Partida Rol por web

Uno a uno, los Dioses traspasan el brillante portal, encabezados por Adelphos. Al llegar al otro lado, se encuentran situados en la cima de una alta montaña rocosa. El suelo parece estar húmedo, y un fuerte viento sopla desde el sur. Os dedicáis unos momentos a contemplar la obra que juntos habéis comenzado.

Hacia el este y oeste, una larga cadena montañosa sumamente escarpada se extiende, sembrada de piedras grises y oscuras, y surcada cada tanto por pequeños ríos de agua cristalina.

Hacia el sur, las montañas descienden bruscamente, envolviendo con dos brazos una amplia superficie de agua revuelta por los vientos, que refleja con brillante claridad la luz del Sol creado por Adelphos.

Hacia el norte, las montañas descienden con más suavidadm hasta formar suaves colinas. A diferencia de las montañas, estas colinas están cubiertas por una suave alfombra negra, y las rocas son más escasas allí. Aún más hacia el norte, las colinase se vuelven una enorme y vacía planicie, hasta acabar en el ancho océano.

Todo a vuestro alrededor las piedras lanzan fugaces destellos, cuando la luz las golpea. Parece que recientemente ha llovido aquí, dado que sobre vuestras cabezas y a vuestro alrededor se arremolinan nubes cargadas de agua. Mientras miráis, vuestra vista comienza a adaptarse, lo que os permite ver con más detalle cualquier cosa en la que centréis vuestra atención. Al mismo tiempo, empezáis a percibir nuevos y curiosos sonidos, que jamás habíais tenido oportunidad de escuchar en el Templo. Los ríos fluyen todos a la vez, el viento se arremolina a vuestro alrededor, y las olas chocan con suavidad sobre la nueva tierra.

Notáis también que hace bastante frío en este lugar, y que parece bastante más alto e inaccesible que el resto. Os alejáis un poco, pero por mucho que deseáis salir a explorar, al mismo tiempo sentís un ligero resquemor, como si allí afuera pudiera haber peligro. Claro que la mayoría nunca antes habíais salido del Templo...

Antes de que ninguno se disponga a hablar, una voz burlona suena entre ustedes.

-Vaya, sí que os habéis esmerado, ¿no?- Curiosamente, Frean, que parece haber salido junto a ustedes, tiene la mirada fija en algún punto al noreste, y no parece hablarle a nadie en particular.

Adelphos inhala el aire de esta nueva tierra, sintiendo la humedad del ambiente, la tierra, notando el frío del sur que llega con los vientos. Todavía faltan olores, sonidos, mucho que hacer.

- Habeis creado una gran obra, Durmeg y Nerfedos. Vuestro trabajo permitirá que demos el siguiente paso.

Girándose hacia el resto de sus hermanos, repasa con la mirada a los presentes. Sus ojos celestes evalúan al resto de Dioses, y se puede sentir un ligero calor en la piel cuando lo hace.

- Drenas, Asura y Nerhu, creo que ahora comienza vuestro trabajo. Confío en que el Cosmos guiará vuestras manos para crear la vida que poblará la Creación.

Dicho esto se aleja unos pasos, hasta una cornisa en la escarpada montaña, y observa con atención el paisaje hacia el norte. Más allá de los prados está el infierno ígneo que se contrapone al hielo del sur, algún día tendrá que acercarse para verlo en persona. Por ahora, se contenta contemplando el orbe celeste, ardiente, que alumbra la tierra. Sus ojos ni siquiera parpadean al contemplar la luz.

Observé con atención a Adelphos, parecía muy decidio y consciente de todo lo que estábamos haciendo. Yo no estaba tan segura pero ese era asunto mío y no iba a ventilarlo en ese momento. Sin embargo lo que veía no me parecía tan mal. Sólo faltaba un poco de aire gélido, los vientos siempre a mi servicio. Observé a mi hija que parecía distraída o quizás estaba hablando para sí, lo cual era lo más probable. El resto, el resto estaba a punto de hacer lo propio y Adelphos les había dado vía libre, así que seguramente sería su momento de actuar y no lo desaprovecharían. En silencio observaba a todos y esperaba que pronto terminaran pues aún quedaba lo más importante. Mi rostro era el de siempre, no denotaba en qué estaba pensando o sí me gustaba o no lo que estábamos haciendo.

