Partida Rol por web

Todo el grupo se pone en guardia, esperáis...y esperáis...y no sucede nada, después de un buen rato alerta os cuesta mantener la concentración, no se ve nada entre los árboles y empezáis a miraros unos a otros. ¿Y ahora qué? Pregunta alguien, la tensión inicial del grupo casi ha desaparecido y algunos miran de forma escéptica a Victoria.

No creo que la mujer haya mentido, pero desde luego lo que quiera que la siguera, le ha de dejado perseguir. Esperemos que sólo sea una ataque de pánico por su parte. Me acerco y la digo:

-¿Estás bien? No te persigue nada, todos estamos muy nerviosos. Quedate aquí con este grupo y tranquilizate

Después de esto, reanudo la marcha en busca de ese refugio, el cual el tipo del árbol dice haber visto.

La espera me parecía eterna, no sabía si la mujer había mentido por algúna razón que se me escapaba o si realmente las criaturas que la perseguían desistieron en darle caza. Miro a unos y a otros, y en vista de que la situación parece calmarse no puedo hacer otra cosa que continuar con el plan que tenía en mente antes de la inesperada y abrupta interrupción.

Con todos mis sentidos en alerta para vislumbrar el peligro que parece acecharnos en cada rincón de esta isla tan alocada, me pongo en marcha a donde se encontraba el campamento abandonado. Ignoro completamente las conversaciones que puedan surgir sobre si la seguían o no, y me pongo en movimiento. Tanta charla no iba a ser de ayuda, así que solo faltaba una cosa, actúar.

Observo a la mujer, y luego a los arboles.

-Creo que debemos apurarnos, no debemos esperar a quela noche o esas cosas nos encuentren desguarecidos.

el tiempo pasaba, y nada ni nadie aparecia. la pregunta era pues obligada: señora, ¿esta usted segura de que algo le perseguia?. estamos en un lugar hostil, y el miedo y la tension pueden hacernos ver cosas que parecen reales, pero que en realidad no lo son.

Volteo a ver a la mujr, y luego al asiatico, a la selva, y al resto del grupo

-Agrupemonos y avanzemos con cautela hacia el campamento, no podemos dejar que la noche nos alcance.

Todos asienten y algunos hacen notar la necesidad de buscar alimentos apremiando al resto por llegar cuanto antes allí y comprobar si por un casual podría haber comida. Llegáis al campamento sin ningún incidente, hay tres tiendas desmangadas en el suelo, una mesa tirada entre ellas, tres banquetas, un camping gas y platos y cubiertos esparcidos por el lugar, pero ni rastro de comida. Un pequeño riachuelo discurre al lado del pequeño campamento y tras él se alza una pared de piedra de unos diez metros de alto. El hambre empieza a se acuciante, tendréis que buscar algo de comer en algún lugar porque allí no parecía haber nada.

-no, en realidad me lo he inventado para poneros nerviosos y ya esta.- digo usando un claro tono de sarcasmo- Maldita sea os digo que habia unos bichos siguiendome hace nada. Y joder, no es tan raro, acabamos de huir de tiburones de arena ¿os lo tengo que recordar?- Asiento cuando oigo lo de avanzar.-Por cierto no me trates de usted, me hace sentir demasiado vieja- Rápidamente busco al chico del felquillo al que hice correr delante con la mirada y me pongo a su lado.- Hey, ¿qué tal estas? me alegra que te salvases chico.

"¿quieres quitarte el pelo de la cara? no se te ven los ojos, un dia te vas a partir la cara con una farola. Eres muy guapo George, no te tapes." la frase que siempre le decía a mi pequeño se me vino a la mente de golpe mientras caminaba al lado del chico. Me recordaba tanto a él...

- Gracias - dice en un tono sumamente cortante pero tímido el joven mientras buscaba algún lugar para acomodarse y poder sentarse un rato, que todo le parecía demasiado rápido y demasiado cansador, especialmente para alguien a quien le gustaba estar todo el día sentado frente a los Minds Games*.

Hago caso omiso del resto y me pongo a buscar cualquier rastro que me pueda ayudar a descifrar lo que ocurrió realmente en aquel lugar que en principio parecía abandonado, aunque nunca se sabe lo que uno puede encontrar si busca con dedicación. Era por lo pronto lo único que podía hacer en este momento.

