Partida Rol por web

Tierra Impía

Abadía de Montelegro

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20/12/2019, 07:55
Erika de Gulles

Cuando Erika pudo hablar, lo hizo- Ayy. Me haces daño, animal. ¡Bruto! Soy clériga de Amaterasu, ¡mi persona es inviolable! -Le puso un dedo amenazador frente a los ojos y una mirada encendida. 

Sin embargo escuchó con sumo interés. ¿Diría la verdad, se estaba cubriendo las espaldas? -Hablas mucho. ¿Cómo alguien puede hablar tanto? Te dan de comer cuerda en la cocina, eh. Te aconsejo que moderes tu verborrea. Además, todo eso lo se, ya lo he descubierto yo. Dime cosas nuevas -le palpó los brazos y los hombros- Eres fuerte, capaz de cargar con Glugiemo. 

Se acercó a él, cuchicheando- Yo también he sentido esa fuerza. No se si es magia o el mismo Mal que se ha colado en la abadía. ¿Te reveló alguna cosa Abel en los días anteriores a su muerte? ¿Sucedió algo en el monasterio? ¿Tienes idea de si él y Glugiemo compartían algún secreto?-Comenzó a husmear en la habitación,  mirando en el cofre e incluso debajo del jergón y en las propias paredes.

-¿Sabes en lo que estaba trabajando ahora? ¿Te hablaba de ello? -Entrecerró los ojos y de pronto le puso la cara a centímetros de la suya- Su cuerpo presentaba huellas de castigo corporal...Alguien muy feliz no se tortura a sí mismo...¿Por qué lo haría? Si es que realmente fue él..

- Tiradas (2)

Motivo: investigar celda/intelig

Tirada: 1d20

Dificultad: 11-

Resultado: 8 (Exito) [8]

Motivo: carisma/Malakias

Tirada: 1d20

Dificultad: 14-

Resultado: 10 (Exito) [10]

Notas de juego

No menciono nada de la cocina por si puedes responder antes con las contestaciones de Malakías

Lanzo inteligencia para la comprobación de la celda. y Carisma, ¡siempre carisma! XD

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20/12/2019, 08:35
Hermano Malaquías

Malaquías la miró con ojos desorbitados cuando le amenazó con un dedo y le citó su condición de inviolable para la diosa Amateratsu. Con gesto torpe sacó su símbolo sagrado a modo de protección y balbuceó una disculpa sincera

"Yo... lo siento, no quería que nadie nos viera hablar juntos. Tengo miedo que si hablo alguien pueda acabar conmigo.... Yo? A Gugliemo? Cargue con él desde el campanario con el hermano Rafael pero yo jamás le haría daño. Era una criatura de Dios y nos consagramos al cuidado de todas, especialmente las más desfavorecidas y las que más sufren"

Las palabras de Malaquías sonaban sinceras y la lividez de su rostro mostraba a las claras que las sospechas sobre él le habían atemorizado. Con tono inseguro siguió contestando a la incesante Erika

"Si pasó algo? nada fuera de la rutina, Abel estaba trabajando en un pergamino pero.... " se paró un segundo como si no hubiera considerado algo que de pronto se volvía muy evidente y le dijo "No pasó nada en el monasterio, pero tal vez si le pasara algo a Abel. Parecía ser inmensamente feliz, más de lo normal, como si algo bueno le hubiera pasado y se saltó alguna comida para seguir trabajando. En sus últimos días departió conmigo largas horas sobre nuestra religión y lo hizo con una fe avasalladora. No me entendáis mal, Abel era un buen monje pero si tuviera que elegir entre sus libros y su Dios hubiera elegido a los libros sin duda...al menos hasta sus últimos días. Normalmente no era reservado con su trabajo pero en los últimos días no quiso compartir nada conmigo, conminándome a tener paciencia hasta que hubiera acabado con su trabajo"

La acción de Erika de aproximarse a centímetros del rostro del monje hicieron que el pobre trastabillara y se golpeara con la pared en la cabeza, intentando poner distancia en un lugar donde no la había. Rascándose la cabeza por el golpe le dijo

"Abel? Fustigarse? Imposible. Lo hubiera sabido, me lo habría dicho. Además, si lo hubiera hecho debería haber alguna fusta o látigo en su habitación,no?"

