Partida Rol por web

Mierda...

Murmura mientras se arrodilla en el suelo para dejar una de sus pistolas a su lado y coge el portátil.

Ahora mismo, era un blanco fácil... Pero confiaba en la habilidad de sus compañeros y era más importante que la alarma no llegara a ningún lado. No tiene problemas en entrar de nuevo en la red de seguridad de la planta para desconectar la alarma antes de que llegara a ningún punto clave. Nadie se había enterado de que ese botón rojo había sido pulsado. Es más, los tres hombres allí presentes habían recibido la orden de "alto el fuego" en sus respectivos telecomunicadores. Eso les haría, al menos, dudar antes de volver a tomar sus armas.

Incomprensiblemente, estos tios parecen dudar por una fracción de segundo. Fracción d segundo que yo aprovecho para agacharme y, mas o menos a cubierto desde la esquina, vuelvo a disparar sobre ellos.

Esta vez, logro afinar la puntería lo bastante como para alcanzar a uno de ellos. Pero los demás, no son tan imbéciles como para quedarse allí parados recibiendo una lluvia de plomo. Tras soltar una maldición, pues veo como se va calentando el asunto, guardo mi beretta y empuño mi Mp 5.

Rodilla en tierra, apunto afinando la puntería listo para soltar una ráfaga de plomo.

Kabum, que es el mas expuesto, puesto que esta pegado a la pared interior del pasillo, cambia de estrategia, saca una granada cegadora, la descorcha con una sonrisa torcida y luego la lanza hacia donde estan sus enemigos.

Tres

Vuelve a ponerse a cubierto, y arrastra a DarkAngel con el

Dos

Una vez a cubierto, se gira hacia Sword que esta a punto de sacar la cabeza otra vez y tira de su hombro con energia para que lo no haga.

Uno

No llega a cero, que es lo que deberian de haber pensado los guardas, que les daria tiempo a lanzarla de vuelta, la granada estalla en la mano de uno de ellos haciendo que se le queme un poco la mano. Pero en aquel momento aquel es el menor de sus problemas. Porque les van a caer encima con velocidad.

Blues sonrie para si, siempre le ha gustado modificar su material, asi se cerciona de que nadie juege con el. Y eso incluia sus granadas, preparadas para que estallaran antes.

Crazy Angel logra detener la alarma mientras que Sword elimina a uno de los enemigos con su arma, pero cuando saca su MP5 para disparar, esta se encasquilla y no dispara. Al mismo tiempo, Kabum lanza una granada cegadora flash, al mismo tiempo que todos os cubris detrás de la pared.

La luz, aún con los ojos cerrados, os ilumina los párpados y sentís como los dos que quedan vivos a la vuelta de la esquina sueltan unos gritos cuando la granada estalla y los deja ciegos momentaneamente.

En ese momento, los dos científicos que estaban al otro lado, escuchándo los gritos y los ruidos, se aparecen por el otro lado del pasillo, quedándose de pie mirando a los tres técnicos que están tumbados, uno de ellos, con una miniametralladora en la mano.

Ahora hay dos enemigos cegados y dos cientificos estupefactos mirándoos desde el otro lado a punto de salir corriendo.

Desencasquillo mi Mp 5 aprovechando los segundos que ha obtenido Kaboom, y tras asegurar su silenciador, disparo una ráfaga sobre los objetivos que quedan en pie.

Mas proyectiles se estrellan contra la pared que hay detrás de ellos. Pero esta vez, también logro algún impacto que otro. Otro mas se derrumba tras soltar un quejido apagado. Varío entonces mi arma y no me preocupo demasiado del par de científicos que han asistido al tiroteo. Y entre dientes pues la situación me empieza a parecer algo jocosa, digo.

Que alguno elimine al que queda. No es cuestión de seguir perdiendo el tiempo con estos desgraciados.

Yo me ocupo de los científicos...

Murmura Abbie mientras se pone un pie, guiñando un ojo a sus compañeros. Justo cuando gira la cara, su expresión cambia al completo pánico mientras corre casi arrastrándose hacia los científicos.

