Partida Rol por web

¿Que quiero ser yo?Entorno los ojos pensativo unos segundos.
 Durante toda mi vida había tenido que luchar por ser lo que me pedían los demás, mis padres, mi abuelo, los compañeros de equipo. El mas listo, el mejor deportista, mejor en todo, pero quizás en todo este tiempo había perdido parte de mi vida en esas tareas. 

Intentando ser lo que otros querían, aunque sentía que de alguna forma yo también lo quería, solo era autoconvencimiento? Eso quizás lo hacia mas fácil.

-Eso es una buena pregunta, pues ahora mismo no lo se.Pero tenemos tiempo para descubrirlo juntos. Después de todo estas condenada a aguantarme un curso entero.

Al poco me responde con ternura y con esa mirada.Durante unos segundos mis ojos se pierden en los suyos. Como un navegante es engullido por el mar en la inmensidad de una tormenta. Realmente es bonita, simpática y amable. Daban ganas de salir de allí ahora mismo sin comer nada y perderse por cualquier sitio en su compañía. Parpadeé un poco dándome cuenta de que estaba como en otro lado.

Lo mejor no es que sea bonito, lo mejor es que es verdad jaja-me río mientras no puedo evitar ponerme algo sonrojado.
-Bueno llamemos al encargado comamos pronto así tenemos mas tiempo para nosotros por ahí. Y de paso me secuestras un poco ¿a tu casa era?-pregunto en broma mientras llamo al camarero para que pidamos ambos. Una vez se acerca pido lo de siempre y espero a que Tala pida lo que desee.

-Pide lo que quieras hoy invito yo, ya que te traje al lugar a traición y como sorpresa sin decirte nada sobre este. Es lo que toca. Para la siguiente cita elijes tu.

Tenemos tiempo para descubrirlo juntos. Después de todo estas condenada a aguantarme un curso entero.

Aquella frase me hace sonreír mirando hacia abajo pero enseguida subo la mirada a Ryan - No me queda otra ¿no?

Le miro a los ojos y me doy cuenta de que se queda unos segundos callado, mirándome. Le miro expectante, esperando a que diga algo pero no lo hace y me intriga en lo que puede estar pensando mientras me mira. No puedo evitar ruborizarme pero mantengo la mirada. Finalmente habla y al verle sonrojado me hace sonreír, nuevamente con ternura, sólo encuentro dulzura en él y en todo lo que dice y hace.

Cuando me recuerda lo de ir a mi casa alzo las cejas sorprendida - ¡Es cierto! Sí, a mi casa, si te parece bien claro - Yo igualmente había llevado algunos abalorios por si surgía que Ryan se echase para atrás con lo de ir a mi casa, pero todo lo contrario, me lo ha recordado él.

Vuelvo a mirarle y me fijo en sus rasgos faciales, en su pelo, en sus ojos, en su boca…

Oh oh Tala… te gusta Ryan. ¿Y lo vas a llevar a casa? Ay joder…

Cuando menciona la comida parpadeo y me coloco recta, no me había dado cuenta que me había inclinado hacia él para verle y escucharle mejor. Carraspeo y asiento con la cabeza. Pero continuo mirándole y sonrío, una vez más - Está bien, me parece muy buena idea.

El camarero aparece y por mi parte, le pido ese plato de pasta al pesto que le había mencionado a Ryan y una botella de agua. Pienso que quedaría ideal una copa de vino pero mi abuela me mataría si se enterase de que he bebido y conducido, ya que fijo que me emborracho enseguida, no estoy acostumbrada al alcohol. Agua, que alcohol fijo que hay esta noche.

Le miro esperando a que él pida y pienso en lo amable y dulce que está siendo conmigo hoy ¿Por qué…? 