Erika comenzó a investigar la celda, lo que no le llevó demasiado tiempo dada la escasez de posesiones y lo reducido de la misma. No había fusta, ni utensilio para golpearse, en ninguna parte.

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20/12/2019, 10:59
Phineas Logbook

Phineas corrió detrás de los monjes y de sus amigos, sus cortas piernas a duras penas le permitieron llegar junto a los más ancianos, y cuando lo hizo deseó no haberlo hecho. La escena era horrible, como sucedió con Gugliemo se encontró deseando que la muerte hubiera ocurrido antes de la olla, que el sufrimiento extremo no fuera parte del castigo.

Un pensamiento terrible atravesó su mente en ese momento ¿Y si no fuera Silas el espíritu atormentado? ¿Y si Abel realmente se había matado y ahora su espíritu era el que buscaba purgar todos los pecados del monasterio? Miró al padre Bernardino y pensó en decirle algo, pero lo pensó mejor y decidió esperar a examinar el techo por la mañana. Poco a poco, aprovechando su corta altura, fue acercándose a la olla - ¿Quien? - preguntó con voz trémula, no atreviéndose a decir más.

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20/12/2019, 12:31
Ordock Pae

Ordock desenfundó su espada y corrió hacia la chimenea. No la punta de su arma comenzó a separar los leños ardientes. Acto seguido, cuando las llamas habían empezado a descender se ocupó de apagar las ascuas con sus botas a pisotazos. Tenía que apagar aquel fuego. 

Miró a sus compañeros, ninguno había reaccionado como él. No obstante, sacar de allí a aquel pobre monje era ahora sí prioridad. Era un lugar estrecho, de difícil acceso. No entendía como alguien había podido colgarlo de allí. Aunque no era alguien el causante, sino algo quién había cometido aquella atrocidad. 

¡Karel ayúdame a bajarlo!  - Le rogó. - ¡Podría estar todavía con vida!

Dudaba mucho que así fuera. Sin embargo, no podían dudar ni un instante de ser así. Debían auxliarle, no sabía muy bien cómo, pero debían hacerlo. Esa era ahora la principal prioridad. Sin pensarlo ni un solo instante empezó a tratar de sacar a aquel pobre monje de la chimenea.

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20/12/2019, 13:44
Erika de Gulles

Erika penetraba con su mirada inquisitiva en los ojos del pobre Malakías- ¡Eso es que descubrió, que encontró alguna cosa mientras trabajaba! Un pergamino, un libro...¡Qué extraño! No lo ves. Algo que no le ha gustado a alguien. ¿Qué puede ser? ¿Qué le conduciría a ese estado de felicidad? –se mordió una uña, pero no se separó de la cara del monje.

-¡Entonces le han pegado! Golpeado y asesinado. Qué horror. Penitencia, castigo. ¡Se repite, Malakías! Esto puede ser obra de magia negra. Ya lo dije. Y si no es eso, una fuerza oscura nos rodea. ¡Malakías! Piensa bien, piensa, recuerda, ha debido pasar un hecho inaudito para esto! 

Entonces se escucharon los gritos. La clériga cojeando y Malakías salieron, entro otros monjes. Ella pensó en el scriptorium , donde sus amigos se dirigieron antes, seguro que obtuvieron información. La chica dudó, cómo iba a encontrar nada…si no sabía el qué. ¿En la mesa de Abel? Probablemente no. ¿En la biblioteca? Estaba en las mismas. Sus ojos iban y venían deprisa de derecha a izquierda, otra desgracia sucedió. Tomó una determinación. Cogió de la muñeca a Malakías, era fuerte –A partir de ahora mientras esté sola eres mi guardaespaldas. Ven conmigo, al piso de arriba.

