Partida Rol por web

Vas caminando por las calles de la ciudad. Madrid no ha llegado a convencerte del todo: hay un no sé qué, algo un poco inexplicable que no te llega a gustar del todo.

Llegaste hace un par de días y, ociosa, te has dedicado a pasear por barrios de obreros y parques llenos de vagabundos y prostitutas. A pesar de tu inexperiencia en algunos asuntos vampíricos, sabes que las zonas ricas y muy transitadas pueden significar meterse en problemas, así que buscas las sombras y la basura de la periferia.

Antonia Cortázar te llamó hace una semana. "Aquí hay diversión y estamos faltos de personal. Si quiere podríamos acogerla", te dijo. Y tú pensaste que sería una oportunidad como cualquier otra de volver a Madrid y sacudirte el tedio que últimamente cubría tu vida.

Estás paseando por un parque grande y oscuro de Usera. No hay nadie, pero a ti te gusta tu nueva agilidad y el sigilo que conseguiste con el abrazo, así que vas sin hacer ruido; hasta que llegan a ti unas voces que hablan en tono bajo detrás de unos arbustos.

Te acercas con sigilo, pensando que eran rebaño y que quizá podrías alimentarte un poco. Pero no, son Vicen y otra persona, hablando en voz baja mientras el Brujah le pasa un paquete al otro, un hombre barbudo, alto y fuerte.

Busco un animalito cercano a la escena con la intención de captar su atención y que me cuente con detalle lo que ha visto y oído (*)

Un gato de aspecto desaliñado está cerca, rascándose en una parte pelada de su lomo. Te mira con sus ojos ambarinos mientras sale de detrás de unos arbustos.

Le pides que te diga de qué están hablando esas personas. Te cuesta seguir lo que te cuenta, entre tanto maullido ronco y tanta tos.

-Debe estar enfermo-piensas con tristeza.

Los pocos retazos que consigues entender son frases como:"luna brillante", "el anillo estará contento", "gruñidos y olor a basura", "picor", "pronto se irá, con un tono agudo", "quitarse del medio a una no sé qué o quién y el moverse de las hojas", "algo recibido", "rascarse", "alguien llamado Donato le hizo algo".

Tras escuchar al pobre gatito me hago la despistada y me acerco un poco más a la pareja, escuchando, pero mirando al cielo, como si estuviera observando las estrellas, a ver que más descubro.

Te acerca haciéndote la despistada hasta ellos. La cara del hombretón te suena. Es alto y fuerte, con perilla y una chupa de cuero

- Ese tipo me suena de algo-piensas.

-Sí, no te preocupes... el anillo lo tendrá.-dice Vicen- Luego no me van a ir a busca, ya te lo he dicho, tío.

-Vale, no debe haber contratiempos. Todo debe estar listo para fin de año.-dice el otro, con una voz grave.

En ese momento te ven. Vicen es el primero que te ve. Parece sorprendido y te mira con los ojos muy abiertos.

Yo sigo en mi mundo mirando las estrellas como si no estuviera allí por ellos y como si no me hubiera dado cuenta de que me miran. De repente me obligué a pensar -Que bonitas se ven las estrellas desde este parque, tendré que buscar algún otro sitio para observarlas bien - Realmente lo hacía por si alguno de los dos podía leer mis pensamientos, pero no iba a reaccionar mucho más si ellos no daban el primer paso.

Vicen te mira con interés.

-¡Coño! Pero si es "Amuly"-siempre te llamaba así, cosa que te enervaba.- Creía que te habían trincado la poli como la gitana rumana que eres... Pensé que no ibas a volver a Madrid, ¿cómo que tú por aquí?

El tipo grande de la chupa de cuero le da una palmada en la espalda a Vicen y se va, desapareciendo por detrás de unos pinos.

-¡Adiós tío! Luego nos vemos.