Cuando viene el camarero voy a pedirle lo de siempre pero en eso escucho a Tala pedir. Y mientras sonrío solo le digo a este que me traiga lo mismo que a ella.
-No seria nada caballeroso pedir lo de siempre en una primera cita. Mejor empezar por compartir un mismo plato, es un buen comienzo¿No crees?.-digo sonriendo de nuevo

Una vez hemos pedido cruzo mis manos mientras miro atentamente a Tala y comento.
-¿Y porque zona de la ciudad vives?Debió de ser todo un embrollo venir de lejos hasta aquí, dejar a todos los amigos atrás, la familia y comenzar de nuevo en otra ciudad.
Encima en el ultimo curso de instituto ¿Y sin conocer a casi nadie quizás?Hay que ser muy valiente para eso-digo con admiración mientras esperamos a que nos traigan los platos.

Al tiempo cuando por fin nos traen la comida empiezo a comer sin poder evitar echarle un vistazo de vez en cuando llegando a perder un poco la noción de lo que hago embobado mirando sus ojos y sus mofletes graciosos, eternamente sonrojados. Cuando sin querer se me cae  un spaghetti encima de  la nariz.
Miro a todos lados avergonzado por si alguien me vio.

Ups-apenas digo mientras me quito el spaghetti revoltoso de la nariz.¿Me abre manchado?, pienso mientras no puedo mas que poner una sonrisa de circunstancias viendo como me puse en ridículo sin querer.

Si es que no puedo evitar sonreírle con ternura, está teniendo gestos preciosos conmigo y son muy tontos, pero a mi es que me gusta, soy una romántica pero como para decir eso en una presentación "Hola, soy Tala y me gustan los animales y viva el amor" pues como que no.

- Pues vivo en la zona este del pueblo, es donde mi abuela tiene la casa. - Miro mi falda y la aliso hacia abajo, cerrando bien las piernas. 

Arqueo las cejas y sonrío, algo triste ante el comentario de lo valiente que hay que ser para dejarlo todo atrás y empezar de nuevo - Sí, en realidad sí… me siento muy sola - Murmuro y ante mi propio comentario me quedo seria unos segundos pero luego frunzo el ceño y sonrío, no quería ponerle triste.

En cuanto nos ponen la comida cojo los cubiertos y me dedico a oler la salsa al pesto, lo hago cerrando los ojos. De vez en cuando le miro alzando las cejas, claro que me hacía sonrojar, y tanto, si no dejaba de mirarme… pero era agradable, me hacía sentir cómoda.

Voy masticando y de repente, veo a Ryan peleando con la pasta y me río un poco.

Suspiro y tras masticar y tragar lo que tenía en la boca, me inclino sobre la mesa y extiendo mi mano para limpiarle la nariz. Poso las yemas de los dedos en su mejilla y le limpio la mancha de salsa de la nariz con el pulgar. - Te estás poniendo perdido de salsa… - Me río un poco y tras limpiarle llevo el dedo a mi boca y saboreo la salsa. Cuando tengo el pulgar en los labios lo retiro rápidamente, dándome cuenta de que ese gesto es muy coqueto pero lo he hecho sin pensar, por lo cual bajo la mirada rápidamente a mi plato.

Abro mucho los ojos cuando veo el dedo de Tala marchando hasta mi con sorpresa y enseguida enrojezco cuando veo como se lleva el dedo a la boca.

Cuando veo como baja la cabeza al plato sonrío y añado. -Ey no soy tan feo para que apartes la mirada o eso me dice mi madre al menos-termino la broma.

Sigo comiendo con cuidado de no liarla esta vez, hasta terminar la comida. Me espero a que ambos terminamos.
De repente se me pasa una locura por la cabeza mientras sonrío. Tomo su mano y le digo.

-No me espero a los postres,¿Pago y me secuestras?Me estan entrando unas ganas locas de que salgamos de aqui,¿Que me dices?

Ey no soy tan feo para que apartes la mirada o eso me dice mi madre al menos

Me río ruborizada y niego con la cabeza - ¡No! No eres feo… - Suspiro porque no sé cómo escapar de ese apuro ante la broma de Ryan. Al final simplemente me río.

Voy comiendo y muy de vez en cuando voy limpiando mis labios. Cuando ya he terminado pienso en sacarle más conversación, sin embargo siento la mano de Ryan sobre la mía y subo rápidamente mi mirada a él. Si es que ante una frase como esa, pidiéndome que lo secuestre ¿cómo evitar dejar de estar sonrojada?

