Partida Rol por web

Sumida en la oscuridad

Capítulo 1. -Reina la calma

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08/07/2013, 19:58
Alec Lawrence

La cara de Rebecca cambió de una sonrisa encantadora a una mirada un tanto extrañada por tu reacción posesiva sobre Aiden pero la cosa quedó ahí pues la tranquila conversación se convirtió en un batiburrillo de mini conversaciones dónde todos los presentes contaron sus respectivas vacaciones: Los chicos en un campamento de fútbol americano, Elisabeth en Nueva York visitando a su familia y Sandy colaborando con el periódico del pueblo haciendo reportajes para el suplemento dominical.

Las puertas se abrieron y pareció que todo el mundo se había quedado petrificado al ver el hombre que estaba en la puerta observándoos. Vestía un moderno traje de rayas con una camisa verde a juego con sus ojos y una corbata extravagante de colores estrafalarios. -¡Buenas a todos! ¿Los de último curso verdad? Soy Alec Lawrence, vuestro nuevo profesor de historia. Hasta que me instale no empezaremos las clases en si, pero he pensado que podríamos aprovechar estar horas libres para conocernos mejor. ¿Qué os parece? -su mirada fue de un lado a otro, quedándose con vuestras caras mientras iba a la barra y se pedía un té. En el momento en que su mirada esmeralda se conectó con la tuya sentiste algo en tu interior, como un tirón en tu abdomen. Una sensación muy parecida a la que sentías cuando estabas con Aiden.

 Por raro que esto pudiera parecerte

 

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13/07/2013, 22:50
Roxanne Beckett

Los veranos de la gente habían sido de lo más esperado. Incluso lo era el de la maldita Rebecca y su 'espectacular' campamento de modelos. Aun así, me encargué de mostrar mi mejor cara al escuchar todas y cada una de las historias.

Todo pintaba que iba a ser un año de lo más rutinario, hasta que llegó él. La cafetería se quedó tan silenciosa que podía sentir el latir de mi corazón, a punto de desbocarse. Fruncí el ceño molesta ante mi reacción. - ¿Pero qué narices te pasa, Roxanne?

Por suerte, la sorpresa de todos los presentes y que nadie pudiese quitarle los ojos de encima permitió disimular mi perplejidad y mi desmesurado acaloramiento. No sabía qué me gustaba más. Su porte, sus ojos, sus facciones, su cuerpo....con esos fibrosos músculos que podían intuirse con tan solo un ligero movimiento...

Su pregunta me devolvió (un poco) a la realidad. Al ver que nadie respondía, avancé a primera línea mostrando una seguridad inexistente, que estuvo a punto de derrumbarse cuando mis ojos conectaron con su penetrante mirada. Por suerte, llevaba años de entrenamiento y era una experta en ello.

- Por supuesto, profesor. Estaremos encantados de poder conocerle... a fondo. - contesté haciendo especial hincapié en las últimas palabras, acompañando la intención con una de mis mejores sonrisas.

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14/07/2013, 00:19
Alec Lawrence

La sonrisa que se dibujó en su rostro (y que parecía esgrimida sólo para ti) hicieron que tu pulso se acelerara aún más. Notaste como tu respiración se agitaba y cómo en tu interior algo se estremecía. Incluso notaste como parte de ti se humedecía. -Estaré encantado de ello, al igual que de conoceros a vosotros. ¿Tu nombre es? -preguntó interesado por saberlo ya que habías sido la primera en acercarse. -Adelante, no os cortéis. Preguntad lo que queráis. 

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14/07/2013, 00:24
Roxanne Beckett

- Puede ser un poco peligroso exponerse tanto profesor... - comenté poniendo una de mis sonrisas más inocentes, que tardó poco en derivar en una más pervesa acorde con mis ojos desafiantes. ¿Quería jugar? Había llegado al sitio indicado.

