hicieron saber que había hecho bien su trabajo.

Corrió hacia la torreta ventral y se ajustó las correas mientras desligaba el control automático - Tom, si tu no encontraste alcohol y yo no encontré armas es porque no hemos buscado bien, tenemos un par de semanas en el hiperespacio para hurgar en sus entrañas. - hizo girar la torreta en todo su arco de barrido para cerciorarse de que no hubiera atascos, y calibró la mira apuntando a diversos puntos imaginarios en el cuadrante. - Listo para disparar cuando lo digas Anzak.

Anzak escuchó a sus amigos. La verdad es que estaba muy orgulloso de ellos. A pesar de que el contrabandista les intentara ordenar las cosas, sabían dónde estar y cómo actuar en cada momento. -Gracias chicos, nos preparamos para lo que pueda ocurrir... y no te preocupes Tom, en cuanto lleguemos a un lugar seguro nos tomamos una ronda, a mi cargo -le prometió a su amigo. Los postigos magnéticos del acople se escucharon constatando que se habían liberado. En ese momento Anzak puso a la Centella a trabajar, sacando de ésta lo que su nombre intuía.

-Red si ves que llega la tormenta vete...pero vete de este sector. Vete y espéranos donde Rick. No quiero que puedan aparecer otra vez los malos y que te pillen sola allí arriba -dijo el capitán-. Prométemelo -le pidió, preocupado por lo que le pudiera pasar.

-Sean, en cuanto lleguemos si no hay problemas mayores y nos dejan posarnos en la plataforma, espera a los jedis en la rampa de entrada...con tu arma presta no me fío de que esto acabe bien -siguió ordenando el contrabandista.

Al momento vieron la plataforma donde habían aterrizado por primera vez y donde habían dejado a los jedis. Si iba todo bien en un momento estarían fuera de aquel planeta de vuelta de su misión.

Anzak abrió de nuevo la comunicación con los jedis. Estaban muy cerca y quería saber si ellos ya estaban en la plataforma esperándoles.

-Nayim. Estamos llegando. Somos ese punto plateado que se acerca rápidamente hacia vosotros -dijo, aunque sabía que muy plateada no era la Centella. Entre la pintura roja, las reparaciones hechas en el casco, que habían dejado cosas ennegrecidas, y la mugre que llevaba encima más parecía una mota negra que otra cosa.

EL carguero inicia la señal de alarma, la tormenta requiere que el transporte abandone el planeta o caerá sin duda arrastrado por el viento, no es aerodinámico contra esta clase de situaciones.

Computadora información:

- Hojas de ruta.

- Asalto de Anaxes.

- Sexenios de entregas.

- Punto de recogida.

Los sensores de la Centella calculan que el tiempo de maniobras para conseguir la recogida y salir del planeta intacto es bajo, por tanto se requiere de un pilotaje rápido y emplear la máxima propulsión para abandonar la atmósfera una vez se haya protegido a la recogida.

Al ver los datos que la computadora central de la Centella le había dicho sobre la situación de la tormenta en ciernes, Anzak maldijo y se puso en contacto con sus compañeros.

-Chicos, según los cálculos de la Centella, no nos da tiempo acoplarnos a Red y la nueva nave. Así que Red, sal de la atmósfera y espéranos allí -ordenó a la mecánico-. Y Sean, no te bajes de tu puesto, que se las apañen ellos para entrar, no quiero perderte por una ráfaga de viento.

-Vamos allá -dijo tras respirar unos segundos y concentrarse para realizar la maniobra. 

Tras decir esto se situó en la plataforma y antes de que tocara suelo abrió la compuerta para que subieran los jedis. Al segundo tomaba tierra con la rampa tendida justo enfrente de los jedis.