Partida Rol por web

Es una sala amplia con habitáculos acristalados para los jefes de sección, una amplia zona de oficinas con mesas, archivadores y demás. En el otro extremo se abre una salida hacia la derecha. Una placa en la pared indica que se puede ir desde allí a la sala de interrogatorios y el despacho del teniente, entre otros.

En la sala habrá una media docena de agentes, atrincherados como pueden.

-Tengo que irme. Mis hombres están ahí fuera y tengo que estar con ellos. Si es cierto que ha venido a por usted, lo detendremos -Traxler hace una pausa, dudando-. Mire, intentaré que suelten a Reese. Es obvio que aquí está pasando algo que no terminamos de entender y quiero pensar en que la historia de su amigo es pura invención. Pero tras lo que estoy escuchando fuera...

El teniente abre la puerta y se dispone a salir.

-No se mueva de aquí. Volveré pronto.

El Terminator no lo duda. Guarda la escopeta en la mochila y saca su pistola, mientras con su otra mano coge la Uzi. Ya preparado, y sabedor de que el camino mas rápido para llegar a su objetivo es pasar la sala, ni lo piensa. Entra en la misma y comienza a disparar a ambos lados mientras camina rápido hacia la puerta. No tiene intención de matar a todos los policías... su intención es mantenerlos a rayas lo suficiente para que no le molesten en su misión.

Kyle coge el arma que le ofrece el guardia y sale de la sala de interrogatorios para evaluar la situación. Intentaría dar con Sarah antes que el cyborg, no podía dejar que eso sucediera.

-¡No, usted no sabe lo que hace! ¡Al menos déjeme ir con Reese! ¡Vendrá a por mí, lo sé!. Las lágrimas se precipitan por mi rostro ante la impotencia, las pocas ocasiones que he podido ver cómo actúa ese hombre, me han dado una idea de las posibilidades que tienen los agentes con él... y si encima me queire dejar sola en una habitación encerrada, las posibilidades de sobrevivir son prácticamente inexistentes...

El teniente Traxler se quedó en la entrada de la sala de estar. Medio cuerpo fuera, medio cuerpo dentro, sosteniendo el rifle de asalto. No sabía que hacer. Por un lado sus hombres estaban siendo masacrados por un pistolero en apariencia indestructible; y por otro estaba Sarah Connor y su deber de proteger al inocente. Pero reconocer que la mujer era la prioridad era dar credibilidad a la enloquecida historia de su "protector" Reese. Por si fuera poco, por la esquina apareció el propio Kyle. Llevaba un revólver en la mano y se acercó a la carrera a la sala de espera donde Sarah se encontraba.

-¿Cómo demonios ha logrado salir de la habitación, señor Reese? -preguntó Traxler resignado. A vuestros oídos llegó de pronto una larga ráfaga de ametralladora combinada con esporádicos disparos de pistola-. Dios... ¿A qué demonios nos estamos enfrentando aquí?

Entras en la sala con total confianza sacando la Uzi. Al instante eres recibido con una salva de disparos de pistola. Uno de los tiros abre un agujero en la pared de tu izquierda mientras que el resto de balas te acribilla el torso sin consecuencias. A pesar de que tu endoesqueleto estaba a salvo, la cubierta orgánica empezaba a presentar un considerable deterioro. Aparte de que el daño en tu ojo te obligaría a llevar gafas de sol.

Moviendo el brazo en arco, disparas la Uzi agotando todas las balas del cargador. Los cristales estallan a tu alrededor, papeles y material de escritorio vuelan por todas partes. Los proyectiles abren agujeros en el mobiliario haciendo saltar pedazos del mismo, levantan la escayola de la pared y hacen caer los cuadros colgados. Tres de la media docena de agentes muere acribillados a balazos. El resto se cubre como puede del infierno que has desatado. Cuando cruzas la habitación hasta el pasillo que lleva a las salas de interrogatorio abandonan sus escondrijos para volver a dispararte...

Tras cruzar la puerta se coloca a un lado mientras sigue disparando a los policías. Aprovecha la ocasión para mirar por el pasillo y así seguir su camino a por Sarah Connor. Su otra mano sujetaba la pistola... en caso de que se acercara alguien por el pasillo, no dudaría en usarla.

