Partida Rol por web

Se queda con la mirada fija en ese punto. El jergón se mueve y no puede ser bueno... eso, unido al enorme ruido de la escalera al venirse abajo, hacen que de un gritito, un respingo y un saltito... todo a la vez y como si estuviese ensayado. ¿Lo habrá practicado durante mucho tiempo? Quién sabe.

Ahora el grupo está separado y eso es malo y parece que se han hecho daño... ¿quién no se haría daño con una caída así? Bueno... Hugo seguro que no... es un espíritu vengativo que solo quiere acabar con ellos uno a uno. Recobrada del susto inicial, comienza a tirar de la camiseta de Alex.

-Algo se mueve ahí... - señala hacia el jergón.

Alex se puso tiesa, su atención inmediatamente desviada hacia el lugar donde señalaba su amiga. Lizzy y su golpe tendrían que esperar un poco. Al menos sabía que el crío de pelo azul había logrado bajar, así que no estaría sola, y que cojones, le preocupaba más lo que fuese que estaba escondido con ellos en el desván.

- Antes he visto una sombra en el espejo.- Susurró a la asiática mientras avanzaba a pequeños pasos hacia el deshecho colchón.- Quizá sea lo mismo.

Con exagerada cautela, la pelirroja siguió avanzando hasta quedarse a pocos pasos del jergón, lo suficientemente cerca como para poder tocarlo con la punta del pie pero lo bastante lejos como para poder largarse a la primera de cambio si el experimento salía mal. Agarrándose al brazo de Jane para no perder el equilibrio, levantó la pierna derecha con una lentitud exasperante y pegó un pequeño golpe al montón de paja.

-Atrapados... 

Es lo único que consigue mascullar tras valorar la caída de la asiática. Por lo menos parecía seguir viva, aunque por los golpes no debía de estar en perfectas condiciones. 

-Nosotros podemos buscar por aquí la foto o una salida. Por lo menos tenemos todavía la escalera. Desde ahí abajo intentar encontrar la foto. Si no encontráis una salida, bajaremos de nuevo y la crearemos nosotros. 

Por un momento parecía que había desaparecido esa niña asustada. Bueno, asustada seguía, pero por lo menos intentaba pensar fríamente mientras seguía mirando en el piso superior a ver si encontraban algún indicio de la foto o alguna otra salida... 

- ¿Estáis bien? - preguntó la voz preocupada de Ashley desde arriba, asomándose al hueco por el que antes había las escaleras.

No tenía ni idea de cómo había logrado saltar Lenny pero por más en forma que estuviera ella evitaría ese tipo de acciones peligrosas. Era muy heroico y muy imprudente, pues romperse un pie en aquel momento sería un gran inconveniente.

Había quedado ella como monitora arriba y aunque sus dotes de liderazgo eran envidiables su capacidad por mantener la calma en aquella situación era más que cuestionable. Miró en derredor, desorientada, hasta que Jane comentó lo del jergón. Enfocó su linterna de modo tembloroso para ver algo que se movía.

- Tal vez deberíamos mirar que es - sugirió, poco convencida.

Cuando los haces de la linterna de los del piso de abajo espantaron las oscuras sombras de la estancia pudieron apreciar una sucia chimenea donde aún se podía ver un caldero abollado y agujereado, varias estanterías llenas de libros mohosos y medio devorados por las ratas, sillas desvencijadas, una mesa a la que le faltaba una pata, velas a medio consumir y un gran arcón en un rincón.

La puerta que antes habían intentado echar abajo estaba medio oculta por un armario que la bloqueaba, lo cuál fue posiblemente lo que hizo imposible que la rompieran. Las rendijas que eran las ventanas, por las que apenas les cabía la cabeza, dejaban entrever zonas más claras de oscuridad, pero la ausencia de luna no facilitaba una luz más natural.

Penelope se acercó con paso tembloroso al espejo que, según Alex, había reflejado una sombra extraña. Estaba pálida a la luz de las linternas y parecía al borde del colapso a causa del pánico que traslucía su semblante. Su mano acarició el tocador sin decir nada, sin hacer nada más.

Pareció que le costaba una eternidad inclinarse para abrir el cajón y mirar sin esperanza en su interior.

Tras la patada que recibió por parte de Alex el movimiento del jergón no hizo más que hacerse visible de forma obvia, volviéndose más agitado en forma pequeños bultos que se movían por su superficie con frenética rapidez.

Seguía aún agarrándose a Lenny por miedo a caer a causa del mareo. Sentía todo su cuerpo dolorido y la sangre, que poco a poco se iba secando, manchaba su cuerpo y sus ropas. Pero aún así Lizzy decidió que no podía abandonar en ese momento, tenía que salir de allí como fuera pero lo más importante era encontrar la maldita foto.

Cuando consideró que podría mantenerse en pie sin caer, se acercó cojeando y a paso lento hasta el arcón que, tan solo hacía un instante, había visto a la luz de las linternas. Con un gesto entre el asco y el miedo, levantó la tapa con el brazo completamente estirado por si algo saltaba de su interior.

