Partida Rol por web

Brenda se quedó muy sorprendida y asombrada por tu reacción, por ese abrazo tan fuerte, tan lleno de cariño, tan sentido. No sabe ni qué decir, opta por estrecharte entre sus brazos. 

-Sí,sí...no...nunca más...Yo, lo siento, Alice...Pero tú...no es necesario que...-enmudece por la emoción y las lágrimas se vuelcan desde sus ojos igual que un cuenco a rebosar de agua. Y así se os pasan los segundos, en ese estrecho abrazo cuajado de auténticos sentimientos de amistad y ternura.

Amistad. Consuelo. Quizá agradecimiento egoísta de que no le sucediera nada y te sintieras culpable por ello. Al final la liberas, la risa de ambas ocupa el lugar del llanto anterior. Brenda te da un beso en la mejilla, otro abrazo, esta vez rápido y muy fuerte. -Gracias, Alice -dice, con un hilo de voz.

Se sorbe la nariz, y se enjuaga las lágrimas con un clínex. -He preparado un bizcocho, sencillo. Con nueces y yogurt de limón. ¿Quieres un trozo? ¡Y café, claro!

Termina el abrazo y ambas están un poco emocionadas, Brenda más o más ostentosamente, Alice le dedica una sonrisa y los ojos se le han empañado un poco.

-Vale vale ...va vamos a dejarnos de lagrimitas. Esto ha traído algo bueno ¿Sabes? Ahora Rose me habla normal jajaja- dice tras comprobar que la dueña no estaba cerca.

Bizcocho de yogur y café, justo la combinación de energía que necesitaba para arreglar los asuntos pendientes que debía atender antes de irse con Frisbee. Tras desayunar, Alice la da otro beso en la mejilla a Brenda y sube a su habitación. 

Cierra la puerta tras de sí y se sitúa en su balcón para encender un cigarro y empieza por llamar a Lindsey*.

El momento emotivo pasa. El café y el bizcocho ocupan su lugar. Una conversación más calma, más trivial. Ninguna habla de la tatuadora, ni de la experiencia de Brenda con Frisbee ni de lo que piensa hacer. La chiquita evita tus ojos, no se decide a empezar esa charla. Para otro día, te dices. O casi que no quieres saberlo. Conoces a Frisbee...Ayer estaba acaramelada contigo, intenta dejar la coca, te ha preparado esa sorpresa...Tú estas colgada por ella pero seguramente al revés también. Con todo, eso, que la conoces, y no te extrañaría nada que se siga follando a las dos nenas...

Tu cigarrillo y Sey. Se lo cuentas, se alegra y te felicita, coincide con lo que le ha explicado Alan. 

-Le has impactado. A mí también, por lo que me decís los dos. Una cosa, no le tengas mucho tiempo en ascuas, me dijo lo de su petición. Alan es un joven tranquilo, paciente, no te va a insistir, pero está nervioso. -pausa- Comprendo que no es fácil para ti, en particular si tampoco es el tipo de sumiso que quieres, pero...no lo veo mal. Decide tú igualmente, o dile que quieres otra sesión, a ver, ¿qué te parece?

-A ver...me gusta, creo que tiene potencial, de verdad. He visto más cosas en él de lo que pensé que vería pero...-hace una pausa y se sienta en la silla, da una calada. La suelta- El problema no es él...soy yo, Sey. ¿Tu crees que con todo lo que tengo encima...? No se qué significa realmente ser Ama de alguien a tiempo completo...

-No es a tiemplo completo, mujer. Solo para las sesiones, es decir, que él solo te quiere a ti de Ama. Y no en plan esclavo, tampoco. 

Se quedó pensativa unos instantes. -Puede que tengas razón. Mucha presión para ti. Se lo explicaré, le diré que con calma, que vayamos viendo. Tú también habla con él, no se piense que no quieres comentárselo. Cuando se lo digas me das un toque y yo refuerzo la idea.

Escuchabas tráfico y voces, Sey iba caminando por la calle. -Así vas adquiriendo experiencia. La semana próxima puedo quedar el miércoles, si Alan también, vamos los tres, como el otro día, ¿qué te parece?