Adelanté mi posición un paso más, para que quedase claro que yo iba a ser la que hablara por el grupo. Durante un momento, que me pareció eterno, separé mi vista hacia él para hacer una ligera señal con la cabeza a Elisabeth y Kevin. Ellos contaban con el privilegio de poder unirse a la partida, algo que no me vendría mal si la cosa acababa desmadrándose. Aunque quería pensar que no, todavía no había conseguido recomponerme de la sobredosis hormonal que había empezado a experimentar hacía un  momento.

- Roxanne Beckett, miembro de una de las familias fundadoras de Mystic Falls. - Remarqué las palabras finales de la presentación. Todo el mundo sabía quien era yo y mi familia, pero nunca estaba de más recordarlo. Palmeé las manos con seguridad, antes de empezar con las preguntas. - Muy bien, señor Lawrence. Empecemos. ¿Qué le ha traído a Mystic Falls? - Era una pregunta fácil y lógica, pero que siempre suscitaba mucha de que hablar. Mystic Falls era un buen lugar para vivir, pero era más que insólita la llegada de gente joven y soltera. - ¿Y quien te dice a ti que esté soltero?

Por un momento la posibilidad de que ese hombre estuviese con alguien me hizo enfurecer. Tanto, que en menos de diez segundos ya había elaborado una lista de las posibles formas de liquidar a esa supuesta zorra. La reacción me sorprendió. Me solían dar igual muchas personas, pero mis pensamientos no solían llegaba hasta esos extremos. 

Sin dejarle contestar, decido hacer la siguiente pregunta. Todo para evitar seguir dándole vueltas a la cabeza, demasiado descontrolada para mi gusto. - Y.... ¿cómo acabó de profesor de historia? No es por ser indiscreta... - por supuesto que era el plan - pero da la impresión de que podría haberse ganado la vida de formas mucho mejor.... remuneradas - concluí, sin poder evitar repasar de nueva cada parte de su escultural cuerpo. Por inercia revisé por el rabillo del ojo la actitud de todos los presentes y, por un momento, maldije su presencia.

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14/07/2013, 00:45
Alec Lawrence

La sonora carcajada que salió de la boca del joven profesor fue como música para tus oídos. -Encantado señorita Beckett. Es un auténtico placer. -el brillo de su mirada traviesa dejaba claro que el juego al que estabas jugando era algo que llevaba practicando mucho más tiempo que tu. -He venido aquí para cambiar de aires. La ciudad me ha aburrido en demasía. -se encogió de hombros con un deje de elegancia bastante impropio de alguien de su edad. -En lo que refiere a su segunda pregunta, digamos que la historia es un juego de niños para mi. Es como si la hubiera vivido yo mismo. -se echó a reír de nuevo y te pudiste fijar que no despegaba su penetrante mirada sobre ti.

-Y si señorita Beckett, estoy soltero. -susurró de una forma imperceptible para el resto de los presentes sin dejar de sonreír. Aquello era de lo más extraño. ¿Acaso acababa de leerte los pensamientos? Lo que estaba claro es que te acababa de proporcionar la información que deseabas y alguna más.

Tus compañeros dejaron que su líder fuera la que guiara las preguntas y pudiste comprobar con deliciosa satisfacción cómo incluso Rebecca observaba tu forma de actuar.

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14/07/2013, 23:18
Roxanne Beckett

Todo él me atrae. Cada movimiento, cada gesto, cada palabra. Y su mirada... me genera escalofríos. En realidad, estoy hasta cachonda. Para qué negarlo.

Estoy a punto de perder la cabreza cuando hace el comentario sobre su soltería. De improvisto, siento como una bombilla se ilumina en mi cabeza y aclara un poco mis ideas. - ¿Cómo puede saberlo? ¿Lo habré dicho en voz alta? - me pregunto algo consternada. Nerviosa, intento dejar a un lado esas preguntas y me obligo a mantener la cabeza fría. Esto no ha acabado.

- ¿Y qué planes tiene para nosotros durante este curso, profesor Lawrence? - continúo preguntando. Con soltura, doy unos cuantos pasos hasta acercarme a una de las mesas. Justo la que se encuentra enfrente de él. Con delicadeza, me siento en el borde. - Debe saber que la historia en este instituto nunca se ha caracterizado por ser explicada de forma muy... atractiva - hago especial hincapié en la última palabra - Usted que viene de la ciudad quizá pueda darle un toque más fresco. Ya sabe, sacarnos de la rutina... - miro con curiosidad hacia todos los presentes. Todos callados, como tumbas. Y el control, mío. Vendería mi alma al diablo por mantener esto para siempre.

