Partida Rol por web

El chiss escuchó lo que cada uno dijo en silencio, sin abandonar los mandos de la nave. Voló indiferente hacia la luna de Ord Mantell, describía un rumbo estándar y la velocidad normal.

—El plan propuesto por el señor Ashland es sólido —argumentó Vindar tras unos segundos de reflexión —. Los imperiales no tienen porque detenernos, Ord Mantell y su luna son un puerto franco, es habitual el trasiego de cargueros.

Agradeciendo el escaneo realizado por Fillon, Vindar añadió con tranquildad al haber salido a colación de lo que llevaban o dejaban de llevar en el Bakurano.

—En la bodega hay tres cajas de material para la operación. Trajes de vacío, equipo de excavación y desensamblaje, y armamento adicional si las cosas se complicaran —explicó con calma mientras sorteaba un grupo de escombros. Quantxi se reveló ante vosotros como una luna gris, contaminada, donde se apreciaban los mares de chatarra y desechos desde su órbita —. Todo está debidamente registrado. No deberíamos tener problemas con ello.

Cuando el Bakurano Errante alcanzaba la órbita cercana de Quantxi, el comunicador prendió con la alarma de que alguien intentaba comunicarse con la nave. R3 soltó un bufido de hastío, Vindar os miró alternativamente antes de responder.

La voz era la de una mujer, hablaba con claridad y tono asertivo.

—Carguero coreliano YT-1300. Les tenemos en los escáneres. Les habla el crucero imperial Orgullo de Carida. Transmitan cargamento, pasaje y hoja de ruta —el tono de la mujer no tenía un tono agresivo, pero estaba claro que aquello no era una petición.

—Recibido, Orgullo de Carida. Ahora se lo transmitimos —respondió Vindar en un tono bastante parecido al que la mujer imperial. El chiss se volvió hacia R3, a quien indicó que enviara lo solicitado al crucero, el astromecánico soltó su característico suspiro digital y empezó a enviar los datos.

—Es extraño —dijo Vindar mirando hacia Quantxi —. Ha habido un cambio de patrón en el control imperial. Están buscando a alguien —dicho esto, os miró a vosotros, intrigado. Su mirada se centró, principalmente en Thea y Marc, pero no dijo nada más.

Asintió mientras sonreía con calma a las palabras de Marc y después a las de Vindar. Aunque al escuchar la voz al otro lado de las comunicaciones un escalofrío recorrió su cuerpo, después de todo aún no había olvidado lo frías que sonaban las voces de los oficiales imperiales. 

Entonces el Chiss mencionó aquello e igual que les miró, la joven también miró a su compañero con cierta preocupación, después de todo no podía evitar sentirse culpable de quizás poner en peligro al resto. 

- ¿A qué te refieres con cambio en el patrón? 

La sonrisa perenne en mis labios no cambio ante las palabras de nuestro "jefe". Aportar era la mejor manera de acumular ideas, sobre las que poder elegir la mejor para cada momento. Era un trabajo en equipo, como lo era sin ninguna duda el trabajo por el que estabamos aqui.

La mirada del chiss al mencionar el cambio de patron, se encontro con la mirada tranquila de Marc. Al terminar de cruzar miradas con su "jefe" desvio la mirada hacia Thea, para convertir la sonrisa en algo mas cercano y tranquilo.

No veia porque iban a estar buscandonos a nosotros. No recordaba haberme ganado tanta fama... o eso creia...

Aun asi desvie la mirada de nuevo al chiss cuando Thea hizo aquella pregunta.

Fillon suspiró.

— Tranquilos, esos cabeza de huevo están siempre buscando a alguien. En cuanto entremos seguirán buscando y podremos centrarnos en nuestra misión. —

¿Sería a Fillon a quien buscaban? En tal caso el Chiss lo sabría sin duda, debía haber sido él quien lo sacó de la prisión imperial. Pero esas dos miradas a la parejita...

— La mente centrada en lo que estamos. No debemos despistarnos con problemas que todavía no nos afectan compañeros. — Sonrío y se puso en pie. Era la hora de prepararse, pronto desembarcarían en aquella luna...

