Partida Rol por web

Llegasteis al refugio, aquel en el que os esperaba Fet y algunos de los refugiados más incapaces. La mayoría de ancianos habían sido devorados por strigoi y asesinados después, al ser los más desvalidos no eran útiles en aquella sociedad: no podían trabajar de forma eficiente. Poca gente de edad avanzada se había librado de no formar parte de las filas de los strigoi o simplemente de su comida. Pero allí en el sótano algunos de aquellos hombres que alguna vez sirvieron bien al país se refugiaban con Fet, eran bastante útiles elaborando munición con cargas de plata, cocinando cosas más o menos buenas de las reservas apolilladas que encontraban el resto de grupos que salían a explorar y remendando ropa. La tercera edad seguía teniendo su función, aunque no fueran muy aceptados en esa sociedad, tenían conocimientos que aportar.

Fet miró a la niña que traíais, extrañado, pero no demasiado. A su ver seguramente la habíais encontrado por el camino, no se esperaría ni de lejos la historia real o lo que intuíais de ella.

-¿Y ella?- dijo directo, mirándoos. -¿El lugar es seguro para mudarse? ¿Qué nuevas traéis? Aparte de la pequeña incorporación.

La niña miraba aquel lugar lleno de personas mayores con temor y fue a refugiarse detrás de Kumiko, que le había curado las heridas y sacado esas cosas tan molestas de los brazos.

Podrá Romanov explicarte todo, hoy ha sido un día difícil......- dice totalmente serio mirando a Aletha, para luego acariciarse la zona golpeada de la cara.

En cuanto al refugio, Kumiko y yo , revisemos los alrededores y parecen tan limpios como la nave que nos indicastes investigar , necesitara varios arreglos, una salida de emergencia, reforzar varias zonas y asegurar el sitio, pero tiene buena pinta..., en cuanto a la niña... - se va alejando, al parecer quería estar solo -, también Romanov podrá explicarte, voy a ver si en el taller tenemos algo de lo que buscaba, de no tener, estoy agotado y necesito estar solo, estaré en mi sitio asignado.

Se va en silencio sin decir mas, al parecer estaba muy serio y pensativo.

Estaba pensando en la mejor forma de explicarle a Fet lo sucedido, cuando Han se adelantó. No pude evitar percibir el tono de su voz y las miradas de soslayo. Clavé mis ojos verdes en él. No me agradaba sus formas, pero entendía su enfado. Suspiré.

-Mientras explorábamos el edificio, hubo un contratiempo. Encontramos a la niña, que se asustó al vernos, depertando a una cuadrilla de strigoi, pero los eliminamos. Al principio, la niña se negaba a colaborar para que examináramos si la habían infectado, y Han...- miré de reojo al aludido -Bueno, perdió los estribos. La niña se orinó y Scarface y yo fuimos a ver si podíamos buscarle algo de ropa, dejando a Kumiko y a Han asegurar y comprobar la zona de nuestro interés.

Hice una pausa para coger un cigarrillo, me lo llevé a los labios y lo encendí. Tras soltar una bocanada de humo, continué.

-Cuando cambiamos a la niña, vimos que tenía unas vías intravenosas en los bracitos. Encontré un botiquín y Kumiko logró quitárselas evitando una hemorragia...

Me acomodé en una silla. Estaba agotada.

-El sitio es amplio, incluso permite guardar vehículos en su interior. Quizá pudiéramos aprovechar para modificar alguno para uturas incursiones con la ventaja de poder realizar dichas modificaciones en un sitio seguro.

No tenía nada que decir. No había ayudado a matar ni un solo bicho. Si acaso había puesto en peligro a mi equipo por salvar a una niña. Esta gente intentaba erradicar a las bestias para salvar a todo el mundo y yo casi lo estropeo todo por una sola niña. Bueno, supongo que cada vida cuenta y, al menos, podía vivir sabiendo que había sido útil.

Desconocía si estaban de acuerdo con la decisión que había tomado en ese momento pero lo cierto es que jamás me había sentido tan vivo. Mi familia era una mierda, yo mismo jamás había conseguido nada en la vida. Los estudios justitos, un trabajo asqueroso y mal pagado que me duro unos meses, no tenían novia ni amigos. Era el típico tío que muere solo y a nadie le importa.

