Partida Rol por web

Encuentro los barracones a los que Herbert y yo hemos sido asignados.

Tras un "piedra, papel y tijeras" en el que pierdo, como siempre, me tengo que conformar con la litera de arriba, mientras Herbert se queda con la de abajo.

Cuando localizamos la cantina más cercana y vamos entrando me doy cuenta que hemos perdido por el camino a alguno de los nuevos conocidos.

¿Dónde están nuestro loco novato y su amigo imaginario? Pensaba que pagarían ellos la primera ronda, al repartir entre dos les habría salido mejor. Aún miro un poco hacia atrás pero no le veo. Bueno, no importa. Si dispara como si fueran dos me vale. Es decir, como yo. Pero aviso a quien pague que disparar tanto da mucha sed.

Busco algún rincón discreto donde podamos acumular nuestros petates y armas sin que estorben ni resulten atractivos a los amigos de lo ajeno, que de esos nunca falta alguno en toda cantina.

Sarah rie ante la propuesta de Baal, de pagar las cervezas el último que llegue. La soldado, cogiéndo sus bártulos y hechándoselos al hombro, sonrie nuevamente y dice a los que están a su lado.- Me parece muy bien que sea el último, pues yo seré si acaso la última.- Dicho esto, comienza a andar tranquilamente hacia donde se dirigen sus compañeros.

Al ver que el sargento caminaba en su dirección, despacio y a su ritmo, decide esperarle.- Que, parece que al final se anima a tomar una con nosotros.- Dice Sarah esperando a su superior.- ¿Piensa que va ha ser tan duro como creo yo?. Esto suena a carnicería.- Comenta Sarah mientras se dirigen a la cantina, detrás de sus amigos.

Al llegar deja en un rincón el macuto con sus cosas, justo donde ya lo habían hecho mis compañeros, y le dice a Baalrik.- Baal, para mi otra.- Y dicho esto se sienta pesadamente sobre una de las sillas en la mesa que ocupan todos.

HERBERT OLSEN:

- "Bueno, Hans, mientras tú te quedas aquí echando una siestecita, yo iré a ver qué se cuece por la cantina." -

Dejando a Hans en la litera de arriba, me encamino a la cantina, que encuentro enseguida pues ya la había visualizado previamente.

Me acerco al grupo de soldados con los que Hans habló antes.

- "¡Saludos muchachos! Y muchacha. Sargento... Antes no he tenido ocasión de presentarme adecuadamente, soy el Soldado Herbert Olsen, de Dantooine. Mi compañero Hans es muy buena persona, pero bastante corto en muchas ocasiones. Yo fui quien le convenció para que se alistara, después de que repeliéramos un par de asaltos dantari a nuestra colonia. Es un chaval fuerte.

Y hablando de cosas fuertes... ¿qué tal es el licor Alderaano? Podríamos empezar por una ronda de chupitos..." -

     Una vez en la cantina deposito mis cosas junto a las de Baalik y me dirigo derecho a la barra.

A mi pongame una cerveza, y para mis compañeros... - Me giro para comprobar cómo aparece el extraño recluta llamado Hans, que dice algo a mis compañeros que no alcanzo a escuchar, entonces grito en su dirección - ¡Eh! ¡Muchachos! ¿¡Qué vais a tomar!?

- "¡Licor alderaano! ¡Una ronda de chupitos de mi cuenta!" -

Ante el pedido de ¿Hans? ¿Herbert? ¡La órdiga! ¿Cómo dijo que se llamaba el novato? ¡Bah, da igual! El caso es que me encojo de hombros mirando a R'all y le sigo la corriente a . . .  H.

Quien paga manda así que será una ronda de chupitos, si quieres cerveza tendrás que pedir tú la siguiente. Así nadie se sentirá ofendido cuando os haga tragar una de esas cervezas tarisianas si es que tienen aquí.

Miro el acercamiento de Sarah que viene hablando con el sargento. No puedo escucharles desde donde estoy pero por su gesto intuyo que han empezado a hablar de cosas más serias que la cerveza.

Oye . . . H (me dirijo evidentemente al novato) ¿qué tal los barracones? ¿Cómo siempre o tenemos algún lujo adicional? Vienes de allí ¿no?

       Asiento ante la sugerencia de Baalik y me dirijo rápidamente al camarero.

Disculpe, si está a tiempo anule esa cerveza y ponganos una ronda de chupitos de licor alderaaniano, si es que sabe que diablos es eso, para esa mesa... - Y señalo en dirección a mis compañeros - Y cárgeselo a ese.

      Tras señalar a Hans me apoyo en la barra, observando a mis compañeros a la espera de que llegue algo mas y poniendo oido a lo que se escuche en la taberna, a ver si averiguo algo de interés... quizás alguien sepa algo que yo no acerca del conflicto, los superiores o las instalaciones.

- "Sí, he dejado allí a Hans. El pobre es un poco estirado en cuanto a la bebida... Parecen unos barracones normales y corrientes, sin nada de particular. Las literas de abajo parecen más confortables que las de arriba." -

Rusty siguió a los otros a la cantina, un poco decepcionado ante la aparente falta de humor de sus conocidos con respecto a sus chistes: "Os veo preocupados, como si no os apeteciese la idea de una muerte repentina...", tras lo que se encoge de hombros, imitando el lenguaje corporal humano.

