Partida Rol por web

Al llegar a la aldea pudieron ver como la maldad del imperio había golpeado de nuevo. El resultado era terrible. Aarwynn estaba de rodillas, derrumbado tras ver su poblado arrasado. Lo primero que sintió Gial fue rabia, cerró los puños y se recordó porqué era miembro de la lucha anti Imperio. A continuación un sentimiento de culpa recorrió su cuerpo. Quizás si hubiéramos llegado antes. -Pensó, pero al momento se dio cuenta que ellos eran solamente cuatro y habrían muerto con el resto de nativos del poblado. Caminó junto a Sharene, y le puso una mano en el hombro y le dijo: -Tranquila, estoy seguro de que tarde o temprano veremos la caída del Imperio. No podremos recuperar estas vidas pero si vengarlas.

Vio como Daedar le trasmitía los sentimientos del grupo a su guía, era difícil ayudar a alguien en momentos así pero Korl era de los mejores en ello. Tenía una gran empatía que le permitía ayudar a la gente.

Al rato después de ver las cabañas destrozadas supo que no iban a encontrar supervivientes, cuando las tropas de asalto realizaban su trabaja eran letales. Decidió que lo mejor que podía hacer era mirar si algunas de las antenas funcionaban, de esa manera igual podían ayudar a alguno de los otros poblados. También estaba claro que deberían de encontrar cuanto antes a su contacto, o sino lo haría el Imperio.

Cuando te concentras puedes sentir como la naturaleza del lugar se aproxima a tí, pero lo que sientes no es lo que esperabas... o al menos a lo que estás acostumbrado. Una sensación de frío similar a la que venís sintiendo desde que habéis aterrizado te invade. La desazón invade tu corazón y un sentimiento de ira y odio te rodea hasta el punto de sacarte de tu estado de concentración. No sabrías muy bien como describirlo... pero sin duda nunca hasta ahora habías sentido algo similar.

Tu intento de encontrar supervivientes no da resultado, al parecer las indicaciones de ID-10 eran ciertas, y no hay nadie con vida en las cercanías...

Tras un rato rebuscando tan solo encontráis cuerpos y sangre. Toda las casas incendiadas están ya templadas o frías, lo que os dice que han pasado algunas horas desde el ataque. Podéis ver algunas huellas de soldados, y otras de pies descalzos, pero no hay ninguna que os indiquen que hayan salido de la aldea.

Al mirar hacia la zona de la casa de Aarwyn podéis ver un par de cuerpos carbonizados a los que mira con ojos llorosos.

En las puertas de la entrada del edificio de argamasa podéis ver los restos de un cuerpo que parece humano. No está carbonizado, pero no hay duda de que tampoco está vivo. Un gran charco de sangre lo rodea y marcas de disparo de blaster decoran su cuerpo y ropas.

Aarwynn mira el interior de las cenizas de la casa que tiene frente a él. Tras un rato en el que aprovecháis para dar una vuelta por los restos del poblado y buscar pistas reacciona y se acerca a vosotros.

Primero a Sharene, negando con la cabeza. 

- No, no somos amigos de la tecnología. Entre los pueblos Kashoonara no nos solemos comunicar, y cuando lo hacemos enviamos a uno de los nuestros. - Mira las instalaciones de argamasa, la que tienen las antenas. - Accedimos a que Kaj´hal tuviera estas instalaciones ya que era la única forma de comunicarse con el exterior del planeta -

Habla con voz apesadumbrada, triste. Entonces mira a Gial mientras pronuncia sus palabras.

- Aquí no me queda nada por lo que permanecer, nada por lo que luchar o vivir. Kaj´hal me contó acerca de los rebeldes. Si esto lo ha hecho el imperio... quiero ayudaros. Quiero venganza. Quiero que quienes han hecho esto paguen con sus vidas - 

La voz de Aarwynn pasa a ser algo más dura y seca, claramente esta afectado y sus palabras van cargadas de odio.