-Si, si...creo que le di mi número, no lo recuerdo muy bien, pero si no es así, dáselo y hablaré con él. Tampoco quiero que se lo tome como un rechazo, no es así, sólo que necesito tiempo.- comenta más tranquila de que Lindsey haya visto las cosas desde su perspectiva y que no le parezca extraño su punto de vista.- Me gustó mucho verle mostrar iniciativa, la verdad y...bueno el final fue increíble, no sabía si se iba a tomar mal la negativa en plan...mal de mal ¿sabes? Pero no y me impresionó mucho. Estamos conectando bastante, no se si totalmente pero...por cierto ¿sabes que está...como saliendo con un chico? Ah y si, el miercoles, vale, cambiamos de día, vale, hablo con Michelle y se lo comento, no creo que haya problema pero vamos que el lunes te confirmo ¿te parece?

Al otro lado de la línea, Lindsey niega -No, ni idea de que tuviese un rollo. Bien por él, ¿no? ...Sí, a ver, el jueves lo tengo reservado para ti, pero otra vez tengo lío, lo siento, me han venido así las cosas, y no quiero dejarte colgada una semana más. Será la última, confía....De acuerdo, el lunes confirmas. Le digo a Alan que te llame. ¿No te dio su número? 

Hay ruido, se va unos segundos la cobertura, regresa.- ...y eso, vamos hablando. A ver, si quieres conocer a alguien más y probar más cosas, ya te hablé de aquella chica. No se, seguiría con Alan a ver cómo evoluciona. Pero si quieres más experiencias, dime. Venga, tía, un beso.

-No se si me lo ha dado, he estado con la cabeza a mil cosas últimamente e igual me lo dio pero no lo apunté...soy un poco desastre, pero no se lo digas a mi jefa.- se ríe con la pequeña broma. Se va la cobertura y Alice espera, cuando regresa se ha perdido algo de conversación pero seguro que no es nada importante.

-Vale si, lo pensaré vamos hablando, seguro que sigo con Alan y a ver que pasa y luego otras personas...pues ya lo iremos viendo. Ya ves que mi vida es un poco caótica últimamente. Venga te dejo, chao.

Fin de la llamada, ha ido bien, Lindsey es muy maja...por teléfono. A veces no conseguía quitarse de la cabeza lo fría que era y los "desplantes" que le hacía en persona, su mecanismo de defensa. La ponía nerviosa aunque se esforzaba en no juzgarla.

Bueno ahora quería llamar a Michelle, pero primero le mandaría un mensaje a ver si podía hablar ahora. Esa mujer era impredecible, lo mismo estaba en un avión que en un spa. Mientras espera la respuesta y no...se queda mirando el contacto del tipo que le dio Lindsey...es de la cera...el amo misterioso. La idea de sexo duro con un desconocido la atraía tanto como la asustaba, volvió a sentirse como cuando estaba conociendo a Frisbee. El peligro y la angustia de estar haciendo algo "malo" la sobreexcitaban demasiado. Sabe que llamará...que concertará una cita. La única duda es...¿cuándo?

Tu jefa te devuelve el mensaje con una llamada al cuarto de hora. Te pregunta qué tal y si te vas a retrasar. Está en su despacho, es decir, su apartamento, y te espera. Es viernes. No tiene previsto salir a ninguna entrevista, eso ya lo sabes, que para algo manejas su agenda también. Más o menos. Pero si tienes algún lío o historia, puedes trabajar hoy desde la pensión.

Ay joder ¡el trabajo! ¿Donde coño tienes la cabeza Alice?

-Emm, perdona Michelle, había olvidado en qué día vivía, ayer pasó una cosa en la pensión y me quedé descolocada. ¿Te importa si voy para allá?- dice mientras empieza a recoger precipitadamente sus cosas del trabajo, papeles, portátil.- Así si quieres te cuento mientras hacemos algún descanso.- tenía ganas de verla, era la realidad, no por el sexo ni nada. Recordó lo de anoche, la ola de sentimientos confusos... recordó que le hubiera gustado estar con ella en ese momento. No sabía qué iba a decirle, igual todo, igual nada, pero tenía ganas de verla 

La rubia presiente tu apuro, no te pregunta qué sucedió. Te conoce y ya comprende que seguramente necesitas hablar. -Ya tardas- responde, algo burlona. 

Recoges, compruebas tu móvil, mensajes, pub, bla,bla, bla. Mensaje cortito de Alan. "Llámame, Alice. Cuado puedas...Ama. Este es mi número. Un besito." Aviso del banco, nueva transferencia. Un pastón. 

Taxi y para el trabajo. Estás nerviosa. Emociones confusas acerca de las dos mujeres. Ya no es sexo. No solo sexo. Te gustan las dos…¿Te estás enamorando de ambas? Y qué de malo habría en eso…Michelle acepta esta situación. Y Frisbee...la está aceptando...o admitiéndola… o acostumbrándose…¿Pero resultaría contraproducente decirlo en voz alta? Y si te equivocas. Y si mejor dejas las cosas así, que el tiempo transcurra, que vuele a tu lado y ya está.

