Partida Rol por web

Al sentir que su móvil vibraba, la peliblanco interrumpió su conversación con la presidenta del club por un breve instante, ya que podía ser algo importante ya sea de sus padres o sus amigas. Tras observar que se trataba de Ayami, Fran sonrió alegre, pensando que tal vez estarían interesadas en apuntarse a su club, por lo que no tardó mucho en responderle a su compañera de cuarto.

Estoy en el club de esgrima, conversando con la presidenta. ¿Quieren venir? :3

Al ver el mensaje de respuesta esbocé una gran sonrisa y sin pensarlo dos veces tomé de nuevo la mano de Hina para guiara -está en el club de esgrima- expliqué mientras nos abría pasó hasta allí.

Al llegar al club de esgrima, visteis a Fran hablando relajadamente con otra chica que no conocíais.

Nagisa juntó las manos.

-¡Eso me gusta mucho! ¡Deberíamos preparar una obra! ¿Tú que opinas, Ruby-chan?

Yuki le dio una cámara a Yaya, y esta sonrió, agradecida. Sentía que su compañera era muy buena con ella, a pesar de lo tímida que parecía ser, y le encantaba ver lo contenta que se había puesto al hablar de fotografía.

-Muchas gracias, Hana-chan. Con la primera bastará. Seguro que está muy bien.

Tenemos algunas cámaras de reserva, Rebeca. Te dejaré una para que vayas empezando, aunque lo ideal es que cada una tenga la suya propia. Una cámara es algo muy personal.

Mitsuki salió de la clase corriendo y se encontró con Momomi que la esperaba. Parecía nerviosa. Supuso que debido a toda la confusión con Fran. Estaba deseando explicárselo.

Momi-chan... 

Al pronunciar su diminutivo, Momomi sonrió. Ella no estaba enfadada, pero le disgustaba ver lo que había provocado. Así que se acercó y cogió sus manos.

-Tranquilízate, "suki"-chan. No estoy enfadada contigo. Me gustaría explicarte lo que ha sucedido, si me dejas. ¿Por qué no salimos y hablamos?

Al final Yaya escogió mi polaroid... seguro le gustará. Podía usar las fotos para decorar su lado del cuarto, colgandolas en algún panel de corcho o pegadas con cinta adhesiva... al menos mi cuarto viejo era así -De na-nada Yaya... e-en el cu-cuarto te di-diré co-como funciona...- le terminé diciéndole con una tímida sonrisa.

A las palabras de la presidenta asenti conforme, y mire a BK -S-si... a-al final lo me-mejor e-es tener tu pro-propia cámara... la que me-mejor o-os encaje a vu-vuestra forma de fo-fotografiar...- dije apoyando a la presidenta -¿A-alguna co-cosa más Hyuga-san? A-aún... aún no hi-hice los deberes y a-al final se nos ha-hará tarde?.

¿En serio? Te prometo que te encantará... aunque a mí también me gustaría probar algo que tú cocines.

Kaname puso cara de incredulidad.

-No creo que te guste, la verdad, pero no me importará intentarlo -le aseguró. Cuando le propuso cocinar y comer juntas, notó como la joven se ponía de nuevo nerviosa.

¿Será que le gusto... de verdad?

No podía... o no quería creérselo, pero en su interior, su corazón estaba siendo más audaz que ella y los sentimientos que estaba creando, eran claros. Los refrenaba, sí, pero... durante cuánto tiempo podría hacerlo.

Me encantaría, Kaname. Quiero ser de ayuda para el club... y... mm... me gustaría cocinar contigo.

Kaname sonrió.

¿Tienes una idea de lo que quieres que preparemos? Ah y... ¿podemos usar el club de cocina? Por más que no formemos parte del club.

-Hummm. No. Escoge tú, ya que serás la chef principal. Yo me encargaré de la cocina. Hablaré con Misora para que nos deje el aula. Mientras no coincida con las horas del club, no creo que haya problema.... si te parece bien, Fran.