Eulme había traspasado el portal de las últimas. Nada más entrar, miró al suelo, pues la humedad en el tacto de sus pies fue lo primero que notó. Una cálida y tierna sonrisa se dibujó en su rostro. Luego, eleva la mirada y observa el precioso paisaje que entre todos habían formado.

Precioso... Es la única palabra que sale de su boca con una débil pero melodiosa voz. Respira con profundidad para intentar memorizar todas las olores que nunca antes había podido percibir, así como también intenta memorizar los sonidos y las imágenes.

Definitivamente aquello no podía desperdiciarse, si ellos no podían vivir allí, debían crear alguna criatura para que aprovechase aquella maravillosa creación.

Los sonidos de la Creación resonaban como una dulce melodía en los oídos de Nerhu, quien cerró los ojos concentrándose en cada sensación que aquellos sonidos provocaban en su ser. Luego inspiró el aire de la Creación para que este inhundara sus pulmones y saboreó cada una de las partículas que entraron a través de su garganta.

Aquellas sensaciones debían ser inmortalizadas, cada una de aquellas impresiones debían ser plasmadas para que jamás pudieran ser olvidadas y de alguna forma alimentasen los pensamientos de los seres inferiores que poblasen la Creación. Esa sería su pequeña aportación a este mundo, un lugar creado a partir de los pensamientos de los habitantes de la Creación desde donde poder administrar todos los conocimientos.

Nerhu se concentró durante unos instantes mientra se envolvía a sí mismo en una profunda oscuridad impenetrable, no podia dejar que las creaciones de sus hermanos interrumpieran su labor pero a su vez debía beber de ellos para hacerlo. Poco a poco las sensaciones que Nerhu sentía iban tomando forma creando un fino velo que aislaba parte de la Creación y que formaba un reflejo del mundo al otro lado, pero éste no era un reflejo fidedigno sino uno que sólo reflejaba las emociones y pensamientos de la Creación.

Y entonces Nerhu desvió su mirada a Frean, aquel pequeño ser era capaz de provocar intensas emociones en sus hermanos, de hecho decía haber nacido de sus emociones, y por primera vez Nerhu sintió el miedo en su interior. ¿Sería la voluntad del Cosmos que aquel sobrino contaminase su propia labor para recordarle su falibilidad? En caso de ser así, Nerhu no era quién para luchar contra la voluntad del Cosmos así que dejó que su miedo, sus pensamientos y las sensaciones que éstas le provocaran accedieran también a su nuevo mundo oscureciendo el reflejo de la realidad dentro de él.

Desde allí Nerhu concedería su don y vigilaría que éste llegase a aquellos seres que más lo merecían, desde allí evaluaría quien era digno de poseer una parte de su esencia y desde allí juzgaría a las criaturas que habían de volver a las manos de su hermana para que les concediera la vida. Este sería su reino, La Vigilia.

Pues, digamos que te toca a tí el decidirlo. Tendrás que decidir de que manera prefieres hacerlo, y hasta que punto quieres hacerlo, así que espero que prepares una largo post para contarlo. ;)

Pero si quieres mi consejo, empieza por los árboles. Concéntrate en silencio, cierra los ojos, imagina como deseas que sean los bellos paisajes, tal vez puedas canalizar un poco de tu poder a través de tu objeto personal (que todavía tienes que elegir). Cuando termines, nada habrá ocurrido a tu alrededor, todo seguirá igual. En ese momento, pídele a Asura que cante. Lo que habrás hecho es poner las "semillas", y cuando Asura cante, las hará despertar. En ése momento te tocará a tí describir cómo crecen y se desarrollan las plantas que aparezcan, puedes incluso hacerlo siguiendo la descripción del mundo que hice yo.

Cuando eso esté creado, puedes hacer que empiecen a surgir sonidos de entre la naturaleza. Lo que harás será "canalizar" el poder de Asura en forma de animales y pájaros, nacidos más allá de lo que los Dioses ven. Quizá puedas terminarlo con la primera ave apareciendo junto a ustedes, o algo así, para que los demás puedan admirarla.

Pero eso es sólo mi consejo. Es tu momento de gloria, así que disfrútalo y descríbelo a fondo.

