Partida Rol por web

Parte de la mañana pasa tranquila, que ya te va bien, jugando a un juego de mesa con Brenda. Hasta Rose se apunta cuando llega. No te da el coñazo más allá de comentarios sarcásticos o alguna pregunta. Luego, en tu habitación, te echas un rato hasta la comida. Llega finalmente mensaje de voz de la tatuadora. No tienes del todo claro el porqué, pero quieres desconectar y sabes que esa loba puede darte lo que necesitas.
"-Tía, Alice, me ha salido curro esta noche. Una fiesta y pagan la hostia por tattoos. Pero quiero comerte el coño y follarte. ¿Honey, me cuelas esta tarde en tu habitación? Despista a esa bruja de Rose". 

Niega con la cabeza con una risa incrédula...esta tía esta loca...escribe un mensaje de texto.

No no nada de colarte aquí, si me echan tendré que buscar otro sitio y estoy de puta madre. Tengo localizado un hostal en el centro, de esos que puedes hacer check-in a cualquier hora...te paso la dirección y nos vemos allí ¿vale? ¿Y que hay de esa fiesta? ¿Se puede ir?

Enviar. 

"-Joder. Vale pasa. Más intimidad. A las cuatro allí. Ven ligerita de ropa, jajaja. ¿Quieres venir a esa puta fiesta? Me da que no. Sorry. Es private party. Tía yo voy a currar y paso de culos vips. Ya nos montamos la fiesta tú y yo. Ciao, honey."
Le envías la dirección del hostal. Vas a lo que vas. Tu cuerpo tiene hambre y lo recorre un ejército de hormigas devoradoras de sexo. Aunque más que echar un polvo, que de eso vas sobrada, buscas entregarte toda a sus demandas. ¿Pero a ella le irá tu rollo? La misma pregunta que cuando tuviste la entrevista con los de La Luciérnaga. 
¿Qué "trapos" te pones? ¿Te llevas el strap on? ¿Quedas con Brenda para la noche o esperas a ver si te sostienes de pie? 
Comes con media family, sin Will ni Robby, que están de excursión. Te arreglas y llegas la primera a la cita. 

Todo podía ser...¿y si a Frisbee no le iba el rollo? Podía ser, claro pero...pero tenía ese aura, esa presencia...si no le iba era porque aún no lo había probado, sin duda...le gustaría.

Alice se autoconvence porque lo que quiere lo tiene muy claro. Si no le salía bien no sería el fin del mundo pero...pero hoy se sentía caprichosa, tras su "triunfo" con Michelle se sentía que podría obtener cualquier cosa. Ese sueño...esa materialización aunque sólo fuera onírica de su fantasía la estaba haciendo arder por dentro. 

Pero ahora...ahora primero tocaba comer y durante la comida aprovecharía para decirle a Brenda que iba a quedar luego con Frisbee y que ya la llamaría por teléfono para ver si tenía fuerzas para quedar con ella y sus amigos a la noche. Por un lado, Alice lo dudaba pero por otro...siempre estaba bien tener un plan b.

Después de comer sube a la habitación y saca un montón de ropa...trapos ligeritos, provocadores...ajá...ese top de cuero falso...con esa falda corta..y las botas. Todo en tonalidades marrones y negras...era perfecto para enseñar cacho, fácil de quitar...debajo se prepara una lencería sexy...uff que cachonda está...¿llevarse el strap? Bueno si cogía un bolso grande...¿cabe sin llamar la atención? Se muerde labio inferior...¿no tiene nada parecido a unas cuerdas? Mira sus botas, tienen largos cordones...le brillan los ojos con ilusión. Si surgía...pues ya tenían con que apañarse...

La recepcionista es discreta, anota datos, te cobra, entrega la tarjeta magnética. El lugar es sencillo, silencioso, una pequeña recepción y una salita al lado.
La habitación más de lo mismo, funcional, una cama grande, dos ventanales, un baño amplio. Y limpia. Es de agradecer. Las sábanas huelen a aroma de lavanda y no hay mota de polvo en ninguna superficie.
Pasa el tiempo. Es la hora. Cinco minutos más. Y tú arregladita. Y diez minutos. Te llega mensaje de voz.
"-Hostia, Alice. No puedo ir. Es una putada. Lo siento, honey. Quieren que esté allí toda la puta tarde. Tía, te lo compensaré. Mañana vamos a comer mexicano. Chile, tacos y birras. Y te vienes a casa. Al piso de la ciudad. No me odies mucho. Amo tu coño."
Pues vaya. Quizás le insistes, su respuesta es que no puede. En el fondo tampoco te extraña que la tía vaya de ese palo. Te imaginas que la sorpresa y cambios de planes son el día al día de Frisbee.
Buah. A descansar. Aquí o en la pensión que tampoco tal vez es plan de salir vestida así con Brenda y sus amigos.
La avisas de que vas con ella.
Vaya asco. O lo mismo te va bien un ambiente diferente. En fin.
Te quedas con strap on y sin novia.

