Partida Rol por web

Cuando a Jack se le escapó la manivela de la que estaban tirando, Ana intentó mantenerla sujeta con todas sus fuerzas para que la vela no se descontrolara por completo, pero Ana no era una persona demasiado fuerte y finalmente no pudo hacer nada por mantener la vela sujeta.

Al volver la vista hacia el palo mayor, vió como el mastil se movía frenéticamente de un lado a otro. Un segundo antes de que llegara a golpearla, Ana se tiró al suelo consiguiendo esquivar el golpe. Rápidamente volvió a levantarse y trató de estirar de nuevo de la manivela que recogía la vela mayor. Para su suerte, Julia había llegado hasta su posición y juntas podrían hacer más fuerza para arriar la vela. ¡Vamos Julia! ¡Debemos arreglar esto!

Con la confusión del momento y lo rápido que todo estaba sucediendo, Ana no se había percatado de la ausencia de Jack hasta que noto la falta de las fuertes manos de éste tirando de la manivela. ¡¿Dónde está Jack?! le grito a Julia. Miró de un lado a otro, pero no había rastro de éste en toda la cubierta. ¡¡Jack!! ¡¡Jack!! gritó asustada temiendose lo peor. Pero en esos momentos no podía moverse de su posición para buscarlo, ya que eso supondría soltar la manivela.

Esto no puede terminar aquí, pensó Aarón mientras se mantenía sujeto a un estribo. Como pudo, se agarró a la barandilla y escaló hasta volver a poner sus pies sobre la cubierta. Qué cerca he estado, hasta me he mojado las zapatillas, dijo para sí mismo mientras miraba su cuerpo y la vela zarandeándose. Sus ojos entonces se posaron sobre sus compañeras Ana y Julia, que estaban haciendo grandes esfuerzos para tirar de la manivela.

- ¡Ya voy, chicas! ¡Intentad no soltaros! - gritó, mientras avanzaba lentamente, con pasos pseudo-seguros, agarrándose a la barandilla que rodeaba la cubierta. El agua de las olas chocaba contra la embarcación y le salpicada la cara... aquello comenzaba a ser muy incómodo y sus ojos azules empezaban a resentirse por el salitre.

Llegó finalmente hasta donde se encontraban Ana y Julia. Sus manos alcanzaron la manivela y cogió fuerzas.

Entre los tres conseguisteis amarrar bien la manivela y apretar los cabos para mantener recta la vela mayor. En esos momentos, unos gritos ahogados -literalmente- os sacaron de vuestra breve alegría por la tarea realizada.

Jack había caído al agua a causa del barrido de la vela y entre que estaba anocheciendo y el oleaje apenas podíais discernir de dónde venían los gritos.

- ¡Soc...ghgh..rro!

Logrando por fin encontrar el gancho que le había pedido Jack, Samuel se dirigió de nuevo hacia la cubierta del barco para intentar amarrar los cabos sueltos de la embarcación. Observó como, en uno de los laterales, Ana, Julia y Aaron intentaban hacerse con la manivela, asi que decidió irse hacia la proa del barco para tomar los cabos.

Fue entonces cuando el extraño grito de Jack llegó a sus oídos. Jack… ¿Dónde está?... Recorrió la mirada por toda la embarcación buscando a su amigo hasta darse cuenta de que no estaba allí. Volvió a escuchar de nuevo los gritos de auxilio del capitán, el cual se encontraba en el agua y del cual solo podía ver las manos.

- Aguanta Jack. – gritó mientras soltaba el gancho en cubierta, tomaba uno de los salvavidas y se lanzaba hacia Jack para auxiliarle.

Veis como Samuel se lanza rápidamente al agua, casi colocándose el arnés salvavidas en el aire. Como si de un profesional se tratara, se lanza cerca de dónde había visto por ultima vez a Jack, y dando unas brazadas se acerca hacía allí. Luego llegó el momento de tensión, no se veía a Jack por ningún lado, Samuel en un acto de fe, empezó con una de sus manos a rebuscar en el fondo a ver si encontraba a Jack. Por suerte su mano tocó algo solido y consiguió asir a su amigo a la superficie.

Ahora Samuel se dirigía a la parte trasera de la embarcación para intentar subir a su amigo, seguramente necesitaría ayuda.

 Julia, observó con gran incertidumbre la escena, siguiendo con la mirada cada uno de los movimientos de Samuel en la busca de Jack. Cuando Samuel por fin consiguió dar con Jack, suspiró aliviada y se dirigió hacia la parte trasera de la embarcación a fin de ayudar a subir al capitán. - Quizás necesitemos el botiquín, se puede haber lastimado- murmuró en voz alta.

- ¿Cómo se encuentra?¿Respira? - Pregunta Julia a Samuel, encaramándose a la popa y asiendo a Jack como buenamente puede para subirlo al agua. Qué ganas de llegar a casa - Pensaba una y otra vez, desde que se había comenzado a producir el incidente. 

