Partida Rol por web

El aeropuerto de Alvedro estaba desierto. No había nadie en la pequeña sala de espera, donde sólo se oía el zumbido de los fluorescentes. Fuera, más allá de los cristales, se podía ver la niebla que cubría la ciudad. A pesar de ser verano, la humedad se podía palpar en el ambiente.
Mientras deambulas por la sala desierta, recuerdas las palabras de Torres-Agüero, con su voz seria y grave:
-Parece ser que hay lupinos en la Casa de Campo. Después de que entraran en la ciudad, no sería raro que consiguieran quedarse ahí, pero la muchacha asegura haber oído algo sobre Feito. Si llega a ser el Príncipe de La Coruña, podríamos haber descubierto una trama más grande de la que creíamos.
Así que, sin ni siquiera pensarlo, te ves en un avión camino de tierras gallegas, sin saber muy bien qué tienes que hacer ni cuándo, salvo esperar a que llegue Erik de Barcelona. Parece ser que tendrás que hacer de espía: tú y Erik, aliándose con los Giovanni e intentando robarle documentos a la Camarilla. Parece fácil pero sabes que tiene un riesgo, y es eso lo que lo hace más interesante.
Sales del edificio y buscas con la mirada a tu enlace en Galicia. Cerca de la puerta ves a un hombre con una camisa blanca y una chaqueta negra, frente alta y mirada huraña, apoyado sobre el capó de un coche gris. Debe ser Francisco Toxo.
Cuando estás cerca, se incorpora y te pregunta:
-¿Es usted Juan Manuel?

Juan Manuel de Rosas contesta en un antiguo castellano usado en las epocas de 1820 en la Argentina y dice:

-Asi es señor,permitame que me presente,soy el Restaurador de las ideas y libertades argentinas,Don Juan Manuel de Rosas y digame, ¿con quien tengo el gusto de hablar si no es mucha molestia?

Espero la respuesta del sujeto.

Francisco elevó una ceja:

- Francisco Toxo, conductor y propietario de un bar.

Dijo esto sin que su rostro se inmutara. Su semblante seguía serio, por lo que no sabías si te estaba gastando una broma o si se estaba riendo de ti.

- Si me acompaña, por favor.- Y dicho esto te abre la puerta del copiloto.

Toxo tomó una carretera paralela a la ría, por lo que podías ver los dibujos que hacían las luces de la ciudad en el agua oscura del mar, ese mar donde, según contaban las leyendas, se escondían las sirenas de las miradas de los marineros y los borrachos.

El coche de Toxo es un viejo trasto color gris, pero estaba muy limpio y olía a limón. En el anticuado cassette suena un melancólico fado:

http://www.goear.com/listen/6e47c90/fado-corrido-de-coimbra-giorgos-dalaras

- Bueno... anoche me llamó Torres-Agüero, y me comentó que una nueva chiquilla del grupo afirma haber visto hombres lobo en la Casa de Campo, y que uno de ellos nombró a Feito, el Príncipe. Un asunto feo, sí señor. Y pensar que Torremocha se preocupó tanto por echarlos de un lugar tan cercano a la ciudad...

Esas palabras te arrancan de tus ensoñaciones sobre sirenas y te hacen recordar tu reunión con el contable del Sabbat:

- Señor de Rosas, Erik ya ha sido informado. Viajará a La Coruña y se reunirá con usted. Mientras, estará en manos del señor Toxo, que es de plena confianza.

Bajáis del coche en el casco antiguo, un lugar que huele a mar. La calle es estrecha, rodeada de casa de piedra oscura llenas de musgo. Toxo detiene su coche delante de una taberna que tiene un cartel que reza: "A Tasquiña" ("La Tasquita"). Por encima de la puerta, en un balcón, cuelga la bandera independentista gallega.

Dentro hay un par de hombres viejo y arrugados bebiendo vino en una mesa baja. Toxo te hace señas para que le sigas por una puerta. Pasas por un estrecho patio interior interior y entráis un almacén donde se amontonan cajas de cerveza y vino. Sentado sobre una caja está un muchacho muy guapo, con unos penetrantes ojos azules: es Erik.