Se escabulleron (o esa es la intención, que le acompañe) para subir por las escaleras – Dime cuáles son las celdas del Abad y Bernardino. Primero la de Anselmo. – Erika quería aprovechar la confusión repentina para husmear en las habitaciones de ambos monjes. – Shh. En silencio.  

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20/12/2019, 16:19
Karel Drûm

Me levanté refunfuñando y cabreado, muy cabreado. El maldito asesino seguro que había matado a otro monje, el griterio así me lo confirmaba. No había podido dormir ni un rato y eso me ofuscaba bastante. Después del baño me había quedado muy relajado para dormir como un niño. Me levanté de la cama y me puse ropa cómoda. Me metí la daga en la bota y, esta vez, me enganché al cinto la hachuela. Salí a enfrentarme al griterío y ver lo acontecido.

Cuando llegué a la cocina vi todo el batiburrillo que había montado. Ordock y Phineas ya se encontraban allí, intentando apagar el fuego que calentaba la enorme olla donde estaba el difunto. Me acerqué, apartando a los monjes a empujones. Cuando llegué al lado de Ordock, arrugué la nariz. El maldito no se había ido a bañar y seguía oliendo repugnantemente. El olor me hacía casi llorar, como las cebollas. Me puse al lado, para ayudarle a sacar al monje-buzo.

-"Bueno, parece que el asesino ya no va a parar. Quiere purgar este sitio y lo quiere hacer con muertes horripilantes. ¿Habéis descubierto algo? Nosotros no tuvimos mucha suerte. Erika, ¿dónde se ha metido esa muchacha?"

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20/12/2019, 22:36
Abad Anselmo

La reacción de Ordock fue rápida y precisa, fruto de su amplio entrenamiento marcial, y se dirigió hacia la chimenea con la intención de apagar el fuego y las ascuas que calentaban el enorme caldero. Las llamas no estaban demasiado altas y decidió patear los troncos quemados con una bota, haciendo movimientos rápidos y cortos para no quemarse, aunque pudo notar un olor a cuero quemado proveniente de sus pies. Ordock intentó volcar el perol pero su contenido era demasiado pesado y llamó a Karel para que lo ayudara. Entre los dos consiguieron volcarlo, derramando un estofado plagado de patatas y verduras, antes de poder estirar de los pies del monje para revelar su identidad.

El empapado cadáver del hermano Edmundo yacía en el suelo, con una mueca en su rostro realmente repugnante. Al igual que el hermano Gugliemo, las marcas en su cuello parecían haber sido hechas por unos dedos implacables, y por la posición de las marcas parecían haber riso hechas por las mismas manos. Fuera de la cocina, unos monjes intentaban tranquilizar a dos hermanos que temblaban como hojas y lloraban como magdalenas. El hermano Bernardino intentaba tranquilizarles, diciéndoles que no iba a pasarles nada con unos aventureros tan aguerridos como ellos estando allí, que estando todos juntos no les podía pasar nada, pero la severidad de Bernardino no parecía estar dando ningún resultado. Tuvo que llegar el Abad para que se calmaran y dejaran de temblar. Se inclinó sobre ellos con una sonrisa cariñosa y les hizo una seña en su frente mientras musitaba una oración ininteligible que les acunaba y les sacaba de su estado de pánico. Con voz firme pero cariñosa les dijo

"Hermano François, hermano Rafael, sé que lo que habéis visto os ha asustado pero necesito que seais valientes y nos contéis que visteis" - Ladeó el cuello en la dirección de Ordock mientras les decía - "El paladín extirpará el mal, pero debemos ser fuertes y ayudarle a él y sus compañeros. Por favor, contádnoslo todo"

- Tiradas (2)

Motivo: Fuerza Ordock

Tirada: 1d20

Dificultad: 14-

Resultado: 18 (Fracaso) [18]

Motivo: Fuerza Karel

Tirada: 1d20

Dificultad: 15-

Resultado: 2 (Exito) [2]

