Partida Rol por web

No necesitásteis un estudio muy detallado del agujero, la brecha en el casco del Imperialis había sido por las garras de alguna clase de criatura y, a juzgar por el tamaño, mediria unos dos metros de ancho. El interior estaba oscuro, era un pasillo de servicio que se extendía hacia una negrura más profunda. Los primeros pasos resonaron en eco hacia el interior, a pesar de vuestro intento de ser cuidadosos. Todo estaba oscuro, ni siquiera las luces de emergencia habían sobrevivido al paso del tiempo.

Las paredes metálicas estaban consumidas por la oxidación del tiempo y del ambiente de la luna. En algunas secciones cercanas a la entrada se apreciaba el rascar de garras, en otras los efectos del impacto. En el interior del Imperialis reinaba una calma tensa, amenazadora, y el único camino expedito os invitaba a adentraros, ya que el otro lado estaba colapsado por el choque de la nave.

Nada más atravesar el boquete del casco, aquella sensación de asfixiante maldad y peligro se incrementó. En el interior de aquella nave había algo perverso, una corrupción tan intensa que parecía pegarse a tu alma como alquitrán. Una miríada de sensaciones se fueron filtrando en tu mente, pero una preponderante por encima de las demás: el miedo.

Un miedo que no te paralizaba, pero que se había alojado dentro de ti. El miedo a morir, el miedo a fracasar, el miedo a lo desconocido que te aguardaba en lo más profundo de aquella nave largo tiempo perdida.

Nada más atravesar el boquete del casco, aquella sensación de asfixiante maldad y peligro se incrementó. En el interior de aquella nave había algo perverso, una corrupción tan intensa que parecía pegarse a tu alma como alquitrán. Una miríada de sensaciones se fueron filtrando en tu mente, pero una preponderante por encima de las demás: el miedo.

Un miedo que no te paralizaba, pero que se había alojado dentro de ti. El miedo a morir, el miedo a fracasar, el miedo a lo desconocido que te aguardaba en lo más profundo de aquella nave largo tiempo perdida.

Al comprobar que el interior estaba oscuro la exploradora extrajo una barra lumínica para alumbrar un poco sus pasos y así poder tener un ligero foco luminoso.

La exploradora solía caminar e ir delante, comprobando el camino y asegurándose de que era seguro para sus compañeros pero, en el preciso instante que puso un pie en aquel lugar, en el mismo momento en el que los metálicos ruidos del viejo fuselaje llegaban a sus oídos se detuvo en seco, completamente quieta. 

Esperó a que Marc llegara a su altura y entonces se cogió a su brazo y él pudo notar como el cuerpo de la joven temblaba, aunque era imposible verle el rostro por el casco no era difícil percibir qué le sucedía... Estaba aterrada y paralizada de miedo...

- Está... Aquí... La... Oscuridad... La muerte... El mal... No... No debemos ir... Es... Peligroso... Tengo... Miedo... 

Su voz sonaba temblorosa y aterrada mientras su cuerpo era incapaz de moverse... 

Fillon podía ver su propia respiración en los restos de vaho que se formaban en el cristal del casco. Eso todavía hacía mas siniestro aquello, iluminando solo ciertas partes por la tenue barra luminosa de Thea. Si antes de entrar comenzaba a estar tenso, ahora estaba realmente asustado; y su silencio absoluto fue prueba de ello.

Apretó con fuerza su arma, como queriendo asegurarse de que seguía en su mano. Siguió a Thea hasta que se detuvo y susurro algo. Parecía que no era el único que lo estaba pasando mal.

— Tengo un mal presentimiento. — Dijo bajando la voz susurro a sus compañeros.

— Vayamos a por lo que hemos venido y salgamos de aquí cuanto antes. —

Fillon comenzaba a preguntarse si el Chiss sabría que aquella criatura se encontraba allí dentro ya. Los signos de rotura del casco eran de dentro hacia fuera... lo que quiere decir que quizá fue la criatura la que provocó el choque de la Imperialis... ¿Sería algún tipo de experimento? Un escalofrío recorrió la espalda de Arcos, que trató de serenarse alejando aquellos pensamientos de su cabeza y cerrando los ojos un par de segundos... recordando aquello que le enseñó su primer compañero de celda para relajarse...