Tardo un poco en reaccionar, pensativa pero finalmente asiento con una sonrisa - Está bien, te secuestraré - Sonrío y me levanto, sin soltar su mano hasta que él lo haga.

Pido la cuenta rápidamente mientras dejo el dinero encima de la mesa.En ningún momento suelto la mano de Tala. Es mas antes de partir le miro a los ojos esperando una muestra de aceptación o de complicidad para seguir llevando cogidos así durante todo el camino.

Después de ello nos dirijo a ambos hacia el parking. Una vez fuera no puedo dejar de mirar a su coche y a mi moto.
-Ahora tenemos varias opciones. Ir cada uno con su vehículo ,ambos en tu coche o quizás los dos en mi moto. Si es que no tienes miedo a ir en moto claro, apretujada detrás de mi. No se puede que sea peligroso-digo con picardía.

Usted decide señorita secuestradora.-añado en broma mientras no dejo de cogerle de la mano y la miro expectante a ver que decide. Separados, juntos cualquier opción era buena, pero prefería averiguar cual seria la que ella elegía

Cuando paga la cuenta miro de reojo pero no quiero ser descarada y ver el precio. De hecho no veo nada.
Me levanto, me acomodo la ropa, el bolso, y siento la mano de Ryan de nuevo sobre la mía. Le miro sonriente, y un poco avergonzada, aquello era un poco nuevo para mi, pero no por ello me resultaba desagradable, al contrario. Claro que había tenido algún que otro "novio" pero no había tenido una cita así.

Cuando llegamos al parking observo todo los coches, luego le miro a él parpadeando, pensando en la idea de ir en su moto - Pues no me viene mal dejar el coche aquí, es de mi abuela y ella va y viene todo el tiempo con sus amigas, al final siempre me pide el coche, así que si vamos en moto tampoco es mala idea. Pero si crees que vamos mas cómodos en el coche… podemos ir en él - Alzo las manos restándole importancia. En el fondo si me daba miedo ir en moto con Ryan, pero no sería demasiado distinto a montar a caballo, apuesto que al final me gusta.

Me quedo pensativo un momento hasta que resuelvo la disyuntiva.
-Dejemosle el coche entonces a tu abuela por si quiere utilizarlo, no vamos a hacerle el feo de quitarle el medio de transporte y de paso te ahorras tener que llevarla.-digo dando una solución.
 La moto,pues  supongo que ya te habrás subido a una aunque esta es un poco revoltosa pero es normal con casi 200 caballos. 

Extiendo mi mano para ayudarla a subir, mientras me siento delante y le entrego un casco.-Es un poco royo el casco, pero no te preocupes no pasara nada, se me da bien conducir.
Solo tienes que agarrarte fuerte a mi y ya esta.-explico mientras desde delante cojo sus manos y las pongo en mi cintura para que se coja bien.

-Recuerda que guías tu no vayamos a perdernos.-Comienzo a encender la moto mientras le doy gas a la salida. Al principio voy bastante lento no pasando de unos sesenta  x hora o menos.

Hasta que al llegar a una recta le doy bastante llegando a superar los cien kms x hora subiendo mas de 120 en poco. Apenas en un pequeño tramo y después bajo la velocidad de nuevo. Durante el camino me dejo guiar hasta que me lleve a la dirección indicada. No era mucho de impresionar a las chicas pero se veía demasiado graciosa la ocasión para no hacerlo.

Hago un gesto con los labios de dolor al mencionar que ya estaré acostumbrada a una moto antes. Los chicos de la ciudad están acostumbrados, yo por mi parte… no. Preferiría a 200 caballos, ¡de verdad!

Me subo a la moto con la ayuda de Ryan y me retiro el cabello para poder ponerme el casco - Precaución siempre. Solo te pido que no vayas muy rápido… - En el fondo estaba acojonada pero no iba a mencionarlo.