Intentó llegar a la embarcación lo más rápido posible una vez agarrado a Jack, asombrado de la pericia que estaba demostrado en el agua. Consiguió llegar al barco a duras penas, pero no era capaz de subir al capitán él solo. Por suerte, la voz de Julia llegó a sus oídos, alzó la vista y pudo observar los verdosos ojos de la muchacha. Esperó a que julia hubiera podido agarrar a Jack para subir de nuevo a la embarcación y, ya desde arriba, alzar el cuerpo del capitán hacia lugar seguro. Fue en ese momento cuando se dio cuenta de que el mástil estaba suelto y llevándose por delante todo lo que encontraba a su paso…

- ¡¡Maldita sea!! – exclamó al ver la problemática de la situación. – Espera Julia, no hay tiempo para buscar el botiquín. - dijo mientras colocaba el cuerpo de Jack boca arriba y le abría la boca para observar que la lengua no obstaculizara el paso del aire. – Vas a realizarle el masaje cardiaco, ¿ok? Y yo iré a para allá a ver si nos hacemos con la vela. – buscó en la mirada de su amiga algún signo de complicidad antes de continuar. Los conocimientos que había adquirido Samuel en estos años de la carrera de medicina le daban la experiencia suficiente como para afrontar este problema, aunque la práctica con muñecos era sin duda mucho mas simple que con una persona. Podría encargarse él del masaje, pero su fuerza seria más útil para contener el mástil. – Bien, primero necesito que tapes la nariz de Jack, tomes aire y lo expulses dentro de su boca dos veces, así llenaremos sus pulmones de aire. Después coloca las manos aquí, - buscó primero el esternón en el pecho para decirle a Julia el sitio exacto donde debería presionar.  – y aplica 15 presiones breves. Luego vuelve a repetir el proceso hasta que expulse el agua que haya podido entrar en sus pulmones. -  Clavó sus extraños ojos grisáceos en los de Julia. – Se que puedes hacerlo. -  

Dicho esto, salió lo más rápido posible hacia el lugar donde se encontraban Aaron y Ana para intentar contener el mástil.

Después de subir a Jack con dificultades, lo colocáis estirado en uno de los asientos alargados de cubierta. Parece que ha tragado mucha agua y no respira incluso se puede apreciar en su piel una tonalidad blanquecina y azulosa, seguramente no sea buena señal.

Mientras Ana y Aaron acababan de afirmar la vela mayor con los cabos. Ahora el velero se había estabilizado un poco, aunque la mar seguía picada y seguía zarandeándose, estaba algo mas estable que con la vela dando tumbos y desequilibrando la embarcación.

Cuando por fin sujetaron la vela mayor, Ana supiró aliviada pues los últimos minutos que había pasado en la embarcación habían sido los peores de toda su vida. Pero no tenían tiempo para grandes celebraciones pues Jack continuaba desaparecido.

De repente unos gritos ahogados llamaron su atención. ¡Jack estaba en el agua! Por suerte Samuel rápidamente fue en su busca y entre él y Julia consiguieron rescatar al capitán.

Asustada por la inmovilidad de Jack, Ana fue corriendo hasta donde se encontraban Julia y Samuel. Sus conocimientos sobre primeros auxilios eran casi nulos, así que se quedó de pie junto a sus amigos a la espera de que entre los dos pudieran salvar al hombre. ¿Puedo hacer algo? dijo mirando a Samuel, pues parecía el más experto en la materia.

 - ¡No puede ser, no respira! - Exclamó Julia al observar el cuerpo de Jack una vez extendido sobre los asientos. Inspiró y espiró profundamente un par de veces, tratando de mantener la calma mientras atendía con suma atención a las palabras de Samuel mirándole fijamente. 

Tapar la nariz, espirar y expulsar dos veces, iba repitiendo mentalmente las instrucciones que recibía, buscar y presionar 15 veces. - tapar nariz, expulsar dos y presionar quince- murmuró una vez finalizada la explicación. 

Aunque parecía haber entendido, consiguió realizar medianamente bien la primera parte del proceso, pero no tuvo mucho éxito en la segunda. Desde luego, sus nervios le estaban jugando una mala pasada. Cuando uno de sus tres amigos se hubo acercado lo suficiente, se apartó del cuerpo de Jack para que siguiera otra persona. 

Aarón aún se resentía del golpe contra la barandilla. Agitado, miraba atentamente cómo sus compañeros intentaban hacer lo posible por reanimar a Jack. Él, algo más apartado, se sentía como en shock... nunca había experimentado una situación de aquel tipo... Aarón, que se había criado en una población bien tranquila, nunca pensó que vería algo así.

Parecía que Julia no estaba teniendo éxito en su intento de reanimar a Jack... Recordó las palabras de Samuel: Tapar la nariz, espirar y expulsar dos veces. Aarón se fue acercando lentamente a Julia, arrodillada en el suelo junto al cuerpo de Jack. Tapar la nariz, espirar y expulsar dos veces, recordó otra vez.