Dijo esto último como si le estuviese dando a Fran la última oportunidad de echarse atrás. Si seguían adelante, quizás ambas cayeran en el pozo del amor, del cual a veces no se conseguía escapar jamás. Y eso en ocasiones, era lo más peligroso que había.

Kaname tenía miedo... de que el pasado volviese a ella con la misma o más fuerza que nunca. Su mente hizo todo lo posible por controlar las emociones, pero sabía que era una misión fracasada de antemano. El corazón siempre tenía más fuerza y no atendía a razones.

No, no. Ya he anotado vuestros nombres y solo nos queda esperar. Rebeca, como te he dicho, cuando empecemos, te puedo dejar una cámara así que no te preocupes por eso.

¡¡¡Genial!!! ¡Muchas gracias, Yuno-chan! ¿Nos vamos entonces? Ya estamos en dos clubs así que supongo que tendremos que ir a hacer los deberes sí o sí.

Tamao y Noriko salieron del club de cocina y ambas vieron a Mitsuki y Momomi hablando, así que procuraron ser discretas.

-Esto... bueno, nosotras nos vamos a hacer los deberes. Nos veremos más tarde, o mañana -les dijeron, y siguieron su camino para ir presumiblemente a sus cuartos.

La peliblanco había terminado de responder el mensaje que había recibido a su móvil por parte de su compañera de cuarto, antes de escuchar la respuesta un tanto marcada en duda de la presidenta. Parecía que no tenía mucha confianza en su habilidad para cocinar, si bien a la guitarrista eso poco le importaba. Lo único que era importante, era el hecho de que cocinara para ella, que hiciera el esfuerzo con tal de hacer algo bonito, incluso si al final no era tan delicioso. Para Fran, lo importante era el intento, la intención, y estaba segura que la elegante joven haría su mayor esfuerzo, por más que cocinar no se le diera muy bien que digamos. No pudo evitar reír levemente ante las palabras de la chica, dedicándole una mirada risueña.

- No te preocupes, Kaname. Me va a gustar. Tengo fe en ti. - Le aseguró en un tono gentil, demostrándole a la joven que no debía de preocuparse por nada. Fran comería lo que la presidenta prepararse, al mismo tiempo que le ofrecería su creación a ella. Ya podía imaginarse la paz de un momento así, mientras ambas se divertían comiendo la comida que había preparado la otra. Sin embargo, no tardó mucho en desviar su atención a otros pensamientos, ya que no deseaba adelantarse a algo que, tal vez, era posible que Kaname no veía de la misma forma. Había aprendido su lección antes, por lo que no debía de hacerse mucha ilusión de esa clase de cosas. Era mejor que anduviese con cuidado. La presidenta le agradaba mucho, y no deseaba espantarla, incluso si había sido ella quien le había brindado algo de apoyo emocional, luego de su pequeño problema con Momomi.

La sonrisa de Kaname tomó por sorpresa a la peliblanco, quien permaneció un tanto embelesada por un instante, antes de recobrar la razón. Realmente, en esa tarde, sus mejillas se habían enrojecido más de lo que podría haberse ruborizado en mucho tiempo. Ni siquiera Momomi había logrado esa clase de reacción en ella, bueno, excepto por Ayami cuando se había desvestido, si bien eso era algo normal, si se tenía en cuenta que había estado sólo en su ropa interior... Sin embargo, la guitarrista no podía negar que se sentía realmente a gusto en la presencia de aquella chica tan refinada y de actitud seria, pareciendo tanto a una especie de príncipe. No había duda de que se le hacía difícil pensar más de una vez, más ahora cuando la había visto sonreír de esa manera tan encantadora. No era una expresión fácil de ver en la presidenta, y la peliblanco, por un instante, había deseado monopolizar esa expresión sólo para ella.

