Partida Rol por web

¿¡Qué rayos fue eso!? 

Me pregunte a mi mismo, furioso por no haber conseguido lo que quería, de que diablos va controlar el aire si no puedo hacer que una maldita flor, podía sentir el aire sentir el aire a mi alrededor, bramando con furia por la frustración qué me está consumiendo, así que cambié de táctica, me concentré con todo lo que tengo, e hice lo siguiente, imaginé un huracán en mi la palma de mi mano derecha, apenas si fleccioné un poco los dedos, imaginando el tifón, una enorme corriente de poderosos vientos circulando a gran velocidad, concentrados en un solo punto, ahora no quería marchitarla, quería destruirla. 

-Esto no se acaba hasta que se acaba-

Pronunciando con marcado tono de enojo, podía sentir rugir el pequeño ciclón en mi mano, y manteniendo el control sobre el, lo lancé a esa asquerosa planta. 

-Desaparece, planta inmunda-

Dije en un susurro, viendo cómo aquella concentración de aire se acerca a su objetivo para destruirlo. 

Aquella sensación tan dolorosa de haberle hecho daño a todo el mundo me hacía sentir el cuerpo más pesado, más denso, y más flotando. Como gravedad aumentada hacia arriba y abajo, y en pecho un vacío lleno de presión. Y, por primera vez en la vida, mi aceite hizo lo que le pedí que hiciera. Eso me hacía sentir peor... si al menos pudiera haberle dado el gusto a los otros de resbalarme, caerme y romperme la nariz, por ejemplo...

Además, estaba claro que Laura tenía razón: allí la única cutre era yo. Ella podía crear explosiones, y además hasta parecía inmune a ellas. Simon tenía esa cola que podía usar como una extremidad más, si alguna vez teníamos que enfrentarnos, seguro me tiraba al suelo - si no resbalaba yo sola -, y me rompía la cara en cero coma. Axel tenía aquella substancia extraña que podía manipular como quisiera, y hasta hacer explotar... yo tiraba aceite. Muy útil para ensaladas y para el conserje, y ya está. Y eso solo si tenía el golpe de suerte que acababa de tener.

sabe que tiene que corregir usted para la siguiente clase, ¿no?

Creo que sí... Respondí concentrada en el suelo. 

Muchas cosas... En ese corto tiempo, Karenina Dragunov se había ganado todo mi respeto. Era cierto que era muy dura, pero me había dado una verdadera lección, me estaba haciendo crecer. 

Esperé tensa a que se fuera el resto, tenía cosas que preguntarle. 

La clase se había acabado rápido, había logrado marchitar la flor, ¿tanto tiempo me había tirado para hacerlo? me parecía increíble que el tiempo pudiera pasar tan rápido.

- Muchas gracias - dije levantándome y haciendo una reverencia al profesor.

Saqué mi tableta donde vería cual era nuestra siguiente clase. Mientras tocaba la pantalla, Aer, a mi lado parecía no darse por vencido, movido por la frustración y realizó un segundo intento de marchitar su flor. El torbellino que creó fue más grande que el primero. Al menos esa segunda vez noté la brisa hacer ondear la ropa que llevábamos.

Agarré mi falda intentando mantenerla en su posición baja. Estaba asustada y se me veía en la cara. Aer estaba enfadado y cuando yo me enfadaba o me asustaba y usaba mi poder no solía salir nada bueno de eso. Di unos cuantos pasos atrás para apartarme todo lo que pudiera del chico que había creado el ciclón.

Aki no podía que sentirse agobiado. Tras ya haber fallado dos veces en practicar la técnica, el único consuelo que la profesora le dio fueron unas palabras pronunciada en su voz fría de siempre. Al menos me dice que tengo que continuar y no me echa ya de su curso, pensó con una mezcla de alivio y ironía.

Tomó los libros, su mochila, y quitó el aula sin mirar ni a la izquierda, ni a la derecha, encerrado en sus propios pensamientos poco luminosos. 

Se fue directamente a su cuarto para, sí, continuar la lectura y la práctica. A alguien momento... tengo que tener éxito, se aferró a la idea como un náufrago a la plancha de salud. 