Gracias, me has aclarado las cosas.

Pero...me dejas un poco de tiempo?voy a estar muy liada mañana y ahora ya me voy a la cama.

Sí.

Parece que al fin es mi hora...

Después de haber escuchado a los demás, Drenas respiró profundamente y se cerró en su mundo, descendiendo hacia la Creación, pero esta vez tan intensamente que pudo observar las zonas donde pondría su aportacion a la gran creación. Un poco de aquí...un poco de allá...pensaba mientras sentía todo lo que debía crear.

Pronto, se inspiró en un universo en miniatura en el que unos vegetales muy peqeños sería los reinantes, ellos serían la base de la vida que Asura aportaría. Esos pequeños seres purifican el aire y servirán de alimento a seres mayores. En este mundo tendría que perdurar su creación...si bien no durasen para siempre, al menos se desarrollarían otros a partir de éstos.

De sus pequeñas plantas deriva varias especies cada una con un ciclo vital diferente y a partir de ellas crea unas plantas que llama superiores por su mayor resistencia.  Estas plantas superiores tendrán flores, colores, hojas y otras serán muy altas y fuertes y se llamarán "árboles".

Ve el mar y los ríos y aparecen allí otras plantas y algas, que serán capaces de permaneces en la humedad.

Drenas observa para sí un mundo con grandes bosques verdes, campos coloridos y olores suaves de dulces flores.  En esta flora crea otros seres...la "fauna". Muchos de estos seres se alimentarán de flora y los demás de otros seres.

Mira hacia los campos y prados llenos de flores y de su corazón brotó mariposas, abejas y otros insectos florales. En los bosques pensó en animales que  correrían entre los árboles. En el océano y los ríos, variedad de especies nadaban en las aguas.

De pronto abrió los ojos.

Asura, mi creación necesita de tu valioso don, te necesito ¿me ayudas a que mi labor tenga vida? - miró a Asura dulcemente esperando su contestación. Sólo con ella podría acabar su maravillosa naturaleza.

Me está costando un poco entrar en juego. Dime si va mejor.

Lo haces muy bien, se nota que le pones esfuerzo, y eso es lo más importante. Recuerda que yo estoy aquí para regañaros, pero que de ninguna manera es mi intención haceros sentir mal. Sólo recuerda que, en una partida tan particular como esta, cada pequeño detalle y ambigüedad cuenta mucho. En un D&D, dirías algo del estilo "creo unas plantas por ahí" y ya, pero aquí es como en las grandes mitologías de verdad, todo lo que haces es a la vez una acción física y una "metáfora" de lo que eres.

Por eso es importante que lo disfrutes. Recuerda también que a tu Dios lo personalizas tú, con los gestos y pequeñas acciones, y que si os molesto tanto con los detalles es porque tenéis mucha libertad para, bueno, "crear".

Y yo sigo escribiendo un tratado en cada post. Perdona, y sigue así, que lo haces cada vez mejor.

Gracias ^^

No me molesta qu eme corrijas, al contrario, soy nueva en el mundo del RPW y del rol en general, por eso me cuesta un poco y pregunto si voy bién.

Así que cualquier cosa que me falte o haga mal pues me gustaría saberlo.

Asura miró a Drenas, observó cómo daba forma a todos aquellos seres que vivirían en la tierra y también en el agua... y apostaba que les sorprendería creando especies que surcaran los cielos...

Asintió a su hermana y cerró los ojos mientras empezaba a cantar...

De su boca empezaron a salir colores, colores que empezaron a esparcirse alrededor de todo aquel mundo, se adentraron en los ríos y los mares, rodearon árboles y flores y dieron toda la vuelta a la creación volviendo a las manos de la Diosa de la Belleza, cuando dejó cantar. Abrió los ojos despacio.

A su alrededor habían aparecido árboles y flores de todas especies... el olor había cambiado, y también el sonido... pues la Diosa había obsequiado a todas aquellas especies con cuerdas vocales distintas, para que solo pudieran comunicarse entre ellos, a la vez que podrían cantar y llenar todo el espacio de música... pero también dio vida a aquellos animales que vivirían y actuarían en la oscuridad de Eulme...

Tras terminar del todo, levantó la mirada hasta encontrarse con los ojos de Drenas y esbozó una leve sonrisa.

