Partida Rol por web

Sargento Suerio Stibbons, mi General- Digo mientras me levanto del asiento- Me gustaria preguntar si aparte de este especimen hay algun otro tipo de peligro natural en el planeta. Nos ha hablado de las bolsas de gas, las ruinas y, en general, el desconocimiento que tenemos de la zona. Querria saber si tendremos mas bichos incordiando, o si serian una molestia para nuestro equipo.

Estoy en firmes mientras hablo, mostrandome tranquilo a la vez que serio. Tras le pregunta sobre el lupus de la teniente me procurro callar algunas que tengo sobre ellos, a las preguntare a algun especialista, y me centro en otros posibles peligros de la zona. Espero en firmes hasta la respuesta del General.

-Hay una fauna muy variada, Sargento.- Añade el General, aunque tarda en dejar de mirar a la Teniente, para girar la vista hacia el suboficial, y luego hacia todos. -La mayoría de los animales se apartarán de ustedes, se asustarán. Algunos quizás les incordien, den asco, como insectos o ratas, o les hagan monerías. Algunos pueden que les ataquen, hay perros y hasta gatos con la rabia. Pero no suponen ningún tipo de amenaza que no pueda tratarse con su arma aturdidora, o un simple manotazo. Los lobos, sin embargo, son los únicos que buscan de forma sistemática huecos en su traje de combate. El resto... Como en una misión en las junglas de Brasil, de Manchúria, o en los bosques de Canadá. Hay insectos venenosos, pero están muy lejos de las zonas que explorarán ustedes.- 

-Se lo facilitaremos, desde luego. Pero tenga presente que no sabemos mucho, por no decir casi nada. Síganme, por favor.- Dice, mientras desaparece por una de las esquinas. Os dais prisa en seguirla por varios pasillos y salas, todas ellas construidas con la tecnología más puntera, aunque con diseño clásico y acabados baratos. Sin ser en exceso confortable, las instalaciones se centran en ser prácticas, pero faltas de decoración o diseño. Os dais cuenta de que el espacio puerto parece estar separado en varias zonas, una de ellas el área militar. La instalación tiene forma de cilindro, y divide cada área por plantas. El espaciopuerto, zonas de llegada, carga y descarga ocupa las cinco plantas centrales. Tres más por encima forman el área de arqueología e historia, y tres más para arriba, la zona militar. Por debajo del espacio puerto, tres plantas más son recursos civiles, tres más abajo como alojamientos y las tres últimas, bajo tierra, son los almacenes, mantenimiento, núcleo de la computadora e ingeniería.

Vosotros vais hasta un ascensor, lejos de la plataforma de aterrizaje, por el llegáis a la planta -4, en recursos civiles. Nada más abrir la puerta, la directora os guía, a la derecha, derecha e izquierda, hasta una pequeña sala con una mesa en forma poligonal, con sillas de sobra para todos y varios monitores en las paredes. La directora se sienta en la silla central, y espera a que todos estéis sentados para hablar. 

-Bien, señores. Antes de darles una extensa charla sobre las medidas de seguridad del lugar, prefiero empezar respondiendo a sus preguntas. Se que es poco usual, pero tengo comprobado que es mucho más práctico, y reduce el sermón. Están cansados, opino que una charla de hora y media no les alegrará en sobre medida.- 

Presto atención a todo, sonriendo al ver el holograma del lobo

"Esos hijos de puta parecen ser muy peligrosos…me pregunto si habrá flora peligrosa"

Levanto la mano y pregunto rápidamente

-Soy el cabo Xavier, ¿habrá que tener algún cuidado especial con la flora?-

En mi planeta natal existían unas flores muy bellas, llamadas rosas de fuego, cuyo polen era un potente corrosivo.

El General escuchó la pregunta de Cabo. Parecía una pregunta bastante simplona, pero nada más lejos de la realidad. Algunos se ríen, pero el General no. Lanza una mirada severa, y todos callan. 

