Partida Rol por web

El tercer y último set empezó igual que había terminado. Con un punto del equipo de Momomi. Pero pronto se vio que aquello iba a ser una batalla en toda regla. Los puntos se sucedían uno tras otro, y el bando ganador iba alternándose de uno a otro lado de la red.

Por un momento parecía que Momomi y su equipo iba a imponerse rápidamente, pero a continuación era el equipo contrario quien lograba la iniciativa y parecía empezar a distanciarse, aunque rápidamente era igualado.

Todas las que estaban viendo el partido estallaban en vítores y sufrían a los pocos segundos. 

Y durante todo el tiempo, Momomi no se rendía. Parecía decidida a vencer en su partido de demostración, sobre todo ante Momomi, aunque no había nada decidido.

Finalmente, no pudo conseguirlo. El equipo contrario se distanció... y acabó venciendo, para desilusión de todos cuantos esperaban que no fuese así. Momomi parecía enfadada, aunque no tanto como para no abrazar a sus compañeras. Después, se dirigió hacia donde estaba Mitsuki.

Lo siento mucho, Mitsy. Me hubiera... gustado ganar para ti. Pero supongo que no siempre se puede.

Momomi parecía más que triste, fastidiada. La derrota no era solo de su equipo. Ella la sentía como si hubiese sido responsabilidad suya y de nadie más.

Ran, en su búsqueda algo febril por la mejor flor, se paró de bruce y volvió la vista hacia Yaya. Su mirada su puso inescrutable. “Lo que dices, sabes, tiene como un doble fondo. Es muy profundo. Muy… hermoso. Y más: tienes razón. No es esto el amor, ¿sacar lo mejor de lo que se tiene? Creer que lo mejor está en el otro.”

Así que volvió sobre sus pasos y se detuvo ante una rosa silvestre. “No sé...”, explicó con media sonrisa a nadie en realidad, salvo a sí misma. “No sé, pero me recuerda a mí.”

Mi estoy mirando a mi misma…

Y tomaré una foto muy bonita de mí.

Alzó la cámara, buscó la perspectiva más propicia a hacer salir una foto espeluznante, y hizo click.

Click! Sólo un momento. Pero tanto significa.

“Vale...”, murmuró. “Yo he encontrado lo que he venido a buscar.”

Cuando se volvió a sus compañeras, se pudo ver un brillo acuoso en sus ojos. Pero aún así, sonrió. 

Solo pude sonrojarme ante los comentarios de la presi, manteniendo una sonrisa avergonzada pero felíz, se siente tan bien poder escribir algo qué refleje mis sentimientos por ella.

Mucho no me importa qué se enteren de nuestra relación, y qué se enteren no me importa en lo más mínimo.

-Gracias, pero creo que no somos las unicas aquí qué escriben bien, tambien quiero escuchar a las demás-

Dije deteniendome un segundo para ver a Mai, y prestar atención a sus facciones.

Mis mejillas hacían juego con las de Rubí, pero me sentía satisfecha. No había conseguido una poesía tan bonita como la de mi novia pero me alegraba de haber podido expresarle mis sentimientos de aquella manera. 

- Yo también quiero escuchar el resto de poesías, seguro serán muy buenas - dije animando al resto e intentando que no se me notara demasiado lo avergonzada que me sentía.

Sin embargo, por debajo de la mesa tomé la mano de Rubí y la apreté suavemente mientras la miraba sonriente.

Durante la "caza de flores", yo permanecí callada todo el rato, algo colorada por estar de la mano de Yaya... aunque en este caso no estaba muda por timidez, sino por extrema concentración. Mientras que Yaya y Ran hablaban sobre las flores, las dudas de Ran, fotos y... creo que de amor, yo estaba concentrada estudiando el paisaje y todas las flores que nos cruzábamos. Sin duda, los jardines del colegio era un lugar muy hermoso, y la verdad es que muy bien provisto de plantas de diferentes tipos, colores y tamaños. Pero no era la flor lo único que analizaba: ubicación, entorno, iluminación, fondo, lugares donde puedo colocarme para encuadrar... lo analizaba todo.

Mi concentración solo se anuló durante un momento cuando vi a Ran alejarse hacia una rosa silvestre a la cual sacó una foto, hasta que se giró con nosotros -M-me a-alegro Ran-chan... si ne-necesitas a-ayuda a-avisa...- le dije a la pelirroja. Era una flor bonita, seguro que ella sola conseguía sacar una buena foto; pero si necesitaba ayuda podría pedírmela. Volví a mi concentración... hasta que al final, yo también encontré mi objetivo -Yaya-chan... m-me voy a so-soltar... a-ahora vu-vuelvo- le dije algo tímida soltando su mano esperando que no la molestase, y dirigiéndome a una zona donde... no había ninguna flor...

