Partida Rol por web

The Emperor Protects

II. Historias de Kar

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19/12/2013, 10:38
Marev Solaro

Con un gesto seco el Guardia del Cuervo indicó que los humanos salieran de la sala por dónde ellos habían entrado. Ya no quedaba más que ver allí y posiblemente supieran algo que pudiera proporcionarles más información con vistas a su propia misión. Mansos como corderitos se dejaron llevar, ya habían entendido quién daba las órdenes.

Mientras cruzaban los escombros informó al resto de la escuadra por el comunicador -Dos testigos para interrogación. Están entrando en la sala ahora mismo. Nosotros vamos tras ellos- No quería que el número se redujera aún más por un gatillo fácil. Indicó a Grigori que les siguiera mientras él revisó una vez más el lugar. Si hubiera algo de valor Marev asumió que los humanos lo dirían. Las consecuencias de la no colaboración estaban claras.-Tres saqueadores, uno se resistió.-casi podía notarse que estaba sonriendo por el tono con el que añadió-listos para ser interrogados-

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19/12/2013, 17:12
Astramael

Recibido hermano Solaro.- Las palabras del guardia del cuervo confirmaron lo que yo había supuesto que era el ruido sordo.

Bien señor Schenider. Dos saqueadores listos para ser interrogados. ¿Hará usted honor a su honorable profesión? - añadí esta vez por el comunicador vocal de la servoarmadura, con la intención de que los saqueadores me escucharan.

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19/12/2013, 22:44
Grigori

Girogi, mandoble en mano, custodiaba a los dos presos. El marine, que se había mostrado una actitud más o menos afable durante el trayecto hasta aquel punto había cambiado en su actitud, en su expresión corporal, ahora más bien se le veía tenso, dispuesto a decapitar o descuartizar a cualquiera que quisiera huir o intentar alguna tontería. 

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20/12/2013, 18:03
Ernest Schneider

Por supuesto hermano bibliotecario Astramael respondo mirando directamente a los dos saqueadores con una torva sonrisa que me aseguro que puedan ver. Agradecía la intervención del bibliotecario, ya que siendo anunciado como interrogador por un Astarte aumentará el shock creado. Lo mismo que la muerte de uno de ellos. No estaba seguro de si la muerte podía haber sido evitada o no, aunque pensaba que seguramente si pues ya había presenciado situaciones similares cuando era arbitrador, pero gracias a ella si tendría que elegir entre hablar conmigo o enfrentarse a los marines la primera opción ganaba enteros.

Salí de detrás de la cobertura en la que me encontraba y me dirigí hacia ambos con pasos lentos y medidos y las manos detrás del cuerpo, con la espalda recta y la torva sonrisa aún en mis labios. Me paro delante de ellos a aproximadamente cinco pasos.

Os estaréis preguntando completamente confundidos que es lo que hacen tres Adeptus Astartes y un interrogador aquí les digo con voz baja pero llena de autoridad lo cual es una pregunta lógica. Por desgracia no vais a tener una respuesta, por dos razones. Una porque es algo que no os incumbe. Y dos porque aquí el que hace las preguntas soy yo y los que responden sois vosotros.

¿Ha quedado claro este último punto? les pregunto haciendo desaparecer la sonrisa y endureciendo la expresión de mi rostro y continuo sin esperar respuesta bien habiendo dejado claras las cosas resulta que nosotros también nos preguntamos que hacéis vosotros aquí. No es que saquear mausoleos de héroes antiguos sea lo más cívico que un buen ciudadano del imperio pueda hacer. Así que nos gustaría saber que es lo que habéis venido a buscar y quien os ha mandado.

Callo durante unos instantes pero antes de que puedan llegar a responder alzo la mano derecha con el indice apuntando al techo para llamar la atención de los dos saqueadores una última cosa. Seguramente os estaréis preguntando por qué tendríais que responder a mis preguntas. Bueno la respuesta es muy sencilla, porque si yo no consigo respuestas serán ellos señalo lentamente con el indice a los tres Astartes serán ellos los que intentarán sacar las respuestas. Y sus métodos no son tan amables y diplomáticos como los míos. Creo que vuestro compañero daría fe de mis palabras si pudiera.

- Tiradas (1)
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24/12/2013, 12:03
Astramael

Dentro del caso, el bibliotecario sonrió, enseñando sus puntiagudos colmillos, satisfecho al comprobar que el interrogador no era el pusilánime personajillo que se había imaginado que era al encortrárselo en el Citadel Primus camino al trasporte.

El hombre había sabido aprovechar con bastante maestría la entrada que le había preparado, ganando al mismo tiempo algo del respeto del angel sangriento.

Escuchó las palabras de Ernest y en el momento oportuno, con el único objetivo de apoyar su discurso, movió ligeramente la espada psíquica, atrayendo durante un picosegundo sobre ella la atención de los saqueadores y dejando a las claras que ellos no serían tan diplomáticos como lo estaba siendo el señor Schenider.