-Hasta ahora, hemos descubierto cuarenta tipos de plantas venenosas en Terra Antiqua. Una de ellas, es mortal con solo tocarla. Sin embargo, no suelen estar en las ciudades que ustedes explorarán, así que no. Aunque les recomiendo que no toquen ninguna flor, arbusto o similar, y no coman ningún alimento procedente de árboles, arbustos o similares.- 

¿Preguntas? ¿Quiere preguntas? Pues veamos...

Soy nuevo aquí pero las estructuras me han parecido post-digitales, en estos tres años imagino que sabrán cuál fue la máxima teconología que alcanzaron, ¿le importaría decírmelo? Segundo, ¿son humanos? O al menos algo que aparezca un homo sapiens. ¿Para qué necesitamos una charla de seguridad? ¿Hay contaminación radiactiva o  es que hay algún indígena peligroso al que no le guste que estemos aquí? ¿Han traido armas químicas, nucleares o biológicas? ¿Cuánta población extraplanetaria hay? ¿Gravedad y ciclo de rotación del planeta? ¿El idioma indígena, al menos el más extendido, es silábico o fonético?

Fonético espero.

Más cosas, mmmm, pensemos, ¿cuánto hace que desaparecieron? Hay signos de guerra, al menos guerra a gran escala. Porque guerras siempre hay. Creo que con esas respuestas serán suficientes. ¿Ustedes desean preguntar algo?

Vera guarda silencio. Con el mentón apoyado en sus manos enlazadas, ahora, se dedica a mirar al resto de la sala y a las reacciones que tienen. Les evalúa a boca cerrada, su silencio, su conformismo, su ciega confianza. Finalmente se concentra en los dos que vinieron en el mismo vuelo que ella. Preguntas coherentes de mentes militares acostumbradas al campo de batalla, sin duda. Nada fuera de los parámetros normales, excepto quizás una leve agudeza producto de la experiencia. Definitivamente aquella pregunta sobre la flora refería a una experiencia traumática o sorpresiva pasada en relación con algún tipo de planta. La pregunta sobre el resto de los peligros era, en realidad, más bien digna de un hombre que ya está pensando en una estrategia. Vera le observa atentamente al Sargento. Sí, un hombre acostumbrado a llevar encima de sus hombros el peso de las decisiones.

Cuando se cansa de sacar conclusiones de sus observaciones, se incorpora hasta la posición recta y vuelve a hablar.

- ¿Se sugiere algún cuidado o preparación especial con el clima o fenómenos naturales, en aquellos sectores que van a ser explorados?

La directora sonríe. Sabía quien es Alfred Borden, muchos saben quien es. Y sabía, de igual manera, como suele presentarse en los sitios. Algo así como el "he llegado, miradme". No obstante, y pese a ello, las preguntas eran buenas, razonables e inteligentes, cosas que, en efecto, deben saberse. Algo que de hecho debería incluir la charla que esperaba poder ahorrarse. 

-Bien, señor Borden, vamos por partes.- Dice, mientras se inclina ligeramente en su asiento, apoyando los codos sobre la mesa. -En primer lugar, sobre la raza, civilización y cultura del planeta no sabemos nada, al menos a ciencia cierta. Suponemos que, en efecto, eran antropomorfos, y parecidos a los seres humanos, ya que las ciudades son en extremo parecidas a las nuestras, o a las de nuestros antepasados. Se alimentan de energía eléctrica, hay agua corriente, sistemas de tuberías y cables que atraviesan la ciudad y casi todas las estructuras, parece haber una diferenciación entre sectores, así distinguimos lo que debían ser viviendas, lo que debían ser centros de poder o centros religiosos, y centros culturales y científicos, además de sectores en las afueras de las grandes ciudades de tipo fabril y energético. No obstante, no hemos encontrado vehículos de automoción, ni transportes, ni nada que se parezca. No hay signos evidentes de armas, salvo los propios destrozos, evidentes a la vista, que pueden haber sido producidos por siglos de abandono y desuso. En segundo lugar, hay razas alienígenas peligrosas, si. Concretamente....- Acciona algo sobre la mesa, y la luz de la sala desciende. Una imagen se proyecta en el centro de la mesa. 