Ya está. - miró a los demás - Solo falta crear los seres que harán uso, más que los animales, de toda la Creación...

Sientes de nuevo el impulso de moverte, de actuar. El poder de Asura recorre cada centímetro de tu cuerpo, haciéndote vibrar con su vitalidad. De inmediato te das cuenta de que ese poder tiene mucho más potencial del que podía esperarse.

Y sabes bien que si hay potencial, debe aprovecharse. Tal vez las primeras criaturas pensantes no deberían ser simplemente hijas de una Diosa tan predecible como Drenas... no, tú podrías aprovechar mucho mejor el potencial de Asura, crear los seres a imagen y semejanza de los Dioses... pero con tu regalo especial.

Desde la cornisa en la que se encontraba, Adelphos podía ver una gran extensión de tierra y mar que se difuminaba en el horizonte al norte. Observó cómo surgían de la tierra la vida, plantas, flores, árboles, de un exuberante verde adornado con miles de colores. Pequeños animales aparecían mientras Drenas los convocaba, poblando la tierra y el agua. Los ojos del Dios del Fuego destellearon y una sonrisa efímera surgió en sus labios, al reconocer las imágenes de su sueño frente a él.

Girándose hacia el resto de sus Hermanos vió cómo Asura comenzaba a cantar su melodía de vida. De pronto, los sonidos, los colores y los olores de miles de vidas llegaron hasta él, llenándolo de emoción y orgullo.

- El sueño del Cosmos está siendo llevado a cabo tal como me lo mostró, todos estais haciendo un buen trabajo. - mirando hacia Nerhu - La tarea más delicada te corresponderá a tí, como sabes.

Sus ojos celestes y la luz de sus alas irradiaban en esos momentos un calor protector y comprensivo. Parecía contento de lo que se estaba encontrando.

Arezos se muestra fascinado ante la Creación, desde luego había mejorado mucho desde que estuvo allí por primera vez, pero aun le queda mucho que mejorar, muchísimo.

Tanto sus ojos como todo su cuerpo se paralizaron durante unos segundos, unos segundos en los que parecía que el Dios estaba analizando todos los nuevos elementos que ahora habían.

Justo su ensimismamiento finalizo cuando Asura comenzó a cantar. En esos momentos su cuerpo comenzó a bailar cual bailarín de ballet. Todo cuanto estaba creando…No…Todo cuanto faltaba por crear.

Los Dioses estaban satisfechos por el poder de la voz de la diosa de la belleza, pero no eran capaces de ver todo su potencial…

Sus brazos empezaron a moverse de una forma aun más rara de la habitual, como si viesen la voz y tratasen de recogerla. Por fin comenzó a juntar las manos y entre ellas se formo una pequeña bola de energía violácea.

-Todo esto no esta mal pero aun falta mucho… Demasiado. – La bola comenzó a cambiar y tomo una forma humanoide- Esto…Esto es lo que el Cosmos quiere, unos seres por encima del resto, a nuestra imagen y semejanza –Sus ojos vibraron de felicidad al decir esto ultimo- Deberán reinar sobre el resto al igual que nosotros reinamos sobre ellos, y el Cosmos sobre nosotros. Y por eso mismo debemos acatar su voluntad.

Entonces de golpe dio una fuerte palmada y la energía se disipo, y al igual que la voz de Asura se extendió por la Creación. Nadie sabría decir que, pero algo en todos los seres recientemente creados cambio, la pequeña marca de Arezos…

-Continuemos, no cada segundo es tiempo perdido que nunca recuperaremos.

Y comenzó a caminar por los alrededores para observarlo todo mejor.

Aunque estaba en completo silencio, no era ajena a los acontecimientos y lo que veía, me gustaba o quizás me encantaba pero mi cara permanecía impávida. Observando los movimientos, las reacciones, de unos y de otros. Las que más me importaban eran las de Adelphos y él parecía complácido, demasiado. Una especie de celos me invadieron pero continué en silencio, no quería entorpecer el proceder de Arezos, además, ya tendría tiempo luego de que la creación estuviera terminada. Di un paso hacia atrás, pensando en lo que podría faltar en que yo estuviera involucrada; al menos mantendría mi mente ocupada.