Partida Rol por web

y por que tu defensa es 12 por que sumas 3

nisiquiera me acerco a golpearla, no se que hacer en ese combate, realmente no quiero luchar contra ella- Me Rindo- grito antes de que ella me contrataque

Aquello era lo mejor no podia pelear contra ella, no devia, ganar o perder en esa lucha era lo mismo, tenia que dejarme pvencer y no podia hacerlo de otra forma, preferia no lograr ser un maestro a tener que enfrentarme a ella.

Miro con rabia a Ben-ju, pero caigo en la cuenta de que no debo permitir esos sentimientos, por lo que cierro los ojos, apago el sable láser y respiro hondo.

- Maestros no creo necesario este combate- por demasiadas razones y muchas que no podia decir- Ella es mejor que yo admito mi derrota-

- No hay nada de malo en admitir la derrota - Declaro en respuesta a la rendición de Ben-Ju - De acuerdo, la primera ronda del torneo ha terminado - Digo - Ahora se asignarán los...

Enciendo el sable láser.

Me giro rápidamente hacia el maestro con ojos confusos esperando comprender lo que lo ha impulsado a encender su arma.

El silencio domina la sala durante unos segundos, después la puerta se abre de golpe, hay cuatro figuras al otro lado.

Miro a los niños de la sala y enciendo mi espada láser.

-Es hora de recoger la siembra antes de que otros lo hagan.

Mis tres subordinados también preparan sus sables de luz y un resplandor rojo nos ilumina por ello.

Rápidamente estiro la mano y mi arma sale volando desde mi cinto hasta ella.

Enciendo mi arma.

-¿Qué es esto?

-Esto es vuestra muerte, jedis - Digo mientras arrojo una docena de manos con sables láser aferrados al suelo para demostrar que ya habíamos acabado con unos cuantos caballeros.

Sin pensarlo dos veces enciendo mis sables, ese era el que se había llevado a mi madre -Maldito cerdo ¿Qué has hecho con mi madre?- Grito lleno de furia mientras cargo contra ese traidor.

Daesha se queda perdidamente de piedra cuando ve entrar a aquellos Sith, pero sus ojos se dirigen a los sables que ha arrojado...

- ¡No! - Gritó mientras sus emociones intentaban agolparse en su pecho y Daesha las obligaba a centrarse. Mira con temor a su Maestro.

- Maestro!- Y sin apenas dar tiempo a hacer nada mas ve a Siria lanzarse contra uno de esos Sith.

- ¿Qué pasa aquí? - digo echando mano del Sable y encendiéndolo.

- ¿Quién eres y qué quereis? - añado miandoa los recién llegados.

- Ben-ju tú conmigo conmigo. Urt con Daesha ayudad a Siria, Pnorr con Bilsara y Zakarias. - les digo. Encarguemonos de los aprendices. Dejemos a los Maestros con ella.

Una vez dicho esto me lanzo hacia el primero de los aprendices.

- Es un placer volver a verte, aunque pense que volverias otra noche- no presto atencion a Siria en ningun momento se que no tiene nada que hacer y me interesa mas ella, hacia tiempo que la esperaba- lo que no imaginaba es que os tendria a los 2 en la misma sala otra vez- es inutil luchar no puedo superarla por nada del mundo, y aunque me sacrificara seria un sacrificio inutil, solo se que hay alguien a quien ayudar en esa batalla y desde luego tenia claro cual era.