Partida Rol por web

Siguiendo las indicaciones de Jainas cargo contra nuestro extraño enemigo.

El enano carga contra el hombre encapuchado con una cara de rabia que envidiaría las venganzas y un grito de guerra tan armonioso que acompaña cada uno de los pasos que da mientras avanza. Cuando se encuentra frente a frente con el hombre le asesta un mazazo terrible directo a la cabeza que se la arranca de cuajo y la envía volando como si fuera un touch-down fuera de la aldea. El cuerpo inerte cae en el suelo y su bastón y un anillo de su mano se caen hechos mil pedazos y se desvanecen.

Una vez terminada la batalla, las personas empiezan a salir de sus casas viendo que el peligro a pasado, y una de éstas personas se acerca y os empieza a hablar:

- "Muchas gracias valientes guerreros! Nos habéis librado de una extinción segura. No tenemos suficiente para agradeceroslo, sin embargo creo que podemos hacer unos arreglos al barco mientras descansáis en la posada y coméis y bebéis. Seguidme por favor!" y hace unas reverencias mientras habla y camina hacia la posada.

La posada se encuentra detrás de la muralla a la izquierda, una casa norme de 3 plantas. Dentro una hoguera, unas mesas comida y bebida os esperan hasta reventar. Un corro de gente se arremolina alrededor de vuestra mesa mientras la misma persona que os ha traido que se hace llamar consejero primero se sienta a vuestro lado expectante.

- ¡Bien hecho Golgorin! 

- ¡Bien hecho todos!

Jainas no puede por menos que admirar la eficaz brutalidad del enano y la perfecta ejecución del ataque por parte de sus compañeros.

Cuando las gentes de LoudWater los vitorean y agasajan se siente agradecida. Durante unos momentos el grupo y ella se relajan y tratan de pasar unos momentos agradables. Los primeros en varios días. Pero es algo efímero.

La presencia expectante del Primer Consejero del pueblo es el preludio de tristes y dolorosas noticias. Por ambas partes, sin duda.

- Consejero, agradecemos vuestra hospitalidad. Irónicamente nuestra  afortunada presencia aquí, en LoudWater, se debe al infortunio, según se mire y valga la redundancia. Procedemos de Rondar, la capital del Reino. O mejor dicho... la antigua capital del reino - calla durante unos instantes y con dolor sentencia - Ya no existe- deja que el mensaje cale hondo en la gente del lugar. Cesa el júbilo.

- La furia de un terrible dragón blanco y una huestes mágicas acabaron con la ciudad. Somos supervivientes que logramos escapar instantes antes de la destrucción. Tal vez en futuros días ciertas caravanas de refugiados pasen por este lugar. Serán parte de los supervivientes que también lograron huir esa terrible noche. Ellos podrán corroborar nuestra historia.

Durante unos instantes la tristeza inunda a todos los asistentes de la posada. Jainas retoma la palabra.

- Consejero ¿Que nos podeis decir de lo que acontece en esta parte del reino? ¿Que sabeis de los atacantes de vuestro pueblo?

Tras derrotar al mago me doy la vuelta y me dirijo hacia mis compañeros: -Vale, parece que hemos salido de esta. Si no os importa voy a aprovecharme de la amabilidad de los lugareños y ver si me dan algo de comer. ¿Alguien quiere venir?

Tras decir esto me dirijo hacia la posada junto con ... (si es que viene alguien). Una vez allí abro la puerta con decisión y inspecciono el lugar.

 - "No sabemos la originalidad, los motivos ni la finalidad de la persona que nos vino a atacar.  Llegó    hace dos dias, como una persona cualquiera. Andaba deambulando por la aldea de aquí  para alla,  pero en ningún momento llegamos a sospechar de él." dice el hombre de forma  behemente y muchos  aldeanos asienten desde el corro.

 "Somos un pequeño pueblo pesquero. Independiente de lo que suceda o no en la capital. Me  entristece escuchar tan pésimas noticias y si alguien necesita de asistencia en esta nuestra villa  encontrará hogar y trabajo. Pero más alla de eso preferimos permanecer ajenos a lo que suceda a  nuestro aldededor. La política y los gobernantes solo se basan en el poder y aqui no respetamos esa clase de forma de pensar." concluye respondiendo a la pregunta de Jainas. Un montón de susurros y cuchicheos se escuchan a vuestro alrededor a medida que el primer consejero va esclareciendo los puntos.

