Partida Rol por web

"Fijate en esas huellas, Thar"
(Forma mundana de conjurar Guidance)

El pobre de Razar está mas perdido que un pulpo encerrado en un tanque.

Jainas avanzó junto a Tharlatos e intentó ayudarle con sus conocimientos de la naturaleza, discerniendo la diversa vegetación en crecimiento o decrecimiento para procurar avistar alguna salida de la espesura.

Tharlatos sintoniza con el bosque que le marca el camino y Jainas le ayuda a orientarse entre la enorme cantidad de árboles y ayudados por Gary conseguís llegar hasta la falda de la montaña donde el protagonismo pasa a Golgorín.

Golgorín sabe donde está la entrada al reino enano: hacia el este unos 30 kilometros caminando por la falda, sin embargo puede que conociera algun pasadizo secreto.

El aire de la montaña era, sin duda, reconfortante. Hacia mucho tiempo que no volvía por mi reino, se me podía notar algo contento, aunque el hada nos hubiese hecho eso sin dar ninguna explicación (por lo menos a mi) y que hubiese dejado a mi nuevo compañero de javalies al otro lado del portal. Gordito no estaba! lo que quería decir que Jainas podía estar algo afectada por ello. Me acerqué a ella para preguntarle.

- Oye Jainas, siento no haber podido traer a Gordito, prometo que te lo traeré de vuelta, de alguna form... un momento- dije mientras empezaba a mirar alrededor de el lugar en donde estábamos-  Si no me equivoco por aquí tendría que haber un pequeño mecanismo para... - empecé a rebuscar por el lugar en busca de la entrada secreta.

Golgorín reconoce inmediatamente una entrada secreta en las rocas no muy lejos de vuestra posición. La usaban todo el rato los cazadores para salir al bosque y volver sin tener que patearse toda la montaña hasta la entrada "comercial".

Tras unos minutos caminando por piedra viva a través de la pendiente rebusca entre unas piedras y mete la mano por un hueco donde pulsa un boton e inicia el mecanismo de apertura de una puerta completamente oculta en la pared, que se abre hacia dentro mostrando acceso a un túnel oscuro y húmedo. Golgorín se muestra confuso ya que no ha pasado tanto tiempo desde que los enanos abandonaron la montaña para combatir la estrella.

- Vamos dentro. Si queremos encontrar una manera de volver a los barcos solo podemos encontrar la manera en el reino de los enanos. - comenta alegremente mientras inicia una luz en una piedra que sostiene en la mano y entra primero, e inmediatamente se gira con una cara seria - Y preparad las armas... nunca se sabe que se puede encontrar en lo más profundo de las montañas.

Cuando Golgorin le dirigió la palabra, la joven lo observó unos instantes con mirada terriblemente seria y levemente iracunda.

- Te confié a Gordito. Te pedí que lo cuidaras como si tu propia barba fuera. Pero él no está aquí y tu barba sí - dijo de una manera fría y seca. Después se giró y no dijo nada más, dejando al enano hacer. Faltándole Gordito era como si le faltara una pequeña parte de sí misma. Una parte alegre y dulce.

Las palabras de Jainas eran frías, pero totalmente ciertas. Había estado con Gordito todo el rato, habíamos trabajado y comido juntos, pero lo que hizo Azula me pillo tan de improvisto que no me dio tiempo a coger al dragón y traerlo conmigo.

- Tienes toda la razón - cogí un cuchillo que llevaba en mi bolsa y me lo puse debajo de la cabeza. Con un corte limpio me corté mi gran barba y la tiré al suelo. Luego miré a Jainas con unos ojos leales y sinceros - No dejaré que vuelva a pasar, traeré a Gordito de vuelta para que esté contigo. - La barba era un precio pequeño con la separación de Jainas con Gordito. Sin decir una palabra más, empuñando mi nuevo arma, la que habíamos creado Gordito y yo, encabece la marcha hacía nuestro destino.

Puede que no entendiese mucho sobre todo el asunto de los viajes en el tiempo, las realidades paralelas y el resto de cosas, pero había una cosa que sabia muy bien.

Habían hecho que faltase a mi palabra, una de las nuestras nos había traicionado, mi pueblo no perdona las traiciones y no se detiene hasta que la justicia recae sobre los malhechores.  

"Bueno, conque volvamos pronto, todo irá bien"

"Piensa que es un dragón ROJO. Necesitan mucha, muchisima buena influencia para no volverse unas bestias del mal"

En ese momento, Razar piensa: ¿Muchisima buena influencia? En ese caso ¿Por que se lo dimos a la capitana?

Jainas contempló el acto de Golgorin y se quedó asombrada, no reaccionando a tiempo para impedirlo. Ella no quería una satisfacción de ese tipo. "Sentía" la necesidad de volver a juntarse con Gordito y el antinatural malhumor de no tenerlo cerca. Se acercó al enano y se puso de cuclillas ante él. Después le dio un abrazo, pues sabía lo que suponía la barba para un enano.

- Lo siento. No pretendía hacerte sentir obligado a una reparación. El sentirlo tan alejado me crea una angustia e impotencia, al estar vinculados - explica compungida - Solo quiero volver a juntarme con él, pero no deseo haceros el objetivo de mis frustraciones. Tratad de aguantadme si me pongo insoportable - dice con una sonrisa forzada. Después deja seguir al enano el camino que ha hallado.