Sin forzar.

Bueno, quieres verla. Y trabajar. Ya verás qué le cuentas, y cuánto maquillas.

Llegas a su casa, un abrazo afectuoso, un beso en la mejilla, un roce de labios. Su sonrisa. 

-Pasa. Te preparo un café. -también hay ilusión brillando en sus bonitos ojos flanqueados de arrugas. Aunque eso es normal, es lo de todos los días. 

Cuantisimo la conocía Michelle, casi la conocía más que ella misma. Y al contrario que Frisbee...ella nunca la juzgaba ni le recriminaba nada. Bueno eso tampoco era justo, con Frisbee pasaban cosas que subían la tensión y era inevitable que eso acabara en alguna pelea pero....con Michelle no había habido nada de eso. Había habido debates, había llorado con ella...pero nunca se habían dicho cosas feas...¿Significaba algo esto? Seguro que si pero Alice desconocía el qué.

La sonrisa de la rubia provoca la suya y le devuelve el abrazo, el beso...el roce. Se entendían, era hora de trabajar pero no por eso iban a negar que se alegraban de verse.

-Café, claro, me encantaría.- alza la mano y muestra una bolsa de panadería que había comprado por el camino- ¿Cruassant? Hay de mantequilla y también de chocolate, aún están calientes.- anuncia con una sonrisa mientras entra y posa el envase de papel en la encimera de la cocina.

Cocina. Café. Croissants. Alice. Michelle. Ganas. Un poco. Lo habitual. Pero hay trabajo. Y conversación. Y hoy la ves de jefa y amiga. Os toca el lunes y martes, ¿no? qué planificado.

-De mantequilla. ¿Sabes? Me he engordado casi dos kilos en este último mes. Igual me está cambiado el metabolismo. A pesar de salir a correr y el gimnasio. -No parece muy preocupada. Tú te la miras, ¿dónde se habrán metido esos kilos? Repartidos, porque aparentemente la ves igual. -A ti te veo igual que el primer día. Cuerpo de vértigo. Será que follas mucho -se permite una broma descarada contigo.

Coloca las pastas en una bandeja junto a los cafés, y a la terraza, que el día está genial de lo bueno que hace. - Un ratito y a trabajar que tenemos algo de lío. -levanta la vista, sus astutos ojos enfocan tu inteligente mirada. Aguardando novedades. 

-Entonces tendré que ayudarte a bajar esos kilos...si tanto te preocupan.-le devuelve la broma descarada- Aunque yo te veo divina como siempre, será que la felicidad y la suerte que dices que te traigo te pesan. O tal vez sea la pasta que ganas jaja- hay confianza, se ríe mientras coloca su maletín de trabajo sobre la mesa para luego, ahora sale a la terraza para disfrutar de unos minutos de charla...que falta le hacían. 

Lo que pasa es que ahora que estaba frente a Michelle...no sabía por dónde empezar. Asi que decide hacerlo y ya irá ordenando la historia sobre la marcha.

-Es...por Frisbee.- empieza, dubitativa, sin saber si la rubia se tomaría bien la enésima historia de su otra relación...¿hasta cuando aguantaría?- El otro fin de semana...salimos con Brenda y sus amigos y...bueno Carlota, una de las amigas de Brenda se fijó en ella. No le di importancia, claro, esta muy buena, entiendo que se fijen en ella. Pero Frisbee le correspondió, ligó con ella y tuve que echar el freno esa noche.- resume, pensando si ya le había contado esto a Michelle o no. Estaba casi segura de que no- No me pareció bien por la diferencia de...energía. Y además Carlota había tomado muchas cervezas y...no era el día no. Pensé que se le pasaría, a Carlota, ¿sabes? pero no. Fue al estudio la...¿semana pasada? No lo recuerdo muy bien...y bueno, se acostaron. Y entonces pensé...que bueno que eran mayorcitas y que si Carlota había querido ya sin alcohol de por medio...pues que yo no tenía derecho a juzgarlo.- toma un sorbo de café y un trozo de cruassan, pensativa, reordenando las ideas en su cabeza.