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15/07/2013, 11:37
Alec Lawrence

Por respuesta el profesor se sentó elegantemente en una de las sillas del regio comedor y cruzó sus piernas mientras sopesaba su respuesta. Parecía que cada uno de sus movimientos estaba meticulosamente medido y estudiado para llamar tu atención. -Muy sencillo señorita Beckett. El entusiasmo sobre mi asignatura es como el de la vida misma, todo depende del enfoque. Viviremos la historia como si estuviésemos allí mismo, entre las batallas, los conflictos y los actos ceremoniales. -la pasión que impregnaba en su discurso se pegaba no sólo en tu mente, sino en la de todos los presentes, que escuchaban con atención todas y cada una de las palabras del profesor.

-Sobre mis planes para este curso... la idea es que todos ustedes disfruten aprendiendo todo lo posible en referencia a nuestro país, la historia que éste tiene y si se lo ganan, puede que algo más.  -su sonrisa arrancó más de un suspiro que llegó a tus espaldas, seguramente de alguna mindundi que no se merecía ni estar en vuestra presencia. Era como si sólo estuvieses tu y él, como si los demás quedasen en un plano aparte. -Y para usted señorita Beckett... puede que para usted tenga algo aún más especial. -De nuevo ese susurro que nadie más escuchaba, que era para ti y sólo para ti.

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15/07/2013, 11:45
Narrador

Tras su última frase el profesor se levantó y fue pasando lista para ir conociendo a los alumnos que tendría que enseñar este año y respondiendo a las preguntas que la gente se había callado por respeto a tu turno de palabra. Todos parecían querer llamar la atención del profesor, incluidos los chicos, que lo miraban con admiración.

La clase terminó y vuestro profesor se despidió de vosotros con una radiante sonrisa mientras salíais del comedor en dirección a una tediosa mañana en la que no dejaste de pensar en aquellos ojos que te habían llamado tanto la atención. Por suerte la mañana dio paso al mediodía y la gente empezó a recoger sus cosas para irse a casa. En la puerta te esperaba una entusiasmada Stephanie que se moría de ganas de contarte cómo le había ido el día pero era algo que tendría que esperar pues el director te llamó a su despacho para hablar de las primeras actuaciones de las animadoras, empezando por la presentación del equipo de fútbol americano, que se produciría en dos semanas. Tu hermana se había ido a casa en el coche con Elisabeth, que te pidió que la llamaras para pasar la tarde juntas.

Estabas en el pasillo del despacho del director sola... o al menos es lo que tu creías pues unos profundos ojos verdes te vigilaban difuminados entre las sombras.

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15/07/2013, 21:39
Roxanne Beckett

Salgo del despacho del director sin acabar de entender hasta qué punto nuestras reuniones tienen sentido. Lo único que le agradezco es el haberme librado de tener que escuchar la atolondrada experiencia de mi hermana en su primer día de colegio. El resto, todo gilipolleces.

Llevaba desde el año pasado dándome el coñazo con que debíamos cambiar las coreografías del equipo de animadoras. Quería algo moderno y novedoso, que impactara en el público y el equipo contrario. - Si lo que quieres es desconcentrar al equipo contrario, sácanos en pelotas, ya verás como lo consigues - murmuro mosqueada. 

De repente, un escalofrío recorre mi cuerpo y hace que mis pensamientos se corten en seco. Miro a mi alrededor algo incómoda. No veo a nadie. Siento otro escalofrío que me obliga cruzar los brazos y acelerar el paso. Si no fuese una locura, juraría que hay alguien observándome. El ritmo de mis pasos se incrementan a la par que los latidos de mi corazón, ahora desbocados. Por suerte estoy cerca de la salida.