-Esta especie, el canis lupus antiqua, o el lobo de antiqua, como nos es más conocido, es una especie en extremo peligrosa. Del tamaño de un oso terrestre, dos metros cincuenta de pie, son muy sangrientos. No sabemos por qué, pero matan por matar, por el mero acto de asesinar. No les gusta el sabor de la carne humana y hasta donde sabemos para ellos nuestra carne y sangre es tóxica ingerida en grandes cantidades. No obstante, de eso se ocuparán los militares, baste con advertirles de que se fíen de ellos.- Sonríe y señala a Borden con la mano. -Y lo digo por usted, señor Borden, sobre todo. Los lobos suelen lanzarse sobre objetivos aislados y desarmados, así que mientras permanezcan juntos y al amparo del jefe de su unidad, el Sargento Stibbons en su caso, no deberían ni verles.- De nuevo pulsa en un botón de una consola táctil integrada en la mesa y la imagen desaparece, y de nuevo vuelven a encenderse las luces. -En cuanto a los manuales de seguridad, son muy necesarios. Estas ciudades no dejan de ser ciudades en ruinas. Deben vigilar por donde pisan, pues hay estructuras corroídas, suelos dañados y superficies carcomidas por años de abandono. Además, puede haber fuentes de gases inflamables y altamente tóxicos, fugas radioactivas y productos químicos peligrosos al alcance de la mano. Vigilen por donde pisan y que tocan.- La directora carraspeó y de nuevo volvió a apoyarse en el respaldo de su asiento. 

-En cuanto a las condiciones climáticas, el tiempo de día y de noche, gravedad, atmósfera, presión, composición del aire y ciclos gravitacionales, es todo exactamente igual que en la tierra. El ciclo de día/noche dura 24 horas, el año 365 días. Las condiciones climáticas, gravitacionales y atmosféricas son iguales a las terrestres.- 

De nuevo volvió la vista a la Teniente. Bien, le gustaba que hiciesen preguntas, eso ayudaba a aclarar puntos que no hubieren quedado claros, y ahorraba los posibles "descuidos" posteriores. Y no le importaba en absoluto alargar las reuniones en cuanto fuera necesario, siempre y cuando todo quedara claro. 

-No, Teniente, no es necesaria ninguna preparación especial, a no ser que vayan a los polos del planeta o a alguna jungla del ecuador. Pero ese no será su caso, así que no debe preocuparse. Además, hay seguimientos por satélites desde la luna de Morelea que nos da una exacta predicción climatologica con casi una semana de antelación.- 

El General observa de nuevo a todos los presentes. 

-Bien, pues entonces, y a no ser que nadie tenga más dudas, damos por concluida la reunión. Teniente Vera, Sargento Stibbons y Cabo Helborg, permanezcan aquí, por favor. Quiero hablar con ustedes.- 

Con un A la orden me levanto del asiento y me dirijo hacia donde me indica el General, dejando pasar a la Teniente cuando nuestros caminos tropiezan, tanto por el rango como por cortesia. Una vez en el lugar, me coloco en posicion de descanso, aunque de manera relajada. No es que sea un estirado, pero es un pez gordo y hay que mantener un minimo de compostura. Mientras tanto, viene a mi mente el tema del equipo. ¿Los vehiculos y resto de equipo seran nuevos o seran restos de antiguas campañas?

Debo recordad preguntarselo al furriel, ademas de que equipo especial para este planeta tenremos en nuestro haber. Pero eso cuando empiece con mi tarea, ahora mismo estoy siendo instruido para ella.

- Bien, señor - contesta Vera tras la respuesta del General, y tras el silencio que sigue a sus últimas palabras, asiente - Sí, señor.