Isakaly sintió como un escalofrío recorría su espalda al escuchar las palabras del chiss. Aunque estaba casi segura de que el Imperio no tenía ningún interés en ella, o de que conociese su existencia, no podía descartar que alguna de las obligadas ayudas a los hombres del señor del crimen hutt no hubiesen llamado la atención de los nuevos gobernantes de la galaxia.

Las palabras de Fillon la sacaron de sus pensamientos.

Su compañero tenía razón. Si querían salir airosos de aquella situación, debían mantener la calma. Era como enfrentarse a una complicada intervención quirúrgica. Cuanto más fría tuviese la cabeza el médico, más probabilidades había de que el paciente saliese con vida. Solo que esta vez no era la vida de un paciente la que estaba en juego. Era la de todos aquellos que se encontraban en aquella nave.

—El protocolo imperial dicta que solo se pide el manifiesto de carga y el rumbo. Si han solicitado también el pasaje, es que está buscando a alguien —explicó mientras esperaba la respuesta del Orgullo de Carida, asintió a las palabras de Fillon —. Así es, el Imperio siempre está buscando a alguien. Esperemos que no sea a ninguno de ustedes.

Sin apartar la mirada de la consola, el chiss permaneció a la espera. Tras un eterno segundo de espera, el comunicador vibró de nuevo.

—Bakurano Errante, aquí el Orgullo de Carida —dijo la misma voz femenina —. Sus datos han sido verificados. Tienen permiso para proceder y aterrizar en la luna de Quantxi. Gracias por su colaboración.

Lo primero que se escuchó al cerrar las comunicaciones fue un pitido de alivio de R3, Vindar , tras haber agradecido a la operadora imperial, puso rumbo a la luna.

—Todo en orden. No nos buscaban a ninguno de nosotros —dijo con un tono que no sabríais decir si era irónico —. Llegaremos al espaciopuerto en diez minutos. Les sugiero prepararse para bajar a la luna. En la bodega hay cinco contenedores, he desbloqueado sus códigos, dentro tienen equipo y material que será útil para esta misión —hizo una pausa, como si se acordara de algo, y volvió ligeramente la cabeza hacia vosotros —. Salvo que tengan alguna duda más.

Fillon sonrío, aliviado.

— Todavía no sabemos que es lo que estamos buscando capitán. — Dijo Fillon mientras se ponía de pie. — Entiendo que si tiene intención de venir con nosotros no hay necesidad de dar más información fuera de abre esa puerta o dispara a ese droide pero... ¿Hay algo especial que estemos buscando? ¿Algo a lo que prestar especial atención? —

Aquellas miradas al resto de sus compañeros, el nerviosismo de todos ellos. Él no era el único al que buscaba el imperio, estaba bastante seguro. Y si alguien se molestaba en contratar a gente prescindible para un trabajo, a gente que no era fácil de conseguir probablemente fuera porque había algo poco legal. O quizá el tiempo en prisión le habían vuelto un poco paranoico solamente.

Miró primero a Fillon y después a Vindar, pues en parte el primero llevaba razón en sus preguntas pues seguramente nuestro contratista estaría buscando algo en concreto y, lo que tampoco la extrañaba es que cada uno de quienes estaban ahí tenían también sus propios intereses. 

Cuando Fillon terminó de hablar fue ella la que le siguió.

- ¿Conocemos algo del terreno en el que se encuentra nuestro objetivo? Me resultaría más sencillo conocer a qué tipo de terreno vamos a enfrentarnos para poder ir planificando la mejor estrategia para movernos por él con seguridad y manteniéndonos todos con vida. 

El tono ironico del capitan, provoco una sonrisa torcida por mi parte. Entretenida y cargada de humor, las preocupaciones parecian no estar hechas para mi. Era como si simplemente me resbalaran o me diera todo igual.

Diez minutos. Equipamiento especial en las cajas que habiamos visto. Interesante. No parecemos un equipo de pros justamente, y aun asi tras contratarnos no se fia de nuestro equipamiento, entregandonos algo de lo suyo. No seria yo quien dijera que no a mejor equipo, pero lo de dejar lo mio atras lo veia mas dificil. Lo conocido, era lo mejor cuando la mierda volaba. El mismo equipo que te habia manteniedo vivo tantas veces en las trincheras, ese que conocias como si fuera un amante perpetua.