Su plan se esfuma como cuando un tazón se rompe en la cocina. Que desastre...ag...

Alice, algo enfadada o más bien, frustrada...o ambas cosas, abandona el hostal y ya se imagina que la recepcionista se imagina la historia. Lo que se reiría luego la chica con sus compañeras de trabajado. Era natural.

Le responde a Frisbee con un escueto "no pasa nada." y se va de vuelta a la pensión, definitivamente no iba a ir de puton verbenero con Brenda y sus amigos. Mejor sería no pensar en sexo...con un strap-on en el bolso... alucinante, sencillamente alucinante.

En la pensión se cambia de ropa y sale al balcón a fumar un cigarro si le da tiempo. Y si no también...necesitaba combatir su enfado de alguna manera.

Es frustrante. Imaginabas mil maneras de usar el strap on, mil posturas, mil...Nada de nada. No es que tú no lo hubieses hecho alguna vez, pero aun así te mosqueas, es inevitable. Te consuela pensar que seguro que a Frisbee le sucede lo mismo, la prueba es el contenido de alto voltaje de sus mensajes. 
Así también descansa tu entrepierna. Y mañana, si se confirma, con más ganas. 
Fumas. 
Fumas.
Lees mensajes. Un par de Michelle. Ha llegado bien. Te pregunta qué tal el día.
Fumas.
Fumas.
Mensaje de Frisbee, no te mosquees, honey. Mañana te dejo que me tortees la cara. 
Fumas.
Fumas.
Intentas no pensar en nada, observando el tráfico y la vida urbanita. Atardece, cenáis una tontería y os marcháis, Brenda lleva una faldita por encima de las rodillas, una camiseta sin mangas y un bonito collar con media lunas engarzadas; la ves monina.  
¿Y tú? ¿Te has calmado o, al contrario, más te bulle la sangre? ¿Te sientes cazadora o Girl Scout?  ¿Ángel o demonio?

Pasa el rato y entre cambiarse y elegir la ropa para la noche...contestar los mensajes de Michelle y fumar...el enojo se le va pasando. Aún tiene ganas, no ya de follar...de todo lo demás. Pero empieza a pensar que tal vez sea mejor así. Tal vez sea una señal de que no era el momento. Tal vez...no debería correr tanto.

Escribe para Michelle:

Hola! Todo bien, sin novedades en el frente. Lo cierto es que hice un plan pero se chafó todo...pero no pasa nada, casi mejor en realidad. ¿Qué tal el vuelo? Voy a salir un poco con Brenda y sus amigos, si son como ella voy a estar más a salvo que entre monjas de clausura jaja

Enviar. Es una tontería pero le ha sacado una sonrisa. Vuelve a mirar su ropa...al final elige una camisa holgada de color mostaza y unos jeans muy ajustados. Unos botines "todoterreno" ya que no sabía que clase de fiesta le gustaba a los amigos de Brenda y...bueno en general un look muy casual que no desentonara ni destacara en ningún sitio. Nunca se sabía.

Luego responde a Frisbee, se había prometido no responderle enfadada. Y ahora ya no lo estaba.

Freeena chica malota que te embalas ;-) No pasa nada estas cosas pasan. No se que planes tendré mañana pero con lo que sea yo te escribo, me encanta el plan de ir a comer. Me gustaría conocerte, Frisbee. Y que me conocieras. Y no, no voy a darte un tortazo... ;-) 

porque quiero que me lo des tu... piensa pero no lo escribe. Se ríe y niega con la cabeza. Enviar.

Todo listo...de fiesta. Ya se vería que deparaba la noche. 

Metes a Brenda en un taxi. La chica se emociona un poco, habla bastante, contempla el tráfico, realmente es una cría ingenua.

"Quiero conocer a Brenda. Le daré un premio por cuidar así de ti. No te despegues de ella, gatita"

La quedada primero es en un pub tranquilo, para tomar algo, charlar, música chill out. Sus amigos os saludan desde una mesa, entre risas, curiosidad, divertidos. Le hacen mil preguntas sobre ti y a ti misma. Pero de buen rollo. 
Ya la primera impresión que tienes es que sí, que son más o menos como tu amiga.

Carlota

Jenny

Mia

John

Lukas

Alice sonrie y charla con todos animada, responde a las preguntas mientras que no sean demasiado invasivas. Desde luego todos desprenden la misma energía que Brenda y eso la hace relajarse. Parecen buenos chicos, de los que salen y beben pero mantienen el juicio. Sin duda harían sus locuras pero...no eran Frisbee.

