Partida Rol por web

-Buena idea, lissssto para no sssser trandoshano confirmó Kain tras escuchar el plan de Azo. Los latidos del lagarto humanoide volvían de nuevo a la normalidad y las pupilas, hasta hace poco dilatadas, volvían a adoptar su tamaño normal.

Con un gesto, comprobó la célula de energía de la carabina. Satisfecho, miró alrededor por si el tiroteo había atraído atención indeseada. ¿Contáissss con algún tipo de comunicador? dijo mostrando el suyo. Si no, quizássss tengamos que invertir, ¿ssssí? Así podremosss cazar como una verdadera camada.

Aldor asiente ante el plan de Azo.

- Me parece correcto, hagámonos con unos intercomunicadores y pongámonos en marcha.-

El contrabandista se acerca al maletín que contiene las píldoras letales y lo abre, tomando una de ellas y lanzándosela a Azo.

- Ten, esto os servirá para demostrar que no vamos de farol en cuanto a que tenemos la mercancía. –

Con un rápido movimiento cierra el maletín y se lo pega al cuerpo como si fuera un hijo, ya que, al fin y al cabo, era algo más valioso, era dinero. Y con el dinero no se juega. Mientras esperaba que todos se pusieran en movimiento, intentó recordar los lugares que habían visto en su camino desde la base de la vieja criminal hasta donde se encontraban actualmente y aunque el laberinto de calles que conformaban aquel nivel, sin ningún tipo de orden ni concierto no ayudaba a facilitar la tarea, Aldor estaba acostumbrado a moverse en ese tipo de entornos lo que le permitió recordar unos almacenes  aparentemente abandonados situados en el fondo de un cráter provocado por una antigua explosión. Específicamente, uno de los almacenes se encontraba apoyado sobre una enorme pared lo que impedía que les pudieran atacar por la espalda, dándoles la ventaja de poder ver siempre si alguien se acercaba. El problema era que la ventaja también era una desventaja, pues en caso de problemas podía convertirse en una ratonera al cortar cualquier vía de escape en caso de ser necesaria. Además de desconocer si dichos almacenes estarían tan abandonados como aparentaban. No obstante, no se le ocurría ningún lugar mejor.

- Creo que se dónde podríamos escondernos la Mercenaria y yo. No muy lejos de aquí recuerdo haber pasado unos almacenes situados en lo profundo de un cráter. Parecían abandonados por lo que no deberían molestarnos mientras negociáis. ¿Estamos de acuerdo? Si es así vamos a por esos intercomunicadores y pongámonos en marcha –

Aldor está impaciente por terminar y dejándose llevar por la embriaguez de la aventura, casi se había olvidado que apenas unos instantes antes había estado a punto de abandonar por el miedo a la muerte.

Mientras os alejáis, hablando de vuestro plan, Niena se os une de nuevo, se había quedado al margen, como le habíais ordenado, y había salido de su escondite cuando os vio alejaros.

- ¿Queréis intentar tomarle el pelo a Beuga? - pregunta sorprendida y algo amedrentada - Es decir, ¿habéis visto los droides de manguardia que están con ella? En cuanto queráis regatear información por la mercancía, os va a fusilar... no contéis conmigo para eso - dice en un gesto de negación.

El tono de voz que percibís en la twi'lek es de preocupación y miedo.

Aldor se gira hacia Niena con gesto burlón. Alza la mano y comienza girar con el dedo

- No se trata de regatear o engañar a esa vieja, sino de asegurarnos de que no quiere regatearnos a nosotros. La gente como ella tiene la costumbre de cambiar los tratos en el último momento. Con estos pequeños... – Esta palabra la acentúa haciendo el gesto de comillas con ambas manos – ...cambios, solo queremos disuadirla de hacer algo semejante ¿No es así, viejo amigo? –

Esta pregunta iba para Azo

-Efectivamente, no vamos a regatear nada, nosotros hemos cumplido pero no sabemos hasta que punto ella si que lo hará. Yo pienso que si, pero Aldor tiene más experiencia que yo en intercambios por lo que nunca está de más ser precavidos. Es más prefiero que no vengas con los que vamos a presentarnos delante de Beuga. -No lo dijo expresamente pero Niena, no dejaba de ser ojos y oidos de la jefa de las calles de los niveles inferiores por lo que mejor mantenerla lejos por el momento.

-Vayamos a buscar los comunicadores que parecemos un grupo de piratas aficionados sin organización ninguna.

La conversación con Niena se detuvo ahí. Azo había recuperado algunas pruebas de la muerte de Volven antes que comenzaseis a dirigiros a la primera tienda y luego al local de Beuga.

Comprasteis un comunicador para cada uno de vosotros en el primer lugar que encontrasteis y os dirigisteis a vuestro escondrijo y al tugurio de Beuga.