Retiró el pie rápidamente de las cercanías del jergón, pegando un bote de varios centimetros por el susto. Sus uñas se clavaron sistemáticamente en el brazo de Jane, a la que apartó de un brusco tirón para alejarla también del movimiento del viejo colchón de paja. La mano con que sujetaba la linterna le temblaba levemente, creando sombras siniestras que se movían aún más rápido gracias a los bultos renqueantes del catre.

Tardó unos segundos en recuperarse, mientras obligaba a su pecho a latir con normalidad. Poco a poco, se dio cuenta de la estupidez que acababa de cometer. Estaban en una casa que llevaba abandonada una eternidad. En un desván sucio y polvoriento, con la madera roída por las termitas.

- Ratas....- Masculló con odio genuino. No podía creer que se hubiese dado un susto así por simples ratas.- Desde luego si la foto estaba ahí, ya la podemos dar por perdida.

Respiró tranquila. Las ratas eran normales. Podía enfrentarse a algo normal. El problema eran las cosas que no tenían explicación. Como el espejo.

Se giró en dirección al mueble con una mirada inquisidora. ¿Que se reflejaba en él? ¿A donde miraba?

Sin dejar de soltar a Lizzy, el chico observó la habitación con mucha atención. Estaba todo bastante a oscuras pero su vista ya se había acostumbrado a ello.

En el interior pudo observar muebles rotos cubiertos por gruesas capas de polvo, sábanas con manchas de sangre, cristales desperdigados... pero lo más importante fue visto pegado a la pared, justo debajo de una ventana tapiada.

Eran tres cofres idénticos cerrados con llave.

- Chicos. Creo que he encontrado algo. ¡Mirad!

Se acercó junto a Lizzy, agachándose pero sin tocar los cofres.

- ¡Seguro que ahí dentro, en uno de ellos, se encuentra la foto!

No cabía duda. Lo demás que había en la habitación era polvo y mugre.

Una vez quitó la capa de polvo existente en el espejo y tras fijarse detenidamente en él, Alex observó cómo su idea había tenido gran sentido. Reflejado en el espejo se encontraba un utensilio que había brillado bajo la luz de la luna. Estaba colgado en la pared mediante un clavo y era de color plateado.

Una llave. ¡Era una llave!

Una leve sonrisa se asomó al rostro de la muchacha cuando el brillo del polvoriento metal captó su mirada. Sin pensarlo demasiado, se giró 180 grados en dirección a la pared que reflejaba el maltrecho espejo, decidida a recuperar la llave que acababa de descubrir.

- Mirad allí.- Indicó a los demás señalando con la diestra lo que había visto.- Quizá encontremos lo que sea que se abra con ella.

Con paso firme, avanzó derecha al clavo del que pendía la llave y extendió la mano para cogerla.

El chico, que había estado observando la habitación en busca de algo, no dudó en correr con Alex para ver qué había averiguado. Al ver que tenía consigo una llave, sonrió.

- ¡Brillante, Alex! ¡Fabuloso!

Ante el aviso de Lenny, se asomó abajo y apuntó con la linterna hacia donde se encontraban, comprobando que había tres cofres. "tres cofres. Una llave".

- Debemos bajar, Alex. Está claro donde hay que probar la llave. ¿Pero en cuál de los cofres? Los tres parecen iguales.

La chiquilla se alegró cuando al fin parecía que habían encontrado algo. Solo esperaba que no fuese un paso en falso. 

Pero ante la "brillante" idea de bajar no pudo menos que enarcar una ceja mirando al monitor -¿y cómo pensáis bajar exactamente? Hay una altura considerable. Y si no te matas tú o te rompes algo al caer, puedes echar abajo el piso. Por si no te habías parado a pensarlo, la casa es vieja. 

Mira a su alrededor. Entre la espesa oscuridad y lo poco que se veía le sorprendía que Alex hubiese visto la llave -buen trabajo- le dice levantando el pulgar con una pequeña sonrisa. La primera en todo lo que llevaban de noche. En parte lo agradeció. 

Se acercó hacia el hueco donde debería de estar la escalera para que la oyeran los que andaban por abajo. 

-Chicos, ¡tenemos una llave!

La muchacha asintió al monitor, dedicándole una pícara sonrisa repleta de satisfacción personal. No solo había resultado útil, sino que mantener la mente ocupada la impedía pensar en lo que había ocurrido con Hugo en el edificio polivalente, y en los mensajes del maldito móvil. Pensar en ellos todavía le provocaba escalofríos.

Aún con la llave en la mano, se acercó al hueco que habían dejado las escaleras. Esta vez no para asegurarse de que los que estaban abajo seguían enteros, sino para tratar de averiguar que distancia había hasta el suelo.

- ¿Cuanto crees que habrá hasta ahí abajo?.- Preguntó con curiosidad a Bobby. Quizá él supiera responderla.

