Partida Rol por web

Le sonrió. Ella parecía muy feliz de estar allí, y aquella escena, realmente, llenaba de paz sus almas.

Entonces, siguió avanzando, perdiéndose en aquel lugar, en los detalles de los pájaros, la cascada, los tonos mágicos de aquel lugar, y los sonidos de la naturaleza que convergen con los humanos.

Un lugar de ensueño..

Suspiró, y volvió a mirarla.

-Bueno..¿Ves algún sitio?

Se centró de nuevo, temiendo que en aquel lugar no pudieran comprar algo como lo que querían.

Al no ver a nadie, me decido a ir a ver a la gran luchadora que idolatran en este lugar, pues al fin y al cabo, es parte de mi propio ideal. Quizá ella pueda inspirarme para lo que necesito, o para mis próximos combates. Eso sí, siempre pendiente del tiempo para llegar al próximo combate para poder verlo.

Se acerca a unos niños del pueblo para preguntar si allí hay algún lugar donde vendan helados o alguna cosa rica y dulce... pero pronto olvida su objetivo y se pone a jugar con ellos, como si fuese una niña más... y es que nunca ha jugado con otros niños ya que vivía a horas, e incluso días, de cualquier pueblo o ciudad.

Le hace gestos a Ypsilon para que se una a ellos... seguro que por timidez aun no se ha puesto a jugar.

Sentarse a meditar en un lugar apartado (Concretamente meditando en un lugar mas bien cercano a las gradas del torneo), la percepción de energías comienzan a expandirse por todos los lugares de su ser.

Nada parecía estar en un mal lugar, y tal concentración, a su vez, se expande hacia todo el lugar, como si hubiera activado un botón.

Sin embargo, el mundo que se expande a sus sentidos no encuentra energías desacordes. La uniformidad es tal que parece haber sido calcadas: Al fin y al cabo, han sido entrenados de igual manera (Aquellos que son guerreros), y los demás no poseen una energía tan distintinta.

Los únicos con energías diferentes se encuentran fuera de allí, descansando, otros guerreros, los que allí estaban, en el torneo. Los colores entre ellos son muy dispares, señalando su región y el poder de su Ki, y su aura.

Como siempre, el Ki de Ypsilon es el mas extraño de todos. Sin embargo parece controlado.

Ypsilon se queda mirándola y le niega con la cabeza, sonrojándose algo de la tontería que está haciendo la chica, y tratando de olvidarse por un momento de ella. El sigue observando, a ver si encuentra algún lugar donde llevarla, que se calmara y estuviese tranquila..

Pone morritos al ver que Ypsi no hace caso y les dice a los niños que se acerquen a ella para tramar una venganza contra él por no unirse a ellos y divertirse un rato. Los niños parecen contentos por formar parte de ese plan de venganza perverso confabulado por ella.

Ish desaparece un rato de la vista de Ypsi.

Cuando ypsilon intenta volver a mirar a la chica, esta no estaba por allí.

Mira a su alrededor, tratando de localizarlo. Al ver que no la encuentra, se encoge de hombros y comienza a avanzar, a ver si encuentra cualquier otra cosa...

Aquella "Guerrera" es ahora solo una estatua, en conmemoración a lo que fue aquella guerrera.

Al dirigir la marcha hacia aquel lugar, puede aún escuchar que la gente se mantiene expectante. No había pasado nada aún..o eso parecía.

La estatua de la guerrera del Ki se encuentra allí, majestuosa, gigante. Una mujer con una esfera en la mano, esgrimiéndola como si fuera un gran hechizo, o simplemente una gran esfera de energía que proyectaría contra sus enemigos..

Me quedo mirando la estatua, frente a ella.

¿Por qué? -pregunto, un tanto enojada, aunque maravillada por aquella estatua- ¿Por qué no consigo canalizar...? ¿¡Qué hago mal!?

Golpeo con mi pierna con fuerza contra el suelo, intentando en vano canalizar el Ki. Eso sólo aumenta mi frustración.

Me quedo mirando la estatua. Ella es una guerrera, es fuerte, es adorara, usa el Ki. ¿Qué hago yo mal...? Pienso, casi desesperada, perdiéndome en mis pensamientos y recuerdos por unos minutos...

La estatua solo es eso...una estatua. No es capaz de responderle, pero su imagen orgullosa y altiva solo le recuerda a la muchacha la falta de aquella canalización, como si se tratara de una espina imposible de sacar. Como si se tratara de una parte rota de su corazón...

Mientras ella se encontraba allí, nadie pasaba por aquel lugar. ¿Casualidad? Quizás destino. Quien sabía. Aquel era un momento único, en el que ella podía desahogarse...Pese a que supiera que nadie le iba a responder.