La expresión de la sanadora era de puro terror. Sentía una sensación indescriptible, un desasosiego y un temor que superaba con mucho cualquier miedo que había tenido en el pasado. La mujer cerró los ojos unos segundos, respirando lentamente, tratando de mandar oxígeno de forma regular a su aterrado cerebro. Efectivamente, aquella era la guarida de aquel monstruo. Poco a poco se acercó a Thea y le puso una mano en el hombro.

—Lo sé. Es... Es como si... como si todo lo malo, lo corrupto y todos el dolor estuviese bailando a nuestro alrededor de forma invisible—la mujer sacudió la cabeza; Sakal era cualquier cosa menos supersticiosa, y sin embargo sentía lo que estaba diciendo— Pero es una sensación. Esto es peligroso, Thea, pero tenemos que hacerlo.

La mujer trató de calmar a la exploradora. Tenía una voz tranquilizadora y normalmente conseguía calmar a los pacientes antes incluso de las más dolorosas y aterradoras operaciones que podía hacer, pero esto era muy distinto. Era un miedo primordial, indescriptible. Lo sabía porque ella misma lo sentía. Pero no podía permitirse volverse. Muchos dependían de que consiguiese ese dinero.

Senti la mano rodeando mi brazo, la presion de los dedos aun con el traje que llevabamos. El temblor tras esa presion, el miedo simple y puro. Thea no era miedosa, pero aqui habia algo que la ponia a un nivel de miedo que yo mismo comprendia. Podia sentirlo en mis tripas, recorriendo mis visceras. La sensacion de estar en el cubil de un depredador donde nosotros somos la presa. Un cubil viejo, antiguo, de algo que lleva años sino decadas, alimentandose de los idiotas que entran en su territorio y esta vez, nosotros eramos los idiotas.

Les escuche a todos, mientras mi arma enfocaba en la unica direccion posible. Pase a sujetarla con una mano, para que la otra tomara la de Thea, mientras veia como la figura de Isakaly se colocaba al otro lado de la exploradora.

Tras unos segundos apoyandola con la mano, esta tiro levemente de ella para pegar su cuerpo al mio, para darle un poco mas de margen a recuperarse pero sin buscar que Isakaly se soltase de ella. -

Lo se Thea, todos lo tenemos... y si... este lugar apesta a muerte... - Vamos, es el momento de soltar tu labia Marc. - Para eso me habeis traido a mi no... O esperabais que solo fuera siguiendo vuestras sombras con mi bonita sonrisa. - Un leve gesto que provoco un suave choque entre los cascos, para atraer la atencion de nuestra exploradora y sacarla de esos pensamientos oscuros... que tenian demasiada base para gustarme.

Un suspiro denso, mientras mi mano apretaba la de Thea intentando darle animos. - Yo voy delante, abrire camino, tu ve indicandome por donde moverme. Vale? - Espere respuesta de Thea, porque ahora era una posicion mas de combate que de exploracion. - Si eso aparece, no os contengais. Entramos y salimos. No damos rodeos, no investigamos de mas. Cogemos lo que hemos venido a buscar y salimos cagando leches.

Si nadie se opuso avance el primero, con las dos manos ahora en el rifle.

Notó la mano de Isakaly, el como intentaba reconfortarla y aún así, aunque sentía que sus palabras eran ciertas, esa sensación no la abandonaba, seguía aferrada ahí, en su intuición...

- Es más que todo eso Isakaly... La oscuridad está aquí... 

Antes de terminar Marc la arrastró hasta su cuerpo y allí, sintiendo el calor de él y la mano reconfortante de Isakaly consiguió volver a recuperar su ritmo respiratorio.

Asentí a las palabras de Marc.

- Si, hagámoslo así... Siempre nos ha funcionado. - Preparó su rifle por si tuviera que utilizarlo - Vamos, cuanto antes terminemos, antes podremos salir de aquí...

Se preparó para ir tras Marc con su arma dispuesta

La tenue iluminación de la barra química sacada por Thea penetró tímidamente en aquellas tinieblas, su verde casi parecía más enfermizo de lo que debiera, contagiando las paredes metálicas del corredor del Imperialis de sombras que pretendían jugar con la imaginación retorcida por el miedo. A pesar del silencio absoluto de aquella tumba metálica, vuestros pasos dotaron de una nueva vida sonora que se propagó por toda la nave. Si había algo ahí dentro, sin duda ya era consciente de vuestra presencia.