- Buenas noches señor de Rosas, soy Erik-dijo mientras se levantaba de la caja de cervezas sobre la que estaba sentado y ofreciéndote su mano-. Espero que el viaje a Galicia haya sido de su agrado.

Abrió los brazos, señalando la habitación.

-Siento que el sitio no sea el más cómodo, pero es lo suficientemente discreto como para usarlo de punto de reunión.

Os señala un par de cajas invitándoos a sentaros.

-Pero antes de empezar, ¿cree que hay algo que debamos concretar?

Juan Manuel de Rosas luego de pensarlo detenidamente dijo:

-No por el momento señor Erick,me gustaria saber mas de la situacion actual.

Luego de decir espero a escuchar mas acerca de lo que pasaba en este lugar y poder prontamente irse ubicando con todo.

Despues de todo al ser Argentino le tomaria algun tiempo adaptarse.

-Bueno, claro... no me daba cuenta que usted acaba de llegar hace poco.-comentó Erik-. Creo que lo mejor es hacer un repaso rápido, ¿no cree?

Se movió sobre la caja que le servía de asiento, tomando una postura más cómoda.

-El Príncipe de Madrid, bueno, el Expríncipe, Álvaro Torremocha; con la ayuda del Príncipe de Toledo, consiguió echar a los hombre lobo de la Casa de Campo. Los lupinos en una zona tan cercana al centro de la ciudad era un verdadero problema, así que decidieron expulsarlos.-explicó-Pero mi chiquilla, hace un par de noches, vio a dos de ellos en la zona norte del parque. Asegura sin lugar a dudas que eran hombres lobos, y nombraron a Feito. Lope Feito es Príncipe de esta ciudad desde hace siglos... creo que es el que más tiempo lleva en el poder en España, si no me equivoco.

Te mira a los ojos y sonríe, dejando ver un poco sus colmillos.

-Y aquí es donde entramos nosotros: Cortázar quiere que investiguemos la situación, por lo que se puso en contacto con el aquí presente señor Toxo, que es nuestro enlace en La Coruña.-dice señalándole-Cualquier duda sobre la ciudad mejor se la pregunta a él que a mí. Y bueno... creo que es mejor que esto lo explique usted.

Alargó la mano hacia Toxo, invitándole a seguir.

-Este sábado, es decir, pasado mañana, el contable de Feito, José Carpintero, va a celebrar una reunión en uno de los elíseos de la ciudad: la torre Hercon, que es el edificio más alto de la ciudad. La reunión la celebrarán en la planta 29, y a ella van a acudir algunos inversores de las empresas que controla la Camarilla.

Se levantó de su asiento y continuó hablando:

-Mañana concretaremos los detalles, pero nuestra misión es llegar antes que ellos y robar todos los documentos que hagan falta. Todo ello sin ser descubiertos, por supuesto. No nos conviene que sepan que estamos detrás del robo.

Te mira y mueve ligeramente la cebeza:

-Sabemos por uno de mis topos que un ayudante de Carpintero llevará los documentos antes de la reunión, sobre las 00:00. La reunión empezará a eso de la 01:00, así que sólo tenemos una hora.

Juan Manuel de Rosas luego de pensarlo detenidamente miro a ambos hombres y dijo:

-Muy bien señores,ahora la pregunta es,¿como entro yo en su plan de juego?,¿tienen alguna estrategia pensada para hacer todo lo que describen en el plazo fijado?.

Luego de decir esto espero las respuestas de ambos hombres antes de continuar planteando lo logico.

Toxo mueve una cajas de cerveza y saca de detrás de ellas un maletín de cuero negro, viejo y muy usado. De él sacó unas hojas de papel con planos y otras que parecía facturas o algo parecido.
Toma un folio y te lo pasa. En él se puede ver el dibujo de la planta de un edificio con un núcleo central en forma hexagonal, del que salen tres brazos.

-Ésta es la planta baja-comienza Toxo.- Para facilitar las cosas a cada brazo de la torre le hemos puesto una letra: A, B y C. La entrada está entre el A y el C-dice señalando con el dedo el círculo rojo que indica la entrada-, enfrente está recepción. Los cuadros con una X pintada son los ascensores. Los rayados con las escaleras.
Saca otra hoja y te la pasa. Es el mismo edificio, pero las piezas de los brazos son distintas.