Espera a que la sala se desagote sin moverse, haciendo gala de la fatídica paciencia que enseña la disciplina militar. Cuando sólo quedan ellos tres, los únicos que hicieron preguntas y los que casualmente venían en el mismo vuelo, ve ponerse de pie al Sargento. Ella había pensado que el General se refería a que se quedaran en sus asientos, y no pensaba moverse de su lugar, pero el cambio de posición del hombre le hace ponerse de pie para seguir su ejemplo. Baja y hace un gesto de afirmación hacia él cuando le deja paso, y sin dudar se desplaza a un sitio más cercano al General.

Un saludo militar precede una posición formal pero de relajación. Esperará a que lo indique para tomar asiento.

- A su disposición, señor.

Hay algun tipo de zona de seguridad en las ruinas, osea que esten flanqueadas o con algun tipo de separamiento, para investigar con tranquilidad y sin necesidad de mover tanta masa de efectivos?

Ya que ha dicho que se ha explorado poco , a lo mejor se habian dedicado a acotar zonas para mas tranquilidad.

Gregory, aunque estusiasmado con el tema de ser el primero en clasificar las ruinas, no le hacia grascia trabajar con prisa y con tanta gente a su alrededor, la arqueología rabajaba con tranquilidad y clasificando cada palmo de terreno, no con comandos vigilando alrededor....

Cuando el General dio por concluida la reunión yo ya caminaba hacia la puerta de salida, aunque sus últimas palabras chafaron toda mi alegría

-Con todos mis respetos, General, no me gustaría permanecer con los altos mandos más tiempo del necesario- digo mientras me dirijo hacia él saludando militarmente.

Miro a la guapa teniente y al amable sargento, sabía que no habían hecho nada para ganarse mi resentimiento, pero no confiaba en los mandos superiores a mi rango.

"Lo hice una vez y me arrepentí, nunca más volverá a pasarme algo parecido"

Observo  con frialdad a la figura que nos muestran en la imagen proyectada hasta que ésta desaparece, ellos deberían proporcionarnos toda la vigilancia que hacía falta; aún así sería interesante estudiar las condiciones en las que se dieron esos seres...

Fuera del perimetro de las ciudades no hay vigilancia aún? me gustaría comenzar a trabajar digamos, "al aire libre" y tampoco tengo idea de por dónde comenzar aquí...  aún no han encontrado ningun tipo de yacimientos minerales? a qué hora deberiamos dejar la exploración para volver a la base?

El General lanzó una mirada de desprecio al Cabo. No alza el tono, no hay necesidad. Los gritos están bien para los reclutas. Solo para los reclutas. 

-Me sorprende siquiera que lo destinen aquí. Si por mi fuera ya le habrían pegado un tiro como a un perro con la rabia. Así que yo tampoco le quiero a mi lado más tiempo del necesario. Y si no tiene nada útil que decir mejor cierre esa enorme boca que Dios jamás debió de darle.- Sus palabras, más que pronunciadas, parecen ser escupidas, como algo contaminado, de su boca. Su mirada es fría, da miedo. Es penetrante, denota falta de sentimiento. Es la cara de un asesino, muy capaz de matar a sangre fría y luego sonreír a los invitados. Fue francotirador, y por lo que sabéis, es un oficial comprensivo, siempre y cuando no le tocan la fibra sensible. No es la primera vez que desaparece un soldado bajo su mando con ideas demasiado comprometidas y una boca que no pueda expresarlas de la forma adecuada. La UOCorp. Le da mucha manga ancha. A veces, quizás hasta demasiada. -Y a partir de ahora, la vida de su comando dependerá de usted. Obedecerá las órdenes, y lo hará con un "si señor" y nada más. Por que ni en sus más oscuras pesadillas podría imaginar lo que soy capaz de hacerle a la gentuza como usted.- Dicho lo cual, tras clavar la mirada como si fuera un arma blanca en el suboficial, se gira hacia el Teniente y el Sargento. 