Fillon echó mano de su datapad, que proyectó una imagen holográfica del modelo de nave en la que os encontrabais. Los Nubian solían tener un diseño muy parecido, por lo que aunque quizá había algún desajuste en cuanto el uso de una sala u otra, el esquema básico debía servir. Un vistazo detallado os revelaba que, rodeando la bodega de la nave, os encontrabais en uno de los pasillos laterales de servicio. Más adelante encontraríais dos puertas, una que daba al corredor central de la nave y otra que daba a la bodega de carga.

Fillon señaló el pasillo y las dos puertas que pronto se le abrirían.

— Yo iría por el corredor central de la nave. Es el camino más directo... No quiero estar aquí más tiempo del necesario. —

Es probable que en la bodega de carga hubiera algo valioso que les sirviera... pero sinceramente. Con el pago prometido Fillon tenía más que suficiente dadas las circunstancias actuales.

— ¿Vamos? —

Isakaly se inclinó sobre el hombro de Fillon para ver el holograma de la misma forma que lo hubiese hecho un niño. Era curioso ver a una mujer aparentemente seria y madura tener ese tipo de gestos y que resultasen tan naturales.
—Pues vamos entonces.— la mujer se hizo a un lado para dejar pasar a Thea y Marc, que eran los que parecían controlar más aquel tipo de situaciones. Al hacerlo, sonó un suave "clonc" que le hizo mirar al suelo. Parecía que iban a tener que caminar un rato haciendo ruido. Suspiró...Fuese lo que fuese, al menos haría ruido al moverse también— Todo irá bien, pero no me gusta esto. Movámonos.

Asiente a las palabras de Fillon.

- Lo que no debemos hacer es separarnos, busquemos por la nave todo aquello que consideremos apropiado pero, tener todos mucho cuidado... Recordar que muy posiblemente estemos en la guarida de una oscura y malévola criatura.

Observó el plano, analizándolo por ver si era capaz de encontrar algún camino que pudiera ser más seguro, buscando grabar aquel mapa en su cabeza para que después le resultara más sencillo guiarse y guiar al resto por el lugar, aunque ella estaba acostumbrada a los bosques y terrenos montañosos, no a moverse entre chatarra y metal... 

La luz de Thea servia para dar algo de luz, suficiente al menos. Los primeros pasos sobre el metal de la nave revelaban que si hasta la fecha alguien no se habia dado cuenta de nuestra presencia, ahora lo habia hecho sin ninguna duda. Aun tenia esa extraña sensacion en las visceras, de que efectivamente como decia Thea, algo malo habiataba aqui dentro... algo mas que un simple depredador. No era nada interesante... para nada...

Observe de reojo el mapa de Fillon, sus palabras acordes con lo que se msotraba mientras los demas se movian levemente mientras se planteaban las opciones. Una nave como esta tendria cosas valiosas en la nave... para el incauto o suicida de turno. Una mision. Un trabajo. Un objetivo secundario simple y practico.

Corredor central. Cumplimos a por lo que hemos venido y fuera...

Avance un par de pasos, notando como el metal sonaba bajo mis pies a cada paso de nuevo. Mierda. Estaba claro que el sigilo no serviria.

En vanguardia. - No dejeis de observar la retaguardia... por si acaso.

Avance con la idea de alcanzar la puerta que daria al corredor central. El arma moviendose a mi alrededor, siempre al mismo lugar donde colocaba la mirada. Atento y pendiente de mi alrededor.

Mientras avanzabais por el corredor de servicio hasta el principal, la sensación de asfixia no mejoraba. A vuestros pasos sobre el piso metálico se les unía toda una algarabía de ruidos y crujidos de la propia nave, no sabríais decir cuánto de aquello que oíais tenia un origen natural, provocado o, sencillamente, se alimentaba de la sugestión.