Para tu tranquilidad sigo por aquí Vicen - dije con una cínica sonrisa al tiempo que apartaba la vista del cielo para mirarlo a él y a su compañero - Algunos camaradas me han invitado a venir y quedarme por un tiempo. ¿Que trae a un tipo como tu a un parque tan oscuro y tan bien acompañado a estas horas de la noche? - pregunté de repente - Será que los rumores sobre tu no virilidad son ciertos...

-Bueno, ya sabes que el negocio de las armas está bajo y ahora me he hecho chapero, pero sólo de tíos barbudos que son los que más me ponen, aunque a ti te puedo hacer una descuentito- te contesta acercándose a ti.-Ná, es sólo un cliente, uno de los que trabaja para el Donato.

No sabes si es que tiene un sentido del humor muy ácido, o es que lo hace para provocarte. Y no sabes qué es lo que te sienta peor.

Ves como el hombretón se va, cuando un recuerdo viene a tu mente: ¿no es ese tipo el cantante de ese grupo de hevay metal tan raro, ése que es conocido por sus conciertos clandestinos? ¿Cómo se llamaba?... Valhalla, sí, Valhalla. Y él, si no te equivocabas, se hacía llamar Odín, como el rey de los Ases.

De repente, el sonido del móvil de Vicen te saca de tu ensoñación.

-Buenas Antonia-responde-, ¿qué tal? Sí, lo leí... Claro... Bueno, de eso creo que tengo en Cuatro Caminos... Mira, quedamos ahí dentro de...-mira su reloj de pulsera-No sé... ¿media hora? No, no tengo nada que hacer, así que no te preocupes, a no ser que Amely quiera tomarse una copa conmigo... ¿Amely? Sí, me la acabo de encontrar... ¿Que te la pase? Sí, ahora se pone... Sí, hasta luego.

El Brujah te acerca su teléfono.

-Es la Cardenal, quiere hablar contigo, según parece.

-Buenas noches, ¿qué tal está?-dice la voz de la Cardenal al otro lado de la línea.-Espero no interrumpir nada, pero creo que podría ayudarnos.

Cogí el teléfono que se me tendía - Buenas noches Antonia. Pues sólo me maravillaba de nuevo con la hermosura de las noches de esta ciudad vuestra, pero estaré dónde me necesites a la hora que se me indique - respondí.

-Perfecto, será un placer que se una a nosotros. Le esperamos junto al señor Vicente en Cuatro Caminos. Si quiere puede venir con él directamente-te responde la Cardenal.

De acuerdo - respondí antes de colgar el teléfono y devolvérselo a su dueño -Nos esperan - le dije luego. Iría con él a ver si me enteraba de algo más de lo que estaba pasando.

Abandonáis el parque y camináis hasta una zona de aparcamientos iluminados por un par de farolas viejas y oxidadas. Vicen abre las puertas de su coche, un viejo Seat Ibiza blanco y destartalado. Cuando este coche pasó la última ITV a los coches había que darles cuerda con una manivela. No sabes cómo todavía funciona. Quizá era la suciedad la que mantenía las piezas juntas y por eso Vicen no lo limpiaba nunca.

Montáis en él y Vicen enciende el viejo casete, llenando el vehículo de música.

¿Qué está pasando aquí Vicen? - pregunté mientras paseabamos -Se me hace raro salir a pasear y encontrarte en un lugar oscuro cuchicheando con otros.

-Joder, qué chica tan directa-dice Vicen.-Como para tener de novia...

En ese momento cogéis la M-30 y puede ver las luces de la ciudad reflejadas en el río.

-Pues éste es uno de los gorilones del Donato, el negrata que se ha hecho con el control de la droga de media ciudad desde la muerte del Vasco hace dos años. El muy hijo de puta controla casi todo, cosa que a mí me viene que ni pintado porque me compra armas. Lo único que ahora se queja del último cargamento de balas que le traje: que si algunas no van bien, que si no sé qué. ¿Qué coño se cree ese negro de mierda, que pruebo bala por bala antes de dárselas? Y hoy he quedado con este tío porque ahora quieren que les devuelva el dinero... ¡Sus cojones se lo voy a devolver! ¿Qué se creen, que soy tolai?