-Vaya pandilla ¿a qué os dedicáis? ¿qué tomáis? dejad que invite a una ronda de cervezas para todos, ¿alguien no quiere?- se ofrece, va haciendo las preguntas a medida que surge en la conversación, sin agobiar, todos son bastante guapos pero no detecta en ellos nada que le haga..."saltar" y casi que mejor así. Aunque tal vez era un poco pronto.

Son majetes. Carlota es la más chistosa, farmaceútica. Jenny estudia idiomas, es la que parece tener la cabeza más amueblada. Mia es algo seria, reservada, trabaja en una cafetería. John es el típico nerd, con su tablet que no suelta, sus historias de internet, sus frikadas. Y Lukas es peluquero, del estilo de Carlota, el más extrovertido y estrafalario, descubres sus miradas que te echa de vez en cuando, aparta la vista cuando se cruza con la tuya.

Solo beben cerveza Mia y Carlota, y tú, los demás, refrescos. Pagas al menos una ronda, el ambiente es sano, las conversaciones giran en torno a series, comics, temas banales y a veces también más serios, la política, las injusticias del mundo, el paro entre los jóvenes, en ocasiones sobre chicos o chicas. No te hacen preguntas invasivas, te fijas en que se llevan bien, se quieren, y cómo miman en particular a Brenda.

Después vais caminando a la disco, que está al lado, a diez minutos. Ya hay gente, pero no la cantidad que se reune a la madrugada, te comentan que ellos van al poco de abrir, se quedan un par de horas y regresan temprano a casa. Lo cierto es que al poco de entrar, ya se van los cincos a la pista y tiran de ti. Y allí a bailar, a moverse, a gritar. Lukas es quien mejor lo hace, junto con Mia. Se divierten, ríen.

Y tú entre ellos.

Te das cuenta de que Lukas prueba acercarse y bailar contigo. Todo lo que tiene de extrovertido lo pierde al parecer con las chicas.

No le sorprende en absoluto que varios de esos chicos no beban...era como salir de fiesta con un grupo de ajedrez del instituto. Con todo lo bueno y lo malo que eso suponía. ¿Lo bueno? Que Alice se encontraba bastante relajada y le gustaba la conversación, algunas risas, inocentes comentarios...¿Lo malo? Que aburrimiento...normal que se retirasen pronto a dormir... Pero bueno tal vez esto fuera mejor que el desfase con Frisbee....¿No? Ni ella misma lo tenía muy claro.

Llegan a la disco, pronto...que raro, era extraño ver un local de estos tan vacío 

Es la hora de los niños... Piensa y se ríe para sí misma. Pide una copa,espera no tener que enseñar el carnet. Vuelve a la pista y se divierte bailando y haciendo el tonto con los chicos. Entonces ve que Lukas...ay Lukas...Alice juega en otra liga... Da unos bailecitos con él, pero de risas, no quiere despreciarle, es un chico mono y majo...pero Alice piensa que no es...no es precisamente un sombrerero loco.

Entre canción y canción, Alice vuelve con Brenda y hace un pequeño aparte con ella.

-Oye Brenda...Creo que Lukas quiere algo conmigo. -​​​​​​-le dice esperando su reacción- yo no quiero que se enfade contigo ni conmigo pero...creo que no me va.

Lukas no te va. Estás en otra liga. Es eso, o tienes demasiadas historias. O no quieres hacerlo daño, físico o emocional. Es majo, pero no tu rollo. Él intenta el flirteo, se mueve bien en la pista, te coge de la cintura, le ofreces un baile, que no pasa nada. Pero hasta ahí, si el chico es listo, dejará de probar suerte. O bien quizá insista, lo mismo te convence.

Lukas sigue con sus amigos, con John que su manera de danzar es muy rara, desacompasada, la música por un lado, él por otro. Carlota se acopla a Brenda  y a ti, pero no encima, te deja hablar. Mientras, la disco se va llenando de noctámbulos.

-No…no se va a enfadar con nadie. Lukas es muy alegre y nunca se desanima. Si tú estás muy bien, es normal que quiera algo, ¿no? ¿Se lo digo? No se va a enfadar, tranki. -responde toda convencida Brenda. Y ves como baila bastante decente hacia él. Tú miras un poco por ahí, tu instinto de cazadora no se ha quedado en casa, a ver si pillas hombre o mujer interesante, o pasar un rato divertido con Brenda y amigos sin más.

-Me gustaría bailar contigo, ¿quieres? -es una voz femenina suavísima como la seda, a tu lado la que te hace la proposición. Tus caderas giran y enfocas a la chica.