Esbozó una triste sonrisa a Gial agradeciendo el gesto de apoyo y que la acompañase en la búsqueda de supervivientes a pesar de que parecía que él no contaba con hallar nadie a quien poder salvar.

Cuando se detuvo frente a la casa de Aarwynn se quedó petrificada al distinguir dos cuerpos carbonizados en su interior. Ya no había esperanza para el kashoonara. Sharene tuvo que apartarse un momento. Por desgracia no era la primera vez que veía algo así, pero eso no significaba que le afectase menos. Dejó que Daedar consolase a Aarwynn con sus bienintencionadas palabras que seguramente el nativo desearía creer.

¡Qué vileza demuestra el Imperio! ¡Malditos una y mil veces!

Cuando el guía se dirigió a ella no tenía claro qué diría. Se le hacía raro que no tuviesen ningún sistema para comunicarse. ¿Ni siquiera el aullido grave de un cuerno? -Entonces tendremos que confiar en que las columnas de humo les hayan puesto sobre aviso.

Al mencionar que las antenas se instalaron a petición de Kaj'hal miró detenidamente hacia el edificio y en la misma puerta vio algo perturbador. Observó a sus compañeros y se dio cuenta de que Trent también lo había visto. Se apresuró y llegó a la casa para contemplar de cerca al humano abatido sobre un gran charco de sangre.

Se giró hacia sus compañeros esperando que se acercasen. -Me temo que... -dejó la frase inacabada. 

El Imperio debe pagar por esto, debemos hacernos cargo de los muertos... dice Trent, que había estado cerca de Aarwynn mientras este habla con Sharene y Gial, cuando se da cuenta al mismo tiempo que Sharene que hay un humano abatido en una de las casas de la aldea. Tras correr a la zona con Sharene, parece que no hay duda.

Caminó muy despacio hacia donde se encontraban Trent y Sharene, cuando llegó a la puerta vio lo que estaban viendo y comprendió. La misión estaba terminada antes incluso de comenzarla.

-No puede ser, esto es un desastre. -Desolado sintió un golpe de calor, no sabía si por el clima, el agobio de saberse abandonados en un planeta sin manera de abandonarlo o quizás lo más probable por la matanza que acababan de ver perpetrada por el Imperio. Decidió sentarse un rato, reflexionando en como podía sentirse el pobre Aarwynn.

-Está bien no perdamos la calma, todavía nos quedan algunas opciones, pero la que veo más factible es que Aarwynn no guíe tras los pasos de los soldados imperiales, los sigamos ya que puede ser probable que tengan la información que hemos venido a buscar. -hizo una pequeña pausa para ver si sus compañeros estaban de acuerdo, para continuar exponiendo el plan.

-Posteriormente cuando obtengamos lo que hemos venido a encontrar debemos de localizar su base y robaremos una nave para huir. Podrás hacerlo con nosotros y así iniciar tú lucha contra la gente que ha destruido tu poblado y tu vida. ¿Tenéis alguna otra idea en mente?

Tras concentrarme, esta vez sentado en el suelo para que las piernas no me vuelvan a fallar. Sentí una oscuridad que no había sentido, más intenso des de que habíamos llegado al planeta. Me concentré para buscar supervivientes, sus sentimientos pero como había dicho ID, no había ninguna alma con vida en la aldea ni en las cercanías. 

Aarwynn señaló la vivienda de nuestro contacto, la de las antenas:-Dejadme mirar lo que puedo recuperar de las antenas antes de que nos liemos a tiros con los imperiales. A lo mejor encuentro algo que nos ayude.-comento mientras me acerco al grupo de ordenadores y antenas de la casa en ruinas del contacto. 

.-ID. Comprueba los registros de acceso al terminal. Busca indicios de actividad imperial buscando rebeldes. Yo buscaré con los radares y probaré conseguir un canal, encriptarlo y contactar con el mando rebelde.-y empecé a trabajar. 