-Éste es del piso 29, el que nos interesa a nosotros. La torre tiene 31: los 4 primeros son de oficinas y el resto de viviendas de lujo menos la última, que está ocupado por la televisión y la radio gallegas.-comenta- El apartamento que nos interesa es el del brazo B. La cruz roja indica el salón donde se va a celebrar la reunión.
Señala con un dedo la marca de rotulador, roja y brillante, que indica el salón.
-He pagado “dos duros” a unos cuantos vagabundos para que monten follón en recepción y tengan ocupados a los de seguridad. En ese momento usted y Erik se ponen a trabajar rápidamente. Erik abre con una ganzúa la puerta, mientras usted utiliza el manto de sombrar para ocultarlo de las cámaras de videovigilancia. Una vez dentro, pasan al salón y toman los papeles.
Se detuvo un momento, como pensativo, y añadió:
-Se harán pasar por empleados de mantenimiento. Tengo un infiltrado que hará algún destrozo para que vuestra entrada en el edificio esté justificada.

-No se preocupe, no saben que estamos aquí, ni lo esperan. Las culpas se las llevará Raimundo Delforo, el Príncipe de Compostela. Feito y él se llevan como el perro y el gato, y ha habido más de una vez que se han robado mutuamente-dijo con una sonrisa.- Señores, esto va a ser divertido.

Juan Manuel de Rosas lo piensa detenidamente y luego dice:

-Muy bien señores me parece un buen plan,ahora solo hay que ponernos en marcha para que nada salga como un evento inesperado.

Luego de agregar eso,espero a que se pusieran en marcha.

-Bien -respondió.-Mañana viene una amiga mía, Clara, una gangrel, con los uniformes de la empresa de mantenimiento y alguna cosa para evitar una posible futura identificación. Es especialista en maquillaje y caracterización, y seguro que podrá poneros algún bigote o cambiar el color de la piel de a cara.

Se acerca a la ventana. Hasta ti llega el olor a tierra mojada.

-Parece que se ha puesto a llover-dice más para sí que para vosotros dos.

-¿Algún detalle más que aclarar?-te pregunta.

Juan Manuel de Rosas luego de pensarlo detenidamente dijo:

-Por el momento nada se me ocurre señor Francisco,si tuviese alguna duda,se lo hare saber antes de comenzar la mision.

Dicho esto suspiro y el olor a tierra mojada que se sentia en el aire,le hacia recordar un lugar y un tiempo mas placido,cuando el era mortal hace casi ya 200 años y podia disfrutar de sus fincas en Buenos Aires.

Por un segundo la melancolia le habia ganado la mano y suspiro por ya no poder volver a aquellos tiempos asi que se dijo a si mismo que era mejor no mirar atras y avanzar hacia el futuro.

Francisco Toxo vuelve a guardar los planos en su carpeta, pero esta vez se las guarda debajo del brazo, no detrás de las cajas de bebida.

-Bueno, entonces creo que será mejor ir a descansar. Yo tengo que ir a hablar con Clara, para decirla que mañana la necesitamos. Creo que no habrá ningún problama con ella.

Salís de la bodega al patio, que ahora está mojado por la lluvia, y atravesáis el bar, donde los mismos hombres siguen haciendo lo mismo en la misma postura. Si te hubieran asegurado que son estatuas, seguramenta habrías dicho que sí.

Los tres os metéis en el automóvil de Toxo. Los limpiaparabrisas funcionan con un ritmo monótono mientras viajáis por la ciudad.

Al cabo de un rato, el coche para en un hostal de la zona del puerto. Toxo se despide y Erik te indica que la habitación 202 será vuestro refugio durante vuestra estancia en La Coruña mientras salís del coche.

-Yo tengo que hacer una llamadas a Madrid. Mi chiquilla estará preocupada porque no la he llamado-te dice con una sonrisa.-Usted puede hacer lo que quiera el resto de la noche. Eso sí, no se aleje demasiado e intente no llamar la atención.

Decides andar un poco antes del amanecer. Erik se despide de ti diciéndote que te esperará en la habitación.