Hizo un gesto de alivio al ver a Sarah. Aunque se le fue pronto al oir los disparos. Él, o mejor dicho, eso, estaba cerca.

-Mejor alégrese de que haya conseguido salir, cuantos más seamos mejor. Y ya se lo dije, esa cosa no se detiene, a menos que se disponga de armas pesadas, y ni aún así le garantizo nada- y por desgracia los lásers no se habían inventado aún- ¿Hay explosivos por aquí o granadas? Las vamos a necesitar. Si no tienen nada de eso lo mejor es que huyamos rápido. ¿Hay alguna salida trasera que podamos usar? ¿tienen algún vehículo blindado?

Haciendo caso omiso de la estupefacción del Teniente Traxler, comienzo a buscar en la habitación cualquier arma u objeto punzante que me pueda ayudar,... si es que hay algo que me pueda ayudar contra ese hombre. Sin embargo, por fin despierta en mí en instinto de supervivencia, está claro que ese hombre quiere arrebatarme la vida, y son muchas las personas que están perdiendo la suya por mi culpa... es hora de reaccionar.

-Por favor Teniente, reaccione y ayúdenos... ya usted está viendo de qué es capaz, debemos salvarnos, y debe ayudarnos.

Los disparos cesaron por un momento dejando la comisaría sumida en la tranquilidad. Sólo se escuchaban los lamentos de los heridos y a alguien acercándose hacia vosotros. El teniente se giró y le entregó su revólver reglamentario a Sarah y unas llaves. Luego volvió a empuñar el rifle de asalto.

-Aquí no tenemos nada de eso, señor Reese. No hay granadas. Esto es una comisaría por el amor de dios, no un bunker del ejército. Pero tiene razón, debe salvar a Sarah. Si todo lo que ha dicho es cierto, la esperanza de la humanidad depende de ella. Esas llaves son las de mi coche. Salgan por ahí detrás, aquella puerta da al aparcamiento trasero de la comisaría. Mi coche es marrón, lo reconocerán fácilmente. Ahora ¡váyanse!

El teniente empuñó el arma y se preparó para recibir al Terminator.

Después de atravesar la sala como un ciclón, llegas al pasillo que lleva a la sala de interrogatorio. Pero una vez allí ves dos cosas: Que hay una salida trasera de la comisaría ya que puedes ver al fondo una puerta entreabierta y un aparcamiento y que frente a ti hay un hombre de color con un rifle de asalto.

-¡Maldito hijo de puta! -te grita el hombre- ¡Nunca cogerás a Sarah Connor, te haré pagar por todos mis muchachos!

Luego dispara el rifle. Las balas, rápidas pero de pequeño calibre, te acribillan la cubierta orgánica sin hacerte el menor daño. Tus oídos detectan el sonido de un motor poniéndose en marcha en el aparcamiento.

No quería dejarlo solo. Los humanos eran mejores que las máquinas. Pero sabía que aquel policía quería que lo dejaran solo, que salvara a Sarah.

-Es usted un gran hombre- cogió las llaves y fue hacia la salida.

Una salida de emergencia... eso suponía un problema. Significaba que Sarah podía haber escapado por allí. Sin mas dilación, el Terminator comienza a correr hacia ella, apuntando con la uzi y su pistola al policía que le había disparado y devolviendo el fuego contra él. Las balas de la UZi se pierden a lo lejos, no así la de su pistola, que logra alcanzar en el pecho de su objetivo, cayendo este al suelo... mas no tiene tiempo para confirmar eso. 

Sale por la puerta y apunta al coche, disparando sus armas contra él... pero no logra dar en el blanco. Observa la zona para buscar un vehículo que pueda servirle para perseguirles.

Tomo entre mis manos el revolver que me entrega el Teniente con una expresión de nerviosismo, hasta esta misma noche, nunca había visto un arma de cerca... y por primera vez tengo una entre mis manos, y por si fuera poco es muy probable que llegue el momento de tener que utilizarla.

-Muchas gracias Teniente... le debo mi vida.- Según salgo del edificio con Kyle miro un par de veces hacia atrás preocupada por él, sin embargo,... es hora de huir.