¡Por favor! ¡Ayúdennos! Estábamos inspeccionando las instalaciones cuando estos... estos... estos señores nos han visto y han empezado a dispararnos... -A estas alturas su rostro ya está surcando en lágrimas- Hemos... tenido suerte ... y... se han disparado entre ellos... pero... todavía hay uno y... oh, dios mío... ¡que miedo he pasado! ¡No se lo pueden imaginar!

Se acerca a ellos y los rodea, colocándose a su espalda como ocultándose de Kabum y del otro enemigo que queda en pie. Eso sí, procurando que la bata deje bien pronunciado su escote y llevándose una mano al pecho incluso en un gesto de angústia.

¡Tienen que ayudar a mi compañero! ¡Ustedes son fuertes... y varoniles! Seguro que pueden ayudarme...

Murmura a sus oídos cuando está detrás de ellos, asomando su cabeza entre la de ambos y rodeando sus cuellos con sus manos hasta que... en un rápido gesto, agarra sus barbillas y hace girar sus cuellos con brusquedad a la vez, haciendo sonar un "crack" más que conocido.

Tan rapido como antes, la escena se vuelve a desarrolar como si estuviera coregrafiada. Sword abre fuego. Crazy hace lo que cree conveniente, y el vuelve a abrir fuego.

Vamos.

Se asoma, y distinte una silueta que todavia empuña el arma, asi que dispara dos tiros rapidos y directos y vuelve a coger cobertura.

No mira si a caido o no, pero si despues de dos segundos no hay rafaga a ciegas en respuesta es que ha impactado.

De nuevo a cubierto, recargo mi arma y mientras lo hago, no puedo evitar sonreír levemente ante la actuación de Angel. Decididamente, tendría que haberse dedicado al mundo del espectáculo. Pero ya recuperada la seriedad, y con mi Mp 5 recargado, asomo levemente la cabeza para echar un vistazo y controlar la situación.

Nuestro oponentes, no devuelven el fuego de momento. Pero esa no es razón suficiente para confiarse. En ese momento, Kaboom dispara una vez mas sobre el objetivo que queda en pie. Y yo, en décimas de segundo, alzo mi Mp y lo encañono por si Kaboom hubiera fallado.

Os habéis cargado a todos. A todos y a cada uno, sin embargo, no habéis sido todo lo silencioso que debiais ser, o tal vez uno de los muertos llamó por radio, dijo alguna palabra clave o simplemente, una patrulla pasaba por allí y escuchó los ruidos y se acercó al lugar. Lo que sí sabéis, es que el ruido quye hacen las botas militares sobre el piso de metal de la plataforma y es ese mismo sonido que escucháis a vuestras espaldas.

Contáis con la mente... uno, dos, tres, cuatro y cinco hombres, a paso rápido, acercándose hacia vuestra posición.

Tenéis diez o doce segundos para decidir que hacer... pero todos sabemos que eso, para gente entrenada como vosotros, es una eternidad.

Tengo que ponerme de lleno con la bomba, cuanto mas tarde, peor sera la situacion. Dividamonos en cuanto entre el sitio, y seguid distrallendo a los guardias, que me decis.

Kabum sabe que tienen poco tiempo, pero si se mete de lleno en su trabajo, todas estas distracciones podrian ayudarles a hacer que todo valla segun el plan.

Con mis armas listas y revisadas, asiento ante las palabras de Kaboom.

Estoy de acuerdo amigo mio. Trata de permanecer al margen mientras Angel y yo, nos ocupamos de estos que van a aparecer.

Dicho esto, reviso la zona y añado.

Angel. Mantente a cubierto e intenta rematar a los que se me puedan escapar. No creo que san tan estúpidos como para presentarse en tromba. Pero si que espero poder eliminar a los primeros que aparezcan.

Dicho esto, me dirijo hacia uno de los extremos de la sala. Pues parece, que nuestros desconocidos visitantes, no son tan tontos como me gustaría. El sonido de pasos aproximandose, proviene de dos direcciones simultaneas. Si, es muy posible que la segunda parte de la fiesta, resulte mas animada si cabe.