Pero ahora… había ayudado a salvar la vida a una niñita…

Podía vivir con eso. Podía vivir y morir por eso. Pensaba que la resistencia solo sería un refugio donde dormir y comida diaria pero, al parecer, había encontrado mi vocación.

Seré un héroe penoso pero por todos los demonios que seré un héroe.

Me acerco a la niñita que supongo que esta más tranquila ahora.

Eh. Princesa. ¿Vas a necesitar un nombre sabes? Aunque Princesa suena bastante bien. ¿Qué te parece si te enseño esto y te presento a estas personas? Algunos de estos viejitos esconden caramelos en los bolsillos y seguro que con una sonrisa tuya les sacamos alguno.

Han estaba solo en su lugar privado para pensar y estar a solas. Últimamente se sentía fuera de lugar, las miradas de odio de Aletha Romanov, el odio casi incandescente que le recomía de vez en cuando en su interior, a raíz de cuando la resistencia mató a sus hijas al estar infectadas, siempre que lo pensaba se odiaba mas.

¿ por qué era inmune a esas cosas, no deberían sus hijas de haber sido también inmunes ? , siempre se pensaba continuamente.

Pero, ya parecía que no podía soportar mas el dolor, ya no era solo,que siempre todo el mundo estaba enemistado de alguna manera con él, en el sentido de no comprender el porque de su antipatía, de querer estar solo, de su tono, nadie miraba mas alla de eso, no miraban al Padre torturado, al marido que tuvo que matar a su mujer.

Aquellos chupasangres, parecía cada vez se hicieran mas fuerte, no parecía, es lo que pasaba, mientras que ellos, la Resistencia, cada vez eran menos, o eran personas que no podían combatirlas.Por 10 de esas cosas que mataban, caía una resistencia de alguna parte.

Vuelve a sacar la cartera, sacando las fotos de su mujer y sus hijas, no puede evitar que le caigan lagrimas de los ojos, la pequeña cumpliría años mañana, la niña que encontraron, tenia su misma edad...¿ por qué esa niña que habían traido estaba viva, porque no tuvo esa suerte sus hijas?, muchas veces deseaba haber muerto con ellas. También si sus hijas habrían sobrevivido ¿ que futuro les deparaba ?

Coge una hoja de cerca , un antiguo cuaderno de colegio mohoso , pero que al menos podía escribir, escribiría una nota de suicidio, no podía aguantar mas todo aquello, sus compañeros que lo miraban mal, que no lo comprendían, el apogeo de aquellas malditas cosas, la poca vida que posiblemente tuviera ese grupo de la Resistencia, si aún esos malditos chupasangres conseguían aun mas poder, o las multinacionales o dios quien sabe quien.

Termina de escribir la nota, coge su pistola cargándola, apuntándose a la cabeza, una presión en el gatillo y todo acabara, será libre..., ya si no servía para la Resistencia , para sus compañeros, ¿ que sentido tenía seguir viviendo ?

Oísteis un disparo que provenía de la dirección en la que Han se marchó. La pequeña da un gritito y se abraza fuerte a las piernas de Kumiko. El resto de los presentes dieron un salto por el susto o la desgracia que podía haber ocurrido. Todos fueron rápido a ver qué había pasado, las armas no se disparaban así como así.

Al escuchar el disparo, me levanté de la silla como si fuera un resorte. Con el cigarrillo atravesado en  los labios, cogí a Jackie, la martillé y miré a Fet.

-Voy a echar un vistazo- sin esperar respuesta, fui tras los pasos de Han. ¿Habría hecho alguna otra estupidez? ¿O acaso nos habían encontrado las mascotas humanas de los strigoi? Sea como fuera, no lo pensé demasiado.

No debía haber disparos aquí abajo. Al menos un solo disparo tampoco debía suponer un ataque por parte de nuestros enemigos. Todos iban a mirar así que yo me quedo en mi sitio, vigilando y atento a la niña. Intento escuchar lo que dicen...

Se estaba preparando para responder ante Fet, cuando de repente escuchó aquel disparo, la pequeña se aferraba a ella en aquel lugar desconocido como a un bote salvavidas en mitad de una tormenta, pero no podía dejar que Aletha fuera sola y Han... Han había estado bastante deprimido desde el incidente con la niña, esperaba que no hubiera cometido una locura.