Como había visto Fillon en la proyección holográfica, alcanzasteis dos salidas del corredor. La primera a vuestra izquierda que, si el mapa no erraba, daba a la bodega, pero el más preocupante era el que teníais enfrente. La puerta ya no estaba, arrancada de cuajo y lanzada a un rincón del pasillo principal de la nave. No hacían falta muchas deducciones sobre quién, o qué, era el autor de aquella destrucción. El pasillo se mostraba tan silencioso como lo esperabais, pero descubristeis algo un tanto.. revelador.

Amontonados en el borde cercado del corredor principal habían varios cuerpos desmembrados, solo quedaban sus huesos, pero lo que más llamó vuestra atención fueron las desgastadas armaduras de sus desdichados dueños. Había de dos diseños bien diferenciados: la primera, y en su mayoría, era reconocible, especialmente por los de más edad, eran armaduras de soldados clon. Había otra que llamaba especialmente la atención, era de un rojo intenso, muy parecida al de los Guardias Reales del Emperador.

Desde vuestra posición podíais apreciar dos puertas más a la izquierda, no se veía ningún distintivo en ellas, a la derecha el corredor continuaba. Según el mapa holográfico, aquella debía ser la cubierta principal y el corredor principal formaba un círculo, en aquel nivel debíais encontrar camarotes, comedor, cocina y demás habitáculos de vida diaria de la nave. Desde ese corredor se podía acceder a la bodega, donde también había un acceso al motor, y a la cubierta superior donde estaba el puente de la nave.

Ir el primero se podia definir que tenia sus ventajas, podia disparar sin pensar en dar a mis compañeros, obviamente por contra tenias el placer de ser el primero en ver aquello que sin duda podia desanimar a cualquiera.

Nada mas alcanzar la puerta del susodicho corredor, fui consciente de que la puerta en si ya no existia. Reventada como si nada, yacia no muy lejos de donde estaba yo. El impacto, las formas dejaban a las claras que habia destrozado aquello, pero aun asi y aunque ya podiamos hacernos una idea de cuan peligroso era el ser que habitaba en estos lugares, fueron los restos en el umbral los que detuvieron mis pasos.

Soldados Clon y... no me jodas. Maldita sea... no me jodas. Esa puta vestimenta roja. Podia ser? Debia ser una coña. Los Guaridas Reales del Emperador? En serio? Si era asi... que cojones hace uno de esos aqui?

Mire en direccion al pasillo. - Cubridme un momento. - Hable antes de agacharme y sin demasiado disimulo rebuscar entre sus restos*. El Imperio tenia el mejor armamento posible, tecnologia punta y de entre ellos, esos cabrones rojos recibian incluso lo mejor de lo mejor. Si habia algo util, quizas pudiera servirnos a futuro, porque a este paso empezaba a lamentar no haber traido un par de granadas.

Tras rebuscar, mire de nuevo hacia el pasillo que se abria ante nosotros, luego mire a la bodega de carga y de nuevo al pasillo. - Bien chicos, vosotros guiais... hacia donde? - Deje en los mas expertos esa decision, mientras yo me posicionaba para disparar a cualquier cosa que viniera por el nuevo pasillo.

A cada paso la sensación de ahogo, de desesperación y desasosiego iba asentándose y arraigando cada vez más en la mente y el interior de la exploradora, manteniendo y acrecentando su temor aunque ella misma buscaba luchar y sobreponerse a esos sentimientos pues sabía que no le harían ningún bien. 

Observó con detalle el mapa, buscando encontrar el camino más rápido y seguro aunque en el momento que fue consciente de la presencia de aquellos cuerpos desgarrados y mutilados, reconociendo algunas de las armaduras, su rostro se volvió mucho más pálido, aunque era imposible vérselo tras el casco. Clones y armaduras rojas... Solamente podía ser en un tipo de nave... Eso o la nave había sido atacada...

Mi cabeza se movió en dirección a Marc, por ver si él también había pensado en la importancia táctica que podrían tener algunos de los posibles datos que hubieran en las consolas y navegadores de a bordo, datos que podrían ser beneficiosos para nuestra misión... 

- Te cubro

Fue lo único que dijo a las palabras de Marc mientras preparaba su arma y buscaba un lugar en donde poder posicionarse para cubrir y proteger a su compañero mientras éste rebuscaba algo de interés o utilidad.

- Las cosas de mayor valor suelen estar en las bodegas y en el puente de mando... Ahora bien, para acceder a algunos lugares quizás necesitemos habilidades de decodificación, pirateo o mecánica... ¿Alguien está familiarizado con esto?

