Partida Rol por web

La ciudad no dejaba de ser una obra admirable, casi tan detallada, diversa, ruidosa y populosa como una urbe real. La diferencia eran las vestiduras, la ausencia de vehículos de motor y otras cosas de la vida moderna, pero el escenario bien podría compararse a como siempre se había imaginado una urbe en un mundo de fantasía, aunque su creador se había superado ampliamente en todo. 

Mientras seguía mirando, registrando las ubicaciones de los comercios, posadas, tabernas, plazas y demás sitios que aparecían a su vista, Lahian miro a unas gentes que hacían el ridículo en una fuente. Un tipo se había trepado ahí y otros hablaban con el. Eso le hizo pensar si habría un cuerpo de guardia de pnj's o algo por el estilo para controlar los desmanes, así que se quedo por ahí, recargándose en un muro y cruzado de brazos, observando la escena, para ver si resultaba cierta su idea. 

Grimmjow tragó saliva al ver que claramente ninguno de los dos podía desconectarse. Esa llamada a medio responder le estaba quemando por dentro, su negocio, su esfuerzo, podrían ir al traste por un juego. Respiró profundamente, no podía hacer nada más ahora mismo. Miró seriamente a la chica y asintió - Sí, será mejor que vayamos a ver qué ocurre - dijo mientras caminaba sin dejar atrás a la pequeña Ondine, mientras miraba al frente - Por cierto, soy Grimmjow.

En aquel momento el hombre se presento y yo me di cuenta de que aun no me habia presentado.
Uy perdon!! dije girandome hacia él Me llamo Ondine, encantada!! dije extendiendo la mano a modo de saludo aunque no sabia si de donde era él se estilaba aquella forma de saludar o no Y si te parece bien.. dije colocando mis manos detras de mi espalda y balanceandome de forma nerviosa Me puedes dar tu usuario y podemos ser amigos..

Le dije pues a pesar del miedo que me daba era con la primera persona que hablaba y a la que, si me unia, seria un gran aliado.

- Es un placer - dijo amablemente sosteniéndole la mano a modo de saludo. La primera impresión que le daba aquella chica era de fragilidad, a pesar de la fuerza con la que había luchado contra el jabalí. Aunque Grimmjow no era muy propenso a hacer amistades, y que, las que tenía eran más bien por cuestiones de trabajo, supuso que era necesario actuar de forma civilizada frente a aquella chica tan dulce y diminuta. ¿Qué edad podría tener, 15, 16?. Además, estaba nerviosa por la situación, al igual que él aunque aparentase normalidad. Estaba en juego su trabajo, todo por aquel mundo de ficción.

- Claro, no hay problema - dijo volviendo a mirar hacia el frente mientras caminaba. - Sinceramente, este sitio es increíble - dijo aún apreciando el paisaje que le rodeaba, por un segundo se sentía vivo y ajeno a la realidad y al trabajo, al menos de momento. - Es bastante fácil perder la noción del tiempo aquí - esto último lo dijo más bien para sí mismo, suspiró.

Grimmjow me dio su usuario cosa que me hizo muy feliz pues en mi pantalla ya indicaba que tenia un amigo y una bastante fuerte por lo que parecia y despues empezo ha hablar de lo maravilloso que era el lugar.

A que si!! le dije toda emocionada mientra caminaba a su lado Ademas aqui podemos hacer de todo!!! le dije ignorando completamente que el desconocia mi situacion real Y la sensacion de realidad?? Cuando corres o saltas... en verdad pierdes la nocion de realidad y mientras seguiamos caminando hacia la ciudad un sentimiento de nostalgia invadio mi ser De verdad seria tan malo... no volver?? le pregunte pues seguro que a él le esperaba una vida llena de vida y a mi... a mi solo la vida de tener que preocuparme de que podia hacer y no..

Grimmjow observó de reojo a Ondine, quien parecía verdaderamente feliz por tenerle como amigo. Sería la primera vez que ésto le ocurría fuera del plano laboral puesto que, a menos de que le hicieran la pelota para conseguir un puesto estable en su empresa, diría que nunca había presenciado tanto interés por su persona. Cuando ésta hizo referencia a que podrían hacer de todo asintió. Aquí puedo ser yo mismo.. para lo bueno y para lo malo. 

 Aunque cuando ésta mostró tanta alegría por hacer actividades como correr o saltar, Grimmjow no pudo evitar preguntarse si en realidad estaba en una situación difícil en el mundo real. Aún así no le preguntó por ello, simplemente respondió a lo último que dijo - Es tan importante disfrutar en este mundo como saber que pertenecemos al mundo real, y no a este, de ficción.. debe de haber un punto medio - al mismo tiempo que lo decía, se sorprendía por la ironía en sus palabras, él no tenía punto intermedio, daba el máximo, aunque costase o doliese, aunque pareciese un loco como hacía un momento mientras luchaba contra el jabalí. Pero de vez en cuando estaba bien decir cosas que sabía que eran ciertas, aunque no las aplicase sobre si mismo. - Y ahora que lo dices.. - dijo mientras aceleraba progresivamente el paso - ¿por qué andamos si podemos correr? - y salió corriendo hacia el lugar al que habían acordado ir.

