Partida Rol por web

- "Mi Sargento, yo también cuento con equipo básico de supervivencia, un kit de primeros auxilios, cantimplora de dos litros, raciones secas para siete días, un cuchillo, un vibro-machete y una pistola blaster pesada. Herbert lleva un rifle blaster y un par de granadas." -

Empecemos por lo más sencillo.

Señalo mi cinturón de accesorios en el que voy abriendo bolsillos y enumerando el contenido:

Raciones para 3 días, un medpac, un juego de herramientas, una unidad de alimentación, una célula de energía, una barra luminosa, un comunicador y además de mis objetos personales otra célula, otra unidad de alimentación y un botiquín.

Las armas son un blaster de repetición, una pistola pesada, el vibromachete y dos granadas.

Una vez relacionado el contenido y armamento miro a Dakker con curiosidad. Esta es mi sexta campaña, si llevas más tú mandas, no tengo problema. Y si llevamos lo mismo lo echamos a suertes. Yo no tengo habilidad para ser hombre en punta pero si necesitas cobertura ahí estaré. Le miro con seriedad, intentando transmitirle confianza.

Como un rayo, aparecía Sarah en la formación matutina. Ella era una especialista en levantarse pronto y que no se le notara el cansacio por haber dormido poco. Sus ganas de comenzar cada día con la posibilidad de tener un enfrentamiento le daba la vida. La verdad es que no sabí si estaba en el ejército por su familia, o por su adicción a la secreción de adrenalina.

Luego, más tarde en el comedor, se dió un festín, al lado de sus compañeros. Era toda una alegría que les hubiera tocado justos, compartiendo faena, con soldados conocidos.

Estaba con ese pensamiento, cuando escuchó como sus compañeros se presentaban a sus respectivos sargentos. A su vez, R´all y Rusty, hablaron con el sargento Leonis Breech. Su tranquilidad y sosiego le sorprendían a la soldado. Sabía que les enviaban a una masacre y que pocos de ellos volverían con vida. El ambiente estaba cargado y muchos hablaban para soltar esa tensión, en cambio, el sargento, permanecía callado, concentrado en su plato. Ya habría momento para hablar.

Cuando Rusty se le queda mirando, esperando que cuente, como los demás, en que es en lo que destacada, Sarah le miró a él y a sus compañeros y, encogiéndose de hombros les dijo: ¿Qué pasa?.- Dijo sin tapujos.- Cuando el Sargento Breech necesite conocerlo, el me hará saber.- Dijo sonriendo levemente.- Además, la mayoría de vosotros ya me conoce... soy una mezcla de Baal y R´all, pero mucho más guapa.- Dicho esto aumentó la sonrisa de su cara.- Y a pesar de ser mujer, no soy rubia.- Tras esto, rió de nuevo y, tras mirar a sus compañeros, siguió comiendo.

       Ante el comentario del sargento, opto por guardar silencio y concentrarme en el plato, pero cuando escucho a Sara hablar de las mujeres rubias, la miro con una ceja enarcada y expresión de total incomprensión... En mi planeta, la gran mayoría de las mujeres son de cabello claro debido al clima.

¿Qué es lo que ocurre con las mujeres rubias?

Breech miró brevemente a Rusty, alzando una ceja, pero sin apenas variar su "cara de póker". "Vaya" se dijo para sí. "Parece que el peludo sabe de que habla, después de todo". Luego, no obstante, intervino Crow. Breech la miró, y sonrió, antes de volver a centrarse en su plato, que ya estaba acabando. Crow los tenía bien puestos. Y eso le gustaba, y más aún en una mujer de uniforme. Parece que ya había encontrado a la segunda de su escuadrón. 

-Que ninguna de ellas es como la soldado Crow, Darillian.- Respondió, ya acabando el plato. Se levantó, y se dirigió a su escuadrón. -Bien, escuadrón, disfruten de la cena. Coman, beban y descansen. Mañana a las ocho en punto les esperaré en el barracón. Entonces hablaremos.- El Sargento, ya levantado, y con su plato en la mesa, se dispuso a salir. Tenía mucho que hacer. Después de todo, le había tocado un buen escuadrón. Mejor de lo que cabía esperar. 