Levantó a la niña en brazos y con suavidad la llevó hasta Scarface -  Quédate con tito Scar cariño, voy a buscar unas chuches ricas ricas para ti - la dejó en brazos de su compañero mientras salía tranquilamente por la dirección que había tomado Romanov, para no asustar a la pequeña.

Cuando os acercasteis hacia el lugar que había ido Han, encontrasteis un charco de sangre que comenzaba a formarse. Solo necesitasteis un par de pasos más para descubrir el horror. Aquel hombre no había soportado la situación y se había quitado la vida, alojando una de aquellas balas que Fet os había dado en el interior de su cráneo. Al lado de su cuerpo inerte había una nota.

Todo el mundo me ha criticado, no ha sabido ver mas alla de porque soy como soy, es sencillo, entiendo el trabajo de la Resistencia, pero no puedo perdonarles el haber matado a mis hijas, eso tenía que haberlo hecho yo cuando se transformaron.

Ya las elecciones que tomo, lo que hago , esta mal, no puedo concentrarme bien, cada vez sirvo menos para la Resistencia, el odio en mi interior, cada vez se hace mas amargo , como un ácido que me corroe lentamente mis entrañas.

No fui un buen marido, no estuve en mi casa para proteger a mi mujer, no fui un buen padre, deje morir a mis hijas, no pude hacer nada por ninguna de ellas, esta última misión, la niña, me ha recordado muchísimo a mi hija, apenas mañana cumpliría años si estuviese viva y tendría la misma edad que ella. Ya no sirvo para la Resistencia, ya todo lo que hago esta mal, no sirvo para mi mismo, ni tan siquiera esos chupasangres me comerían porque no podría transformarme. Ya son muchas cosas, me siento un inútil, un fracaso como hombre, como padre, como marido, como compañero. estoy mejor muerto. Espero que podáis crear un futuro sin mas chupasangres, si existe un cielo, porque debe de existir, ya que la tierra se ha vuelto un infierno, lleno de demonios devora sangre, os vigilare desde los cielos. Que os vaya todo genial, Suerte.

P.D. Kumiko, en mi taquilla hay un doble fondo, dentro hay unos cuantos pasteles que pillé, hace cosa de unas semanas, os gustaran a la niña y a ti, dentro también hay un pequeño regalo, se lo iba a regalar a mi hija, pero paso lo que paso, es una muñeca , no es gran cosa, pero de seguro a la niña le encantara. Gracias a todos por haber sido unos estupendos compañeros.

Kumiko sintió un mazazo en el vientre que casi la provoca el vómito cuando sus peores temores se hicieron realidad, se llevó las manos a la boca en un gesto de horror absoluto- No, no puede ser.

En cuanto se recuperó del impacto inicial corrió hacia la zona de vida y cogió una sábana del primer catre que encontró, para tapar el cadáver de Han antes de que nadie más lo viera.

Aletha, avisa a Fet por favor, ni Scar ni mucho menos la niña tienen porqué ver esto, pero tenemos que hacer algo - apenas podía contener el llanto mientras hablaba, había notado a Han más decaído que de costumbre, pero jamás imaginó que pudiera hacer algo así, tenía tantas metas, tanto odio... ahora su misión nunca se cumplirá.

Al ver el cuerpo de Han arrugué la nariz, disgustada. Al final ha hecho una estupidez, tal y como sospechaba. Moví la cabeza de un lado a otro en señal de desaprobación y me acuclillé junto al cuerpo sin vida de Han. 

-Ha optado por la salida fácil- dije, sin atisbo de emoción en mi voz, Cobarde... deberías haber seguido luchando -. Avisaré al resto.

Me incorporé, mirando a la chica. Se la veía afectada, pero yo hacía tiempo que había enterrado mis sentimientos. La aparición de la niña me había afectado, sí, pero no tanto como a Han. En aquel mundo gobernado por demonios chupasangres, los sentimientos eran una carga que no me podía permitir. Aún así, apoyé una mano en el hombro de Kumiko antes de ir a buscar a Fet.

Regresé junto a Scar y Fet, echando una larga calada al cigarrillo, antes de apagarlo en la suela de mi bota. No había expresión alguna en mi rostro y llevaba a "Jackie" colgada del hombro. Miré a Fet y, cuando hablé, lo hice con una serenidad que rozaba la frialdad.