Cada uno hizo sus preguntas, yo habia venido por si acaso la cosa se complicaba y habia que abrirse camino a lo bruto. Asi que solo tenia dos preguntas que hacer, la primera salio de entre mis labios. - ¿Estamos solos en este encargo? - Si el chiss me miraba, me encogeria de hombros. - No sera la primera vez que dos grupos chocan mientras buscan sin saberlo, o sabiendolo, lo mismo... asi pues, me gustaria saber de inicio si hay posibilidades de que eso ocurra.

Tras recibir la respuesta, hice la siguiente pregunta. - Los sistemas de seguridad de nuestro objetivo, aparte de posibles droides de seguridad o combate, ¿incluian algo mas? Todos sabemos que a los ricos les gusta tener cosas extravagantes...

El chiss asintió a las cuestiones que le formulabais, llamó a R3 que activó una proyección holográfica de lo que parecía un modelo de nave.

—Como les comenté a la hora del contrato, buscamos un yate de lujo tardorrepublicano, el Imperialis —hizo una breve pausa antes de proseguir —. Según mis contactos, la nave se estrelló en esta luna hace unos diez años, pero los conflictos en el sector, y la naturaleza de la luna, evitaron que fuera recuperada. La nave en si carece de importancia, lo que es relevante es que perteneció a un miembro importante del Senado de la República. La información que podamos extraer de su núcleo de datos es el tesoro.

Tras otra pausa, Vindar pidió a R3 que proyectara otro holograma, en esta ocasión una visión holográfica de un paisaje de chatarra y desechos.

—Quantxi, o la Luna Chatarra, es el vertedero del sector. No esperéis ningún paisaje natural, las montañas de desechos, escombros y chatarra se acumulan por toda la luna —el chiss fue pasando la mano, mostrando distintas imágenes de Quantxi —. La acumulación de material electrónico, metales y demás desperdicios provocan que la baliza de la Imperialis quede camuflada. En el equipo de la bodega encontrarán receptores de onda corta, capaces de detectar el rastro de la nave y facilitar su encuentro. Mi contacto cree que la Imperialis se estrelló en algún punto de esta zona —dibujó con la mano un recuadro, que se amplió dando lugar a unos cien kilómetros cuadrados de vertedero.

Atendiendo a las dudas de Marc, el chiss asintió lentamente.

—No espero que haya peligros graves, pero por eso les he contratado. Esa nave es un naufragio goloso para muchos, y aunque mi contacto me ha asegurado que no es así, no creo que yo haya sido el único al que se lo haya contado —explicó con severidad, a lo que siguió un encogimiento de hombros —. Pero sí espero que hayamos sido los más rápidos. Cuanto antes nos pongamos a buscar, antes la encontraremos.

Fillon sonrío. Para él aquella información era más que suficiente.

— El núcleo de datos entonces. — Guiñó un ojo al chiss en un acto reflejo más que de forma meditada y dio una palmada. 

— A prepararse entonces, si hay otros interesados será mejor que empecemos cuanto antes. Si solo tenemos que evitarlos o enfrentarlos cuando tengamos lo que hemos venido a buscar mejor que mejor. —

Fillon no se quitaba la sonrisa de la boca, parecía que estaba disfrutando de aquel momento como hacía años que no disfrutaba.

Rápidamente puso rumbo a la bodega para prepararse. Necesita de todo el material que tenía a su disposición, hacia años que no trabajaba y no le gustaría que algo saliera mal por algún fallo por falta de equipo...

Escuche con atencion toda la informacion. La Luna Chatarra. Paisajes de escombros sin sentido ni logica, no habia nada mas peligroso que un entorno donde el brillo de la mira de un rifle de francotirador podia ser confundido con un reflector mal posicionado cuando se desguazo una nave.

No, no iba a ser facil mantener el grupo a salvo, sin duda no era un paseo por el campo... aunque esa velocidad que habian mencionado era un punto interesante, no era determinante.