Desde luego no parecía una caída corta. Saltar al vacío no le resultaba para nada tentador. Mordisqueandose el labio sin darse cuenta, Alex se inclinó con cuidado para ver mejor lo que había en el piso inferior, pero la oscuridad era demasiado densa y su linterna no llegaba tan lejos. Quizá...

- ¿Y si cogemos la escalera que utilizamos para llegar aquí arriba? .- Sugirió de pronto.- Entre varios tal vez seamos capaces de moverla hasta aquí.

Lizzy se quedó mirando los tres cofres sin saber muy bien qué opinar de aquello, sobre todo después de comprobar que en aquella casa no parecía haber ninguna cosa que mereciera la pena. Por ese motivo era un poco recelosa de que alguien hubiera dejado los cofres allí sin más. A estas alturas de la noche y después de todo lo que había visto y lo que habían pasado, Lizzy se mostraba demasiado suspicaz.

Escuchó la voz de Eva gritándoles desde arriba que habían encontrado una llave. ¿Abriría esos cofres? Si era así...

-¿No es demasiada casualidad? Tres cofres, una llave, y nunca antes los había encontrado. Supongo que en todo este tiempo alguien entraría a la casa, no sé, vagabundos, ladrones, parejas,...

Se pasó la mano por la cara apartando los malos pensamientos de ella. Se sentía paranoica con todo aquel asunto, aparte de que el dolor de su cuerpo no le permitía pensar con claridad.

Las luces y sombras de la cabaña hacen que las cosas parezcan más aterradoras de lo que realmente son porque esas ratas* le parecen de todo menos normales... bueno... es que las ratas, ya de por sí, son bastante asquerosas y tal. Pero lo realmente importante es el descubrimiento de esa llave que parece abrir algo... y normalmente las cosas que se guardan bajo llave son cosas importantes.

Ahora el tema es bajar a la planta baja para poder usar la llave.

-Yo iba a proponer lo mismo con la escalera, pero corremos el peligro de quedarnos sin forma de salir de la casa...

Obviamente, piensa en todo lo que puede pasar. Y no hay nada que no sea paranormal. Recuerda las manos en el pozo que un poco más y se llevan a Lenny hacia la oscuridad. Quizá deberían buscar otra forma de entrar en la planta baja... la puerta puede ser una buena opción si se consigue abrir desde dentro.

-Podrían intentar abrir la puerta principal desde dentro y así tener una vía de escape segura... no me fío mucho de lo que puede haber tras la cerradura que abre esa llave.

Leah miró hacia arriba y escuchó a Lizzy que la tenía al lado. Sí que parecía demasiada casualidad, pero ya estaban sin ideas y realmente tenían que probarlo todo. Escuchó a los de arriba, que habían encontrado una llave. ¿Qué? Dijo tras oír lo que estaban planeando.

¿Bajar? ¿Estáis locos? ¿Queréis que nos matemos todos? Tiradnos la llave y abriremos nosotros. Envuelta en algo para que no se cuele por ningún agujero. Lo veía tan lógico y tan arriesgado que bajasen para abrir uno de los cofres que le parecía increíble que se les hubiera ocurrido. Con cuatro arriesgándose ahí abajo (Jake, Lizzy, Lenny y ella) ya era suficiente.

Miró a los demás que estaban abajo con ella. ¿Era la única que pensaba así?

Mareada como estaba y con todo el cuerpo dolorido, Lizzy no estaba en condiciones de pensar demasiado pero cuando oyó a Leah dar su opinión, se dio cuenta que aquella era la opción más razonable. La casa no estaba en buenas condiciones y, después de lo que le había pasado a ella, no le parecía buena idea que el resto que había quedado arriba se arriesgara inútilmente. Los de arriba podrían salir por donde habían entrado mientras que los que estaban abajo siempre podrían intentar apartar el armario que bloqueaba la puerta.

-Creo que Leah tiene razón. No tenemos demasiado tiempo y si podemos ir adelantando será mejor.

La muchacha se mordió el labio pensativa, tratando de decidir si las palabras de las otras dos chicas eran certeras o por el contrario implicaban correr un riesgo extra. No la agradaba separar el grupo, ya no sólo porque juntos tenían más posibilidades de llevar aquello hasta el final, sino también porque no terminaba de fiarse de la gente. Hugo había resultado ser un fantasma psicópata que quería matarlos a todos. ¿Quien sabe qué más podía encontrar?

- Separarse no parece muy prudente.- Comentó mirando a Jane mientras daba vueltas a la llave entre los dedos.- Creo que tienes razón, deberían tratar de desbloquear la puerta principal para tener una vía de escape. Y luego reunirnos todos ahí abajo, sea como sea.

Estaba confusa. No quería mostrar ningún asomo de duda, pero al fin y al cabo, los monitores estaban al mando. Al menos hasta que hicieran algo estúpido. Levantó la vista hacia Bobby, como buscando su opinión.

- Mientras tanto podemos revolver esto un poco más, aunque dudo que encontremos nada.