Partida Rol por web

El pastel es rápidamente conducido por Mare a su escondite, pero al precipitarse casi se le cae y no puede evitar soltar un suspiro audible al atraparla. Tras ello la come alegremente.

Para su sorpresa cuando lo sento en una mesa la anciana le trajo un banquete que parecia mas propio para una legion de hombres que para el solo-muchas gracias por su amabilidad-dijo con una sonrisa preocupada ante la idea de tener tanta comida frente a el que era obvio que no podria terminar, para su sorpresa mientras estaba alli sentado se le acerco un chico con un cuenco de comida-por favor adelante-dijo mientras le extendia la mano- Mathom Cauthrom por cierto-dijo en un tono lo suficientemente fuerte como para tapar el sonido que habia echo la chica,mientras lo miraba a la cara estudiandolo un minuto,no parecia un sujeto sospechoso y dudaba que la chica reparara en el dado que estaba bajo la mesa dandose un atracon con el pastel que habia agarrado tan pronto lo habian depositado en la mesa.

Al final decidio empezar despacion con el plato de caldo mientras veia como la chica con el cabello blanco finalmente asomaba la cabeza con la boca manchada de crema,no pudo evitar una sonrisa preguntandose porque nadie mas parecia poder verla-imagino que vienes a esta ciudad por lo mismo que todos los demas verdad?-dijo iniciando conversacion con el sujeto,por lo visto llevaba alli al menos un dia mas que el por lo que seria bueno tener algo de informacion del estado en que se encontraba la ciudad.

No puedo evitar ver como un trozo de pastel vuela debajo de la mesa y intento contener las ganas de mirar debajo de la misma para comprobar quien se esconde ahí. Intento mantener la privacidad de la persona que esté intentando ocultarse de los ojos de la gente.

- Muy amable por su parte - Digo mientras separo la silla y me siento a su lado con una sonrisa en el rostro. Era agradable encontrarse gente abierta a una conversación aunque fuera con desconocidos.

- Ameko es mi nombre - Le respondo a su presentación - Veo que debes haber tenido un viaje largo, ya que tienes bastante que llevarte a la boca en esta mesa.

Tomo un poco de cuenco y lo trago con presteza para continuar hablando y, sobre todo, contestar a su pregunta.

- Quizás sea un poco despistado ¿Qué es lo que trae a la gente aquí? - Respondo con la duda marcada en las facciones - Yo sólo estaba de paso.

---Muy amable señorito, la verdad es que estoy viajando, pues soy exploradora de conocimientos, y esta es una de mis muchas paradas para tratar de encontrarlo.

---Claro! Tranquila, sabemos orientarnos muy bien, una vez conseguí atravesar un bosque sin perderme, imagino que la ciudad será lo mismo ¿a que si?- digo mirando a Capri-Bueno, somos de .... esto....¿como se llamaba de donde veniamos, Capri?

- De Moth, mi señor. No creo que ella conozca nuestra pequeña aldea. Comenta Traian.

- Si vais a quedaros en esa posada tal vez me pase cuando tenga tiempo para agradeceros vuestros cuidados en condiciones. Dice Melissa. - Bueno, a más ver Wander, cuida de él caballero Traian. Finalmente Melissa se despide con la mano y se pierde entre la gente.

Traian te mira expectativamente para ver cual es tu deseo. Las calles de la ciudad están llenas de vida en este momento pues ya casi es mediodía.

---¡Venga Adiooooos!Nos vemos mas tarde- digo despidiendome con la mano y luego miro la calle- Bueno deberiamos ir de nuevo a  la posada aunque es un poco aburrido....¡Vamos a explorar la ciudad!¡vengavengavengavengavengavengavengavengavengavengavengavengavengavengavengavengavengavengavengavengavengavengavenga!

Cojo la mano de Traian y lo arrastro (  o mas bien se deja arrastrar por mi) calle abajo explorando los nuevos placeres de la ciudad, entramos en toda clase de tiendas que veamos curiosas e incluso suplico en alguna ocasión que me compre algun objeto raro que he visto que me llame la atención ( sin exito)

El tiempo pasa volando cuando te lo estás pasando bien, y vaya que si lo estás pasando bien. Traian se queja una y otra vez de tus energías inagotables mientras recorres tiendas de todo tipo y aprovechas la más mínima oportunidad para ponerte a charlar con desconocidos. La gente de la ciudad es curiosa, Hécate es una ciudad aislada y reciben a los extranjeros con los brazos abiertos y con muchas ganas de escuchar sus historias.

La mañana avanza y en tu odisea para agotar la paciencia de tu sirviente obtienes una información interesante. Al parecer Marina Daorland, señora de la ciudad, vuelve mañana de un viaje y tiene previsto saludar a sus conciudadanos en la plaza del mercado principal. Corre el rumor de que entre los presentes sorteará o regalará algún tipo de obsequio.

- Amo, recuerde que tiene que comer. Ya han pasado dos horas desde mediodía.

Bueno la señora parecia estar muy ansiosa por alimentarme y la verdad no tengo corazon para negarme a una ancianita tan dulce-dijo el con una expresion problematica en el rostro ante la imagen que estaba proyectando y el echo de que en efecto era una cantidad muy grande de comida la que tenia delante de el.

Se sorprendio bastante de que Ameko no supiera nada de lo que estaba sucediendo en la ciudad pero aquello bien podia ser una ignorancia finguida para ver que podia sacar de su interlocutor-pues la eleccion del virrey obviamente-dijo el de manera cautelosa para solo revelar informacion que ya fuera del dominio publico-por lo que tengo entendido es algo que atrae a mucha gente aqui dado que es todo un espectaculo-continuo teniendo cuidado de no mencionar que era una batalla campal entre nobles rivales donde gente de toda indole venia a ofrecer sus servicios a los distintos nobles o a sumar aun mas intrigas a la debacle buscando obtener su propio beneficio personal.