Te entra por los ojos al instante. Es un caramelo. Solo mirarla captas su dulzura. Es miel. Otra chica…está claro que últimamente son las tías las que te ponen…Te observa entre descaro e inocencia en su mirada aguda.

¿Juega en tu liga? Solo hay una forma de saberlo ¿O pasas, lo mismo que con Lukas?

La morena se gira de golpe y su cabello se ondula enérgicamente en la otra dirección. Está muy sorprendida por la entrada de la chica, Alice la examina de arriba abajo, incrédula. Sonríe va, porqué no ¿que podría ser lo peor?

-Venga, si me lo pides así...- sonríe amable y divertida, lanza una miradita de disculpa a Brenda y le guiña un ojo- luego hablamos ¿vale? Avisame si os vais.- aún no estaba claro si esa chica le iba a dar para algo más que un baile.

Le da un último trago a su copa para acabarla y se levanta para ir con la rubita mona, le parecía tan...dulce que su propuesta tan directa la había descolocado, por eso había aceptado.

Brenda asiente y sonríe -Descuida. Por aquí estamos hasta agotar a Carlota.
Acompañas a la rubita y ella te coge de la mano, muy firme, como si nada. En la pista compruebas que baila más que bien. Tiene un cuerpo de vértigo, el ritmo de la música serpentea en sus miembros. Y tú, observadora, no se te pasa que está bailando para TI.

Es callada, su boca no sonríe, sus ojos penetrantes que no se apartan de los tuyos, sí lo hacen con una sonrisa sugestiva y cautivadora. También, quizá, caes en la cuenta que, de seis en tu grupo, Caramelo te ha propuesto el baile solo a ti. 
Y empiezas a pensar que la chica monina de aspecto dulce, dócil y tierno,  es una cazadora. De un tipo distinto al que acostumbras. 
Y que está valorando si tú juegas en su liga.

Su sorpresa no hace más que aumentar con las formas de la chica...es directa, es sensual...sabe lo que quiere y va a por ello. Es un oxímoron...la dulce cazadora, la peligrosa flor...algo en Alice empieza a removerse inquieto. ¿Ya había caído en sus redes? Tal vez pero...quizás fuera agradable ser cazada.

No se queda atrás con el baile, la rubita se mueve bien pero ella ha sido animadora y le sigue el ritmo sin despegar la mirada de la de ella dejándose devorar por ella; donde "caramelo" se muestra agresiva echándose sobre ella, Alice mantiene el tipo y la recibe dejando que sus cuerpos se apeguen con el contacto que ella quisiera... responde a sus movimientos como si estuvieran conversando, se deja llevar por ella, pero al mismo tiempo se exhibe y contonea...es un toma y daca.

Eres incansable. Y Caramelo también. Una canción tras otra, y otra, juntitas pero sin tocarse apenas, ella te esquiva lo justo, tú dejas que se pegue, la rubita se queda a un suspiro de tu aliento, a un centímetro de tu cuerpo. 
Lukas intenta colarse entre ambas, cesa en su empeño, y se aparta a otro rollo. Mia os sigue aunque después de un par de temas ve que es cosa de dos. La rubita mantiene esa sonrisa neutra en sus labios, y en los ojos la intensidad del principio. Tú le aguantas mirada y tipo. 
Estáis sudorosas, la respiración entrecortada, cuando suena un lento. Ahora la jovencita da un paso frente a ti, muy cerquita. 
-¿Te gustaría bailar el lento conmigo? -te pregunta con su voz de terciopelo.

-¿También bailas lento? Eres una caja de sorpresas...¿Que más secretos guardas?- pregunta con cierta sonrisa curiosa.

No se retira ante su acercamiento, no pierde de vista sus ojos pero ahora tampoco sus labios. Alice también sabe cómo moverse en ese terreno...al menos en el de los bailes lentos. Debía reconocer que jugar a dejarse cazar con todas sensaciones ardientes que bullían en su interior era...algo nuevo y extraño pero excitante a su manera.

-¿Cómo te llamas?

-Descúbrelos.-responde sin inmutarse a tu pregunta sobre los secretos mirándote sin esconder su desafío.
-Bailemos- Es su contestación cuando quieres saber su nombre.
Alzando la cabeza, es un palmo más bajita que tú, no tarda en colgarse de tu cuello, apoyando la mejilla en el hueco de tu hombro, uniendo su delicioso cuerpo al tuyo, acurrucándose en ti. Su cintura es tuya, la abrazas y te mueves con ella en suave armonía y sutil cadencia.
Te parece haber bailado con la rubita desde siempre. Se pega a ti como si fuese "tu chica". Es una mujer enigmática, insospechada en esta tranquila noche de amiguis.