Empiezas a caminar por una calle estrecha cercana al hostal. No te cruzas con nadie hasta que llegar a una plazoleta con unos poco árboles. En un banco, debajo de una farola, está sentada una chica pelirroja leyendo un libro. No se ha percatado de tu presencia, parece estar más atenta a lo que sucede en las páginas del libro que al mundo que la rodea. Es bella, pálida y casi cristalina. Se podríai decir que es una ninfa que ha salido de algún río cercano para seducir a los hiombres de corazón blando.

Pasas a su lado, silencioso cono un fantasma al deslizarse. Te abalanzas sobre ella. Todo pasa como a cámara lenta: ella suelta el libro y, mientras cae, ella te mira con unos ojos azules que te recuerdan a tu añorado Río de la Plata. Tú le atraviesas el cuello con tus colmillos y sientes como la sangre fluye por tu cuerpo mientras de su boca sale un pequeño gruñido, casi orgásmico.

Vuelves al hostal. Erik está a punto de irse a dormir. La estancia es una pequeña habitación doble, sencilla pero limpia. La puerta es gruesa y parece resistente; y las ventanas están cerradas con unas pesadas persianas cerradas totalmente: ningún rayo de luz os molestará durante el día.

Cuando os despertáis a la noche siguiente, mientras os desperezáis, Erik comenta:

-Como ya le comentamos ayer, debemos ir a ver a don Giovanni y a la amiga de Toxo. Así que hay que darse prisa.

Juan Manuel de Rosas no bien se termina de desesperezar que entra el baño a darse una ducha rapida y luego acicalarse bien ,para estar presentable para una mision como la que ocurririra en la noche como esta.

Luego de cambiarse le dice a su compañero:

-Ya estoy listo,nos pongamos en marcha.

Y espero la respuesta de su compañero.

En la puerta del hostal os espera Francisco Toxo, apoyado sobre el capó de su coche gris. Os saluda y pasáis dentro mientras el olor a limón vuelve a penetrar en tu nariz.

Mientras Juan Manuel de Rosas percibe dicho olor se mantiene callado dado que no esta acostumbrado a subirse a carruajes que no son conducidos por caballos y que solo lo maneje una persona que no es el cochero,sin embargo se mantenia atento a su entorno.

Erick se giró en su asiento.

-Espere un momento, creo que anoche no le comentamos nada de los Giovanni, ¿verdad?... Creo que se nos olvidó-dijo, pensativo-. Bueno... le pongo al tanto enseguida. La Coruña es de las pocas ciudades españolas con una presencia Giovanni considerable. Las otras son Cartegena y Palma de Mallorca. El capo de La Coruña es Gianni, jefe de una numerosa familia y el que controla el tráfico de mercancías en toda la costa norte española y también de la portuguesa. En otras palabras: un tipo importante. Fue él el que nos proporcionó la información sobre la reunión.

Alargó su cuerpo hacia delante y le comentó a Toxo:

-¿No es ese pazo que nos hemos pasado?

Se volvió hacia ti y continuó:

-Ahora vamos a su casa, a ver qué nos pide por esa información. A partir de este momento tenemos que ser buenos comerciantes.

Toxo aparcó y los tres os apeásiteis del coche. Había niebla, lo que hacía que todo pareciese la fotografía de un sueño. Era un barrio a las afueras de la ciudad, cerca de un parque. Desde allí se podía ver el mar, brillante, y la torre de Hércules como un dedo luminoso acusando a Dios. Debía ser una zona de lujo porque sólo se veían casa grandes.

Caminásteis unos metros hasta la casa que había señalado Erick. Era una vieja mansión gallega, un pazo de paredes blancas con la sillería de las esquinas al descubierto, rodeada por un cuidado jardín e iluminada por faroles.

Toxo tocó el timbre, y respondió a la voz que sonó por el interfono. La pesada puerta de tejo se abrió, y un hombre pequeño, vestido elegantemente, os abrió la puerta.

-El señor les espera-dijo con una voz neutra.- Acompáñenme, si son tan amables.

La casa parecía un castillo, y estaba decorada como tal: tapices de aspecto caro, armaduras y cuadros grandes como ventanales.

El mayordomo os guió por un sinfín de pasillos, hasta una habitación revestida de madera socura, donde había un escritorio elegante y varios sillones.

Detrás del escritorio os esperaba un hombre de pelo corto y negro, vestido también de negro, corpulento y de hombros anchos.