Partida Rol por web

Mientras estoy organizando la situacion y esperando respuesta del Doctor Richard, me mantengo expectante ante la forma de comportarse de la gente. No puedo entender lo que dicen, pero se que estan asustados y necesito saber de qué y mas aun: por qué

 Decidido a saber más sobre la funesta presencia del demonio, Richard emula en parte los pasos del sacerdote, se santigua, se arrodilla en el altar y eleva sus propias plegarias al cielo. primero espera alguna reacción por parte del sacerdote, que esta demasiado absorto con sus pensamientos. Durante el proceso aprovecha para mirar de reojo a sus compañeros que de momento más que ayudar parecen acrecentar el miedo en los presentes con su deambular y sus preguntas.

Finalmente decide interrumpir al sacerdote en lo que para este debía ser su más intensa forma de luchar contra ese mal.

- Disculpeme eminencia, acaso la presencia del mal ha sido tan inesperada como nuestra llegada, o su acoso lleva perpetrandose  algún tiempo?

Laomé se acercó a su hermano, parecía preocupada por su estado, lo que no impidió que reaccionara con estupefaccin cuando el hombre empezó a nombrar al demonio...

Observó al Gran Sacerdote y luego reaccionó ante las palabras de la Mayor Boyd que le pedía que los acompañara hasta el lugar donde se encontraban sus pertenencias.

Les acompaño, están por aquí

Mientras tanto la gente estaba paralizada, no sabía como reaccionar y seguían de cerca al Gran Sacerdote, cómo habían hecho siempre durante toda su vida.

El Dr. Donovan intentó llamar la atencin del Gran Sacerdote, pero este estaba absorto en sus plegarias y en su objetivo. Llegó hasta el altar y liberó el crucifijo.

La Teniente quería poner orden, pero no sabía como hacerlo dado que no comprendía el lenguaje de aquella gente mientras la Mayor y el Coronel seguían a Laomé para recuperar sus armas, ojo avizor a todo cuanto sucediera a su alrededor.

Sin embargo, no pasaron un par de segundos hasta que pudisteis ver lo que realmente había motivado la reacción del pobre hombre. Salió del bosque, por el mismo lugar dónde había salido el hermano de Laomé.

levanto la vista del altr y el sacerdote para contemplar con cierta estupefacción a un Wraith acercarse al templo. maldita sea mi suerte, que haran en este planeta? bueno hay que moverse antes que lleguen sus naves 

agarro al sacerdote por el brazo ( se que no es muy cortes por mi parte pero el hombre necesitara un poco de realidad y mejor que sea yo quien se la de )

- Escucheme , y hagalo con atención. es preciso que su pueblo huya del templo enseguida, que se refugien en el bosque pero sobre todo que no permanezcan todos juntos, que se dispersen. yo podría decirselo pero lo escucharan a usted. si en algún momento ha confiado realmente en nuestra buena fe es el momento de demostrarlo a su gente.

Laomé guió al Coronel y a la Mayor hasta dónde estaban las armas. Estaban bien guardadas, tal y como le había sugerido la Mayor Boyd. Ambos estaban preocupados por lo que podía suceder durante este tiempo... ¿Habría más wraiths cerca de su posición? ¿Y las naves, dónde estaban?

Mientras tanto el Dr. Donovan le pedía al sacerdote que llamara a su gente y se dispersara, sin embargo el sacerdote no había perdido la compostura y no parecía asustado en absoluto. Se limitó a recoger el crucifijo y decirle al Dr. Donovan:

Sé que podéis ayudarnos, pero nuestro pueblo no está indefenso, tenemos fe y ésta nos protegerá.

A continuación levantó el crucifijo en el aire y toda la gente se arrodilló ante el Gran Sacerdote.

Dios no hizo libres y el nos protegerá, si nuestra fe en nuestro Señor es fuerte el demonio nunca prevalecerá.

Mientras tanto la Teniente cogió su cuchillo. Ahora mismo era la única persona armada que se interponía entre el wraith y la gente de la iglesia...

Por su lado el Wraith continuó adelante, desafiante y seguro de sí mismo hacia la iglesia...

Aceleró el paso instando a Laomé de que se diese prisa, aquel "demonio" era demasiado fuerte para enfrentarse a él en combate desarmado.

Veo aparecer al wraith por donde llego el hermano de Laome, he dejado sola a la Tte frente al peligro y ni siquiera le entregue el arma que llevaba oculta "Maldicion! Sabia que debia entregarle mi arma y no lo hice!". Habia cometido un error y lo sabia, pero no estaba dispuesto a dejar que la Tte pagara el precio - Mayor! vaya usted por las armas, traigame mi P90! - y acto seguido doy media vuelta, sacando la Bereta y acercando al lugar donde esta la Tte a punto de pelear con el wraith.

 Richard permaneció atónito unos segundos, la situación no era mala, era penosa. desarmados por voluntad propia , pero desarmados a fin de cuentas contra un ser que mataba con la palma de su mano como si tal cosa. La gente corría peligro pero no se daban cuenta, la fe es una arma de doble filo.

- Digame eminencia, que tanta seguridad le ofrece su fe para mantener ese semblante tan esperanzado? Dudaba que el sacerdote llegara a entender mis verdaderas intenciones, en las que instaba al hombre ha contarme algo más sobre la sabiduría antigua.

Recuperó su fusil de asalto, en el que introdujo un cargador y tiró de la palanca, amartillando el arma, que queda lista para disparar. También señaló los P90 y los cargadores - Laomé, lleva esos artefactos al hombre que venia con nosotros... Por favor. - sonrió a la mujer y se dio la vuelta apuntando hacia el wraith con el rifle.