Salvo una. Entre la hierba, solo había una flor pálida con tintes purpúreos. No era muy bella... no estaba rodeada de flores bonitas, estaba sola, y los pétalos estaban muy separados entre ellos. No era la flor perfecta, puede que ni hermosa... y por eso quería que en mi foto lo pareciera. Analicé el lugar... y decidi que para conseguir el mejor encuadre y plano debía tumbarme en la hierba. Así conseguiría que la flor resaltara. Me puse tras el objetivo de mi cámara, ajustando el objetivo, la luz que entraba, la iluminación natural... -Va-vamos a ha-hacer que te ve-veas bo-bonita...- musité para mi misma, mientras que realizaba la foto después de unos cinco minutos ajustando todo lo ajustable para que saliera como yo quisiera al milímetro. Era digital, por lo que miré la foto final... y sonreí al ver el resultado -Pe-perfecta... mu-muchas gra-gracias...- dije mientras me levantaba del suelo.

Si todos los días se aprende algo nuevo, lo que Mitsuki había aprendido aquel día era que el deporte no era un rollo, sino que podía ser divertido, entretenido, y hasta emocionante. No obstante, el resultado no había sido el que ella hubiera deseado, y notaba que se le rompía el alma al ver a Momomi  tan triste. La emoción había terminado, y había dejado a la mitad de las presentes con una sensación de euforia, y a la otra mitad con un amargo sabor de boca. 

Cuando Momomi llegó hacia donde estaba ella, la recibió cogiendo su mano y estrechándola. -Lo has hecho genial -trató de animarla. Sabía lo frustrante que era estar a punto de conseguir algo y perderlo en cuestión de segundos, pero quizá se sintiera mejor si sabía que lo había dado todo, y que no se había rendido. -Has estado luchando hasta el final. El siguiente será mejor -dijo para tranquilizarla. El sonido de las ganadoras riendo y celebrando no era el mejor ambiente en el que podían estar, así que echó a andar para alejar a la castaña de allí. -Yo estoy muy orgullosa de ti, Momi-chan. -Mitsuki consultó su reloj de muñeca. -Y aún tenemos mucho tiempo para estar juntas. Todavía tenemos que hacer las tarjetas, y luego podemos juntarnos con Akagi-san y el resto. ¿Qué te parece?

Momomi estaba llorando un poco, pero Mitsuki había conseguido arrancarle una sonrisa. Es lo que ocurre cuando quieres a alguien y está a tu lado en todo momento.

El hecho de que le dijese que estaba orgullosa de ella, hizo que la abrazara con fuerza y después, le diese un nuevo beso, este más fuerte y decidido que el anterior.

-Te quiero mucho, Mitsy. Vamos a hacer esas tarjetas.

Con las fotografías hechas, las tres chicas regresaron al aula, en donde ya estaban algunas de las otras chicas. Hyuga os hizo una señal para que fueseis y le dieseis vuestras cámaras.

-¿Qué tal os ha ido, chicas? Espero que hayáis sacado unas buenas fotos -os dijo, mientras conectaba las cámaras una tras otra al ordenador y extraía las fotografías.

-La verdad es que he estado mirando las fotos y hay algunas muy bonitas.... mmmmm.... las vuestras son preciosas, la verdad. En cuanto tengamos todas las expondré para que las veamos.

Momomi necesitaba darse una ducha y cambiarse de ropa y prefería hacerlo en su dormitorio que en las zonas comunes, así que te cogió de la mano y juntas os fuisteis hacia allí.

Cuando llegasteis allí, Momomi te miró.

-Bueno, ahí tienes cartulinas, colores y todo lo que necesitas. Voy a ducharme y ahora salgo para hacer juntas las tarjetas. ¿Te parece bien?

Estuvo tentada en darte otro beso, e incluso en invitarte a darte un baño juntas, pero pensó que quizás iba a sonar demasiado atrevido. Para Momomi, más lanzada, no era problemático, pero sabía que Mitsy era mucho más tímida que ella.

Tras vuestras poesías, escuchasteis los escritos que habían hecho otras chicas. Algunos estaban verdaderamente bien y eran brillantes; otras, no tanto.

El objetivo, dijo Nagisa, no era competir, sino compartir ideas.

-Creo que para ser la primera sesión de nuestro club ha estado muy bien -dijo al final. Espero que el próximo día todo sea incluso mejor.

Con la sensación de que había sido una tarde aprovechada, todas os retirasteis. Además, quedaba algo que hacer. Las tarjetas. Era el momento de ponerse con ellas.

Una vez con las instantáneas ya tomadas en nuestras cámaras, las tres nos fuimos de nuevo al aula del club de Fotografía. Allí ya estaban algunas compañeras del club, y Hyuga-san también. Al llegar ella nos pidió que le lleváramos las cámaras para que se las enseñáramos... sabía que me habían salido bien y estaba contenta con el trabajo, pero siempre ponía nerviosa que alguien te fuera a valorar el trabajo -Ha i-ido bi-bien... A-aquí ti-tienes Hyuga-san...- le dije dándole mi cámara.