Aarwynn asiente a las palabras de Gial en silencio, comenzando a buscar huellas o rastros por los restos de la aldea...

Mientras tanto, ID-10 se conecta al terminal de la antenas y pronto da como informe que los imperiales no parecen haberse conectado al transmisor. Parece simplemente que le han disparado para inutilizarlo. Daedar no obstante y gracias a que el daño era escaso consigue hacerlo funcionar de nuevo.

Las antenas comienzan a girar colocándose en su posición estándar como parte del procedimiento de encendido. Cuando Daedar va a tratar de establecer comunicación, se da cuenta de que el sistema se encuentra en un lenguaje que no conoce. Teclado, interfaz... todo esta en otro idioma.

- No hay huellas que salgan de la aldea - Dice cabizbajo el Kashoonara - Parece ser que llegaron en un transporte aéreo y se fueron tan rápido como... - No termina la frase, mirándoos, esperando el siguiente paso...

Como bien apuntó Aarwynn no había huellas más allá de la aldea y eso dificultaba el tema del transporte. ¿Habrían abandonado los imperiales el planeta o les estaban buscando para acabar con ellos? Dependiendo de algunos aspectos les beneficiaría más una u otra cosa.

-Kah'jal tuvo que venir en un transporte -se dirigió a Aarwynn-. ¿Recuerdas cómo fue su llegada? -le preguntó esperanzada-. Tal vez ocultó su nave en algún lugar, ¿hay una cueva tras la cascada? -preguntó expresando su deseo de obtener buenas noticias. No le parecía descabellado, era una forma de tener su vehículo resguardado de las inclemencias del tiempo a la par que no alteraba la armonía del paisaje natural que parecía agradar tanto a los kashoonara.

-Si no disponemos de vehículo deberemos conseguir otro. O bien contactamos con los Rebeldes -observó a Daedar que se adentró en el edificio para intentar recuperar las antenas- o tendremos que hacer de cebo para los Imperiales.

¿Cuántos eran? Volvió a observar las huellas, esta vez siguiendo las líneas de pisadas tratando de acotar un poco lo numeroso que podía ser el grupo de asesinos.

No tardaría en entrar en la casa, pero tenía más preguntas que formular a su nuevo compañero. ¿Qué ocurre en la selva? ¿Por qué no hay un solo animal? ¿Por qué todos los árboles tienen la misma altura? -como si las copas estuviesen recortadas por un sol de largas pestañas-. ¿En cuánto tiempo pueden matar las plantas venenosas de las que nos hablaste? ¿Están a mucha distancia de aquí? Tal vez en el peor de los casos podríamos utilizarlas contra el enemigo.

Esperó las respuestas de Aarwynn observándole con atención y a continuación miró al inerte Kaj'hal compadeciéndole.

-Voy a buscar cualquier cosa o mensaje que Kaj'hal pudiese dejarnos -informó para que supiesen que lo que haría a continuación era bienintencionado. Había recorrido muchas ruinas y en ellas había visto muchos muertos, pero no era lo mismo un montón de huesos, por los que también sentía un profundo respeto, que una persona recién asesinada. Lentamente y con mucho cuidado buscó entre las ropas del difunto.

-Veré si encuentro algo más en la casa -concluyó para a continuación adentrarse en busca de cualquier pista que el pobre hombre pudiese podido dejar. Miró por cualquier parte que se le ocurría: cajones, armarios, tras los cuadros si los hubiese, bajo la superficie plana de las patas de una silla e incluso si encontraba una mesa se estiraría bajo ella por si había escrito un mensaje o dibujado un mapa.

Luego se acercó a Daedar. -Muy bien! -asintió contenta de ver que había conseguido reanimar los sistemas, pero en la pantalla todo aparecía en un idioma que desconocía.

