Partida Rol por web

Azula vuelve hasta El Priorato con unos 40 elfos y elfas.

- Éstas son todas las personas que he encontrado fuera. El resto están todas muertas y he ido quemándo los cadáveres para que descansen en paz y que no se forme una peste horrible por la ciudad.

"¿Y como convenceremos a la gente de que se nos una? En primer lugar, tendríamos que limpiar este sitio. Hacer que no parezca un lugar muerto... Se me ocurre una forma, pero no es MUY agradable" digo tomando un craneo.

Por todos es bien sabido que los clérigos aprenden a levantar no-muertos bien pronto.

"Supongo que estamos en un punto muerto... y necesitaremos investigar mucho"

Le pregunto a Azula si ella por un casual, mientras quemaba cadaveres, se encontró con algunos con marcas del Priorato

Me rasqué la cabeza, todo esto me superaba un poco, y se había desviado totalmente de mi "misión" principal. Yo no tenía nada que ver ni con Rodar, ni con esta ciudad, ni siquiera con los humanos o elfos. Solo había salido de viaje para encontrar una forma de forjar ese mineral que había encontrado y que se hallaba ahora en mi casa.

Tras pensarlo mucho decidí reunir al grupo para contarles mi situación y todo lo que pensaba sobre el asunto.

-Y esto es lo que pienso, en realidad yo no tendría por que estar aquí, ya que nada de esto me concierne. Solo soy un enano que por casualidad se junto con vosotros en una ciudad que ahora esta arrasada y se vio envuelto en un viaje gigante. -me tome un tiempo antes de seguir - En realidad no tengo ningún motivo por el que luchar en esta guerra, para mi era la primera vez que iba a Rodar y no conocía a nadie allí, y lo mismo con esta ciudad.

Tome otro descanso para ver las caras de los demás y concluí mi charla con esta ultima frase.

No me pidáis que luche por unas ciudades en las que nunca he estado, ni por gente que no conocía, si de verdad yo lucho por algo, sería por vosotros, ya que aunque no os conozco de nada sois buenas personas, y creo que merecéis la ayuda que pedís. Si habéis convencido a un enano cabezón como yo para luchar en esta guerra creo que podréis convencer a cualquiera.

- He encontrado este libro en la librería. Quizás os interese leerlo... la pequeña hada tiene una voz bastante preocupada.

Solsticio de Otoño, 4º día de la 1º rotación del Letargo.

abía que iba a ser complicado este chico, pero nunca me imaginé que pudiera hacer semejante atrocidad con tan solo 110 años. Entiendo que los jóvenes tengan hambre de más pero su camino conduce a un sendero sin retorno. Los 7 ancianos nos hemos reunido para dictaminar su castigo, y aunque ha sido duro hemos tenido que imponerle la máxima pena.

Le hemos criado como a un hijo, le hemos dado un hogar, un futuro, una vida y nos lo paga así. Me parte el corazón tener que hacerlo pero de no hacerlo las consecuencias podrían ser devastadoras. Por ese motivo dentro de una hora le despojaremos de su magia y de su identidad. No hay otro remedio, no podemos arriesgarnos a que siga siendo un mago. El hechizo sin embargo tiene sus debilidades y si algún día se rompiera y volviera a recordar quién fué... no quiero saber lo que nos puede deparar el destino.

Ya está hecho, le hemos borrado toda su memoria y le hemos desterrado. Mi corazón está dividido pero no hay más remedio, si siguiera practicando el hechizo que intentaba realizar desembocaría en una terrible era para todos. Ésta será la última línea que se hallará escrita sobre Laerguidor, Señor de lo Inconmensurable.

- Hay más, mirad.... - Azula pasa medio libro y podéis ver titulado: "Diario de Muerte, escrito por Elhael"

Solsticio de Primavera, 2º día de la 3º rotación de las Lluvias.

emos cometido un gran error... Sabía que ese chico tenía potencial pero no sabía que fuera descendiente de tal cosa. Eso explicaría su tendencia a tener hambre de lo prohibido pero nos deja expuestos. Nuestro hechizo no es lo suficientemente fuerte para contenerle y no sabemos donde está.

Solo es cuestión de tiempo. Ya han caido 3, no pasará mucho hasta que me encuentre y necesito buscar a alguien digno de aprender de mí y que sea capaz de detenerle. Necesitamos un plan y ya no se qué hacer. No sé si queda esperanza...

- Hay demasiado secretismo en sus textos, se ve que hasta escribir sobre ello estaba prohibido. Estos elfos y sus estúpidas costumbres... uy, mis disculpas Tharlatos, pero esque es verdad. - Azula parece bastante enfadada por la poca información de los textos.

- Pero hay algo que me gustaría confesaros... durante nuestro viaje he ido recordando poco a poco cosas. Ver a Laerguidor, el dragón... todo ha ido despertando recuerdos y aunque no os he dicho nada confío en vosotros lo suficiente ahora como para desvelar ciertos misterios sobre mí.

Azula se pone en el centro de las alas, junta sus manos y empieza a emitir un brillo cegador.

El brillo remite y encontráis a un chica alta, esbelta con el pelo blanco y las alas blancas que emite un brilo azul muy intenso a su alrededor.

- Ésta es mi verdadera forma. Sigo sin recordar mi nombre, pero si recuerdo que me transformé a mi misma para savar mi vida antes de que Laerguidor arrasara mi casa. No recuerdo mucha cosa más pero si queréis preguntar intentare contestar algo. Pero antes....