El elfo intenta discernir los comentarios en el corrillo

Los comentarios son de aprobación y corroboración

El grupo está en un punto muerto. No sabe a quien recurrir. Nadie les da una idea de a donde desplazarse para recibir información o ayuda ante tales acontecimientos. El mundo se está volviendo loco por momentos: dragones, ejércitos de autómatas, asaltos de muertos vivientes, nigromantes.... Todo simultaneamente. "No. Todo esto no puede ser casualidad. Responde a algo. ¿Pero a que?" - se pregunta Jainas.

Y lo mas lamentable es que no saben por donde empezar a buscar dicha respuesta. Piensa que algún nucleo urbano considerable puede tener gobernantes e incluso sabios que tal vez les den algún tipo de respuesta. No importa la raza o civilización.

- Consejero.. ¿Manteneis algún tipo de relación comercial con otras, digamos, gentes? Algún otro pueblo o ciudad. ¿Si seguimos la costa que nos encontraremos? ¿Sabeis de alguna ciudad, aparte de la capital, en esta región?

Otra idea surge en su cabeza.

- Amigos, ¿Donde está el cadaver de nuestro enemigo? Quiero echarle un vistazo.

Tal vez contenga un diario, documentos o alguna insignia que arroje algo de luz.

Al echuchar las palabras de Jainas, el elfo asiente con la cabeza

Dirigiendose al lider del pueblo:

Gragragracias, popor lala ininformacion. El elfo intenta vocalizar todo lo posible. Con escaso exito. Nenenecesitamos cococomida, papapara popopoder cocontinuar elelel viviviaje.

Sonrie un poco despues de su gran discurso.

"El cadáver sigue en su sitio. No lo tocaremos hasta que no nos aseguremos que ninguna maldición caiga sobre aquel que lo toque. Mantenemos comercio, pero usamos los barcos mercantes que se acercan a la aldea de vez en cuando. Las ciudades procedentes no sabemos donde se ubican, tan solo un par de nombres: Moldar y Nolorun."

"La leche" pienso "¡Para que luego digan que los enanos son lentos!" pienso mientras me quedo con las ganas de haberle dado un mamporro al Señor del Mal.

Lo primero, primero detecto magia sobre el cuarpo -por si acaso- y luego tomo el anillo del nigromante, y tambien lo registro un poco, buscando cualquier cosa que pueda tener y sea aprovechable, pero deseando que lleve algún diario, alguna nota de recados, mapas con señales y trazos de viaje, o cualquier cosa que tanto usamos los aventureros... y que pueden revelar mucho de uno mismo.

Si es un lanzaconjuros arcano, tendrá un libro de hechizos que le vendrá muy bien a Jaina
Si su poder viene de un dios malvado, quizá sus símbolos sagrados nos permitan discurrir alguna cosa sobre a quien nos enfrentamos.

Entonces Jainas cuenta nuestra historia. El hombre toma con gravedad las noticias...

"Gentes ¿Hay algún herido?" pregunto en la posada, ofreciendome a la que dejo entrever mi símbolo sagrado "¿Alguien que necesite ayuda?"

Cuando Jainas comenta lo del cuerpo, Razar sonríe y saca una carta que llevaba el cuerpo y que había recogido antes de ir con ellos a la posada.

 - "No gracias, estamos todos bien. No somos guerreros pero tampoco tontos. Nos resguardamos de los atacantes en nuestras casas rápidamente. Por la comida no se preocupe. Les dejaremos recursos de sobra para un mes en su barco cuando la reparación este completa."

"Perfecto, muchas gracias, señor..." Entonces caigo en la cuenta de que no sabemos el nombre del jefe del pueblo.

Luego...

"Azula, te sonaba su anillo, pero ha explotado en mil pedazos ¿Era tuyo?"

- "Yo soy Taizo. Un placer"