Partida Rol por web

El zombie cayó finalmente ante los ataques, desmoronándose al suelo en un montón de carne putrefacta.

En la sala había además el cuerpo de un Dhampiro (un descendiente de vampiros y humanos) muerto. Al registrarlo, los iniciados Pathfinder encontraron un pergamino que describía un plan para crear un ejército de muertos vivientes de los "hombres-pez" que frecuentaban la cueva. Parece que algún hechizo no le funcionó correctamente y los muertos vivientes que había levantado se revelaron, acabando con su vida.

Además, entre sus posesiones hay una espada que parece de calidad y una perla.

No parece que la cueva tenga más salidas.

- Creo que deberíamos quemar los cuerpos y volver sobre nuestros pasos para explorar el ala derecha de la cueva.

Jurek pidió ayuda a sus compañeros para amontonar los cuerpos y quemarlos, temía que aquellas criaturas pudiesen volver a levantarse fruto de un nuevo encantamiento.

Tras eliminar todo rastro de aquellas criaturas, Jurek inició el camino de vuelta hacia el gran salón de la caverna para explorar que había al otro lado.
 

Dammeros lleva su cola donde guardó la poción de curación que compraron al inicio del viaje y vacía su contenido a través del gaznate. 

Agatha cogió la perla en una mano mientras realizaba unos pases sobre ella con la otra. La hechicera pronunció una corta frase de poder y luego se concentró en la perla y en el aura que emitía.

Agatha identificó la perla como una Perla de Poder. Además, pudo sentir un aura mágica proveniente también de la espada.

Mientras se encontraban apilando los cuerpos para quemarlos e identificando los objetos, Kennex se percibió de algo extraño en la pared norte. Investigando un poco, los aventureros descubrieron un pasaje oculto que se adentraba en la oscuridad.

-Es una perla de poder! Es un objeto muy preciado por los arcanistas, permite recuperar uno de los conjuros que ya has lanzado y volver a tenerlo disponible! Desde luego, si Quell no lo quiere, a mi me vendría de perlas - se echo a reir-¡Y nunca mejor dicho!

Sonreí con lo animada que se veia Agatha con su nuevo juguete. Mientras observaba nuestro entorno, me di cuenta de que en una de las pareces habia algo raro. 

- Eh! - Les llamé la atención a mis compañeros. - Parece que hay algo raro aqui. - Me acerqué y miré mas detenidamente probando la pared con las manos y dando unos toque suaves. - Hay un espacio vacio al otro lado. Echadme una mano. - Pedí a un par de manos fuertes para que me ayudaran. Y gracias a esa ayuda descubrimos que habia una especie de pasaje que se adentraba en la oscuridad.

- Creo que ahora si hará falta una antorcha. A no ser que alguna de vosotras sepa hacer luz magica. - Les dije a mis compañeras, hechicera y barda.

Agatha pronunció un conjuro simple y tocó la pata de Ponyos. Al instante, las garras del buho brillaron como la luz de una antorcha. El Buho no parecía nada contento pero en su expresión se veía que, pese a su indignación, estaba acostumbrado.

-¡Y se hizo la luz! ¡Ponyos, junto a mi!

- Eres fantasica... - Le dije a Agatha con admiración. Parecia la mar de sencillo pero habia que estudiar años o tener un linaje muy especial para poder hacer eso. Y sabia que jamás podria hacer algo asi. 

Agatha bailó un poco girando sobre sí misma.

-Y divina! - dijo, divertida.

Los iniciados Pathfinder entraron en la abertura. Tras avanzar unos cuantos metros gracias a la luz de Agatha, llegaron a otro túnel que ascendía. Tras seguir por él unos minutos comenzaron a oír a lo lejos ruidos de combate y la voz familiar de una halfling, recitando algo a voz en grito.

—¡Igual que el legendario Gregaro Voth combatió con éxito a las criaturas salvajes en las profundidades de la Expansión Mwuangi, así te derrotaré yo, maldito siervo de Lamashtu!

- ¡Buen trabajo! -exclamó Jurek al ver que Kennex descubría un pasadizo en la roca-. ¡Grandullón, es tu momento de gloria! Yo iré detrás de ti y Ponyos te marcará el camino -dijo esta vez a Tristán-.

Jurek sacó entonces un frasco de su bolsa y se preparó para avanzar por el túnel. Cuando avanzaban pudo escuchar una voz familiar.

- ¡Es la voz de Janira, apura los pasos Tristán, parece que tiene problemas y no querría perder mi recompensa!

Agatha sabía que la espada era mágica, pero no pudo discernir sus propiedades.