-Permíteme un momento -pidió mientras se remangaba la camisa y tomaba asiento frente a la pantalla. Permaneció inmóvil totalmente concentrada, daba la impresión que ya podía caerse el cielo, nada la iba a desconcentrar. Buscó algo para escribir. Adoraba los retos y por intentarlo no perdía nada.

Empiezo a conectar terminales con consolas y accediendo a las bases de datos cuando me encuentro un problema bastante importante, estaban en un idioma que no conocía:-Si fue Kah'jal quién estuve a cargo de estos sistemas estan en su idioma.-comento para mi mismo mientras sigo intentando varias cosas:-Aarwynn, necesito traducción. Kah'jal ha escrito todo el código en vuestro idioma y no conozco ni lo más básico.-le pido al Kashoonara mientras el resto siguen haciendo lo suyo. 

Parecía que por lo que indicaba Aarwynn, los imperiales habían ido a tiro fijo. No era amante de las conspiraciones pero estaba claro que habían ido a por esta aldea en concreto, seguramente tenían claro que Kaj'hal, vivía aquí. Era la única manera que encontraba de razonar lo que había sucedido. Mientras Sharene realizaba la batería de preguntas al nativo, Gial se acercó lentamente a Daedar, observando las antenas y las computadoras. Era algo típico en él, observar los elementos informáticos de los cuales tarde o temprano tendría que extraer el máximo jugo posible.

-Daedar, es posible que entre los dos podamos comprobar si hay algún tipo de mensaje póstumo. Espero que Aarwynn pueda traducir el idioma.

Cuando comenzó a tratar de leer el idioma, Gial casi se marea, no había quien entendiera nada. Dejó espacio cuando se acercó la arqueóloga para que pudiera tratar de leer con mejores resultado que él.

-Espero que tengas más suerte con el galimatías de lenguaje que utilizan aquí.

Vino como emisario, y su misión sería permanecer con nosotros, aprender nuestra cultura y establecer lazos que nos ayudaran ante la amenaza del Imperio en caso de ser necesario. Evidentemente no fueron suficientes. Vino hace años, y no tenía intención de abandonarnos; aunque de vez en cuando se comunicaba con sus superiores usando el sistema de comunicaciones. Nos enseñó a usarlo. Dijo Aarwynn a Sharene. No hay una nave con la que el pudiera salir.

Cuando las antenas giraron no quedó duda alguna de que Daedar había conseguido recuperarlas y que podrían ser usadas para enviar un mensaje a quien fuera menester.

Aarwyn siguió contestando las preguntas de su interlocutora. - La selva es peligrosa para los extranjeros. No sabemos porque, pero Kah'jal tampoco podía adentrarse por demasiado tiempo o enfermaba. Respecto a los animales. Nunca ha habido en esta zona. Se encuentran a casi un día de distancia. - 

Sharene se fue en busca de alguna pista, algo que Kah'jal hubiera podido dejar... la búsqueda de la arqueóloga no dio ningún fruto, no había nada que le fuese de utilidad, ni en el cuerpo ni en la casa...

Mientras tanto Daedar y Gial trataban de descifrar el lenguaje de aquel sistema de comunicaciones. Justo cuando fue a hablar Aarwynn llegó Sharene de su exploración por la aldea y también se puso a tratar de entenderlo. El Kashoonara se quedo bastante sorprendido ante las habilidades de la mujer, que no sin bastante esfuerzo logró comprender el lenguaje que se empleaba en aquel sistema de comunicaciones accediendo al menú principal...

- Si queréis, Kah'jal nos enseñó a usarlo. Decirme las coordenadas de vuestra base... donde queréis mandar el mensaje - Dijo mientras navegaba por los diferentes paneles con bastante soltura. Sharene pudo comprobar que había accedido al sistema de envío de mensajes, quedándose en la parte en la que había que introducir las coordenadas exactas - y tan solo restará grabarlo y enviarlo. - 

Creo que podemos asumir que las comunicaciones que enviemos estarán fuertemente codificadas y no se podrán rastrear, pero el Imperio probablemente pueda detectar que estamos usando el sistema cuando enviémos el mensaje.