Me quedo unos instantes pensativo tras el suculento desayuno. Es como la última comida del condenado a muerte, algo realmente bueno y luego ¡ñaca! Pero eso no me preocupa, tengo otras cosas más importantes en mente.

Sargento, podemos pasar por intendencia. Una vez nos enviaron a un planeta desértico y tras dos semanas de patear arena bajo nuestras blancas y ardientes armaduras descubrimos por casualidad en un almacén siete contenedores llenos de telas de camuflaje para el desierto, ropas, etc. Habían llegado allí antes que nosotros pero nadie sabía lo que había hasta que no se hizo un recuento de material.

No digo que vayamos a tener tanta suerte pero quien sabe . . . podríamos encontrar esa pintura que pedía antes o quizá alguna malla de camo para francotiradores, mapas de la zona, pastillas purificadoras para agua, etc. Personalmente me iría bien hacerme con algún respirador, solo por si acaso. Nadar con estas armaduras es realmente difícil.

Siempre puede ocurrir que faciliten equipo para la misión pero  . . .  prefiero ser previsor.

Cita:

"¿Guapa? Si tú lo dices..." replica Rusty tosiendo (o riéndose) mientras se comía las migas de pan sobrantes de la mesa, una a una.

Tras sus palabras, la soldado Crow, escucha a sus compañeros referirse a sus palabras:

Cita:

- Que, a veces, tiene una fama de tontas que es bien merecida, pero solo a veces.- Dice Sarah mirando a R´all mientras rie.- De todas formas es como el mito de que los hombres grandes la tienen pequeña.- Sarah ahora mira a todos los hombres que hay en la mesa con aguantándose las ganas de soltar una verdadera carcajada.

En ese momento, el sargento se levanta de la mesa y se va. sarah le sigue con la mirada y suspira. Confiaba en ese hombre, sobre todo la paz y tranquilidad que rebosaba de su ser, hacía que los que estuvieran a su alrededor, se empaparan de ella.

Sin decir más y obviando el comentario de Rusty, Sarah siguió comiendo.

     Al escuchar la explicación de Sarah, R'all se atraganta y comienza a toser al tiempo que se rie descontroladamente. Cuando finalmente consigue tranquilizarse y bebe un largo trago de agua, se gira hacia Sarah con lágrimas en los ojos.

Genial entonces, en mi planeta la mayoría seran tontas, pero... - Mira a ambos lados con una sonrisa pícara antes de acercarse y susurrar a su compañera - Casi todos deben tenerla enorme.

     Vuelve a reirse, como si de verdad le hiciese el asunto mucha más gracia de la que, aparentemente, podria hacerle a cualquiera de los que le rodean... Al marcharse el sargento, se levanta también, aun temblando ligeramente por las risas.

Me resulta realmente divertido... No conocía esos tópicos, si supieras lo que dicen en mi planeta de las mujeres morenas...

     Entonces se encamina también hacia el exterior, negando con la cabeza y dejando escapar alguna carcajada mas.

Secundo todo lo dicho por nuestro compañero Baalik, me parece de lo más sensato.

Rusty siguió riendo entre dientes y sacudiendo la cabeza levemente. "Humanos..." pensó.

Luego quedó callado unos instantes, mientras decidía en qué gastar el tiempo que le quedaba. Intentar conseguir más rancho, averiguar porqué Sarah consideraba que era atractiva, con ese cráneo tan feo y tan carente de vello, o regresar al catre a descansar...

Sarah rie traviesa ante las palabras de R´all. Sin duda alguna esperaba una salida, sobre todo sexista y bastante machista. Pero realmente le gustaba crear conflictos, y este era uno de esos.

- Dime... mmmm... machote, ¿Qué dicen de las morenas en tu planeta?.- dice Sarah sonriendo, siguiendo la corriente a su compañero.- Igual me gusta y todo.- Dice riendo mientras se levanta y sale tras este.- Ten por seguro que me han dicho cosas peores.- Sigue comentando

Levanto la cabeza del diálogo que llevamos unos cuantos para intervenir en la animada conversación de los demás.