Os separasteis poco antes de llegar a El Foso y anduvisteis un rato antes de llegar al lugar que Aldor creía que sería un buen lugar en el que esconderse.

Los almacenes parecían abandonados a priori. Los habíais visto cuando os dirigíais a por Volven y parecían, entonces, tan abandonados como ahora, pero tendríais que investigar su interior un poco.

Con vosotros ha venido Niena que tiene algo de miedo de lo que pueda pasar en la reunión con Beuga.

Os separasteis de Aldor, Talya y Niena poco antes de llegar a El Foso. Anduvisteis un trecho antes de llegar al local y a la entrada se mantenía estoico el wookiee que hacía de matón en la entrada del pub de Beuga.

Aldor dio un par de golpes en el intercomunicador que colgaba de su cinturón para asegurarse de que seguía ahí. Debido a su actual situación, cualquier gasto de dinero era un esfuerzo y lo adquirido, un tesoro. A su lado, la Twi’lek parecía nerviosa

- Tranquila muñeca, verás como todo sale bien. Beuga no creo que sea tonta y entenderá que todos podemos sacar mucho de esto si colaboramos o por lo menos, si no nos jodemos los unos a los otros -

Mientras avanza hacia el edificio más abandonado, el que descansaba contra el muro, se girá hacia sus compañeras:

- Supongo que ahora nos toca esperar las buenas nuevas de nuestros compañeros. – Señala el edificio al que se dirige – Ese edificio, creo que es el mejor para que nos resguardemos, nos permite ver más o menos si viene alguien y al estar apoyado contra esa pared de escombros y hierro nos brinda protección natural contra ataques por la espalda ¿No creeis? Sin embargo…-

Aldor desenfunda el arma y otea el ambiente. Cierto es que parece todo abandonado y ellos los únicos seres vivos, pero si había vivido tanto era porque había aprendido a desconfiar de los sitios “aparentemente” seguros.

-Creo que antes de “Acomodarnos” deberíamos inspeccionar los alrededores y el interior. Por asegurar que no nos llevamos una sorpresa ¿No crees, encanto? –

Ahora es con la cazarecompensas con la que habla

- Que me dices ¿Primero revisamos el perímetro y luego el interior? –

Con la pistola en alto, espera a su compañera para ver por donde esperar.

Habían caminado en silencio hasta ese lugar, y Talya había esperado que el silencio se mantuviera durante todo el tiempo posible, pero finalmente se había roto con las brillantes e inestimables aportaciones del contrabandista. Talya comenzaba a inquietarse, e intentó limpiar su bláster mientras su compañero varón proseguía con la diatriba.

Sin embargo, las últimas intervenciones de Aldor parecieron crispar los nervios de la pelirroja, que intentó agarrar la mano del contrabandista pero sólo consiguió apartarla momentáneamente.

Empiezo a estar harta de tus palabras. No te dirijas a Niena ni a mí de ese modo de nuevo.

Volvió a empuñar su arma para terminar de limpiarla.

Beuga es una señora del crimen y nosotros no somos nadie. No te atrevas a menospreciarla, o descubrirás a las malas el poder y el orgullo de un cártel.

Tras eso, y sin esperar respuesta, le dio la espalda y se adentró en el edificio.

Niena y yo haremos un reconocimiento del interior. Con suerte, quizá encontremos un lugar apropiado para esperar.

Beuga no es una primeriza, lleva mucho tiempo en este negocio, dice, esperemos que no se tome mal el vernos volver con la manos vacías ...

Ladea la cabeza y vuelve a fijar su mirada en la de su paisano mercenario, sin dejar de avanzar a zancadas hacia la puerta de entrada a El Foso.

Aldor se quedó sorprendido por la reacción de la cazarecomensas. Hasta ahora se había mostrado distante y malhumorada pero ahora se había puesto en plan berseker y es lo que menos necesitaban ahora mismo.

- Mira, señora C-A-Z-A-R-E-C-O-M-P-E-N-S-A-S ¿Mejor así para no ofender a vuesa merced? – La expresión antes afable del contrabandista se tornó seria – No te confundas conmigo, soy bastante consciente con quien tratamos y a lo que nos enfrentamos, solo intentaba mantener una conversación por cortesía. Se le llama colaborar y trabajar en equipo ¿Sabes lo que es eso? Ni te molestes en contestar. Pero tranquila que será como tu quieres, revisa el interior, yo revisaré el perímetro, si encontráis problemas avisadme por el intercomunicador –

Da unos golpecitos en el aparato que le cuelga del cinto. Sin más, echa andar hacia uno de los laterales del edificio, vigilando siempre por dónde anda para no hacer más ruido del necesario y vigilando cualquier hueco o recoveco desde el que pudiera ser sorprendido.