Dark Angel asiente a las palabras de Kabum. En un abrir y cerrar de ojos ha sacado su portatil del bolsillo y comprobado si hay enemigos hasta la sala en la que está la bomba... y teniendo en cuenta que ya habían casi rodeado el "obstaculo" que habían encontrado en sus planos, la rubia sonríe de medio lado al dar luz verde a su compañero.

Limpio -Explica a Kabum, sabiendo que enseguida se pondrá en marcha para acercarse a la bomba.- Parece que los científicos han salido un rato, según las cámaras de seguridad. Nos vemos en un ratito, cariño.

Añade la última frase guiñando un ojo a Kabum antes de que éste salga pitando hacia la sala... Y una brillante idea acude a su mente.

Dame un poco de tiempo, Sword... y obraré uno de mis milagros.

Sonríe confiada mientras sus dedos se deslizan sobre el teclado a toda velocidad... Un instante después de que ella levante la vista del portátil, en mitad del pasillo se cierran unas puertas blindadas, separandolos de los cinco enemigos que se acercaban.

Así daremos algo más de tiempo a Kabum... pero debemos haber acabado con ellos antes de que los científicos vuelvan a la sala de la bomba para que no lo pillen "en bragas y a lo loco" y podamos "sugerirles" que cambien de bando.

Vuelve a bajar la mirada, dispuesta a controlar mediante las cámaras la seguridad de Kabum y el recorrido de los científicos que se ocupaban de la bomba.

Las puertas se cierran con un sonido metálico y a los pocos segundos, los hombres que venían por allí comenzaron a aporrearla y a toquetear los mandos para intentar abrirla. Suponéis que eso os ha hecho ganar algo de tiempo, y además, como los científicos no parecen estar metidos en el lugar, Kabum puede ir a echar un vistazo sin problemas.

Claro que la puerta cerrada no durará para siempre...

Y seguro que si regresan los científicos la cosa se pondrá un poquito más peligrosa...

Kabum desaparece rápido por la esquina y se mete en la sala de la bomba, la cual está llena de ordenadores, cámaras estancas y en el centro de la sala, una especie de minisala acristalada dónde está el aparato nuclear. A un lado hay trajes antiradiación y un par de contadores geiger.

Kabum mira las batas blancas y ve que hay cuatro de ellas, con identificación. Abre bien los ojos al ver que dos de las fotos son bastante parecidas a los que Crazy Angel se ha cargado, pero no puede estar muy seguro, ya que no los ha visto bien. Pero si esto es así, sólo quedan dos científicos.

Sonriendo, alzo el pulgar en dirección a Angel mientras Kaboom desaparece ocupandose de lo suyo. Ante nosotros, quedan tirados en el suelo, los cadáveres de los tíos que nos hemos cargado. Y como todavía pueden ser una molestia, agarro un por los pies y lo voy arrastrando tomando la misma dirección que Kaboom. Echo un vistazo a mi alrededor y lo que logro distinguir, no es que me tranquilice demasiado. No obstante, a un lado de la sala de la bomba, veo un par de armarios. Dejando el cadáver en el suelo, abro uno de losl armarios. Es una taquilla no demasiado grande. Pero espero que baste para lo que tengo pensado. Con rapidez, meto el cadáver en la taquilla y corro a por el siguiente. Angel se ha dado cuenta de mis intenciones y ya arrastra a otro mas en la dirección por donde he venido.

No tardan los seis cuerpos en estar en la sala. Y naturalmente, los voy apelotonando en el interior de las taquillas. Y no puedo evitar sonrerir y decir a media voz.

Cuando alguien abra una de estas taquillas, se va a llevar una sorpresa un tanto curiosa.

Para terminar, agarro la bata de uno de los científicos y me dedico a limpiar los restos de sangre que hayan quedado por el suelo. Mientras hago esto, retumban una vez mas golpes en la puertas de acceso. Las miro de reojo y añado.