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15/07/2013, 22:24
Alec Lawrence

Al doblar la esquina que da al pasillo de la salida del instituto la sensación de inquietud se incrementa hasta el punto de hacerte jadear ligeramente por la presión del momento. Justo cuando estás a punto de perder los papeles y echar a correr de una de las puertas sale como aparecido de la nada tu nuevo profesor de historia. -Vaya vaya vaya señorita Beckett, esto si que es dedicarle tiempo a los estudios, las clases terminaron hace un buen rato. -la broma y su deslumbrante sonrisa borran de un plumazo todo el sentimiento de inquietud que reinaba en tu interior. Ahora volvían a la carga las hormonas pues estabais solos y sin público que pudiera molestaros. -¿Se va ya para casa? Porque sería un honor llevarla señorita.

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15/07/2013, 22:31
Roxanne Beckett

- Soy una chica aplicada, qué le vamos a hacer - le contesto encogiéndome de hombros y dedicándole una sonrisa. Aliviada, siento como todo el miedo y la incertidumbre de hace un momento desaparece. Pero, aun así, puedo  notar mi corazón latiendo a mil por hora. Solo espero que no se de cuenta. - ¿Cómo se va a dar cuenta, estúpida?

Su ofrecimiento para llevarme a casa hace que levante una ceja. - ¿Quiere llevarme a casa, profesor? - al hacer la pregunta no dejo de mirarle ni un solo instante. Por mi mente pasan una larga lista de situaciones que podrían darse en el camino. Al darme cuenta de lo estúpidos que son mis pensamientos, me echo a reír divertida. Una risa muy acorde a la situación. Sé lo impropio que puede resultar que un profesor pase tiempo a solas con una alumna fuera de la escuela, pero imaginarme la cara de las estúpidas del colegio (especialmente Rebecca) si me vieran me pone de muy buen humor. Vuelvo a encogerme de hombros, mostrando despreocupación con cierta dosis de desinterés - Adelante, me ahorrará una larga y tediosa caminata.

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18/07/2013, 15:56
Alec Lawrence

-Llámeme Alec por favor. Ahora mismo no estamos en clase así que puede usar mi nombre de pila y tutearme. -fue su respuesta ofreciéndote su brazo gentilmente para guiarte hacia la salida, dónde os recibió un sol de justicia. En la plaza reservada para profesores estaba un elegante y despampanante Chevrolet Camaro cuidado y limpio hasta parecer recién estrenado. El profesor te abrió la puerta caballerosamente y tras esto encendió el coche, que rugió bajo el capó. No obstante el estilo de conducción del profesor te sorprendió pues era elegante a la par que dinámico.

-Y digame señorita Beckett... ¿Por qué la alumna más bella e importante del instituto se ha tenido que quedar hasta más tarde? Debería tener a alguien para esos menesteres... alguien de su porte y su condición social no debería trabajar como si fuese un vulgar sirviente. -su forma de hablar era algo extraña... como si estuvierais en una obra de teatro del pasado, aunque te alagaban sus palabras. Además de que tu corazón estaba a mil por horas imaginándose todas las cosas que podríais hacer en ese coche en un solitario y bonito parador...

 

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20/07/2013, 18:15
Roxanne Beckett

- Está bien, Alec - concluyo ofreciéndole mi mejor sonrisa y agarrándome con seguridad de su brazo. Al salir el sol em ciega, y me obliga a entrecerrar los ojos y girar un poco la cara. Lo hago hacia el lado en el que está Alec, lo que me permite aprovechar el momento para dar un rápido repaso a su imponente físico. - La verdad es que está para mojar pan y no dejar muestra...

Me cuesta no abrir la boca de asombro al ver su coche. Está claro que todo él es perfecto. Me dejé caer sobre el asiento, que acaricié varias veces para comprobar su embriagador tacto. Cierre los ojos durante un instante apoyando la cabeza en el asiento. Se me ocurren mil maneras de pasar el tiempo en este coche, y no precisamente conduciendo.