En la cantina, se recorre todas las mesas buscando una silla, no dándose por satisfecho hasta que la que coge cumple sus estándares olfativos. Tras eso, se sienta con el respaldo hacia delante para tener la cola libre en vez de aplastada contra el mismo.

"Ya que me preguntáis mi opinión, yo particularmente pienso que todo licor que se recuerde después no merece la pena probarse y vale más la pena usarlo como combustible que como bebida", comenta, mientras apoya en el respaldo ambas manos y la hirsuta barbilla sobre ellas.

Rusty, estoy seguro que tus estándares en el sentido del gusto no tienen paragón con los nuestros. Podrías beberte cualquier combustible líquido aderezado con aceite de motor y te quedarías tan pancho. Pero estoy de acuerdo contigo en parte. Hay bebidas que no merecen ser recordadas.

Imito al zeHethbra sentándome con la silla al revés y apoyando los antebrazos sobre el respaldo.

¿Sabéis cuándo se nos llevarán a las trincheras? ¿O esta vez ni siquiera nos harán cavar trincheras? Supongo que no, los sith ya están ahí así que habrá que ir a su encuentro.

Cojo un vaso de los que traiga el camarero y lo saboreo un poco antes de trasegarlo.

Cita:

-Si, sí que me animo, y crees bien con lo de la carnicería, por ejemplo mi antiguo regimiento ha sido totalmente exterminado... y no eran precisamente unos incompetentes- dice Dakon siguendo a los muchachos a la cantina mientras habla con Sarah.

Cuando llegamos ya han encargado las bebidas así que me encojo de hombros mientras dejo el eauipaje y nos sentamos ya que parece que no me va a tocar pagar.

Cuando oigo la presentación de Gretel (¿o era Olsen?) mostrando un caso claro de doble personalidad sonrío sin humor, me saco el cigarro de la boca y digo -Encantado de conocerte también a ti- mientras saco mi datapad y (sin que nadie más que Crow lo pueda ver ya que supongo que se habrá sentado a mi lado) pido el Historial Médico y la Hoja de Servicios de Gretel/Olsen.

Mientras tanto a la prengunta táctica de Baalik respondo: -Creo que es una campaña planetaria, habrá veces que nos toque defender una posición o atacar otra.-

Cita:

A esto el zehethbra no puede por más que sonreir, aunque sólo parezca una mueca.

Sarah observa cómo sus compañeros se van sentando en torno a la mesa. Cuando Rusty se sienta a su lado, Sarah le da unas palmaditas en su peluda espalda, mientras sonrie por el comentario que ha hecho Baal.

Al girar la cabeza, ve que el Sargento ha sacado un datapad y ha pedido el historial del novato con doble personalidad. Sin levantar la vista del aparato, Sarah asiente.

      Tras pedir las bebidas, R'all se acerca a la mesa y se sienta en la primera silla que encuentra, junto a Hans, y escucha con atención el intercambio de ideas sobre la táctica a llevar a cabo.

Dudo que quieran cavar trincheras, enfrentarse de frente a los sith es un suicidio... En mi opinión la mejor estrategia a seguir sería emplear tácticas de guerrilla, ya sabeis, golpear por sorpresa con rapidez y dureza y desaparecer, sembrando en sus filas el caos y el desconcierto... y en eso, si me permitís el alarde - R'all se palmea el pecho y sonríe con suficiencia - yo soy todo un experto... Claro que - encogiendose de hombros - Yo a la hora de decidir la estrategia ni pincho ni corto, recibiré mis órdenes y daré lo mejor de mi mismo para cumplirlas, como todos...

      Una vez que termina de hablar vacía su vaso de un trago, y con una mueca de desagrado se queda a la espera de respuesta.

- "Supongo que cada cual es bueno con alguna cosa. A mi amigo Hans se le da bien el combate cuerpo a cuerpo. Yo en cambio soy más partidario del viejo blaster de toda la vida, incluso aunque no sea precisamente un gran tirador." -

- Yo soy bueno en largas distancias- dice acomodandose como todos en torno a la mesa - Pero claro, habrá que adaptarse a las órdenes

Cita:

Rusty la mira de reojo, empezando a molestarse un poco por la familiaridad de la humana. Para aplacarse un poco vacía de un trago su copa tras lo cual se limpia el perlado mentón con una zarpa; tras eso se entretiene con la citada zarpa haciendo rechinar la mesa intentando escribir pictogramas en su lengua nativa.

Cita:

"Ahí sí que soy experto yo, sobre todo en cantinas y cuarteles", replica Rusty.

Cita:

-Una vez leí un manual en el que ponía eso de la rapidez, la dureza y el desconcierto... vas para oficial, chaval.- El extraño tono del sargento, que no levanta la vista del datapad no deja claro si la extraña frase es un elogio u otra cosa.

Una vez tuve un joven alférez que dijo algo parecido: <<todos cumplimos órdenes. Yo las recibo y las transmito, espero cumplirlas y hacerlas cumplir lo mejor posible.>>

Catorce horas después estábamos en el frente, leyó las órdenes en su datapad, empalideció, empezó a temblar, dejó caer el datapad y salió corriendo como si el mismísimo Lord del Sith estuviera persiguiéndolo.

Levanto mi vaso y hago un gesto de brindis hacia los demás.

Brindo por los cobardes que no se entrometen en la tarea de los supervivientes y los héroes muertos.