No obstante, la presidenta no tardó mucho en sacarla de su reflexión, al explicarle que ella podía llegar a un acuerdo con quien estaba a cargo del club de cocina, siempre que no usaran el lugar en horarios del club. Eso solucionaba, sin duda, un enorme problema, y les facilitaría cocinar en paz para hacer toda la preparación de la comida. Ahora bien... había dicho que Fran sería la "chef principal", lo que significaba que dependía en gran parte de ella, algo que provocó un nuevo rubor en la guitarrista, un tanto sin saber cómo reaccionar ante semejante muestra de fe por parte de Kaname. Sin embargo, no dudó en asentir, mostrándose a favor de la idea, antes de dedicarle una sonrisa brillante. Por alguna razón, la presidenta parecía un tanto... ¿nerviosa? por algo, si bien a Fran le costaba saber muy bien el motivo. Había cierta duda en lo que había dicho. ¿No quería cocinar con ella? No... no podía ser eso. - Claro que me parece bien, Kaname. Me gustaría mucho preparar algo delicioso... - Le aseguró alegre, negando por completo la posibilidad de rechazar aquella invitación por parte de la joven. - Y... ya que te gustan los onigiris... tendré que preparar algunos. También futomakis, y tempura de mariscos, son deliciosos, te encantaran y me pedirás más. - Afirmó con toda seguridad de aquellas palabras, deseando ver cuánto le gustaba su comida favorita a la presidenta. No podía evitar sentirse bastante entusiasmada ante la idea. Esperaba que tuvieran los suficientes ingredientes en el club de cocina, de lo contrario tendría que buscar una forma de adquirir todo lo que necesitara.

Mientras conversaba con la joven de apariencia refinada, dispuesta a continuar organizando lo que harían para celebrar el comienzo de las actividades del club, la peliblanco pudo escuchar algunos sonidos de varios pasos en la distancia, los cuales parecían acercarse en la dirección del club, desde el corredor. Sin dudarlo mucho, pensando que podrian tratarse de otras chicas que deseaban apuntarse al club, la peliblanco interrumpió su conversación con Kaname, dispuesta a dejar que ésta continuara con su responsabilidad como presidenta del club.

Sin embargo, al mirar hacia la entrada, descubrió que se trataba de Ayami y Hina, quienes parecían haber recibido su mensaje y decidido pasarse por aquel lugar. La guitarrista sonrió alegre de ver a ambas, antes de levantar su mano en saludo, para luego hacerles un gesto para que se acercaran a ella y a la otra chica. - ¡Ey! ¡Ami-chan, Hina! ¿Vienen a apuntarse al club de esgrima? - Preguntó con cierta curiosidad esperando que estas desearan apuntarse, por más que ya habían dejado en claro que no eran buenas para los deportes. Para Fran, lo que importaba era divertirse, lo otro podría mejorarse con el entrenamiento constante, y estaba segura que Kaname era muy buena entrenando a las integrantes del club.

- ¡Ah! Por cierto, ella es Kaname, la presidenta del club. Kaname, ella es Ami-chan, mi compañera de cuarto y querida amiga. De seguro se llevan muy bien las dos. Y ésta es Hina, también una amiga mía, y una buena chica. - Le aseguró a la elegante joven, luego de presentar a las dos chicas, esperando que se llevaran bien entre las tres. Kaname podía ser un poco seria, y difícil de comprender al principio, pero en el fondo era igual de frágil que cualquier otra persona, y sin duda una muy buena persona. - Ellas dicen que no son muy buenas en los deportes... pero tú diles que eso no es problema, que entrenando todo se puede mejorar. - Le indicó a la presidenta, para ver si las convencía de apuntarse al club.

El gesto en el rostro de Mitsuki se tranquilizó al escuchar sus palabras. Con suavidad, entrelazó los dedos con los de Momomi, justo cuando Tamao y Noriko salían de apuntarse al club.
-Claro. Nos vemos en clase -se despidió cordialmente de ellas. Después, tiró de la mano de Momomi para invitarla a caminar con ella. -Vamos a sentarnos a algún lado.

Entonces ya lo habíamos hecho todo por hoy, era bueno saberlo -Mu-muchas gracias po-por a-apuntarnos Hyuga-san... ya n-nos ve-veremos e-en e-el club- le agradecí a la presidenta y le hice una reverencia para despedirme de ella.