-Se ha suicidado- solté de pronto -. No soportaba esto. Dejó una nota junto a su cuerpo explicando sus motivos. Kumiko ha cubierto el cuerpo para que la pequña no lo viera. Te está esperando.

Miré a Scarface. Esperaba que mi grupo fuera fuerte, que estuviera dispuesto a hacer lo necesario, a luchar por la Resistencia. Sinceramente, pensaba que el vagabundo sería el pimero en sucumbir, pero no, me equivoqué. Lo de Han era un palo, sin duda, pero no me afectaba tanto como pensar que éramos menos para continuar la lucha que teníamos entre manos. 

¡Joder! Este tio debia estar como una regadera. Hay que tener muy rotos los sesos para pegarse un tiro. Supongo que, los que lo tienen todo, se quedan fritos cuando lo pierden. Quizas no haber tenido nada nunca es lo que me mantiene con vida.

Fet abrió los ojos al escuchar las palabras de la líder del grupo. O habían visto mucha mierda cuando habían salido o Han arrastraba algo en su conciencia desde hacía tiempo. Negó para sí, para él el encuentro de aquella niña pequeña y perdida era una razón más para seguir luchando. Aquellos ojitos azules y temerosos no podían vivir en un mundo así, debían pelear siempre por cambiar la mierda de mundo que les había tocado vivir.

-Iré a ayudar a Kumiko... Hablar con la pequeña vosotros. Esas marcas y esa palidez se deben a un campamento de sangre, estoy seguro. Tratar de sacarle algo, la dirección por la que vino, qué había alrededor... Lo que sea. Si hay un campamento de sangre cerca, iremos a atacarlo con todo lo que tengamos- dijo serio y fue a la dirección donde hacía no tanto se había oído aquel disparo.

Viste como Fet se acercaba a donde estabas. La sangre comenzaba a empapar la sábana con la que habías tapado el cuerpo. Cogió la nota de suicidio y la leyó para sí, luego soltó un pequeño improperio en ruso, con rabia. 

-Debemos deshacernos del cadáver, enterrarlo. Pero tendrá que ser cuando salga el sol, no quiero salir mientras hay strigoi ahí fuera, llamaríamos la atención- dijo valorando la situación, una muy mala que no esperaba. -Revisa sus pertenencias, lo que llevaba encima y busca alguna foto de su familia. Seguramente querría ser enterrado con esos objetos...- él mientras fue a buscar a una caja una bolsa de cadáveres, de esas que tenían en las morgues. Antes de establecer un lugar donde quedarse, Fet había perdido a muchos compañeros y no había podido enterrarlos propiamente por su descomposición y la situación. Es por ello que se hizo con aquellas bolsas, que guardaba en una caja apartada de la vista de todos.

Me recompuse a tiempo de tratar con Fet, tras leer la nota decidí seguir sus indicaciones, no en vano era el jefe allí, sabía que hacer en cada momento.

Ahora mismo - dije con una voz apagada

Además, estando ocupada no pensaría en otras cosas. Rápidamente, recuperé lo que pude del pobre Han, sin levantar demasiado la sábana, pues cadáveres había visto varios, pero siempre me afectaban más cuando pertenecían a gente de mi entorno.

Tras extraer las últimas piezas de su equipo y apartarlas, me dirigí a la taquilla de Han, para cumplir su última voluntad y, como indicó Vassily, buscar algún objeto personal para el sepelio.

Suspiré ante las palabras de Fet. Busqué un papel y algo con lo que escribir, y me acerqué a la niña, esforzándome por sonreír.

-Hola, peque... ¿te gusta dibujar?- le dije con la mayor dulzura que fui capaz de expresar -¿Puedes dibujar el lugar de dónde vienes? Sé que unos hombres malos te hicieron pupa en los bracitos, y me gustaría que dibujaras lo que viste estando con ellos.

Me senté en el suelo, frente a ella, como los indios, con las piernas en cruz y le ofrecí el papel y el lápiz.

-¿Recuerdas algo que dijeran aquellos hombres malos? No volverán a hacerte daño, cariño. Te protegeremos, pero necesitamos que nos dibujes todo lo que recuerdes para salvar a otros niños de esos hombres malos, como te hemos salvado a ti. 

Miré a Scar. Una niña tan pequeña poca información podría darnos, pero quizá dibujando, se sentiría más cómoda con nosotros. Parecía comenzar a confiar en Kumiko... al menos, era un buen paso.