Cuando logren entrar, se me ocurren un par de opciones. Ya podéis imaginar una de ellas. Si, la que mas me gustaría. Pero lo prioritario es que Kaboom pueda dedicarse con cierta tranquilidad a sus asuntos particulares. Y no se yo si podrá hacerlo en medio de una lluvia de balas.

Ya he limpiado todo lo que he podido los restos de sangre. Hago un atillo con la bata manchada y esta, acaba desapareciendo también, en una de las taquillas que esta a rebosar.

Abbie asiente satisfecha después del trabajo bien hecho. Pero la satisfacción dura poco. Desvía la mirada hacia la puerta, que retumba con los golpes.

Tendremos que volver a actuar cuando abran las puertas, Sword. Prepárate.

Ella misma se acomoda las gafas y saca de nuevo el portátil para teclear algo en él. En su pantalla se ven las diferentes cámaras de seguridad, y en las imágenes que recibe, intenta buscar a los otros dos científicos... A los que tendrían que convencer para que los acompañaran...

Y enseguida los encuentra, alejándose por el pasillo en búsqueda de la máquina de café. Parecía que iban a hacer un descanso de al menos, 20 minutos.

Genial...

Conecta su comunicador con un toque en la oreja para hablar con Kabum.

Tienes 20 minutos hasta que vuelvan. Nosotros despistaremos a los de aquí. Intenta ocultarte y que no puedan verte desde la puerta si pasan ¿Te las apañas solo con el bebé?

Pregunta en un tono irónico al finalizar, mientras vuelve a comprobar el tiempo que iban a tardar las puertas en ceder.

Kabum no había perdido el tiempo, su maletín estaba abierto y tenía sus herramientas listas, pero estaba gastando todo el tiempo que considerara preciso para mirar el artefacto.

Era una construcción sencilla. Un tubo cilíndrico de 60 cm de alto, y con 14 cm de diámetro. Fuera había una consola con una ranura para una llave y un teclado numérico. Aquellas cosas no se podían disparar accidentalmente, eso estaba claro.

Estaba pasando los dedos por la estructura exterior para hacerse una idea clara del tamaño del juguete cuando Abbie le hablo en su oído y dio un respingo.

Malditos trastos.

Se saco el pinganillo del oído y lo dejo colgado sobre su hombro. Por el momento no podía distraerse con nada, porque de el dependía que aquella maquina no les estropeara el día.

Después de mirarlo con mucho tiempo, decidió que lo mejor era buscar cosas que hubieran conectadas al aparato. Descubrió, que había una salida que daba a una computadora, un aparato parecido a un ordenador, pero que solo realizaba chequeos del interior del artefacto cada cierto tiempo.

Si quería saber cosas sobre aquella preciosidad tenía que entender que estaban haciendo con ella.
Tecleo una serie de patrones y códigos y navego durante más de un minuto por la computadora. Mientras el caos se desataba fuera.

Con una leve sonrisa, contesto a Ángel.

No te preocupes, y si he logrado disfrazar lo bastante las huellas de lo ocurrido aqui, sera mas facil lograr engañarlos.

Mis armas desaparecen en el interior de mi holgado mono de trabajo. La Beretta, es fácil de esconder. Y en cuanto al Mp 5, pliego su culata y lo disimulo debajo del mono, colocandomelo a la espalda colgado de su correa. Es una jugada un tanto arriesgada, pero ahora, la prioridad, es lograr dar cierta imagen de calma.

Entre tanto, Kaboom ya esta a lo suyo, y yo mirando de nuevo a angel, añado.

En cualquier caso, nuestra prioridad es lograr que ninguno de estos tipos logre acercarse a Kaboom. Ha de poder continuar con su trabajo sin que importen las medidas que nos veamos obligados a tomar.

Mientras digo esto, los golpes sobre la puerta aumentan en intensidad. Espero que el margen de tiempo que Ángel ha logrado al cerrarlas, baste. Pero en caso contrario, yo ya voy revisando la zona para ir anotando mentalmente, las mejores coberturas por si se desatara un tiroteo.