Nyoko saluda cortésmente a la profesora, para ella el no haber sido capaz de hacer nada no era una decepción, era perfectamente consciente que no era capaz de controlar su poder y que no iba a pasar nada, en cierta forma se sentía aliviada porque no sabía qué era lo que podría haber sucedido. Con cuidado recoge sus cosas y antes de salir saluda de nuevo a la profesora para salir de allí, consulta su horario, no sabía qué era lo que tocaba ahora.

Al ver que habia recreo se queda unos instantes pensando en que hacer, sin embargo, no lo sabia, entonces cae en la cuenta de algo, y busca en el mapa la biblioteca dispuesta a ir, quizas alli pueda saber algo mas de "los poderes veleta"

Como acto reflejo cerré los ojos cuando la "escultura" exploto llenándome a mi y un poco a la Teniente de mi pringue, ni siquiera tenía nombre aún eso tendría que solucionarlo, me lo quite de mi cara y me quede mirando lo poco que me quedaba en la mano, inútil, inservible, débil, incapaz de proteger a nadie... Mi cara poco a poco se fue poniendo mas seria.

- No... -susurre débilmente, cerré el puño unos segundos y luego deje caer el pringue al suelo- No, lo voy a intentar otra vez...

Pensaba en voz alta ya que lo iba a hacer igualmente sin importar la opinión de la profesora, entonces cuatro tentáculos salieron de la palma de mi mano moviéndose al unísono y girando entre ellos hasta acabar totalmente entrelazados y al terminar de crecer se abrieron formando una "flor" mas o menos. Entonces sonreí, lo había conseguido, lo había conseguido, lo había conseguido... Entonces me fije en Trini que aún estaba triste al parecer y me acerque a ella tendiéndole la flor negra que crecía en la palma de mano.

- Te la regalaría pero no se que pasara cuando se separe de mi cuerpo, puede que pierda la dureza... Bueno, da igual eso no es lo que quería decir la cosa es que no tienes porque estar triste al menos yo no te guardo rencor alguno -y le sonreí con total tranquilidad

Aer lanzó un torbellino en dirección a la fea planta del profesor, la cual consiguió arrancar de cuajo haciéndola volar un par de metros hacia arriba antes de caer al suelo. El profesor vio como la arrancabas... aunque lo hizo con un rostro más serio que el de antes, no tan sonriente como antes -Bien, al final la has arrancado, me gusta que seas perseverante...- dijo el profesor a Aer -Pero ten cuidado. Usar los poderes con emociones negativas nunca termina en nada bueno... casos puntuales pueden ayudar como en este caso; pero no lo conviertas en costumbre- te aconsejó el profesor con voz serena y seria -Como dijo un sabio anterior a los superheroes: El miedo lleva a la ira, la ira lleva al odio, y el odio lleva al sufrimiento- terminó diciendo.

Después de eso sonrió levemente otra vez -Pero solo es un consejo, tampoco hay que ponerse tan serios- terminó diciendo más amablemente -Ahora creo que tenéis el descanso entre clases, espero que lo disfrutéis- os dijo a todos los presentes.

La flor que salió de la palma de Axel... se podía definir como muchas cosas; pero no como una flor... a menos que esta fuera derretible y marchita. Pero al menos parecía un buen gesto por parte de Axel hacia Trini -"Pero que fea por Dios..."- se escuchó decir de fondo a la pequeñaja, no diciéndolo a ninguno de vosotros sino más para si misma como opinión.

Por otro lado, la profesora Dragunov no tomo ninguna nota del progreso de Axel, parecía no interesarle demasiado las cosas que ocurrían fuera de su clase -Cuando queráis podéis marcharos de aquí, debo preparar la sala para la clase que tenéis a siguiente hora- os dijo la mujer mientras que se aproximaba a una de las paredes del lugar, y abría lo que parecía ser un panel de control.

Ambos recogisteis vuestras cosas, y después de despedirse de la profesora que ya estaba totalmente concentrada en su lectura con las piernas en alto, cada uno quiso dirigirse a estudiar cada uno una materia diferente ya fuera en la biblioteca como en la habitación. Xue también se despidió con timidez de la profesora, y callado y algo rojo comenzó a seguiros... no parecía tener ningún objetivo fijado ahora mismo salvo salir de clase y caminar hasta ver que hacer.

