Partida Rol por web

- Venga, no es momento para discutir...

- Bislara esto no es un juego, quiero que salgas corriendo con ellos, teneis algo que hacer y yo tengo que hablar con ella y eso va por ti tambien ruka, tengo una conversacion pendiente con ella y no pienso huir de ella esta vez-

Daesha cerró los ojos a la misma vez que cogía aire lentamente por lo que había hecho Ben'ju no era las primeras veces y estaba aclamando a la Señora Paciencia para que no le nublara la cordura y le atravesara con el sable sith. Por suerte, lo consiguió.

La twi'lek azul ya no se dignó a mirarlo, sino que fijó sus ojos en la nautoliana. Ya sí que no había salvación si era tan poderosa.

- Si que os dais prisa, ¿cuantos templos tenéis ya bajo control?

Miré a los demas padawans...pero que panda de....umff

Fingí que intentaba liberarme sin conseguirlo. Si al menos Daesha podía mantener la compostura tendriamosuna oportunidad de acabar con ella o de correr hacia la biblioteca o...

-¿que demonios...?

Daesha mantenía con fuerza agarrada a Lekar esperando respuesta.

- Si te dejase solo no durarías ni dos días. ¡Tenías que haber pensado antes de actuar! No tienes remedio Ben-ju... Pero hicimos una promesa, ¿recuerdas? Así que no me pienso mover de aquí.- le susurré aguantando la rabia. Aunque estaba apoyando a Ben-ju en aquellos momentos de locura, la verdad es que no era lo que había planeado y estaba enfadada con él. Solo Daesha y Lekar estaban siguiendo el plan tal y como lo habíamos planeado. Sin embargo, ya me parecía algo dificil de conseguir.

-Los suficientes - Digo mientras desenfundo el sable láser y lo enciendo.

Daesha miró con infinito desprecio a Ben-ju y a Ruka.

- Débiles... esta es la única opción. - Dijo volviendo a mirar a la nautoliana.

- Soy consciente de que la orden jedi ha caido, y que se perseguirá a todos los que hayan huido. Yo no pienso morir, no pienso desperdiciar el talento que hay dentro de mi y en lo que puede evolucionar y por tanto mejorar. - Miró como desenfundaba su sable laser.

- ¿Aún estoy a tiempo?

-Solo os propuse uniros a nosotros para que vuestros maestros os vieran traicionarlos, después os habríamos matado. Y es lo que pienso hacer ahora.

Ya no había ningún sentido en seguir esa pantomima...De un brusco movimiento me liberé de Daesha y desenfunde mi sable con el brillo de la ira en mis ojos.

¿Donde está mi maestro?¿Donde está Limu Bai?

¿Ese viejo patoso? Creo que siendo torturado.

A pesar de la ira que me provocaban sus palabras algo de razocinio quedaba en mi mente y con un tono tenso pero sereno la gunga replicó.

Mientes. Probablemente ni sepas quien es. Mi maestro no es viejo*...asi que no trates de engañarme..

-Bueno, entonces ¿cómo lo hacemos? ¿venís todos, de uno a uno u os tengo que perseguir?

La leve luz verde del sable se reflejaba en los ojos del mismo color de la gungan.

¿¡DONDE LOS TENEÍS?! ¿DONDE TENEÍS A LOS MAESTROS?

La gungan estaba realmente furiosa, pero tambien era bastante perspicaz y pretendía en cierto modo con su estallido de ira despistar a aquella mujer para dar una oportunidad a sus compañeros

- Lekar relájate. No pierdas la concentración... no te dejes llevar por la rabia...