Mire a Thea, porque un entorno creado por completo por la aleatoriedad del hombre, podia suponer como era obvio un incremento en su trabajo aunque sin duda confiaba ciegamente en su habilidad para sobrepasar esas dificultades.

La parte de que fuera un nucleo de datos, provocaba que no hubiera que cargar con nada especialmente pesado, lo que haria la salida mas rapida, faltaba ver si mas limpia.

Asenti como respuesta al chiss sin borrar mi sonrisa. - Entendido. Rapidos y certeros. Entrar y salir. - Mire a Fillon sin dejar de sonreir, ante sus palabras. - Estoy con el señor Arcos.

Mire a Thea, esperando a que dijera algo o se pusiera en marcha, para asi poder ir a comprobar que tipo de equipamiento habia preparado nuestro "jefe" para esta mision. Le tenia cariño a mis armas, pero seguramente ese hombre habria conseguido alguna maravilla fuera de la paga de alguien como yo...

Si, debia admitirlo, tenia curiosidad.

Escuchó con calma las palabras del Chiss, observando el plano y buscando hacerse un plano mental de aquel yate de lujo, después de todo si en algo era buena era en seguir rutas y caminos.

- Así pues, el mayor tesoro es ese núcleo de datos de la República Galáctica...

Miró a Marc con calma, asintiendo de manera que solamente él entendería para después mirar al resto de sus compañeros.

- Mientras alguien esté controlando los radares para dar con la nave, podéis dejarme a mi el guiaros por ese basurero... Generalmente estoy más acostumbrada a moverme por tierra pero no creo que sea muy complicado tampoco si cuento con el resto para apoyarme con las señales de radio.

Asintió a las palabras de Fillon y miró de nuevo a Marc.

- Si, no debemos descartar nunca la presencia de hostiles... Y, en ese caso, no le confiaría a nadie más que a Marc nuestra seguridad...

Le guiñó un ojo a su compañero y tras escuchar al resto, iría también a la bodega para equiparse. 

Después de la puesta al día de la información, Vindar se quedó pilotando el Bakurano hasta su aterrizaje y os dirigisteis a la bodega. Cada una de las cajas estaba codificada para cada uno de vosotros, pero todas ellas contenían lo mismo: un traje de protección climática, un sensor de mano y herramientas de plasma para perforación y extracción. Era el equipo típico para algunos mineros, pero sin duda creíais que el traje de protección era bastante más de lo que podían aspirar muchos mineros.

Una sacudida leve os anunció que el carguero estaba empezando a realizar las maniobras de aterrizaje.

Fillon escuchaba las palabras de sus compañeros mientras caminaba... levantó la mano, indicando que lo siguieran.

— Vamos parejita... tenéis más hormonas acumuladas que un imperial en una taberna Twi´lek. —

Ah... Hacía tiempo también que Fillon no daba rienda suelta a las suyas. Quizá después de la misión podría pasarse por aquella cantina de Takodana, quizá todavía estuviera aquella habilidosa Aqualish tras la barra...

Tras comprobar el traje y las herramientas no dudó en ponérselo sobre sus actuales ropas, acomodando el resto de sus pertenencias lo mejor que pudo. Revisó el sensor de mano y aseguró las herramientas de plasma justo a tiempo para la sacudida...

— Bueno... empieza la fiesta. — 

Miró a la pareja primero y a Isakaly después... Sonrío, crujiendo su cuello de forma tan sonora que incluso salió de aquel traje. De vuelta a la acción.

Las mejillas de Thea se convirtieron en dos enormes sombras rojizas ante el rumor de las palabras de Fillon. Miró rápidamente a Marc y bajó la vista rápidamente, avergonzada por lo que había pasado por su mente.

- Si... Vamos...

Dijo en apenas un susurro mientras seguía al resto camino a la bodega.

Una vez allí abrió la caja destinada a ella, observando y analizando el equipo para sonreír ante él.

Comenzó a ponerse el traje por encima de su armadura y a acomodar las herramientas y el sensor entre sus correajes y su mochila. Tras ello recolocó el equipo que siempre llevaba con ella, incluidas sus armas. Cuando estuvo lista sonrió.

- Couhard lista para la misión.