-Pero...la cosa se complicó...con Brenda.- suspira- ¿Recuerdas que te conté que había venido a pedirme...sexo? Pues...ya te dije que creía haberla convencido y calmado...pero no...no fue así. Y ayer...ayer Rose me llamó, que Brenda se había ido tras mandarla a la mierda, diciendo que se iba a follar o no se qué...No cogía el teléfono...Me preocupé muchísimo y...bueno...-el rubor tiñe sus mejillas, como si le diera un poco de vergüenza haber malpensado y haber tenido razón- Frisbee tampoco lo cogía...-lo deja ahí en el aire...evidenciando lo que había pasado pero esperando a que Michelle dijera algo.

La expresión de Michelle fue de calmada atención, mirándote comprensiva. Parecía que fuese tu confesora o tu psicóloga. Pero era tu amiga, y para eso están las amigas. Algo más que amiga y con la experiencia de la vida.

Aunque sí que notas ¿una apenas visible mueca de disgusto en sus labios al mencionar a Frisbee? No estás segura. Sus ojos siguen serenos.

Te escucha, con su café y su croissant. Hasta que haces esa pausa más larga, dejando en el aire lo sucedido.

-Alice, te ofrezco mi tiempo. Tiempo de verdad. Por las razones que ambas sabemos. -te sonríe, su mano descansa en tu antebrazo.- Me interesa tu vida. Me interesas tú…Bueno, qué más da. -Al final no te dice lo que le ronda en la cabeza.

-Ya veo el final de la historia. Intuyo que el tema de Brenda sí que te ha afectado, no como el de Carlota. ¿Quieres que te de mi opinión o la razón? Tú haces lo que quieres, ella también. No tuvo escrúpulos en acostarse con las dos chicas. Frisbee no los tiene, Alice. Y menos si tú...follas conmigo. 

Bebe un sorbo de café- Si le surgiera la oportunidad, también se acostaría conmigo.-añade, sin inquietarse-Es morboso, desde luego, pero ni se te ocurra pensar que se frenaría. No puedes juzgarla. ¿Piensas que actuó mal? Ella no tiene esos problemas morales. ¿Quieres que esto no suceda? Entrégate a Frisbee. Será solo para ti, entonces. Y tú de ella. 

Alice suspira, se siente bien su mano en su brazo, es reconfortante...es más que reconfortante. Es un afecto tan sincero, tan puro...Alice casi sentía que no se lo merecía. La escucha en silencio, serena, atenta, toma un sorbo de café...aunque casi se atraganta cuando llega a la parte de ella follando con Frisbee. Pero terminó de atenderla, volviendo a dejar la taza en su sitio y limpiándose los labios con la servilleta, despacio, pensativa.

-No es...no es una cuestión de celos. Eso lo tengo claro, me...me da igual con quien se acueste, tiene el mismo derecho que yo pero...es que no me gusta que lo hiciera con Carlota y con Brenda y...Si.- afirma despacio.- Es una cuestión de moralidad...una que yo tengo y ella...ella no. Ella frena si yo se lo pido...pero no entiende el motivo, joder...ni siquiera sé si yo lo entiendo.- bufa, enfadada consigo misma.

-No quiero eso. No voy a ser su pareja en exclusiva porque...porque no quiero. No se si algún día querré, ayer estaba tan enfadada con ella que...que...lo habría mandado todo a la mierda.-¿de verdad? bueno, si, durante uno o dos instantes, lo pensó...pero de pensarlo a hacerlo...iba mucho trecho.- Y además...es lo que te digo...no sirve porque ella es de una manera que...se frenaría por mi, por no ponerme los cuernos pero...no porque considere que tirarse a chicas que obviamente juegan en otra liga esté mal. ¿Tú no crees que esté mal? ¿Soy yo la loca?

No es fácil para la rubia aconsejarte. Si solo fuera tu jefa o tu amiga, vale, sin embargo es mucho más que eso. Y, sobre todo, es paciente, cercana, cómplice. Y asertiva. No te dice lo que quieres oír.

-La aceptas como es, o la intentas cambiar. Pero no te quejes. Se consecuente con tus actos y decisiones, nadie te sacará las castañas del fuego.

De hecho, no le has contado todavía que quiere dejar la coca. Y lo que se preocupa por ti, y su regalo. No tienes que hacerlo, claro. 

Michelle se pone en pie, reflexiona, dando una vuelta alrededor de la mesa y por la gran terraza.- Juegan en otra liga...Vamos a ver…¿en qué liga juego yo? ¿En cuál juegas tú? No seas arrogante. -te mira intensamente, con afecto- No se si está bien o no. No se si esta situación es buena o mala. Creo que ni lo uno ni lo otro. Me genera dudas su alcance en mis emociones y equilibrio personal, Alice.

Te da la impresión de que vienen curvas...