Seguro que dicen que las morenas bajitas son puro veneno. Quizá deberíamos echarte a los sith para que acabes con ellos tu sola . . . pero entonces no nos pagarían al resto. Mala idea. Guiño el ojo a Sarah y le sonrío para luego desviar de nuevo mi atención hacia el sargento pero antes aún lanzo otra chanza.

No dejes que R'all te líe, él no nació en planeta alguno. Lo montaron en la parte de atrás de un hospital de campaña juntando trozos de soldados.

Después vuelvo a agachar la cabeza y me centro en lo que sea que estamos hablando en la mesa unos pocos.

-De acuerdo, Plo, vamos a ver si en intendencia nos dicen algo...-

Encaminamos nuestros pasos a esa protegida parte de la base...

        Mientras se marchaba, R'all seguía riendo para sí, y al escuchar el comentario de Baalik sobre las morenas más aún, antes de girarse hacia Sarah, que caminaba tras el, para decir.

Pues precisamente, eso es lo que dicen... - Hace un guiño en dirección a Baalik - Venenosas, traicioneras y poco de fiar... pero - se encoge de hombros restando importancia al asunto - normalmente los tópicos de ese tipo no son ciertos.

        El siguiente comentario de Baalik, a pesar de tratarse claramente de una broma, cambia radicalmente el gesto de R'all. Las risas se cortan de golpe y su rostro se ensombrece, quedándose unos instantes con la mirada perdida, vuelve a girarse sin decir nada y abandona el comedor. Cuando se encuentra en el exterior, marcha hacia el gimnasio para ejercitarse un poco.

       Durante el tiempo que pasen sin noticias, su intención es invertir todo el tiempo posible en el gimnasio y el campo de prácticas de tiro, asi como asegurarse de mantener todo su equipo en perfectas condiciones, bien limpio y engrasado.

Dakker ríe ante los comentarios y chistes varios de sus compañeros

No me imagino que será de ell os en el combate ¿Podrán mantenerse sin bromear?

Se encamina junto a su sargento para recoger y recopilar todo el material necesario, ya que era difícil que les sobrara algo

Vamos a necesitar todo lo posible, aunque sea lo mínimo que puedan coger nuestros compañeros cuando caigan nuestros cuerpos muertos

Mientras Sarah sale detrás de R'all, Rusty se da una palmada en la frente.

"Ya empezamos" piensa para sí. "Danza de cortejo en marcha. Estos humanos son incorregibles, ni siquiera la amenaza de una guerra en ciernes apaga esos ardores. ¡Qué cansinos!".

El resto del tiempo lo pasa descansando y examinando la base y su perímetro pensando en la forma de preparar trampas estáticas y/o volar la base con la menor cantidad posible de explosivos, por si hace falta o defender la base o huir precipitadamente. Los humanos parecen demasiado nerviosos con lo que se avecina para ser una compañía entretenida.

Tras un largo y gratificante descanso, quizás el último en mucho tiempo, Breech, a las ocho en punto del día siguiente al banquete, va en busca de su escuadrón, y los lleva, aunque tenga que ser a rastras, hacia las pistas de entrenamiento, donde se ocupará de que estén bien "entretenidos" en los ejercicios y pruebas más salvajes que haya en la base. 

Obviamente, las pruebas tienen un fin práctico. Avaluar las respuestas de cada uno, tanto de forma individual como en grupo, a las situaciones más brutales que se puedan encontrar. Y evidentemente, el propio Breech las hace todas con ellos, ya que Breech necesita evaluar al escuadrón de primera mano. 

"¡Yupi!"

Sigo al sargento dispuesto a cargar cualquier equipo que podamos rascar a los de intendencia.

Sargento, se me da mal rogar, pedir y peor todavía robar. ¿Quién pedirá o llorará por ese equipo adicional? Espero que no consiga una barca o por bocas seguro que me toca llevarla. ¿Alguno de vosotros tiene pico de oro?

En el trayecto saludo a otros conocidos, hay varios más en este circo de locos que han montado en Alderaan. Y eso me hace pensar en otra cosa posiblemente útil. ¿Hay por aquí algún nativo que pueda hablarnos del planeta y mejor todavía de la zona de combate? Quizá sea mucho pedir pero unas indicaciones sobre que bichos evitar, que signos indican un desastre natural o una zona peligrosa, que cosas no tocar y eso puede ser útil también.