Por supuesto, sabía que mi falda iba a echar a volar, por lo que la acomodo entre mis muslos lo más posible para que el viento no haga de las suyas, aunque Ryan no pudiera mirar, el resto de personas sí.

Me dejo hacer por él, rodeando su cintura con mis manos tal y como él ha hecho, poniéndome un poco nerviosa pero preparada.

Una vez emprende el camino a mi casa, siento por primera vez la sensación de velocidad con un vehículo como él y con un chico como Ryan, ahora entendía mas o menos esa manía de algunas chicas por los chicos con moto. Sin embargo cuando aprieta más en algunos tramos, se asoma mi miedo que represento de alguna manera, aferrándome más al cuerpo de Ryan.

Pasando eso sigo guiándole como puedo y tras unos pocos minutos, llegamos a la casa.

Es una casa pequeña comparada al resto de casas del resto del vecindario. Es humilde. La fachada se ve arreglada porque mi abuela se encargó de acicalarla antes de llegar yo; pidió un presupuesto a unos obreros y la dejaron perfecta, si no... a saber en qué estado estaría ahora.

Cuando Ryan detiene la moto lo primero que hago es separar mis manos de él aunque me cuesta, ya que aún sentía la sensación de velocidad.

Luego me quito el casco agitando la cabeza y apartando el pelo de mi rostro o despeinado.

- Bueno, aquí es... Es... una casa pequeña, no es gran cosa - Digo encogiéndome de hombros - Mi abuela está fuera, es la hora de la reunión con sus amigas - Digo sonriendo ladeando la cabeza y bajándome al fin de la moto de Ryan. Justo cuando paso la pierna para bajarme acomodo rápidamente la falda para que no se vea un ápice de mi ropa interior o mis nalgas. Que vergüenza...

El camino se me hace largo, quizás porque tenia ganas de escapar de aquel centro comercial y de llegar. Cuando me quito el caso veo como Tala se arregla,me bajo.

 Justo para ver como ella lo hace también y sin querer no puedo evitar mirar cuando acomoda la falda, aunque aparto mi mirada haciéndome el despistado , me llevo una mano  a la frente y comentando otro tema.

-La zona esta bien y la casa no es tan pequeña se la ve muy acogedora. Lo importante de una casa no es lo grande que es, si no la gente que vive en ella. El hogar esta allí donde esta la persona que tu quieres  .  Unas piedras y un tejado, una caravana en el desierto o una mansión gigante que mas da.-en eso me giro hacia Tala dándome cuenta de que quizás se incomodo por el comentario.
-Oh perdona a veces me pongo una mezcla de filosofo y romántico, supongo que tengo un poco de ambos. 

Por fin cuando habla de que su abuela se fue no puedo evitar que pase por mi mente el pensamiento de,estamos solos sin nadie mas en la casa.Pero en seguida vuelvo a hablar quitándome de la cabeza el pensamiento.

-Bueno ahora que ya estamos aquí ¿Me enseñaras la casa no? Como buena anfitriona secuestradora es tu deber-digo en broma señalando hacia al casa.Añado una sonrisa mientras la miro de lado divertido.

Al acomodarme la falda siento como la parte de atrás se había enredado y me pongo nerviosa, menos mal que me había dado cuenta, ya que de seguro hubiera ido caminando hacia la casa hubiera enseñado toda la ropa interior. Sólo de imaginarlo me ruborizo y me aseguro tres millones de veces que la falda lo tapa todo mientras miro a Ryan y le escucho hablar.

Le doy el casco al quitármelo y comienzo a caminar hacia la puerta de casa y cuando habla del hogar, me quedo seria mirándole, recordando mi hogar en Arizona. Me da una nostalgia terrible pero trato de no mostrarlo en mi rostro, así que expreso una sonrisa llena de inquietud.