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30/12/2013, 00:17
Director

Te diste cuenta prontamente de que quizá habías sido demasiado teatral, demasiado exagerado en tu actuación. Frente a un enemigo poderoso o fanático podría haber sido un error fatal, no querías imagnarte una solución paralela frente a uno de aquellos aterradores Marines traidores, pero por suerte estos tipejos parecían pobres diablos y confiabas en que no se hubieran dado cuenta.

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30/12/2013, 00:19
Director

Los dos hombres parecían llevar un largo rato trabajando, pues estaban aliñados con una generosa dosis de sudor, que condimentaba aquella vestimenta vieja, sucia y muy usada. Los goterones de sudor, a buen seguro sudor frío en el momento si sabían lo que se les venía encima, dibujaban estelas serpenteantes en sus frentes, tiñéndose de oscuro al ir arrastrando ese polvo oscuro, casi hollín, de sus rostros.

El discurso les había impresionado, pero de alguna forma no tanto como habíais esperado. Era de agradecer en esa situación la presencia intimidatoria de tres gigantes hacedores de muerte. Le daban una verosimilitud sin igual a las amenazas. O dicho de otra forma, nadie en su sano juicio iba a arriesgarse a poner a prueba la paciencia de un interrogador con tal capacidad de... influencia.

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30/12/2013, 00:25
Weyr

El nativo que había intentado huir en primera instancia (porque quedaba ahora claro que, él sí, era nativo) respondío con ojos llorosos:

No...nosotros solo estáb-b-bamos buscando piedras brillantes de estas... —abre la mano con lentitud y podéis contemplar, resplandecientes en la luz mortecina por la capa de sudor, tres cuasiesferas de mármol negro sorprendentemente lisas. Es difícil explicar como algo tan sencillo puede ser bello, pero lo eran a su modo, era una belleza simple—... se v-venden bien, con ellas... con ellas se hacen los amuletos de Eternidad. Q-queríamos... ganarnos la vida...

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30/12/2013, 00:46
Kall

El otro hombre acompaña las palabras de su compañero con asentimientos de cabeza. Cuando este acaba añade, sensiblemente más sereno:

Así es. Además, no somos los únicos que lo hacen. Ya había amuletos de Eternidad en el mercado antes de que nosotros bajásemos aquí. A fin de cuentas, es solamente la tercera vez que venimos, alabados Mar'hinex.

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30/12/2013, 11:35
Marev Solaro

Los saqueadores podían dar gracias a que el interrogador no hubiera concluido su tarea, de acuerdo al Guardia del Cuervo debían ser ejecutados allí mismo por profanación de monumentos imperiales. El que no se mostraran especialmente comunicativos no ayudaba a sus opciones de supervivencia, pero dado que Marev no iba a minar la autoridad de Schneider delante de quienes estaban siendo cuestionados no intervino directamente.

Se limitó a amartillar el bolter alzándolo nuevamente para apuntar -Segundo aviso-las dos palabras resonaron como una sentencia de muerte en la caverna. Tal vez ahora se mostrasen más dispuestos a colaborar. Al fin y al cabo sus vidas ya serían juzgadas por el Emperador cuando muriesen, era decisión suya cuándo se postrarían ante Él en su Trono.

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30/12/2013, 20:46
Grigori

Grigori se acercó y extendió el guantelete para que le dieran una de esas piedras de mármol oscuro con toda la intención de observarlas detenidamente... lamentó el no tener un tecnomarine en el grupo, podría ayudarles con eso. - dame una - dijo sin más 

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02/01/2014, 16:47
Director

El hombre le dió la piedra a Grigori. No tenían mucho más en especial que lo ya descrito. Eran de unos 3 o 4 centímetros de diámetro, lisas y brillantes. Hay algo extraño en ellas, algo abstracto, inconcreto, pero de algún modo se puede suponer que no son de origen imperial.

Notas de juego

Espero respuesta de Ibram para continuar con los interrogados

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02/01/2014, 23:08
Ernest Schneider

Comienzo a menear la cabeza en gesto negativo ante las palabras de los dos saqueadores ¿tercera vez? Una sola ya son muchas veces y no sois capaces de imaginaros lo mal que esta hacerlo tres... en fin seguir hablando y tal vez consigáis que reducir el castigo. Todo depende de lo que nos digáis... o lo que estéis dispuestos a hacer por nosotros.

Por el momento nos vais a explicar que son esos amuletos de Eternidad y por que se venden tan bien en el mercado. Pero no os creáis que esta va a ser la última pregunta, que tenéis muchas cosas que explicar de lo que esta pasando aquí.