Levanté una ceja extrañado por el comentario de la pequeña respecto a la ausencia del botón de salida, pero para entonces ya estaba lo suficientemente alto como para alcanzar la mano que el pelirrojo me ofrecía, y claramente no le dejaría tendido así, por lo que acepte su ayuda para terminar de subir.

-Es cierto, es una magnifica vista -comente sonriendo levemente. -. Supongo que podría ayudarte. ¿Como es ese alguien? -pregunté mientras me disponía a abrir mi menú para buscar la opción de salida y así poder corregir a quién estaba más abajo; a lo mejor simplemente lo cambiaron de lugar...

Cuando vas a buscar el botón de "Desconexión", efectivamente, no está ahí. Extrañado, empiezas a mirar y remirar el menú, por si se hubiera modificado su localización. A menudo este tipo de cambios de última hora podían surgir en las primeras horas de vida de un videojuego. Sin embargo, por más que buscabas, no lo encontrabas. Así que llegaste a la conclusión más lógica: no podíais encontrar el botón, porque sencillamente no existía.

Escuche las palabras de Grimmjow y sonrei en ellas habia escondida mucha verdad, por muy mal que estuviera en la vida real aquella era mi vida y yo siempre habia luchado por ella asi que seguiria haciendolo sin perder ni un segundo y disfrutando cada instante.

Despues me sorprendio acelerando algo el paso para despues ponerse a correr, a lo cual yo hice lo mismo.
Te hecho una carrera?? le dije divertida cuando consegui ponerme a su altura Si pierdes tendras que llevarme a caballito dije apretando la carrera para adelantarme a él.

Nunca antes habia notado la sensacion del aire cortando mi cara, cuando habia llegado habia sido lo primero que habia hecho pero el poder competir con otra persona y saber hasta donde llegaba su limite en aquel mundo... realmente aquel habia sido el mejor regalo que le habian hecho sus padres.

Era cierto. Lo que Lhaian había escuchado de las conversaciones de otros de los jugadores en el área. Al desplegar el menú, no podía encontrar ningún botón o función que le permitiera salir. Claro, no tenía prisa por salir en ese momento. Creía que tendría por lo menos varias horas de juego antes de que el hambre o el sueño lo hicieran salir, así que no se preocupo demasiado. Este mundo era demasiado increíble y mucho mejor que su asquerosa vida, así que permanecer en el le venía muy bien. 

Sin darle mayor importancia por entonces, siguió caminando, tratando de ubicar más tiendas, checando si los pnj's tenían alguna clase de marca que dijera que ofrecían misiones y buscando todavía la puerta de salida de la ciudad, para probar sus habilidades matando monstruos en el campo. 

Espera espera espera... ¿Se han olvidado de poner el botón de desconexión? - dije mientras miraba cómo mi compañero escalador navegaba por su menú. - será el típico fallo de la versión 1.0. - dije sin darle importancia

Después empezó a mirar a su alrededor para ver si localizaba a Yuki. - snapchick de pelo castaño, corto y con ojos color castaña. ¿No habréis visto a alguien así, no? - mire hacia abajo para influir a la chica en la conversación - Es una chica de mi nuevo colegio, nos hemos apuntado junto con un montón de sus amigos pero ahora no consigo localizar a ninguno. - terminé con un suspiro. Parecía que encontrar a alguien en esa ciudad iba a ser algo complicado.

Sí al menos hubiera algún tipo de sistema de localización de personas - terminé mientras abría el menú para buscar algún tipo de pestaña qué llevará el nombre de "amigos" o algo por el estilo.

Kure, aunque intentas observar a tu alrededor para ver si encuentras a tus amigos (poniendo especial atención para ver si veías a tu amiga), es inútil, pues la plaza es demasiado grande y bastante concurrida. 

Lhaian, en tu camino a las afueras de la ciudad, los NPC no parecen tener ninguna marca de misión, ni parecen estar interesados en nada más que no sea la compraventa de objetos. A tu paso por las calles, vas dejando atrás numerosos establecimientos de toda clase: desde posadas y bares hasta tiendas repletas de equipamiento y armas de diversa índole. Fijándote bien en la ciudad, ves que es muy, pero que muy espaciosa, y contiene todo tipo de servicios. De hecho, se podría vivir aquí perfectamente, si no fuera un mundo virtual, claro está.

Ambos corréis y corréis por las extensas laderas, el viento silbando a vuestro paso. Vuestras piernas tienen una agilidad notable, ya que podéis correr a una velocidad ligeramente superior a lo que os permitirían vuestras propias piernas (en especial tú, Ondine). La Ciudad de los Inicios se agranda frente a vuestra vista conforme os vais acercando a ella, viéndola en su total esplendor. Además, algo curioso es que no sentís cansancio alguno. Ciertamente notáis el esfuerzo físico en vuestros pulmones y músculos, vuestro corazón late más deprisa, respiráis con dificultad. Pero no hay cansancio. Parece que sois más resistentes de lo que sois en el mundo real también. Y eso... es maravilloso.