Vuelve a brillar...

- Me quedo así, que es más cómodo y volar tiene sus ventajas jiji...

Me quedo un tanto ojiplático al ver que Azula es más que una pixie traviesa con risilla fácil. Cuando dije que era una caja de sorpresas... ¡REALMENTE LO ES!

Pero veo que llega con los supervivientes. Gente dura... o gente afortunada. Se que Jainas es la líder del grupo, pero ciertamente, a mi se me da un poco más el tema de hablar a multitudes, ya que he tenido que estudiar los discursos de los grandes capitanes del pasado a sus tropas antes de las batallas. Con el permiso del resto de la tripulación, me dirijo a los supervivientes. 

"Pueblo de Brindol. Supervivientes de una tragedia"
Miro al sol, poniendose -o quizá saliendo-. Una postura sacada de los mismos libros de historia
"Lo que ha sucedió aquí ha sido una tragedia. Laerguldor el Infame. Laerguldor, el verdugo de inocentes, está llevando una sangrienta escabechina contra los grandes maestros de esta era, y quien se cruce en su camino. Todos cuantos estamos en esta plaza hemos perdido a alguien importante. Maestros, Amigos, Familia, Amantes...."

"Los que estamos aquí presentes frente a vosotros, somos la tripulación de la Vergadora. Antes que vosotros, tambien sufrimos pérdidas a manos de este infame ser. Ese que no es ni humano, ni elfo ni humano. Ese que es solo un MONSTRUO."

"Os juro que este ser sanguinoliento conocerá su fin. Por Brindol, y por todos los que lo han perdido todo a sus manos. Lo que vengo a pediros, a IMPLORAROS" digo clavando la rodilla en la tierra en un momento "Es que nos ayudeis a privarle de su victoria aqui ¡NO DEJAREMOS QUE BRINDOL MUERA! ¡Su sabiduría, su historia Y SU GENTE no morirá!"

"¿Quien quiere huir y dejar que Laerguldor el Infame venza? ¿Y quien quiere VERGAR A SUS SERES QUERIDOS?" y mientras digo esto, me levanto, alzando nuestra bandera. La bandera de la Verganza, el sol contra el dragón blanco

Dejo que la magia, la luz y la guia de Hildegar me llenen, para tratar de que esta gente NO SE RINDA.

Lo que esta claro es que Azula esta relacionada con Laerguidor. Yo casi me aventuraria a sugerir que sea una de las hechiceras del consejo. Pero solo es una conjetura, nada fundado.

Tras escuchar el soberbio discurso de Razar, el elfo continua con su disertación.

Esta claro que nos encontramos a un hechicero aliado a un dragon capaz de arrasar ciudades, que ademas tiene la capacidad de usar unos portales que por el momento su funcionamiento se nos escapa. Voy a volver al salon de los portales a investigar si encuentro algo util.

Antes de marchar, el elfo acaba su reflexión. Lo que esta claro es que nosotros no podremos hacer nada mientras juguemos en desventaja. No conocemos los metodos, ni la fuente de poder de Laerguidor. Debemos descubrir su plan y frustrar su siguiente movimiento. Por el momento solo hemos ido por detras de él, y cuando parecia que le alcanzabamos cercenaba nuestro intento de aproximacion.

Se os ocurre algo, compañeros ?

Jainas, en un segundo plano, casi oculta escucha la arenga de Razar y asiente, esbozando una leve sonrisa que no emergía en su boca hará cierto tiempo. Después vuelve al Priorato, en busca de nuevos indicios sobre que paso dar para combatir el poder de Laerguldor. Sube las escaleras

En la sala de los portales encuentra a Tharlatos, investigando cual sería el siguiente portal que debería abrirse para continuar mermando el poder del Enemigo. Asiente en silencio y lo deja continuar mientras toma escaleras arriba, la dirección a los aposentos de Elhael. Son hermosos y bien decorados. Abundan los muebles de Tejo negro. En especial, llama la atención su escritorio con diversos motivos decorativos y runas. Se sienta en un cómodo sillón, frente a él y durante unos segundos se imagina que haría la elfa.

Se relaja, se calma. Aparta los sentimientos de Ira y Odio, disponiéndolos para otro momento "Preparaos para cuando nos enfrentemos a nuestro enemigo. Ahora necesito Calma y Raciocinio. Hay mucho que hacer".

Casi como si una mano invisible le guiase, abre uno de los cajones laterales y extrae unos pergaminos en blanco. Después observa la pluma y el tintero frente a ella. Cuando inicia el movimiento de cogerla, la pluma vuela hacia su mano. Jainas asiente conforme.

Suspira, frunce el ceño, se inclina levemente sobre el pergamino y comienza a escribir.

"Pst... vosotros que sois más estudiosos que yo, que estudiais teoría mágica e incluso planos ¿Que raza es Azula? Una humana con ALAS!"

"Si no fuera porque está con nosotros, necesita alimentarse y todo eso, juraría que es un ángel. Pero... Bueno ¿Os suena a vosotros?"

Mnnnn, no se. Una especie de cambiaformas con poderes innatos. Seguramente es hechicera. Yo creo que era miembro de la orden de sabios que intento contener a Laerguidor. Pero todo son suposiciones

- Lo que soy... no lo sé. En cuanto a Lerguidor no me trae ningún recuerdo más que el de mi aldea. No creo que estemos relacionados. Siento no ser de más ayuda, pero espero que con el tiempo pueda descifrar un poco mi propio misterio.