Avanzo hacia la estatua. Cierro mis ojos, imitando su posición, intentando sentir eso que los demás llaman Chi por todo mi cuerpo, un intento de seguro fallido. Abro mis ojos. La miro con decisión.

¡Maldita sea! ¡Aprenderé a hacerlo aunque sea sin canalizar!

Digo, completamente resulta tras ver a la figura, altiva, poderosa como ella sóla. ¿A quién intento engañar? Esa técnica requiere canalizar... Y yo soy una completa inútil para ello. Me he esforzado en aprender los movimientos, los tengo de hecho... Pero... Sin el Chi la técnica está incompleta. Y necesito dominar el estilo para... Librarme de él.

Siento un escalofrío por mi espalda. Me siento sóla frente a la estatua, y desprotegida. Una sensación nada agradable. Ajusto mis clips en el pelo, intentando borrar los malos pensamientos y sonreir, al fin y al cabo, aún tengo tiempo para arreglarlo.

Algún día...

Digo, sin terminar la frase, disponiéndome a irme a ver el próximo combate, pensando que quizá ver a mi próximo contendiente me ponga de mejor humor.

Un niño se acerca a Ypsi y le dice que le siga, que su amiga ha encontrado lo que buscaban. Cuando los dos llegan al sitio, Ypsilon se encuentra con una emboscada y en pocos segundos acaba empapado de agua, gracias a las malvadas artimañas de Ish quien ríe como una niña pequeña dando saltitos y aplaudiendo.

-Lo conseguimos!!

Todos habían acabado sus respectivos combates. Llevados a una sala donde verían sus siguientes rivales, allí quedarían en un momento para hablar entre ellos y comentar acerca de los combates.

La primera ronda había acabado bastante rápido, a decir verdad: Todos, con sus heridas curadas, continuarían los combates al día siguiente.

Magok despertó de su letargo, aún confundido y con los brazos en posición defensiva.

Estaba aturdido y totalmente desconcentrado.

¿Donde estoy? ¿Qué ha pasado?

¡¡¡REIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII ¿DONDE DEMONIOS ESTAS?!!!

Ven aquí inmediatamente y cuentame que es lo que hago aquí y porque no estoy en la Arena combatiendo...

Observo cómo el recién despierto parece patalear y buscar a algún tipo de amigo, de modo que decido no darle importancia y acercarme tímidamente hacia Ypsilon para hablarle en apenas un susurro.

... ¿Estás bien?

¿Por qué me preocupo por él? ¡Intentó matar a alguien! Sin embargo, en mi interior, sé que me he pasado al atacarle, aunque fuese algo justificado. Aguardo su respuesta aunque no bajo la guardia.

Bastante cabreado por la supesta victoria que había tenido , el joven simplemente se sentó en el suelo y malhumarado  meditaba sobre lso futuros combate, que dirían de él , que ganó por que el otro se rindió concediendole una victoria fácil, eso no lo perdonaría, hubiera preferido perder limpiamente antes que rendirce, pero ya nada se podía hacer, ahora solo esperaba que el otro combate no terminará igual.

Sentada en una silla, sin casi llegar al suelo con los pies (y es que es bajita para su edad), observa la situación. Se lo ha pasado muy bien empapando a Ypsilon en su salida a explorar la zona en busca de helados y dulces varios. No parece preocupada por haber perdido... no como los otros, que parece que les va la vida en ello...

-Y... que hacemos aquí? 

La figura del grandote ingreso en la sala donde estaban los demás, al parecer no tenia heridas visibles, quizás su orgullo cuando su oponente había citado las palabras * Me rindo *, la molestia era palpable como sus músculos. Miro a los demás por algunos segundos y luego siguió para que le atendieran, alguno de ellos seria su próximo oponente, no le daba mucha importancia a eso.
Hizo tronar su espalda y tomándose el hombro con una mano comenzó a mover el hombro como precalentamiento; luego observo a la mujer que era bien parecida y no pudo evitar - Recuperando las heridas y esperando por nuestro siguiente combate -

-Sigo sin ver claro que ese sea el motivo.

Balancea un poco las piernas hacia delante y hacia atrás y mira a los demás aburrida... luego mira hacia el techo, igualmente aburrida... a ver si alguien viene a contarles que hacen allí. Coge un mechón de su largo cabello y comienza a juguetear con él, enroscándolo en el dedo.

ligeramente apartado del resto, apoyado contra una pared pensando en mis cosas, en el verdadero motivo de mi estancia aquí, que todavía no encontré nada. “Miro” a mis compañeros de batalla, fijándome en si su energía fluctuá de la forma que debería tras los combates o si hay algún fallo en la misma y tras eso, le digo a saito

eres fuerte, es la primera vez, que veo que alguien para mi rafaga con un simple puñetazo, espero que tengas suerte en tu siguiente combate