Se queda la última en el grupo, retrasada un poco y cuando nadie la ve recoge la pelirroja barba del enano. Tiene solución y sabe como, pero actualmente no está a su alcance.

El elfo se queda sorprendido por la reacción de Golgorin. - Tu gesto te honra, Maestro Enano.

El elfo acto seguido se deja caer a la altura de Razar, y le comenta en bajito. - No se lo que pensarás, pero creo que Jainas esta en esos dias de cada mes, ya sabes, los dias raros.

Mira rapidamente hacia la capitana por si esta dandose cuenta de sus palabras, ¿ No tendrás chocolate a mano ?, suele ser mano de santo en estos casos , pregunta inquisitivo el elfo.

Mientras escucha las palabras de Gary, y va desenfundando su vieja cimitarra.

Gary encabeza el paso a través del húmedo hasta una enorme apertura iluminada con luz natural. Unas escaleras de caracol carvadas en roca invitan a los transeuntes a bajar hasta una estancia llena de mesas y sillas y unas puertas de acceso que están cerradas, aunque no es hasta que no bajáis hasta el fondo que percibís la cantidad de polvo y dejadez de la zona, como si hubieran pasado años sin que nadie accediera.

- Ésto no me gusta mucho, aunque tampoco es raro que ciertas estancias en un reino enano estén abandonadas. - camina todo el Hall hasta las dobles puertas del final y tira de ellas sin éxito. Pide ayuda a Golgorín y Tharlatos pero ni entre los 3 consiguen moverla un centímetro - Esto no funciona... maese Enano, tienes alguna idea?

La puerta parecía robusta, pero sabía que este tipo de puerta siempre tiene un mecanismo oculto. Empiezo a mirar en los lugares en los que yo lo hubiese puesto, tampoco muy lejos de la puerta. Quizá una piedra falsa para empujar que activase un mecanismo.

Golgorín recuerda que en la antigua ingeniería enana las puertas usaban un sistema de cerrado de seguridad especial para evitar invasiones. Las puertas tenian cierres de seguridad hechos de puro mithril que se hundían en la roca y eran imposibles de quebrar, sin embargo un enano que pusiera las manos en la puerta y ponunciara unas palabras en enanopodría abrirlas sin problema, así que sin más demora se acerca a la puerta y recita las palabras en voz alta tras empujar levemente con la mano y las puertas ceden ante el enano como si fueran de papel. Tras pasar dentro Tharlatos intenta cerrarlas por seguridad sin embargo asombrado no consigue moverlas ni un centímetro.

La zona interior no luce mucho mejor que la sala predecesora: un enorme hall lleno de columnas grabadas con decoraciones enanas que se pierden en la oscuridad del techo da paso a unas escaleras piramidales que terminan en un enorme trono de oro y dos tronos mas pequeños a sus lados. Además en las paredes hay enormes antorchas apagadas que no parecen haber sido encedidas en décadas y la suciedad en el ambiente corrobora la idea. En medio de la estancia hay una pila de madera que probablemente hubiera servido de hoguera, y en las paredes se divisan vagamente puertas y más grabados enanos.

- Este lugar está obviamente abandonado, sin embargo ahora mismo dudo que tenga algo que ver con el reino enano de Gugh Lodur, origen de Golgorín si no me falla la vista - señala unos grabados en su hacha y en su armadura - Éste Reino parece ser mucho más antiguo y mucho más peligroso, y ahora mismo dudo si Azula quería traernos aquí o ha sido el azar el que ha movido nuestros pasos, sin embargo estoy muy interesado en ver que conocimiento nos ofrece este lugar. Qué os parece si nos dividimos un poco e investigamos esta sala primero? Quizás podríamos iluminar la estancia con las antorchas de las paredes - sugiere - sin embargo no abandonéis la estancia.

Razar alza el brazo, como deteniendo al grupo.

"No... mejor no entremos aun, mejor no toquemos NADA... AUN"

Lo primero es mirar el suelo. Mirar el polvo, y si hay huellas en él. Incluso RESTOS. Para hacernos una idea de los ultimos que visitaron este lugar... y cuanto hace de ello

Cuando tenga su respuesta, deja pasar al resto.

Entonces se fija en las antorchas de las paredes, en el estilo del mobiliario -o lo que queda de él- y del estilo de los adornos en las paredes (Si es papel, si es yeso, si es papel lisa, si es gotelé o lo que sea- tratando de ponerle fecha... y de buscar ALGO raro, algo que desentone en todo esto

El elfo murmura algo en bajo, mientras lanza un detectar magia a la sala.

Una vez vistos los resultados y cuando Razar da su aprobación para pasar, enciende una antorcha y se dedica a ir rastreando el perimetro de la sala, por si la llama o el humo descubren una corriente que pueda indicar la existencia de un pasadizo o sala oculta.

Mientras tanto le dice a Golgorin, Maestro Golgorin, mira a ver si puedes leer las inscripciones de las paredes y sacar algo en claro de la tradicion enana.