—Quizás haya habido más intentos de exploración por parte del imperio — murmuró Isakaly. Tenía recuerdos de los clones, y ninguno era bonito. Uno de los mayores errores de la ciencia. La sanadora solía tener una fe inquebrantable en las personas, pero si aquella suposición era cierta, un nuevo temor se apoderó de ella— ¿Conocéis bien a Vindar Den? Yo hasta que me contrató no había oído hablar de él... Por cierto, deberíamos enviar un mensaje, ¿no? Dijimos que cuanto encontrásemos la nave, mandaríamos a R3 la localización.

Después de pensar unos segundos en las palabras de Thea. No le apetecía mucho ponerse a rebuscar en los escombros cosas valiosas. No con aquella cosa acechando. Tenían que cumplir su objetivo y punto.

—El nucleo de datos pinta poco en la bodega, será mejor que vayamos al puente de mando. M

— Estoy con Isakaly — Dijo Fillon mirando hacia los restos encontrados. Asintió a Thea sonriendo, aunque nadie pudo ver aquella mueca.

— Para eso estoy aquí yo. ¿No creeríais que estaba por mi cara bonita verdad? — La broma seguía, no era la primera vez que lo hacía, pero algo le constriñó el estómago para que guardara silencio. Quizá el silencio, puede que el ruido de una gotera demasiado sonora... puede que su propia cabeza creando estímulos para perturbarlo.

— R3, hemos localizado el objetivo y estamos dentro. Te mando coordenadas. — Fillon había bajado la voz de repente. Se comunicó con el droide, facilitando la ubicación tal y como había dicho Isakaly. Rápidamente consultó el mapa una vez más.

— La ruta más rápida hacia el hangar diría que es... por aquí — Señaló moviendo su mano entre el holograma para que todos vieran su sugerencia^[1].

Marc no necesitó mucho tiempo para sacar algo de los cuerpos, aunque la mayoría ya era chatarra inservible o rota, sí pudo hacerse con una granada de uno de los clones. El cuerpo del Guardia Real tenía algo más útil, una pica de energía tan típica de los de su clase, una comprobación preliminar reveló que, aunque era un modelo viejo y devorado por el óxido, seguía funcionando. Entre las otras posesiones, también hay un holocomunicador en manos del que parecía un sargento clon.

Seguisteis avanzando por el pasillo principal, si la criatura estaba en esa nave con vosotros seguía oculta y al acecho, lo cual facilitaba que la tensión y el estrés que sentíais aumentara. Unos metros más adelante llegasteis ante la compuerta de acceso al hangar, también bodega de la nave, delante de esta había otra puerta al turboascensor que daba acceso al nivel superior. El acceso al elevador estaba cerrado, pero el de la bodega estaba roto, del mismo modo que las compuertas anteriores.

La respuesta a Fillon tardó unos minutos en ser respondida, apenas unos pocos pitidos del droide de Vindar que parecía confirmar la recepción del mensaje. Después de esto, el silencio. La escasa luz que teníais no alcanzaba para ver demasiado la bodega desde vuestra posición, pero acertasteis a ver una rampa que descendía hasta un nivel inferior. Y, como no, aquel silencio depredador que ya era vuestra segunda piel en aquella nave.

Fillon miró el ascensor, luego la puerta de la bodega. Siguiendo por aquella dirección de puertas rotas tenía la sensación de estar adentrándose en la boca del lobo. Suspiró, no quería ir por la bodega. Ni loco.

- Esperad - Dijo agachándose y poniendo su mochila en el suelo antes de abrirla. Estaba buscando sus herramientas de computación...

- Si todavía queda algo de energía en este cacharro quizá pueda redirigirla al elevador. - Miró de reojo a la puerta rota, nervioso. Podía sentir los latidos de su corazón en el cuello. Y el silencio no ayudaba en nada.

Cuando abrió el panel pudo comprobar que tenía una distribución algo obsoleta. Desde aquella época se habían optimizado ciertas cosas... en cualquier caso también lo conocía y no tardó en conectarse... por desgracia, y como era de esperar, no había energía en la nave. Y si la había o estaba desconectada o quizá estropeados los cables.