Por su parte, Garret se fue sin saludar ni despedirse de nadie, siguiendo el camino que iba siguiendo sobretodo Aki, ya que seguramente se dirigía hacia su cuarto más o menos como él.

Todos notásteis la vibración de vuestras tablets, la cual ahora tenía un mensaje que os mostró a todos:

Los alumnos de primer año, deberéis pasar por la enfermería a que se os hagan pruebas médicas para determinar el nivel de poder que poseéis, además de tomar las medidas adecuadas para su control si es necesario.

La asistencia es obligatoria, se les dará un almuerzo en la misma enfermería para que descanséis una vez terminen las pruebas.

Cuanto antes vengan antes podrán disfrutar de algo de tiempo libre.

Doctora Steelner

Las palabras del sensei no llegan a mi, sinceramente es por que no me interesa su filosofía, o su forma de ver la vida, al igual que estoy pobremente satisfecho con el resultado del huracán en miniatura que pude crear, esperaba que el efecto fuera más devastador. 

Pero ahora, sin mediar ninguna palabra, me dispongo a retirarme, cuando la tableta vibra, al leer el mensaje, suspiró con cansancio y me voy directo para la enfermería, dejando atrás esta práctica inútil.

De que va todo esto? No están satisfechos con saber que los tenemos? A lo mejor nos quieren clasificar en una escala de peligro o algo por el estilo. 

No podía evitar que esos pensamientos me asaltaran. 

El gesto de Axel me hizo sonreír. Creo. A lo mejor no fue exactamente una sonrisa, sino una lucha cruel entre las comisuras de mis labios y la gravedad de mi sensación de "mi siento como una bolsa de mierda enorme", seguro que hasta estoy feísima, claro, com puedo haber pensado otra cosa. Gracias.

De lo único que tenía ganas en ese momento era de seguir probando mi poder hasta romperme la nariz, eso le daría un poquito de equilibrio al universo. Igualmente, parecía que el muy joputa de mi poder nunca me hacía caso, y cuando quería que me fracturara la primera vértebra de la columna vertebral, salía bien. Y sobre eso quería preguntarle a la profesora. Eh... profesora... una duda antes de irme... ¿las emociones afectan a los poderes físicos? 

Quizá podía proponerle a Axel de entrenar juntos luego, si no me guardaba rencor, a lo mejor podía charlar un rato con él...

- ¿Una revisión médica? - me quejé.

Agaché los hombros y me dirigí como alma en pena, buscando en el plano de la escuela donde se encontraba la enfermería.

Caminé para adentrarme en el edificio manejando la tableta.

Abrí el panel de mensajes y busqué el contacto de mi hermana, y le envié un mensaje.

Hermanita, tenemos revisión médica, ¿nos vemos ahí y entramos juntas? ¿Qué tal fue la clase? ¿Me explicas en cuanto nos veamos? ¡Yo también tengo que explicarte!

Hice oídos sordos al comentario a mis espaldas y es que para mi pese a que no fuera precisamente un artista lo importante era el gesto de que no quería ver a una amiga triste y hacía lo que podía para animarla. Su reacción fue la de intentar sonreír luchando contra toda esa tristeza lo cual para mi ya fue una victoria rotunda y entonces la "flor" se deshizo volviendo dentro de mi piel poco a poco hasta desaparecer como si nunca hubiera estado ahí.

Yo ya me disponía a marcharme pero entonces Trini hizo una pregunta interesante a la profesora que me pare a escuchar, aunque también en ese momento llego un mensaje a mi tablet el cual leí rápidamente.

- Creo que deberíamos ir a la enfermería rápido... -di un par de pasos hacía la puerta pero lentamente dando tiempo a que la profe respondiera a Trini y esta viniera con nosotros

Aki recibió el mensaje en su cuarto y por supuesto no tardó un segundo en levantarse y irse a la enfermería. Tenía esto de bueno de distraerle un poco las ideas. Aún estaba apenado por su fracaso repetido en probar su habilidad a la profe, y apenas se podía concentrar en la lectura.