Entonces la chica las comprobó, y dijo que eran preciosas y que cuando cuando tuviera las de todas las miembros del club las expondría -Gra-gracias Hyuga-san- le agradecí con una leve reverencia por sus palabras.

Me aferro a su mano con ternura debajo de la mesa, escuchando los poemas del resto de la chicas en el club, y antes de darme cuenta el tiempo ya habia pasado, tomé mis cosas y esperé a por ella.

-¿Qué haremos ahora? ¿Vamos a tu cuarto o al mio?

Cuando el rostro de Yuki apareció entre las flores, Hyuga ahogó una risa, pero rápidamente pasó la foto para evitar que aquella chica se sintiese incómoda. Las demás parecían no haber tenido tiempo de reaccionar y como rápidamente apareció una flor nueva en su lugar, se concentraron en eso y en nada más.

Todas las flores eran preciosas, aunque entendía que hubiesen incluido a Yuki. También ella lo era.

-Ejem, bien. T-todas las flores son muy bonitas, sin excepción -dijo, mirando de reojo a Yuki -. Se nota que os gustan mucho. Ahora creo que deberíamos votar para ver cuál de ellas es la más bonita, ¿os parece?

Yaya se hundió en la silla cuando vio aparecer la foto de Yuki.

Tierra, trágame, pensó. Rápidamente se inclinó hacia Yuki.

-Perdóname, Hana-chan. No sabía que iba a copiar todas las fotos. E-esa la quería s-solo para mí. _{Lo siento.}

Ran también había visto la foto de Yuki aparecer brevemente, pero no creyó que las demás chicas se habían dado cuenta de esto, y sí de verdad lo habían, seguro que no habían comprendido lo que significaba, y sólo habían creído que inadvertidamente, accionando el disparador por accidente, en la búsqueda por las flores, se había tomado una foto de Yuki.

“Votar por la flor más hermosa”, murmuró, embelesada por las fotografías hermosas, “esto sí es difícil. Nos pone une tarea más difícil que la de buscar la flor misma, lo sabe, Hyuga-san?”

Ran puso una cara concentrada, tratando, de alguna manera, de dejar influir la belleza de las flores en su espíritu, dejándose así guiar en su decisión…

Pero suspiró tras unos pocos segundos. “No lo sé, no lo sé”, susurró con lástima.

Votaré con la mayoría, supongo.

Cuando vi mi foto entre las fotos expuestas, empecé poniéndome pálida... para luego ir poniéndome sonrojada y cada vez más escondida tras mi cámara y mis compañeras -Ahora mi mirada asesina esta frente a todos...- pensé avergonzada, viendo otra vez la cara de mal genio que tenía en esa foto.

Y mi sonrojo aumentó un poco cuando la jefa del club me miró de reojo diciendo que todas las "flores" eran bonitas. Le agradezco el intento... pero me avergüenzo con demasiada facilidad. Al igual que con la disculpa de mi compañera de cuarto -N-no... pa-pasa na-nada...- le dije a Yaya-chan, aún cohibida y tímida.

Mejor me centraba en mirar las demás fotografías, para elegir la que más me gustaba. No elegiría la mía ni la de Yaya... no me gusta autovotarme y la de ella... me daría vergüenza, y quedaría como una egocéntrica -E-esa...- dije señalando desde el resguardo de mi compañera la foto que más me gustaba.

El resto de los poemas fueron también muy buenos. Mientras los escuchaba seguía tomada de la mano de Rubí hasta que terminó la clase.

- Vayamos a tu habitación - dije tras pensar un poco.

Yaya no se lo pensó. La flor más bonita era, aparte de Yuki, la que ésta había escogido, por lo que votó en consecuencia.

El resto de las chicas votaron de diferente manera. El resultado fue al final, muy emocionante.

-Bueno, chicas. La verdad es que ha ganado solo por un voto, la siguiente foto.

La foto de Yuki había quedado en segundo lugar.

-Todas las fotos eran muy bonitas. Espero que en nuestra siguiente reunión, nos esforcemos en mejorarlas. ¡Hasta el próximo día!

Yaya se acercó a Yuki en cuanto terminaron la sesión del club.

-Siento mucho que no haya ganado tu flor, Hana-chan, pero para mí, era la más bonita -le dijo, mostrándole una gran sonrisa -. La tuya también estaba muy bien, Ran-chan.

Después, salieron al pasillo para dirigirse de regreso a Ichigo.

-Bueno, supongo que ahora tendremos que hacer las tarjetas. ¡Espero que nos salga una muy bonita! Podríamos usar las fotografías de las flores que hemos sacado, ¿no?