Guardo para mí los comentarios jocosos al menos por ahora, ya hay demasiada tensión como para echar más leña al fuego que se alimenta de por sí. Y por si alguien tiene alguna duda sobre si disfruto o no de la situación, mi semblante serio puede contestar por mí.

Tiene que haber algo en ese supuesto campamento, algo que nos sea de utilidad, alimentos, herramientas, pistas, lo que sea. Me niego a tirar la toalla, mi orgullo me lo impide, me implora que siga hasta hallar algo, en caso contrario nos tocaría continuar con nuestro supuesto camino a saber donde y con todos los peligros que parecían salir de cualquier absurdo rincón de alguna forma cuanto menos sorprendente.

Eso sí, pensaba actuar con cautela, perder un brazo o una pierna no entran en mis planes y ni tampoco quiero, necesito mantenerme entero, además que es mi prioridad en este momento, tengo que mostrar mi valía en aquel lugar. Pensaba llegar hasta el final, perder significaba morir y si está en mi mano, eso no dejaría que pasar de ninguna forma. Por supuesto que no.

En silencio, y ayudado por una vara y un palo más chico, revizo los restos de aquel campamento, en busca de algo útil.

A primera vista, el riachuelo parece inocuo. Aparte de hambre siento sed, asi que me acerco al riachuelo y cogiendo un poco de agua con las manos, bebo.

Examinando el suelo distingues el ligero rastro de huellas de calzado y otras más grandes, con tres largas falanges, se dirigen lejos del campamento paralelas a la pared de piedra.

La gran mayoría te imita, bebéis hasta saciaros lo cual logra engañar un poco al hambre.

Entre los cubiertos tirados por el suelo hay varios cuchillos* que pueden serviros como arma o para afilar palos.

Todavía queda un poco de gas en la bombona, podríais cocinar ahí algo si conseguís hacer fuego.

La mayor parte del grupo corre al riachuelo para saciar su sed, mientras un hombre (Salvador) está registrando el campamento y otro (Ryder) parece estar buscando pistas por el suelo.

No puedo ocultar la sorpresa ante la sorpresante de mi inesperado hallazgo. Curiosidad o miedo, ahora mismo estaba en conflicto entre ambos sentimientos, solo espero no tener suerte de encontrarme con el poseedor de semenjante rastro, eso o por lo menos tener el tiempo suficiente para salir corriendo. Quizás no muy valiente, pero si uno quería sobrevivir tendría que dejar de lado las heroicidades.

Alzo la voz, para que el resto me puedan escuchar alertando de que mi búsqueda no ha sido tan infructuosa como me parecía en un primer momento. - ¡Ey! Mirad esto. He encontrado unos rastros la mar de interesantes - Dije no muy entusiasmado a la vez que señalo con el dedo las huellas para que así el resto del grupo sean capaz de centrar su atención en donde deberían.

- Hay dos tipos de huellas, unas son humanas, otras no. Por lo visto se alejan del campamento.

Guardo con cuidado un par de cuchillo entre mis ropas y tomo los otros cuatro en una mano, formando un pequeño paquete, perfectamente visible.

Con los cuchillos en la mano avanzo hacia el otro descubridor, ¿qué será eso que quiere mostrarnos?. Me acerco a los rastros, y abro un espacio con la vara, para indicar que debemos guardar distancia.

-Peligro probable. He encontrado cuchillo, y algo de gas.

Parece que al final nadie tendría que llevar las riendas del grupo, pues se toman decisiones en grupo y cada uno hace su pequeña aportación. Me dirijo hacia Ryder tras su pequeño descubrimiento. - Si se alejan del campamento, quizá tengamos una noche algo más tranquila de lo que ha sido el día, aunque no estaría de más hacer una hoguera. - Tras decir esto, me dirijo hacia Salvador. - Oye, con tu cuchillo y algunos palos resistentes, podríamos hacer lanzas para tener una mínima defensa - Miro hacia el riachuelo - Además, podríamos intentar pescar, si es que hay peces... Aunque no parece demasiado profundo.