Trent pregunta, Aarwynn, ¿seguía Kah'jal algún procedimiento cuando mandaba mensajes para ocultar su posición?

Trent le quitó la pregunta de la boca, lanzar un mensaje desde un equipo de esas características técnicas a una base rebelde, era la combinación perfecta que estaba esperando el Imperio para localizar la señal de envío y la de recepción y aniquilarlos a todos.

EL único problema era que sino mandaban ese mensaje, podrían quedar aislados en el planeta hasta que un equipo de rescate rebelde fuera a buscarlos, lo cual era bastante aleatorio. Estaban en una situación difícil. Muy difícil.

-Podemos mandar el mensaje pero si el Imperio lo intercepta sabéis lo que sucederá.

El propio sistema usa una frecuencia bastante más baja de la estandar. El mensaje tarda en llegar más tiempo, pero eso lo hace indetectable por el imperio. O eso es lo que nos explicó Kah'jal - Dijo Aarwynn sin levantar los dedos del panel de mandos. 

Escucho la respuesta de Aarwynn sobre Kah'jal, era extraño todo aquello pero no era el momento de investigar. Se acercó a mi y Gial mientras estábamos con los paneles y las antenas. Finalmente consigo dar energía a las antenas, obteniendo como respues un realineando y reorientado para obtener señal del destino prefijado. 

Aarwynn se pone a los mandos y empieza a teclear y las antenas se realinean otra vez y un seguido de pantallas empiezan a parpadear y una ventana emergente se abrió, entonces Sharene esta cerca mirando, la observo:-Deduzco que por tu expresión ahora tenemos que colocar las coordenadas de destino, no?-dije al ver que Sharene entendía un poco el idioma y como había confirmado Aarwynn un segundo después. 

Al escuchar la explicación que daba sobre como había conseguido Kah'jal evitar a los Imperiales exclamé:-tiene bastante lógica lo que comentas. Pensadlo de esta manera:-comento hacia el resto:-El Imperio siempre está a la búsqueda de transmisiones codificadas, en múltiples frecuencias, canales estándar y demás. Hasta la fecha siempre lo consiguen por que casi todos en la galaxia usa un número determinado de frecuencia. si se usa una misma frecuencia pero en un espectro mucho más bajo por lo que veo. Ni siquiera nosotros podríamos detectarlos. Es muy ingenioso.-explico al escuchar la explicación final de Aarwynn. 

Trent sigue los comentarios de Aarwynn y de sus compañeros y asiente. En teoría Kah'jal usaba este sistema, así que debería ser seguro, y parece que es nuestro único camino adelante en este momento.

Sin embargo, sugiero que tan pronto obtengamos respuesta, abandonemos esta zona. No se si es posible llevar con nosotros estos equipos o unitilizarlos en caso contrario.

El esfuerzo obtuvo recompensa y lo que parecía imposible de descifrar comenzó a tomar forma. Sharene estaba emocionadísima,
y aunque trató de reprimir el impulso de manifestarlo, el intenso brillo de sus ojos y una sonrisa de satisfacción la delataban.

Aarwynn se percató y Sharene lanzó una petición:

-¿Podrías leerlo en voz alta? Me gustaría escuchar la pronunciación.

El kashoonara respondió la pregunta de Trent tranquilizando a todos acerca de la seguridad de enviar el mensaje.

-¿Cuánto tiempo tarda en llegar el mensaje? -se interesó. Suponía que sería cuestión de minutos pero prefería saberlo con exactitud-. -Si todos estamos de acuerdo, adelante.

Miró a sus compañeros uno a uno y de no haber objeción facilitaría las coordenadas a Aarwynn.

Gial asintió a la mirada de Sahrene. Lo que decía el nativo parecía muy sensato y coherente por lo que en principio deberían de poder mandar el mensaje sin que el Imperio lo pudiera interceptar.