Cuando hace referencia a mi alto caché social, asiento con al cabeza en señal de conformidad. Aunque es bien cierto que ha sonado algo pedante y anticuado, no deja de tener razón con sus palabras. - Pues eso digo yo - suspiro. - Pero bueno, al director se le ha metido entre ceja y ceja que quiere un cambio para este año en el equipo de animadoras, y parece que no hay manera de hacerle entrar en razón. - Me encojo de hombros mirándole. - Qué le vamos a hacer.

 

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22/07/2013, 23:26
Alec Lawrence

Te escuchó en silencio, muy atento y pendientes a tus palabras quejándote sobre la actitud del director. -Pues no debería meterse en esos temas. ¿Quién mejor que la bella capitana del equipo para decidir qué es mejor o peor para vuestras coreografías? Intentaré hacerlo entrar en razón, no es justo que usted tenga que dedicar aún más tiempo a este tema cuando estoy seguro que no lo necesitan.

Por conducía dejaba claro que sabía dónde vivía, pues había enfilado por la calle mayor, en la cual estaba tu increíble casa. Pero a mitad de camino pareció pensarlo mejor y tras frenar con suavidad en un semáforo en rojo te miró sonriente. -¿Qué le parece si la invito a comer señorita Beckett? Así podría ponerme al día con los teje manejes del pueblo y sobre quien parte el bacalao. -su sonrisa radiante, que iluminaba casi como el sol, te hacía sentirte especial, más especial de lo que tu ya eras.

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22/07/2013, 23:37
Roxanne Beckett

Entrecierro los ojos un segundo analizando sus palabras. Por un momento no sé si se está quedándose conmigo o está siendo amable a su manera. Opto por la segunda opción. - No es necesario que se meta profesor, seguro que tiene mejores cosas que hacer - hago un ademán con la mano para quitarle importancia. - El director acabará entrando en razón, estoy segura. Me encargaré yo de que sea así.

Tras nuestra leve conversación nos quedamos en silencio. Aprovecho para ordenar mis ideas, no puedo permitirme ni un error. El profesor está lanzándome mensajes evidentes, y no tengo pensado desaprovechar la ocasión. A pesar de estar ensimismada en mis pensamientos, no me pasa desapercibido el hecho de que sabe llevarme a mi casa sin nisiquiera preguntarme la dirección. Siento un ligero escalofrío que, aunque intento achacar a lo mucho que me pone su presencia, sé que se debe a la inseguridad que me da que se desvíe tanto de sus funciones como profesor.

- El bacalao lo parto yo.... y mi familia - pienso, aunque lo reservo para mi. - Por supuesto Alec, pero con una condición. Necesito que empieces a tratarme de tú - en la petición aprovecho a cambiar yo también de registro. Si tengo que aguantar una comida entera con estos formalismos voy a pegarme un tiro, o se lo voy a pegar a él. Algo que sería una pena.... está demasiado bueno para morir joven.

 

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23/07/2013, 00:37
Alec Lawrence

Si la sonrisa de tu profesor ya era algo radiante, se ensanchó aún más con tu respuesta. -Me parece algo perfecto Roxanne, te agradezco que me concedas el placer de tu compañía durante la comida. Pero no pienses que esto te hará sacar un 10 en mi asignatura. -se rió con ganas, contagiándote su alegría. -Eso ya lo tienes ganado con tu personalidad. -Su confesión, pese a que nadie os podría escuchar en más de 50 metros a la redonda, se te antojó de lo más privado, como si fuese un secreto de estado.

Condujo por las calles hasta que llegó al famoso "El encanto oscuro" uno de los restaurantes más caros y chics del pueblo, el cual conocías más que de sobra pues solías comer allí con bastante regularidad cuando a tu padre le apetecía romper con la monotonía o cuando eras tu la que quería comer en un buen ambiente. Que te llevara allí plasmaba su buen gusto por los sitios elegantes y de que era alguien que se podía permitir el lujo de comer donde quisiera y no un muerto de hambre (como los críos que intentaban llamar tu atención en el instituto. -¿Te parece bien este sitio? Me han dicho que se come muy bien además de que el trato es sublime, como nos merecemos.

