Partida Rol por web

- Debemos buscar algún hangar, los Maestros viajaban hacia otros planetas para continuar con la busqueda de nuevos Padawans y por misiones que ordenaba el Consejo. - Se levantó.

- Es allí donde debemos dirigirnos... creo. - Dijo con cierta duda.

Cuando paramos a descansar dejo un segundo a Urt en el suelo. ¿Quién de entre vosotros sabe más de medicina? - pregunto al grupo para a continuación girarme hacia Ben-ju y le agarro por la pechera.

- Explícate Ben-ju. ¿A que te refieres? - le digo. Y elige bien tus palabras pues no lo volveré a preguntar.

- Si todos hubieramos atacado tal y como lo planteé los Maestros seguirían vivos. No obstante ya poco importa pues con su sacrificio nos han dado el tiempo necesario para ponernos a salvo.

Tras pensar durante un instante suelto a Ben-ju y vuelvo a cargar con Urt.

- Vayamos al Hangar de la Escuela antes de que sea tarde. Cojamos una nave y vayamos en busca de algún Maestro. - concluyo.

- No te molestes el angar de la escuela estara vigilado- no parecien entender nada de lo que sucedia- Hace unos años el maestro me asalto por la noche, me propuso irme de la orden, para aceptar un futuro diferente, queria que fuera un Defensor de la justicia fuera de los Jedi, una persona libre de amar si asi lo desea, sabe que eso me interesa- y no era el unico de los que estaban alli que lo sabia- Me dio tiempo para pensarlo pero entonces esa Lord Sith entro a buscarme, una vez mas volvieron a proponerme irme de alli, queria que fuera su aprendiz que me combirtiera en un lord Sith, el maestro la corto y los 2 escaparon luchando, no le di una respuesta, pero ella me dijo algo interesante, habia otro candidato en la escuela, otro aprendiz, que podia ser su alumno, Siria, por lo que a dicho en la sala devia ser el, pero a el le atacaron, esos Sith si que le atacaron a el, estabamos uno frente a otro podrian habernos atacado a los 2, pero solo lo hicieron con el, os lo dije no venian a matarme a mi, podria haberos dado tiempo para escapara, luchar solo fue un estupidez, fuisteis arrogantes e imprudentes, el amestro os dio una orden, podeis mirarme lo mal que querais, pero yo sabia que estaba a salvo, sabia que podria sobrevivir, pero vosotros no, los desavodecisteis y ahora todos ellos han muerto-

- Pues te hubieras quedado con ellos - Espetó Daesha mirando a Ben-ju con algo parecido a la repugnancia. No podía aceptar a aquellos que se habían dejado seducir por el lado oscuro.  Seguidamente se levanta para acercarse al compañero herido.

- Vamos a echar un vistazo con sigilo, si no hacemos eso ya nos dirás otra posibilidad Ben-ju. ¿Tus amigos los Sith te han dejado alguna nave?. - Dijo con cierta ironía arrodillandose frente a Urt. Daesha siempre quiso aprender a usar la fuerza como un sistema de sanación, pero no se había iniciado. Suspiró al ver que no podía hacer nada.

- Y no Koro... te respeto... pero era una locura enfrentarnos con esos aprendices Sith, porque después de ellos, estaban los otros, y habían mas en el interior del templo. No se podía continuar luchando, hemos hecho bien al escapar. Y sinceramente, tengo la conciencia tranquila, no he sido yo quien ha provocado ninguna muerte. - Se volvió a levantar y se encaminó hacia el Hangar mirando a ambos lados con cuidado de no ver ninguno de esos Sith.

- No son mis amigos, pero puede que jamas entendais nada-

-No puedes estar seguro de eso, lo que yo vi es que te hubiesen atacado si hubieras estado a tiro.

-Déjalo, Zakarías, está empeñado en que es especial, está empeñado en que no lo atacaron porque le querían vivo. Yo lo que vi fue que atacó a Siria porque lo tenía a alcance, no por otro motivo - Digo con voz quedada.

- Pongámonos en movimiento. - digo. Comprobemos si el hangar está despejado.

-No vamos a volver ahí, si nos cogen estamos muertos. Aunque no me guste la idea es mejor robar una nave en cualquier ciudad.

- Genial... no nos ponemos de acuerdo... - Mira el grupo sin saber ya que hacer.

-Daesha, tú también lo has visto, sabes que es una locura.

- Pues adelante... vamos a cometer por primera vez un crimen... recordadlo... aunque intentaré por las buenas que nos ayuden y nos presten esa nave... irá de vuelta, es facil si en la nave tiene algún droide incorporado. - Dijo dirigiendose hacia donde sea que estuviese la ciudad, no caminó demasiado rapido esperando que los que supieran donde dirigirse, avanzaran.

- Está bien. Quedaos aquí. Voy a comprobar el hangar. - digo.

- Si no vuelvo en 15 minutos marchaos sin mi. - añado.

Mientras tanto me acerco a Daesha. Cuida de Urt. - digo entregándole a mi amigo y compañero de habitación.

Acto seguido me alejo en dirección al hangar.

Me interpongo a Koro.

-¿Pero tú estás loco? ¡¿Qué harás si te cogen?! ¡Somos pocos, no podemos arriesgarnos ninguno o todos lo pagaremos!

- Si me cogen me matarán pero como no sé donde vais estaréis a salvo. - respondo a Zakarias.

- Pero no te preocupes. No pienso dejar que me cojan. - añado quitándole de enmedio y continuando mi camino.

-¿Por qué os empeñáis todos en actuar como si fueseis estúpidos? ¡No lo sois!

- Vais a volverme loca... chicos. Mira... no nos separemos ¿vale?, vayamos a la ciudad y dejemoslo estar... Pero si aun asi quieres marcharte Koro de acuerdo, ya no podemos perder mas tiempo discutiendo ni tratar de convencer para que vengas. Se que la idea fue mia pero pensándolo bien, es problable que todo el templo incluido el hangar ahora este infectado de Sith - Suspiró cansada.

- Podemos cuidar a Urh juntos Koro...

- La idea de la ciudad me gusta y no creo que sea necesario robar nada, seguro que alguien podria llevarnos amablemente en su nave sin dar mucha información, aunque mis palabras os importen poco ya, creerme por favor, si volveis alli morireis-

Me debatía entre acompañar a Koro a una misión suicida o dirigirnos a robar una nave. La verdad es que la segunda idea me parecía peor que la primera. Prefería morir antes que traicionar los códigos de los Jedi.

Aunque pensándolo bien...

Recordar a aquellos Sith me aterraba. No quería volver si no era estrictamente necesario. Por lo que hallé una solución a mis problemas.

- Voy con vosotros pero no pienso robar una nave.

Ben-ju parecía muy alterado. Era como aquella noche en que le contó sus preocupaciones. ¿ Siempre tenía problemas en los que pensar? Le coloqué una mano en su hombro y esperé a que me mirase para susurrarle:

- Todo irá bien Ben-ju. No te preocupes.