Desde abajo de la mesa le jalo la ropa a Cau-kun. -...Qué es un virrey?- Me llama la atención esa palabra, suena graciosa. -Puedo yo también elegir uno?- Le hablo al oído porque no quiero que alguien más se percate de mi presencia.

--Oh ¿en serio?- digo mientras en ese momento me rugen las tripas- Con tanta emoción se me habia pasado por alto, pero yo  quiero seguir buscando cosas...jooo... bueno, pero prometeme que mañana iremos a ver a Marina Daorland a la plaza del mercado ¿vale? ¡ A ver si tenemos suerte y nos toca ese premio que se rumorea que dará!

Dicho esto nos ponemos de nuevo en camino a la posada sin dejar de fantasear en que será ese misterioso premio ¿Un huevo de dragón? No, ¡ De una quimera ártica! ¡¡Mejor!! ¡De un Fenix! con los ojos todavia brillantes ante semejande premio volvemos a la posada, la cual abro de sopeton y me quedo en el umbral.

---YA HEMOS VUELTO.... ¿NOS HABEIS HECHADO DE MENOS? ¡ ME MUERO DE HAMBRE!

Los lugareños parecen animados, debe ser por el ambiente casi festivo que se respira o tal vez porque la comida es deliciosa, pero el sonido de las risas y las conversaciones llenan el lugar. Dos chicas de alegre sonrisa se encargan de mantener llenas las jarras mientras un muchacho atiende la barra y Nana sirve la comida.

Todo queda en silencio cuando de repente la puerta se abre y la figura de un niño alto de pelo claro irrumpe a voz en grito.

- YA HEMOS VUELTO.... ¿NOS HABEIS HECHADO DE MENOS? ¡ ME MUERO DE HAMBRE!

La posada entera se queda en silencio durante un instante pero al ver la figura jovial de un muchacho que no aparenta más de 15 la normalidad vuelve y las conversaciones continúan.

El joven Wander recorre rápidamente el salón y las miradas de Ameko y la suya se encuentran. Ameko comparte una mesa que tiene una gran ración de comida con un hombre de porte apuesto y con pinta de viajero. Detrás de Wander un hombre de rostro serio, casi intimidante, y de casi dos metros de altura entra y cierra la puerta con cuidado.

- Mi señor, compórtese como una persona normal y deje de dar el espectáculo. Dice el hombre soltando un gran suspiro.

Al sentir el jalon en su ropa Mat hace lo posible por agachar un poco la cabeza para mirar hacia mare sin parecer sospechoso, finge que tiene que ajustar su bota y usa esto como excusa para bajar la cabeza-un virrey es alguien que actua en nombre del rey y es el gobernante de esta ciudad,pero no estoy seguro de como es el proceso para elegirlo-dijo rascandose la cabeza ante la pregunta que no sabia muy bien como contestar.
 

---¿ Por que? Obedecer las normas es aburrido, romperlas es más divertido...¡Oh,mira! Ahí está Ameko- digo señalandolo y avanzando entre las mesas hasta sentarme  frente a él- ¿ Como ha ido la tarde? Nosotros no lo hemos pasado muy bien, hemos ido a ver tiendas y esas cosas¡ Uff me muero de hambre!

Sin pedir permiso tomo un pedazo de comida de Ameko y me la llevo a la boca.

---Traian, pide la comida, que se algo rico, por fa, mientras no sean verduras me conformo con lo demas, que siempre me obligas a comermelas y sabes que no me gustan ¿eh?- digo mirandole como si no hubiera pasado nada y cuando vuelvo a centrar mi atención en la mesa miro al desconocido- ¡Hola! ¿Eres un conocido de Ameko?

No evito la cara de sorpresa que emerge en mi ante semejante noticia.

- No, pues no tenía ni idea de que había esa elección que dices - Mi tono es normal aunque mi cara muestre sorpresa - Será entonces algo digno de ver. De donde yo vengo no estamos demasiado al día de cosas así - Declaro con cierta resignación ante la ignorancia que a veces siento tener.

Después, me percato de la llegada de nuevo de Wander y su amigo. Chasqueo la lengua y veo como se acerca hacia nosotros. Demuestra emotividad, para no variar. Apenas le conozco y ya me sorprendo de la cantidad de energía que puede albergar una persona.

- Nos acabamos de conocer nada más - Le digo ante la entrada que hace.

Pues fue una noticia bastante difundida por Gaia hasta donde yo se--dijo mirando a Ameko con suspicacia intentando discernir si estaba diciendo la verdad o era todo parte de su acto. Cuando estaba en medio de ello fue interrumpido por la estruendosa llegada de un chico que de buenas a primera parecía un noble dada su forma de actuar y el corpulento sujeto que lo acompañaba; para su sorpresa se acercó a saludar a Ameko mientras se sentaba en la mesa como si nada aduciendo que hambre--Mathrom Cauthrom--le saludó con una sonrisa un tanto forzada por la forma de actuar de aquel muchacho, suponía que Ameko debía ser quizás otro de sus sirvientes o quizás alguien contratado por lo que tendría que andarse con cuidado ahora.

---¡Hola Matti!¿O prefieres Mat?- digo saludando efusivamente el chico- ¿Que te ha traido por aqui? ¿ De donde eres? ¿A donde vas?