Antes de que os marcharais, Trini le hizo una pregunta interesante a la profesora, la cual respondió mirando con seriedad a su alumna escarmentada -Depende- respondió de forma muy breve y concisa -No todos tenemos los mismos poderes señorita Sanchez. Normalmente los poderes más susceptibles a las emociones son los mentales, mientras que el caso contrario son los físicos... pero nada impide que una emoción pueda afectar a un poder de naturaleza física- explicó aportando información más detallada -Si eso es todo, veo que os han programado una cita con la enfermería... No lleguéis tarde- dijo ojeando lo que parecía un reloj digital, y más bien os ordenó que no hicierais esperar a la doctora.

Todos os dirigísteis a la enfermería, siguiendo las indicaciones de la tablet hasta llegar a esta... al entrar, pudísteis ver un lugar increíblemente futurista, sin duda el ambiente con más tecnología que habíais visto desde que entrasteis en el colegio (bueno, quizás el taller de uno de vuestros tutores lo era más, aunque esta sala estuviera más cuidado). 

En una mesa de oficina con una pantalla holográfica delante, examinando unos documentos mientras parecía beber un té por el aroma que emitia, estaba la doctora que recordáis haber visto en vuestro primer día, la mujer que dejó seca a Trini y acumuló su aceite en una esfera -Oh... ya habéis llegado, hola. Y encima todos a la vez... bien, así terminaremos pronto- saludó mientras se levantaba de la mesa dejando su taza en ella -Supongo que me recordaréis de vuestra llegada al final de la prueba de la subdirectora. Soy la doctora Adaila Steelner, la encargada de la enfermería del centro- se presentó de forma educada ante vosotros -Supongo que ninguno quiere pasarse el descanso entre clases aquí dentro, así que intentaré explicar rápidamente en que consiste la prueba médica- dijo la mujer, antes de empezar la explicación. Parecía simpática.

Os dividiréis dependiendo de si vuestro poder es fisico, mental o elemental. Los físicos iréis a las cámaras corporales- dijo señalando un grupo de cápsulas de cuerpo completo donde deberían meterse -Los mentales deberéis poneros esos cascos médicos para analizar vuestro cerebro- dijo señalando otro grupo de máquinas con unos cascos con ventosas en su interior -Y los elementales, solo deben introducir su mano dominante en la máquina de análisis palmar...- terminó señalando una máquina grande con varios huecos donde introducir las manos.

Estas pruebas tienen como objetivo medir el nivel de poder que tenéis. El nivel va desde el nivel D, siendo este el más bajo, y el nivel A que es más alto. Por encima hay el nivel X, que esta reservado para los niveles realmente poderosos. Un ejemplo de poder de rango D sería el mío, el cual os explicó la subdirectora. Uno de rango X, sería el de vuestra profesora Dragunov- dijo la profesora, explicando de forma que lo entendierais -Como normativa, tengo permitido deciros el número total de cada rango en este grupo... pero no puedo deciros si vuestro poder es de tal nivel. Se hace así para que nadie se sienta superior a otro con respecto a su poder- terminó de decir la mujer -¿Hacemos las pruebas ya?

Una vez la doctora terminó de hablar, fui con el grupo de los elementales, sin darme cuenta de que habia llegado con los primeros y ninguno de mis compañeros anteriores edtaba ahí de momento.

No me puse primero para pasar, me coloque cuarto en la fila mientras dejé que alguien mas sea el primero. La verdad es que no me interesa en que rango está mi poder, siemppre que lo pueda usar y adaptar en una situación de peligro, me mantuve cayado sin decir nada al respecto y continué siguiendo la corriente, para así poder terminar rapido con esta medición.

Aki se encogió de hombros. Miró de soslayo a sus compañeros y de la actitud ecuánime de Aer dedujo que él tampoco no daba mucho por conocer los diferentes niveles de poder que había entre ellos. La doctora dijo que no querían que nadie se sintiera superior a los demás, pero ya hablando de la “incentiva” que sabrían las diferentes cantidades de los rangos de poder dejó a entender que, al final, sí se trató de calentar al ambición entre ellos, algo que a Aki le dio un disgusto.

Pero guardó sus reservas por sí mismo y fue directamente al grupo de máquinas con los cascos con ventosas en su interior. Se puso un casco y esperó.