-Les pido disculpas. Les he reclamado por qué, a partir de ahora, lo harán todo como una unidad. En teoría, esto solo debe saberlo la Teniente, pero yo no creo en los secretos, menos entre una unidad. Verán, hace un día, perdimos el contacto con un puesto de vigilancia, no muy lejos de aquí, en la misma Prima Porta. Como sabrán, son puestos con un mínimo de suministros y transportes, por si, llegado en caso, no se puede volver a la base asignada, y para enviar auxilio más deprisa. Como puestos de vigilancia. Enviamos a tres unidades, y lo que se encontraron fue un espectáculo dantesco.- Activa el mismo mando, y este dibuja un vídeo en aire, proyectado de forma holográfica. En él, además de las agitadas respiraciones de un soldado, y la conversación con sus compañeros de unidad, puede verse como pasea por unos pasillos. Están ensangrentados, hay huellas de manos, y letras, que se repiten, una y otra vez. "No los mires. No los puedes mirar. No debiste mirarlos." El vídeo dura un par de minutos, hasta que el General lo corta de nuevo. 

-No entró nadie allí, no había indicios de lobos de antiqua ni de ningún otro atacante. Las heridas eran de armas blancas y de disparos. Sea como sea, cinco soldados se mataron entre ellos, de forma brutal. Cadáveres despellejados. Uno de los muertos, el último, muerto de un disparo en la sien, tenía partes de la piel de los demás cosida a sí mismo. Prefiero no dar más detalles, creo que se hacen a la idea. El caso es que esos soldados no tenían ninguna clase de historial de trastornos psíquicos o psicológicos, todos ellos excelentes hombres y mujeres con un historial brillante, todos ellos veteranos. Según los loqueros de aquí, es una crisis psicótica. Yo les creo. Sin embargo, al enterarme de su interés en esta expedición, la hice venir de inmediato por esto. Hay pocos loqueros que además sean oficiales. Así que partirán de inmediato al 327, quiero oír su opinión. Y no se preocupen, ya han limpiado la zona, y la han asegurado. No debo decirles que esto es confidencial. Quiero acabar ya con esto, empiezan a circular historias y leyendas por aquí. Y esas historias absurdas pueden ser entretenidas en la base, durante la comida, pero ya no lo son tanto en un agujero oscuro cuando toca ir primero. No se si me entienden. Y lo último que necesito son soldados nerviosos por encontrar fantasmas, demonios o a saber, que le disparen a una nube de gas inflamable.- El General se queda aguardando vuestras reacciones. 

-No tiene que temer.- Añade la directora, siempre con una expresión de cortesía y amabilidad. -Todas las ruinas, y en especial las de Prima Porta, ya han sido aseguradas por equipos militares y patrullas que peinan el terreno de forma constante, terrestres y aéreas, que, de igual modo que sus acompañantes, velarán por su seguridad. Además hay puestos, 328 en total, donde podrán refugiarse si, llegado el extraño caso, no pudieran llegar aquí, o estuvieran faltos de provisiones. En cuanto a yacimientos, pues si, de hecho en el laboratorio hay varias muestras de minerales que podrían tener utilidad a largo plazo. Puede usted pasarse por el laboratorio geológico y prestar sus conocimientos y ayuda a los expertos ya presentes. En cuanto a la vuelta a la base, por lo general estarán fuera varios días, con un máximo de 10 días. Se programará el paso por varios puestos de seguridad que les recogerán al acabar la luz solar, sobre las 21:00-22:00 horas, en horario de verano, aunque podrán solicitar el quedarse más tiempo o incluso dormir en las ruinas.- 

Lobo de antiqua, así lo llamamos los inteligentes que nos hemos pasado de listos con ellos y nos han comido uno o dos brazos. Ay mamá, el lobo feroz me ha hecho pupa. Bua. Bua.

Me rasco la rodilla mientras espero a que dejen de hablar los demás. No hay que ser descortés aunque mi intención sea hcaer la puñeta todo lo que pueda y más.

Señorita, creo que no me ha entendido. O no me ha querido entender. He preguntado si USTEDES han traido armas de esas que destrozan todo lo que tienen a mano. Ya sabe destello, terremoto, un ruido del copón y nuevo color de cielo.