Claro que este era mi nuevo hogar ahora, pero también es cierto que sólo veía a mi abuela a veces de noche. - Mi abuela es una mujer muy activa ya que ha pasado un largo periodo de su vida sola y cubría esas horas de soledad entrando y saliendo haciendo cosas - Pienso que el simple hecho de llegar yo y aparecer no iba a solventar ese problema de soledad, por lo cual ella sigue haciendo su vida, como siempre. No se lo digo, pero lo tengo bastante presente, de todos modos trato de quitarle hierro al asunto y al ver que todo en él son buenas intenciones sonrío con un poco más de dulzura - Ese aire filosofo-romántico te queda bien.

Finalmente no puedo evitar reírme un poco al insistirme en que soy su secuestradora, lo cual también me contagia su sonrisa - Claro, te enseñaré la casa, no hay mucho, la verdad, vamos - Del bolso rebusco las llaves y voy abriendo la puerta. Entro dentro pero le cedo el paso a Ryan para que pase dentro justo después de mi y cerrar la puerta tras él.

La sigo mientras me lleva a la casa que comparte con su abuela. Escucho como habla de ella  y en eso me acuerdo del mio.

-Bueno mi abuelo también es un poco especial, la mayoria de las veces que nos vemos que son muy pocas solo habla de sus negocios y de nuestra familia.- Comenzaba a pensar si es que el hombre intentaba decirme algo pero no sabia. -Encima el y mi madre no se llevan demasiado bien. 
Mi familia es un poco rara-digo un poco avergonzado.

-Aunque por cierto yo tampoco he vivido siempre aqui, hace unos años vine desde Nueva York la vida alli es bastante diferente de la de un pueblecillo pequeño como este pero con el tiempo me acostumbre. Recuerdo los amigos que deje alli, no eran muchos pero era lo poco que tenia. No es facil dejar el hogar pero bueno es lo que toca.-Hacían ya unos cuantos años pero aun recordaba todo el proceso al principio costaba pero en esta ciudad me sentía como en casa.

Gracias-digo cuando comenta que me cae bien el aire filosofo.

Por fin abre y me cede el paso ante lo cual entro esperando ver que me encontraba allí. Tenia curiosidad de ver como seria su casa hacia mucho que no visitaba una pasando tanto tiempo entre entrenes, escuela y mi propia casa no salia demasiado.

De la nada, surge una enorme mancha amarilla que se lanza sobre Ryan. Sin llegar a derribar al chico, coloca sus patas sobre el pecho del joven y le ladra en la misma cara, a la par de que le enseña su desgastada dentadura.

Al dejar pasar a Ryan cierro la puerta echando la llave, por miedo y porque estaré distraída o arriba y quiero oír si mi abuela llegase, buen chivato.

Voy detrás de él y le miro de reojo mientras observa la casa. Por supuesto es una casa bastante arreglada pero no deja de ser de una señora mayor, gracias a que estaba yo para ayudar a decorar con las flores y los cuadros.

La casa dispone de dos plantas. En la primera está el salón, cocina que da al patio trasero, baño y una pequeña habitación. Arriba hay dos habitaciones y un baño más. Más el sótano abajo.

Ladeo la cabeza y alzo las cejas al mencionar que su familia era rara, y la mía también, mitad nativa y mitad estadounidense... menuda mezcla, al menos me camuflaba mas o menos bien entre ambos mundos, tan distintos, aunque aquí en Hill Valley aún tenía que encontrar mi hueco.

Le escucho también cuando habla de Nueva York y le miro aún mas sorprendida - Vaya... que curioso, así que eres todo un chico de ciudad! y yo de pueblo - Arqueo las cejas y me río un poco.- Sí... dejar tu hogar no es fácil, aunque tengas pocos o muchos amigos... 

Camino hacia la sala principal y busco con la mirada a Dylan, que o bien está por allí por la casa o en el jardín trasero, no sé donde lo habrá dejado mi abuela - Por cierto, ¿te gustan los animales? Porque...

Y en ese momento aparece el perro, feliz, como siempre a saludarnos. Me río al ver que va directo a Ryan a saludarlo - ¡Vaya! si que le gustas... - Aunque no sabía si a Ryan le gustaban los animales.

- Hola, hola. Ya está Dylan, tranquilo... - Lo saludo, a la expectativa de la reacción de Ryan.