Alice se iba a lanzar a responder tras que le dijera que no fuera arrogante, ya tenía la sonrisa dibujada en el rostro para responderle. Y luego si, luego iba a contarle las cosas buenas de Frisbee pero...pero aquellas últimas palabras de Michelle y la morena se deja caer hacia atrás en su asiento, la sigue con la mirada, perpleja.

-Que Frisbee te provoca...¿Dudas? No...no lo entiendo.- empieza a decir, despacio, pensativa- Michelle yo no quiero que mis problemas te afecten...- se levanta acude a su lado para ponerle ambas manos en los hombros.- ¿Qué es lo que intentas decir?

Michelle acepta tus manos en sus hombros, ella muestra una sonrisa tibia, te acaricia el pelo. -No, Frisbee no. Nuestra situación en general. Nuestro...romance...tu relación con ella...el bdsm...Todo el conjunto. Sabes que soy tolerante, que acepto tu vida, no porque quiera estar contigo, como le sucede a ella, sino simplemente que no juzgo tu vida. Que sí, que quiero lo nuestro, por supuesto, no pongas esos ojos.

Te arregla el peinado, se mueve detrás de ti, comienza a hacerte una pequeña trenza- Alice -y ese tono te recuerda a tu madre cuando te suelta un sermón- , no quiero que me cuentes nada más sobre tu relación con Frisbee. Solo si es algo ya extremadamente...como te diría, que rompe con tus esquemas o te deja fuera de juego y necesitas decírmelo.

Te da un beso en la cabeza- No te enfades conmigo, por favor. Me afectan tus problemas, sí, no puede ser de otra manera. Yo...te tengo cariño...te quiero en cierta forma...Me importas muchísimo. -sigue con la trenza en su pausa-. Estás coladísima por esa chica. Deberías ver el brillo de tus ojos cuando pronuncias su nombre. Y, por si no te has dado cuenta, es...es mi rival, de cierta manera.

Se muerde los labios- No puedo ser ya solo la amiga a la que le cuentas tus tribulaciones. Tus cosas normales, vale, pero...me supera, Alice. Lo que siento hacia ti me inclina a una visión partidista y te daría consejos erróneos o para beneficio propio.

Yo creo...pienso que tienes que desatar lo que llevas dentro...No se en qué ámbito o situación, pero algo te oprime y te reprime. Tal vez quieres ser más como ella y no pensar en las consecuencias y a la vez consideras que eso no es bueno, sin embargo la Alice dentro de ti se retuerce entre sus cadenas.

Detiene sus palabas y su peinado- Me puedo equivocar. Y ojalá que me equivoque. Vas camino de alcanzar tu equilibrio, esto lo creo de verás. Pero...no se...es confuso. No quiero liarte.

La morena deja que Michelle hable hasta el final, se calla sus comentarios y escucha. Se da cuenta de que la rubia tiene razón...esto es tremendamente injusto para ella...los sentimientos son...son los que son y no pueden ocultarlos por más tiempo. Y claro que el que la persona por la que sientes afecto venga a contarte cosas de su otra relación...claro que duele. Que estúpida había sido Alice, claro que se daba cuenta...

Suspira y se da la vuelta, tomando las manos de Michelle entre las suyas. Las besa y vuelve a mirarla con ojos de disculpa.

-No podría enfadarme contigo por nada. Y menos por esto. He sido una desconsiderada contigo y no te lo mereces. Lo lamento. Claro que te duele, no puedo pretender que tú ni...nadie tenga la misma moralidad que yo. Es injusto totalmente. - reflexiona y se acerca un poco para posar un beso pequeño y tierno, superficial, en los labios de Michelle.

-Todo está bien, no hay nada que deba preocuparte de mi relación con ella. - miente, claro, no le ha dicho que está dejando la coca, no quiere que piense que eso le da más posibilidades en esta "rivalidad". Y tampoco le dice lo del casi accidente de moto...eso sería darle más material para preocuparse. Mejor nada.

Sigue conteniendo sus manos cálidamente entre las suyas. Algo le ronda la cabeza, Michelle puede verlo en sus ojos.

-Una cosa más...no tiene que ver con ella, de verdad no es por eso.- asegura apresuradamente- Es otra cosa...yo...bueno tú ya sabes que mi familia vive lejos y...que a efectos...bueno que estoy sola aquí en ese sentido y que...¿Puedo ponerte como...mi contacto de emergencia? Ya sabes...no tiene porqué pasar nada ni quiero que pienses que...bueno es una tontería da igual.

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