Sin embargo, de pronto notáis como si flotárais, y cuando miráis a vuestros pies... estos no están. En su lugar, una luz brillante los está engullendo, subiendo por vuestro cuerpo, hasta que os desmaterializáis. No veis nada durante un segundo, y cuando los volvéis a abrir... Estáis en otro lugar. Estáis en una plaza grande, suponéis en la Ciudad de los Inicios. Parece que habéis llegado antes de lo previsto.

Lhaian, cuando estás a punto de salir de la ciudad, cuando ya puedes ver las extensas llanuras verdes que se abren paso, fuera de la Ciudad de los Inicios, notas una sensación de ingravidez curiosa. Cuando miras al suelo, ves que tus pies no están, y en su lugar una luz brillante los engulle, que poco a poco sube por tu cuerpo. Dejas de ver nada, y un segundo después, cuando vuelves a ver, estás de nuevo en la plaza. 

Todo iba mas o menos bien. Le habia tomado un buen tiempo recorrer la ciudad debido a su gran tamaño y ubicar muchas tiendas, pero por fin estaba a punto de salir de ella y comenzar a vivir aventuras. O eso pensaba, ya que de repente, algo extraño sucedio. ¡Se estaba levantando del suelo! No sabia que esa fuera una de las funciones del juego. Se quedo mirando hacia sus pies, a medida que una luz los engullia. Penso que seria parte de un sistema de caga de escenario, pero luego vio que todo su cuerpo desaparecia y sintio  miedo, hasta que un instante despues, se encontro por alguna razon en la plaza.

- ¿Que sucede aqui? ¿No se pude salir de la ciudad sin cumplir algun objetivo? - pregunto al aire, confundido.  

A vuestro alrededor, veis como más y más gente aparece de pronto, envueltos en luces brillantes. Parece que algún tipo de teletransportación masiva está siendo llevada a cabo. Más, y más, y más gente se encuentra en la plaza. Cuando esta se llena, comienzan a aparecer en balcones y calles adyacentes, hasta que el festival de luces cesa. Estáis congregados, los 10.000 jugadores, en la misma plaza. La gente se mira confundida, intentando razonar lo que acaba de pasar. Escucháis cómo algunos dicen que será un evento, otros están asustados por este teletransporte tan repentino. Y otros... comentan que no han podido desconectarse, mientras se quejan de que tienen cosas que hacer en el mundo real. 

Desde mi atalaya seguía mirando a mí alrededor. Ante la llegada de todos los jugadores intente agudizar la vista.

- Nada, es imposible. Aún así desde aquí llamaré la atención de mis compañeros. - dije hablando a Xeno mientras me encojia de hombros. ¿Tú no buscas a nadie? - dije sin prestar mucha atencion. - Parece que va a empezar algo guay

La sensacion es extrañamanete... familiar? Por mas que corro y salto, no me canso y es mas parece que a cada paso que doy me siento mas agil y ligera hasta el punto de poder... volar?? pero no, lo que sucede es que estoy comenzando a desmaterializarme y una luz brillante comienza a envolverme.

Cuando volvi a recuperar todo lo que era yo me encontraba en otro lugar, ahora estaba en una plaza rodeada de gente, tanta que apenas podia moverme; toque todo mi cuerpo para comprobar que todo se encontraba en su sitio mientras a mi alrededor mas luces brillantes se materializaban convirtiendose en personas, mas y mas personas.

Por primera vez desde que habia entrado en aquel juego notaba que me faltaba el aire y comenzaba a hiperventilarme y a marearme; era una sensacion muy conocida para mi ya; intente recuperar la respiracion y empece a contar uno.. dos... tres... mientras a mi alrededor la gente comenzaba ha hablar del mismo problema que Grimmjow y yo habiamos tenido, nadie disponia del comando para desconectarse... Cuatro... cinco...

Grimmjow aun no se debia haber materializado o, si lo habia hecho, no se encontraba a mi lado; estaba asustada y queria una respuesta antes de entrar en panico o perder el conocimiento.

- ¿Qué? ¿Qué pasa? ¿Es un evento programado? Pareciera que estuvieran reuniendo a todos los jugadores en este lugar. ¿Se trata de un anuncio? ¿Van a decirnos que al final el juego no funciona y tendremos que salir de otra forma? ¿Nos van a desconectar a todos mientras lo arreglan? - conjetura Lhaian, escuchando las voces del tumulto, tan confundido y desconcertado como el mismo, todos preguntándose que había sucedido.  

Que la opción para salir del juego no estuviese disponible era cuanto menos alarmante. No deseaba preocuparme nada más entrar, seguramente se arreglaría más adelante, por lo que me disponía a ayudar al pelirrojo a buscar a su amigo cuando de repente todos empezaron a aparecer en la plaza.

Desde donde estaba, la cima de la fuente, podía ver la gran cantidad de jugadores que eran reunidos allí; podía asegurar que se trataban de todos los jugadores que accedieron al juego hasta ahora.

-¿Harán algún anuncio? A lo mejor querrán hacer un evento de bienvenida -pensé en voz alta, observando la multitud que tenía alrededor. -. Pues vaya que les fue excelente en las ventas...