-Digamos que técnicamente no volvemos con las manos vacías, el objetivo principal está cumplido, y los 2.000 créditos extras por las dosis no los vamos a perder. Lo que vamos a hacer es asegurarnos de que no nos engañan. - contesta al wookie.

-Avisa a Beuga que estamos aquí. - indica al guardian. -Nuestra intención aquí no es crear conflictos, queremos conseguir la información y comprobar que es verdadera. Por eso he dejado a Aldor fuera de esto. Se calienta demasiado y es de gatillo fácil. Si las cosas se ponen feas salimos por piernas ¿vale?

Emite un gruñido de aprobación ...

-Se necesssssita sangre fría para la negociación, harharhar... comentó S'ys-Kain  chiste trandoshano explicó, casi disculpándose cuando los otros dos le miraron extrañados. Llevaba la carabina colgada al hombro, preparada para dejarla resbalar hasta sus zarpas si la cosa se desmandaba. En cuanto entrasen en el local, avanzaría un poco detrás del resto, guardando las espaldas de sus dos compañeros.

Parecía que al fin conseguirían la localización del presunto jedi. A ver en qué acababa todo aquel asunto.

Te separas de Talya para ir por tu parte a investigar el exterior del edificio, recorres cierta distancia del perímetro y te encuentras de lleno con un muro.

Valoras dos opciones para continuar con tu comprobación del exterior, o bien saltas el muro o bien das la vuelta y buscas otra alternativa para cubrir todo el perímetro. La tercera opción, es la de dejar de buscar algún peligro y dar por sentado que, ya que no has visto nada digno de mención, el resto de los alrededores estará igual de tranquilo.

Entraste al edificio con Niena después de haber estado discutiendo con Aldor sobre sus maneras.

El interior del edificio no está bien iluminado, aunque la luz exterior del nivel 1313 os permite ver sin problemas desde la distancia en la mayoría de lugares del lugar, a excepción de los rincones que necesitan que os acerquéis.

Al poco rato ya habéis investigado la totalidad de la superficie del almacén, ahora toca quedarse en un sitio y avisar, quizá a vuestro compañero piloto para que se reúna con vosotras una vez haya comprobado su parte.

El wookiee que guarda la puerta de El Foso os mira con cierta superioridad al veros llegar. Tuerce el gesto cuando Azo le dice que avise a Beuga. Mientras continúa, el contrabandista, explicándoos porque ha dejado a Aldor fuera del intercambio, el wookiee, os hace pasar. Parece haber ignorado la petición de avisar a Beuga y os habla a la vez que se hace a un lado.

- Ya sabéis donde ir - os indica.

Aldor asiente satisfecho tras ver el muro que les parapeta. Está claro que por este lado no tendrían problemas y a su alrededor no parecía haber nada que pudiera suponer un peligro. Sin embargo, no quería entrar hasta comprobar el otro lado. Por seguridad y... por no ver a esa caza recompensas y su malhumorado carácter.

Sin pensarlo demasiado, da media vuelta y se encamina hacia el otro lado para verificar el resto del perímetro. Mientras camina, la voz de la mujer resuena en la cabeza lo que le pone muy nervioso

“¿Pero que se habrá creído?”

Camina lentamente, pistola en mano, pero, aunque mueve la vista hacia todos los lados, su mente sigue ocupada pensando en lo que acaba de vivir ¿A que había venido semejante arranque de ira? ¿Y por qué le afectaba tanto? Solo era una loca con un blaster ¿No?

“También he estado muy nervioso desde que ha empezado la misión. De no ser por la necesidad de dinero, no me habría metido en algo semejante. Cada segundo que pasa nuestra vida peligra. Y me gusta mi vida”

El caza recompensas salta por encima de unos escombros.

“¿Y eso que más da? Su respuesta ha sido exagerada, yo no he hecho nada malo ¿verdad?”

No termina de responder la pregunta ya que dejarse llevar por sus pensamientos le pasa factura y no ve una pequeña chapa que sobresale del suelo justo frente a él. Pero la chapa si le ve a él y cree oportuno, casi gracioso, detener su avance. Solo cuando su pie se encuentra con la chapa y su cuerpo comienza el descenso al suelo, Aldor vuelve a la realidad y se da cuenta de donde está. A 10 centímetros del suelo, 5 centímetros, 2... PAF

Un fuerte y punzante dolor le invade en el hombro que ha sido lo primero en tocar tierra, el dolor le hace soltar momentáneamente el arma. La situación es ridícula y tras pensarlo unos segundos, encuentra la palabra que busca para definir lo que siente ahora mismo.

- ¡GILI-POLLAS! –

Lo que está claro es que, entre el ruido de la caída y el grito, si había alguien escondido, habría quedado perfectamente alertado de su presencia.

“Bravo héroe”

Aldor se pone en pie y mira a su alrededor en un vano intento de buscar algo que le pudiera llamar la atención.