Ya puede darnos esos manuales de seguridad. Haré un esfuerzo en favor de la literatura militar. Imagino que los civiles tendremos alguna clase de jefe común civil, ¿no? Un físico, un erudito o algún otro especialista en algo. Como sabrá, en el resto de la galaxia no se sabe mucho de lo que hay aquí.

 "Lo que me faltava, criaturas peligrosas con que convivir", escuche toda la conferencia de la directora y me pareció mas fascinante el entorno del planeta, e hice esta pregunta:

-Cuando vamos a empezar la exploración del planeta? para conocerlo mejor

La evaluación del rostro del General se corta cuando voltea hacia ella y el Sargento.

Valores de tipo utilitaristas. Intolerante. Necesidad natural de dominio. Estructura mental jerárquica. Fácil disposición de la violencia.

Vera responde a su repentina notoriedad a ojos de su superior irguiendo un poco la postura y asintiendo con un gesto mecánico a la disculpa que recibe. También asiente a su decisión de contar el tema a todos, pero si bien su rostro no lo trasluce, no está para nada de acuerdo con ello. En posición de relajado descanso, pero igual que el Sargento sin perder la compostura militar, espera a que les muestre de qué clase de espectáculo dantesco se trata. En los segundos que el General tarda en dibujarse la estela holográfica del mando en el aire, echa una mirada de reojo fugaz y efímera hacia el Cabo. Un sólo momento.

Intolerancia hacia la autoridad militar. Posible cuadro de reacción post-traumática. Experiencia traumática en ocasión del servicio.

Las respiraciones agitadas le hacen concentrar su atención en lo que se reproduce. Los minutos que dura los pasa frunciendo levemente el ceño de forma intermitente, pero a pesar de que su rostro va cambiando apenas de expresión conforme va pensando y concentrándose más, no se mueve. Mira la sangre y luego concentra su atención instintivamente en las letras. Permanece mirándolas hasta que el General decide cortar la reproducción y explicar de qué se trata. Cuando al final lo escucha, no evidencia ningún gesto de asombro. Lo normal, en realidad, al mostrarlo a un científico acostumbrado a las perversiones y trastornos más terribles, y una persona acostumbrada a ver las muertes y los combates más violentos e inhumanos. Lo anormal sería que se sorprendiera.

- Sí, señor - asiente Vera - Voy a necesitar datos precisos de las condiciones registradas antes y después en el entorno del puesto de vigilancia, y todos los datos que me puedan ser dados sobre la misión que tenían los muertos. Ignoro el tiempo que lleva de acontecido, pero imagino que fueron practicadas autopsias. Voy a requerir esos resultados, para poder sacar conclusiones que pueda cotejar para dar alguna opinión fundada. Son obviedades pero me veo obligada por practicidad a solicitárselas ahora, señor, antes de no dar tiempo a que las preparen solicitándolas después.

Hace una pausa y habla de nuevo.

- ¿Los psiquiatras que analizaron la situación se encuentran en el 327 o tendré que solicitar una entrevista con ellos?

La situación se pone incomoda. El cabo replica al general, y este le amenaza. Y en medio, el que tendra que tragar la mierda soy yo, para que al señor Helborg no le pase nada desproporcionado. Los altos mandos tendrian que dedicarse mas a guiar y dejar a los suboficiales dedicarnos a encargarnos de organizar y reprender (o felicitar) a la tropa. Un oficial no tendria que necesitar ver eso, sino saber que tiene a un hombre que se encargue de esas cosas mientras el se encarga de tareas mas elevadas.

Eso no quiere decir que el cabo lo hiciese bien. Debo darle algunos trucos para tratar con los superiores... aunque se que tratará de usarlos conmigo.

Mi rostro muestra por un momento un rictus de desagrado que desaparece casi instantaneamente, volviendo a mi cara de siempre, aunque me cuesta un poco mantenerla. Espero paciente a que el general conteste a la pregunta de la teniente para poder hacer yo la mia. No es que no me interese lo que tiene que decir la teniente, pero es que no entra dentro de mi area de influencia y ademas, para ser sincero, no me enteraria de nada.