- Julia, déjame sitio. Creo que voy a intentarlo yo- dijo, no muy convencido de lo que estaba a punto de hacer. Y entonces, repitió los movimientos que hacía unos segundos había visto hacer a su amiga.

Aunque se había conseguido amarrar la vela a manivela, no era del todo seguro y se podía desprender. Rápidamente y tal y como le había enseñado su compañero Jack, Samuel amarró la vela mayor con algunos cabos en diferentes amarres para darle mayor seguridad y estabilidad al barco. Eso sí, el resto de camino se tenía que hacer a motor y no se sabe si había suficiente combustible para llegar a la costa, aunque ese problema de momento estaba aparcado.

Aarón mostró una gran capacidad para realizar los primeros auxilios a Jack, aunque era un poco brusco, se las ingenió para que el capitán volviera a respirar y expulsara el agua que tenía en los pulmones.

Jack empezó a toser de golpe y Aarón se apartó para que pudiera expulsar todo el agua que había tragado. Ahora parecía que respiraba pero con algo de dificultad y apenas estaba consciente, sin duda había estado demasiado rato sin respirar y su estado era bastante grave. El capitán balbuceaba y volvía a la inconsciencia en intervalos intermitentes.

Aparte de eso, temblaba mucho a causa del frío y su piel acusaba un color pálido.

Tomando el gancho que había recogido de abajo, y ayudándose de varios cabos sueltos consiguió amarrar de la mejor forma que pudo el mástil. Habían perdido la vela, pero eso era un mal menor, aun tenían combustible. Miraba de reojo al lugar donde reanimaban a Jack, y suspiró aliviado al ver como Aarón lograba hacer que respirara su colega.

Dejó todo fuertemente atado y se dirigió de nuevo hacia el lugar donde estaba el capitán. - ¡Bien hecho chicos!. – Exclamó al llegar. Comprobó que Jack respiraba ya, aunque con algo de dificultad y lo colocó lateralmente, en posición de seguridad, para que pudiera expulsar el agua que aun debía tener en los pulmones y respirar con mayor facilidad. – Aarón, ayúdame a bajarlo. – comentó pasados unos segundos cuando vio que Jack ya había calmado su respiración. – Ana, Julia, buscad mantas y ropa seca para Jack, puede ser una hipotermia. Y si encontráis alguna estufa o algo parecido cogedlo, seguramente nos haga falta, hay que estabilizar su temperatura corporal. – Tomó el cuerpo de Jack por los brazos y, ayudado por Aarón comenzó a bajarlo al camarote.

 Cuando Aarón por fin consiguió revivir a Jack, Julia respiró tranquila. Parecía que había estado conteniendo la respiración todo este tiempo y, sin poder evitarlo soltó un suspiro de alivio. Si alguien podía hacerlo, ese era Aarón, pensó mientras le observaba. Desde luego su amistad venía desde hace muchos, muchos años y eso se convertía en una fe casi ciega en el otro. 

Echó un vistazo al panorama mientras consideraba unos segundos las indicaciones de Samuel. Con la mar picada, de noche y prácticamente a la deriva, creyó que la mejor opción no era dejar el barco desatendido, aunque lo cierto es que, antes cualquier complicación no sabría muy bien qué hacer. - Será mejor que me quede vigilando. ¡Estoy segura que todos hemos visto Titanic!- dijo quitándole hierro al asunto, - si pasa cualquier cosa os aviso-. Fijando su mirada en Ana, le indicó - Hay un par mantas en el cajón de debajo de mi litera, ¡esperemos que le ayuden!- . Dicho esto, siguió con la mirada el cuerpo de Jack mientras descendía a los camarotes y, sin pensárselo dos veces, tomó la misma posición que solía tener Jack, vigilando los alrededores hasta que alguien volviera a subir. 

Inmovil, sin saber qué hacer, Ana miraba asutada al cuerpo de Jack. Que respire, que respire... Por fin, tras pocos minutos que pasaron como si fueran horas, Jack empezó a toser y a respirar de nuevo. Aliviada, Ana sonrió levemente al ver que todo parecía ir bien.

Samuel y Aarón se dispusieron a bajar el cuerpo del capitán a los camarotes donde sin duda estaría mucho mejor. Tras escuchar las palabras de Julia, Ana miró a ésta antes de seguir los pasos de sus compañeros hacia la parte baja de la embarcación. De acuerdo Julia, buscaré esas mantas.

Acto seguido, fue rápidamente hasta el camarote de su amiga y rebuscó en el cajón que ésta le había indicado. Allí encontró dos mantas que le servirían para dar calor a Jack. Sin perder un segundo fue hasta el camarote en el que sus amigos habían tumbado al capitán y, antes de ponerle las mantas, buscó entre las pertenencias de Jack ropa seca para poder cambiarle. Tras coger unos pantalones, una camisa y unos calcetines, se acercó hasta Samuel y le dijo: Vamos a desvestir a Jack, hay que ponerle esta ropa seca. Y sin perder más tiempo comenzó a quitarle la ropa mojada al capitán.