Notas de juego

Perdón por la tardanza en responder, pero en las fiestas y las vacaciones si algo no he tenido precisamente ha sido tiempo libre. Y ya siento tampoco sacar otro tochopost como el anterior pero la neurona a estas horas ya no da más de si xD

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04/01/2014, 19:22
Astramael

Cuando termines con ella Hermano Grigori la necesitaré un momento.- Dijo Astramael.- Las tres.

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04/01/2014, 19:42
Grigori

¿Y esto lo extraen? - preguntó a los reos acercándose al bibliotecario y extendiendo el brazo para que este pudiera coger la piedra que tenía en la mano - esto tiene pinta de estar manufacturado 

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04/01/2014, 19:57
Astramael

- Contestó el bibliotecario cogiendo la piedra que le entregaba el Guardian de la tormenta y acercándose a los nativos para coger las dos restantes .- ¿Pero por quién? - Preguntó mirándolas más detenidamente.

- Tiradas (2)
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05/01/2014, 23:37
Director

Establecer el origen de aquellas piedras era a un tiempo sencillo y complicado. Sencillo porque eran de origen evidentemente xénico a tus ojos, ahora que habías podido examinarlas con mayor detalle, y también porque su origen no era de ninguna forma una raza xénica principal o de conocimiento común. No era Orko, demasiado pulcro y perfecto. No era Tiránido; demasiado inorgánico, ni tan siquiera una improbable calcificación. No era Eldar, era diferente en carácter, poco ostentoso, más funcional. No era Tau*, aunque podría suponerse o más bien inventarse que de haber una raza radicalmente opuesta a estos, una especie de Taus oscuros servidores del Mal supremo construirían cosas parecidas. Pero ni aun por esas encajaba.

Era complicado porque había cientos si no miles de Xenos menores, cuyos imperios se habían olvidado, o destruido, convertidos en polvo por el paso de los tiempos y por el pisotear destructor de las nuevas razas, y de sus contemporáneas y de las contemporáneas de éstas, y era imposible para un solo ser conocerlas todas. Sin embargo podías aproximas. Tenías la intuición de quien se ha visto otras veces en la situación de que Karlack, como tantos otros mundos, había sido anteriormente (pasadamente, remotamente) una colonia, o algo así, de otra u otras razas. Sabías también que existían cultos de orden menor (y en la mayoría de los casos obviable) relacionados con dichos seres en el planeta, aunque seguramente reverenciasen una percepción propia y muy distante de la civilización que habitará allí milenios si no eones atrás. Recordabas también que la eternidad, la inmortalidad y/o la resurrección en diversas formas eran temas recurrentes en la simbología local y, consecuentemente, también en los cultos. Tampoco era raro. Como seres limitados, temporales y caducos, el ser humano siempre había buscado la inmortalidad en la realidad ajena, y esto era común en casi todas las culturas humanas.

Notas de juego

* No estoy seguro de si se conocen los Tau a estas alturas. Tampoco tengo claro la fecha en que se desarrolla exactamente la campaña, pero como tampoco este dato posee una importancia capital, pues lo dejamos velado.

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05/01/2014, 23:55
Weyr

Se miraron el uno al otro ante la probable condena que se les venía encima. Era evidente que estaban asustados. Era probable que no fingiesen:

S-se dice que dan sue-erte. Al-l-livian las penas. ¡Son no-ofensivos!. Ayudan a sobrellevar la... el... griv —hizo la i exageradamente larga—. Nos r-recuerdan que lo bien hecho es... para s-siempre.

Se le entendía muy mal. La mezcla del acento y el léxico nativo lo hacían complicado, pero la voz temblorosa como la de un tartamudo atragantado con un martillo hidráulico lo acababa de rematar.

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06/01/2014, 00:04
Kall

El otro miró extrañado a Ernest tras una de sus frases:

¿Y qué desearíais que hicieramos por ustedes, oh, gloriosos guerreros? No se me ocurre de qué w- forma podríamos nosotros —no dijo esta última palabra exactamente con desprecio, pero comparativamente a cómo se había dirigido a vosotros casi lo insinuaba— ayudar a tan capacitados líderes.

Notas de juego

Hablar reverencialmente y tener un léxico inferior y desfigurado es jodidamente complicado de compaginar, así que lo dejamos para otro momento :P

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07/01/2014, 22:41
Ernest Schneider

De momento contestando preguntas y no haciéndolas le respondo con tono cortante para que recuerden quien esta al mando de la situación luego depende de lo que respondáis os diré si podéis y como podéis ayudarnos.

Vamos que solo se venden por superstición por lo que dices, ¿no es así? ¿O por algo más? Se que la gente y más en lugares tan apartados es muy supersticiosa pero sin algún charlatán de tres al cuarto que engañe a la gente ese tipo de cosas no suelen venderse bien. ¿Quién empezó a vender estos amuletos?

Y la última pero no por ello menos importante pregunta. Decís que no sois los únicos que bajáis aquí. ¿Quienes más han bajado aquí y alguno de ellos fue el que abrió el boquete?