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20/12/2019, 23:15
Hermano Rafael

El más joven de ellos tomó la palabra buscando el apoyo en los ojos del otro hermano que junto a él estaba sentado en el suelo

"Era incapaz de dormir y decidí dar un paseo cuando vi al hermano Edmundo deslizarse por el claustro, camino de la cocina, de una forma extraña, casi como si no quisiera ser visto. Me pareció curioso y decidí llamar a mi vecino de celda, el hermano François" - el otro monje asintió para dar a entender que hablaban de él - "por seguridad. Cuando abrí la puerta de la cocina, vimos una figura envuelta en un hábito inclinándose sobre el caldero. La figura se volvió y reveló su rostro, ¡Y resultó ser el de Abel de Corbone!"

El pánico pareció volver al rostro de los monjes, los ojos perdidos en la lejania mientras su mente parecía encaminarse hacia la locura. La cara de preocupación del abad se acentuó y mirando a los aventureros y les dijo

Abad: "No les atosiguéis con demasiadas preguntas. Están aterrados y ni siquiera el conjuro de extirpar el miedo parece que les esté ayudando. Lo único que podemos hacer por ellos es darles una de las pociones de Braulio para dormir..."

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Sabiduria

Tirada: 1d20

Dificultad: 11-

Resultado: 18 (Fracaso) [18]

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20/12/2019, 23:56
Hermano Malaquías

El hermano Malaquías cada vez estaba más nervioso con la actitud que mostraba Erika, demasiado agresiva para un monje que estaba acostumbrado a la tranquilidad y a la ausencia de confrontaciones. Cada vez que ella se intentaba acercar el trataba de alejarse, dándose una imagen casi cómica de la clériga persiguiéndole y el monje huyendo como si se trataran de un gato jugando con un ratón. El pobre monje musitaba mantras para librarse del mal mientras repetía una y otra vez

"No lo sé, Abel no me lo dijo, nada cambió, solo eso, estaba más contento, trabajaba más, no lo sé. Tal vez hablara con el hermano Edmundo o el hermano Bernardino de su trabajo, no lo sé"

Los gritos se oyeron y Malaquías miró con temor en esa dirección mientras trataba de zafarse de Erika

"Ha debido pasar algo y deberíamos ir. Guardaespaldas yo? Yo no sabría que hacer, no he levantado nunca un arma y si nos ataca la fuerza maligna nos matará a los dos. No, no me hagas acompañarte ni ser responsable de tu muerte, por favor....En el piso de arriba solo están las habitaciones del Abad y del hermano Bernardino y Braulio....  "

El monje la miró con una expresión de estupefacción mientras consideraba lo que estaba sugiriendo Erika. Levantando las manos en gesto defensivo le dijo

"Entonces, lo que quieres es registrar la habitación del abad mientras no está? Nuestro abad es un buen hombre pero....si crees que con eso salvaréis a la abadía os guiaré."

El hermano la guió en silencio hasta el segundo piso donde al final del pasillo se hallaba la celda de Abad. Su cargo no se veía reflejado en la calidad del mobiliario de la celda, puesto que era tan austera como el de los hermanos y los novicios: Un camastro, un baúl con tres hábitos limpios y unas sandalias y repuestos y varios libros en el escritorio, junto a utensilios de escritura y varias velas para poder trabajar hasta bien avanzada la noche. Erika se interesó por los libros y pudo ver que se trataban de tratados de historia y religión, a excepción de uno, que parecía ser un libro de cuentas que mostraba que el monasterio estaba prácticamente arruinado desde hacía años. Las anotaciones del abad en los márgenes mostraban a un hombre torturado, intentando mantener a flota un barco demasiado agujereado para mantenerse a flote. La última anotación ,datada de hacía 10 días, rezaba

Ilmater, si no conseguimos dinero no podremos pagar los impuestos del barón y nos detendrán a todos. No podremos seguir con tu obra ni ayudar a los que sufren, por favor, envíanos un milagro en tu inmensa misericordia para que podamos ayudar a los olvidados, aunque nuestra orden perezca, permítenos perecer al lado de los enfermos y los parias.

