Partida Rol por web

Rápidamente me dirijo hacia la zona de la cabina rezando por poder arreglar el desaguisado que hayan podido organizar esos dos sith.

No eres capaz de vislumbrar el futuro, pero no hay que ser un lumbreras pera ver que ese hombre no se dedica a ayudar niños por la calle.

La cabina está perfectamente, no hay signo alguno de manipulación.

- No- Digo casi rotundamente - No creo que sea necesario, le agradezco mucho que quiera alludarnos pero de verdad estaremos bien solos- intento mirar a mis compañeros esperando que entiendan lo que mi mirada quiere decir.

Al comprobar que la cabina está perfectamente reviso las zonas más propensas a ser saboteadas.

-Yo puedo ayudaros - insisto.

Daesha ve que si lo dejamos ir podrían perder una gran oportunidad.

- La verdad es que necesitamos una nave... ¿conoce alguien que pudiera ayudarnos?. Tambien comida... - Bajo la mirada mostrandose avergonzada.

- No le aga caso- digo muy seria cogiendo de los hombros a Daesha- No queremos una nave es una bromista y le gusta tomar el pelo a los desconocidos lestamos bien se lo aseguro- con algo de suerte me escucharian

Todo lo que investigas por la nave parece estar en buen estado.

- Koro, veamos que puedes hacer con esta nave. - pienso sentándome en el asiento del piloto tras asegurarme de que los dos Sith no estaban mirando.

Lo primero que hago es Cerrar las puertas para a continuación intentar despegar la nave.

En cuanto las puertas se cierran, ves a los Sith mirar la nave y salir corriendo.

La pantalla comienza a emitir señales de alerta, los motores se están sobrecalentando a un ritmomás que alarmante.

- Calmate Koro. - me digo volviéndome a serenar. Tú eres capaz de hacerlo.

Tras serenarme me concentro y tiro unos bidones que hay en el hangar al paso de los Sith (licencia personal). Tras lo cual pongo la nave en marcha.

La nave comienza a moverse y los mensajes de alerta a aumentar. La temperatura del motor acaba de duplicar la máxima para la que está diseñado.

No me gustaba lo que estaba pasando. Daesha parecía la única que se fiaba del desconocido. Por su parte, Ben-ju pensaba todo lo contrario y yo estaba de acuerdo con él.

- Si, estamos bien. No se preocupe.- Era lo único que me atrevía a decir que no fuese mentira, así que lo dije con el tono más simpático que pude esperando resultar convincente.

Si, pero ellos salieron del interior de la nave. No estaban en el exterior cuando llegué por lo que se supone que los han saboteado desde dentro.