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23/07/2013, 01:30
Roxanne Beckett

Ver que nos dirijimos a 'El encanto oscuro' hace que me sienta bien. Por lo pronto, Alec sigue siendo perfecto. Tanto, que en el fondo tengo que obligarme a no sentir recelo hacia su perfección. - Es perfecto, justo lo que nos merecemos - contesto afirmando con la cabeza con un gesto sutil y premeditado. Sabía cómo comportarme para parecer más madura, adulta y poderosa de lo que realmente era acorde para mi edad. En el fondo, el mundo se basa en las apariencias, y ese es mi juego.

 

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23/07/2013, 01:44
Alec Lawrence

Sin mediar palabra, el guapo profesor se bajó del coche y fue directo a abrir tu puerta para ofrecerte a continuación su brazo de nuevo. Al llegar el apacarca coches le dio las llaves y un billete de 20 dólares. -Como le pase algo al coche puedes darte por despedido. -la fiereza de su amenaza hizo que el chiquillo (el cual te sonaba del instituto, era uno de esos quiero y no puedo con aires de grandeza) empalideciera y asintiera temeroso. Pero cuando se giró hacia ti te guiñó un ojo con picardía y sonrió para ti. -Estos niñatos...van de fuertes, como si fueran a comerse el mundo y cuando los pones en su sitio se mean encima. -tu lo comprendías a la perfección pues estabas bastante harta de ver a gente así a diario.

Caminasteis por la bonito y floreado jardín del restaurante hasta llegar a la entrada donde un trajeado maitre os saludó con una ligera inclinación de cabeza. -Buenas tardes señor Lawrence y señora. -que te confundieran con su esposa te halagó haciéndote fantasear con estar casada con un hombre que atraía tanto pero a la vez te molestó que no te reconociera. Pero antes de que pudieras decir nada, de nuevo Alec saltó en tu defensa. -Por mucho que me halague al decir que una mujer tan bella podría fijarse en mi hasta el punto de casarse conmigo, debo decirle que esta terriblemente equivocado, la señorita Beckett comerá conmigo hoy así que quiero su mejor mesa, por favor. -Simple pero con clase, tu acompañante lo acababa de poner en su sitio sin perder un ápice de elegancia.

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23/07/2013, 01:53
Roxanne Beckett

En el reducido tramo del coche al restaurante Alec había conseguido derretirme al menos tres veces. La primera con su comportamiento hacia el estúpido aparcacoches. La segunda, con su actitud hacia mi. Y la tercera, al poner en su sitio al estúpido maitre. - ¿Señora Lawrence? ¡Yo te voy a dar a ti 'señora Lawrence'! - pienso enfadada. No me molesta que me emparejen con el (por favor, ¡cómo va a molestarme!), pero sí que no reconozca quien soy. Soy Roxanne Bennett, hija de James y Judith Bennett, procedente de una de las principales familias fundadoras de esta ciudad. ¿Cómo no puede saberlo?

Además, desde pequeña odiaba la manía de supeditar a las mujeres a los hombres y dejarlas en un segundo plano. Algo que se había encargado de inculcarme bien mi madre. Por eso, cuando Alec deja claro que soy una persona independiente con nombre y apellidos, me encandila por tercera vez.

Mientras nos acompañan a nuestra mesa (mi favorita)  miro al estupido maitre con cara de suficiencia y profundo desprecio. Por suerte había elegido bien. Nuestra ubicación era ideal. Visibles para todos pero controlando lo que ocurre en toda la estancia. Como a mi me gusta.

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23/07/2013, 15:26
Alec Lawrence

El maitre parecía que estuviera deseando que se lo tragara la tierra pues se arrepentía de haber metido la pata y más contigo, la hija del alcalde. Parecía que Alec disfrutaba con las idas y venidas del camarero, viendo como sufría su "castigo" por haberse equivocado. -Bueno señorita, pide lo que más desees que yo invito. Estaré encantado de cumplir todos tus deseos...culinarios. -el jueguecito de Alec te estaba volviendo loca,  esa forma de tontear pero sin hacerlo... y siempre con elegancia. La verdad es que ya no sabías que pensar.