Luego BK pregunto si nos íbamos a ir a hacer los deberes -E-es... lo que di-dije y-yo ha-hace un mo-momento...- dije algo roja. Lo de los deberes ya lo había dicho... ¿pero no fue BK quien dijo que casi no tenía? Yaya y yo teníamos bastantes -¿E-entonces... va-vamos a u-un do-dormitorio o a-a una sa-sala d-de e-estudio? N-no se... l-lo que vo-vosotras di-digáis....

-En el cuarto estaremos más tranquilas, me parece. BK, puedes venir con nosotras, aunque nuestras tareas son de tercero y no de cuarto. Quizás lo harías mejor con Taiga-chan, que no solo es tu compañera sino que también va a mismo curso.

Yaya había dicho esto pensando con lógica... pero también para intentar estar más tiempo a solas con Yuki. ¡Era tan dulce!

Mitsuki tiró de ella hasta que estuvieron fuera de la escuela, pero una vez allí, fue Momomi quien dirigió, encaminándose hasta uno de los bancos que había bordeando el camino. 

-No podemos entretenernos mucho porque ya mismo cerrarán Ichigo, pero necesito contarte lo que ha ocurrido entre Fran y Yo.

Momomi miró a Mitsuki y empezó a hablar.

-Mientras nos dirigíamos hacia Spica, Fran me pidió que fuese con ella a su cuarto para escuchar cómo tocaba algo para mí. Yo había notado que le gustaba, así que le dije que tu y yo estábamos juntas. Pero Fran... no podía pensar. Me preguntó si es que no le gustaba... y me dio un beso. Yo... no quería hacerle daño, y entendía que le gustase a ella igual que tu a mí, así que no hice nada; simplemente le volvía  repetir que me gustabas tú. Entonces salió corriendo hacia Spica... y yo regresé aquí.

Momomi esperó a que sus palabras fuesen absorbidas por Mitsuki. Eran muchas cosas, muchas emociones juntas.

Seguramente, Fran no se sienta cómoda estando cerca de mí y por eso ya no creo que se apunte al club de cocina. Es una buena chica y me gustaría mantenerla como amiga... pero depende de ella, porque yo no voy a cambiar. Me gustas tú y quiero estar contigo, y en eso no voy a engañarla ni a jugar con sus sentimientos... ni con los tuyos. Cuando me gusta alguien... me entrego al cien por cien a esa persona... y a nadie más.

Kaname sonrió por el buen ánimo que mostraba Fran, sobre todo en comparación con el que tenía cuando llegó. ¡Cuánto había mejorado todo! ¡Y además tenían una cita para cocinar!

Kaname estaba más alegre que en mucho tiempo, a pesar de que no lo demostrara.

En el momento en que hablaba de lo mucho que le iba a gustar su cocina, entraron otras dos chicas que conocían a Fran.

¡Ey! ¡Ami-chan, Hina! ¿Vienen a apuntarse al club de esgrima? ¡Ah! Por cierto, ella es Kaname, la presidenta del club. Kaname, ella es Ami-chan, mi compañera de cuarto y querida amiga. De seguro se llevan muy bien las dos. Y ésta es Hina, también una amiga mía, y una buena chica.

-Encantada de conoceros, Ami-chan, Hina-chan -les saludó Kaname. Parecían las dos muy agradables.

-Ellas dicen que no son muy buenas en los deportes... pero tú diles que eso no es problema, que entrenando todo se puede mejorar.

-Como dice Fran, todo puede mejorarse entrenando, aunque no voy a engañaros. Se necesita fuerza de voluntad, constancia y dedicación para conseguirlo -les dijo.

Solo solté a Hina una vez llegamos -Fran- pronuncie con una gran sonrisa y aliviada al ver como hablaba tranquilamente con aquella otra chica... aún así no pude evitar correr hasta ella y abrazarla fuertemente asintiendo con un movimiento de cabeza aún aferrada a ella -Me apuntaré a donde sea que os apetezca- afirme extrañamente calmada dejando claro que la decisión también dependía de la chica que me había acompañado hasta allí.

Después me separé de mi amiga dirigiéndole una última mirada y sonrisa para a continuación inclinarme mirando hacia la presidenta del club -el placer es mutuo-