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21/12/2019, 01:13
Phineas Logbook

Phineas se llevó una mano a la boca y dejó escapar un gemido casi inaudible cuando se reveló el cadáver, ¿Que pecado podía haber cometido el Hermano Edmundo para terminar así? Cuando el Abad reveló a los testigos, y éstos relataron lo que habían visto, su corazón dió un vuelco.

Inmediatamente se acercó al Abad e hizo señas al hermano Bernardino para que se acercara - Por mi parte no será necesario interrogar a los jóvenes, precisamente mientras venía hacia aquí pensaba que algo no encajaba e la teoría, el tiempo. - Miró al hermano Bernardino para ver si lo seguía, y luego recordó que el abad Anselmo no había escuchado la teoría. Se encaró con él -  Le haré un resumen, hasta hace un rato pensaba que el espíritu del hermano Silas estaba castigando los pecados de los habitantes de la Abadía con la misma pena con la que fue castigada su arrogancia, y que Abel había sido su primera víctima. Pero cuando venía hacia aquí me pregunté ¿por qué veinte años más tarde? ¿Por que primero Abel y no Gugliemo? Claramente él era el más pecador entre todos los habitantes. - meneó la cabeza y ahora se encaró con ambos monjes. 

- Tenía razón en algo, Abel fué el primero, pero no fue asesinado por Silas. Murió por su propia mano, si, pero bueno sería averiguar que lo impulsó a hacerlo, por que ha vuelto, y principalmente cómo detenerlo. - tocó la rodilla del prior de los copistas - Hermano Bernardino, ¿Sabeis en que estaba trabajando? Quizá el libro que estaba copiando era de índole mágica e inadvertidamente desató una maldición sobre él... ¿Puede haber estado con algún libro que no forme parte de vuestro catálogo? - tocó ahora el hábito del abad - Hermano Anselmo, ¿Es posible que al no haber sido enterrado en camposanto haya permitido que el espíritu se levante? Entiendo que es uno de los pocos que ha sido consagrado a Ilmater ¿Hay algo que pueda hacerse para apaciguar o destruir al espíritu o cadáver andante? - meneó la cabeza intentando poner sus ideas en orden, fluían raudas pero caóticamente, una de las razones por las que nunca podía terminar su libro.

- Como sea, lo importante ahora, creo, es que nadie esté sólo en la Abadía. Está claro por el relato del Hermano Rafael que tiene la capacidad de atraer a sus víctimas, estar en grupos evitará que pueda asesinarlos de a... - Se irguió tan alto como era y apartó ligeramente a los hermanos para poder mirar en todas direcciones, vio a Ordock y a Karel pero... - ¿Donde está Erika? - palideció  - ¡¡ERIKA!! - apartó a los hermanos y avanzó hacia la puerta, mirando en todas direcciones, intentando distinguir su cabello crespo entre tanta tonsura. - ¿Alguien la ha visto? - su tono era desesperado y sus ojos estaba húmedos - niña tonta, tu no - murmuró tomándose la cabeza - ¡¡¡ERIKA!!! - Con un grito desesperado cargó hacia la puerta de la cocina, sin importarle nada, ni su propio consejo.

Notas de juego

Ja!! 

Un pensamiento terrible atravesó su mente en ese momento ¿Y si no fuera Silas el espíritu atormentado? ¿Y si Abel realmente se había matado y ahora su espíritu era el que buscaba purgar todos los pecados del monasterio? Miró al padre Bernardino y pensó en decirle algo, pero lo pensó mejor y decidió esperar a examinar el techo por la mañana. 

No den por asumido que sale por esa puerta, si alguno quiere detenerlo puede hacerlo tranquilamente... sigue siendo un mediano de patas cortas al que cualquier monje podría levantar de la capucha. Por otro lado si salen corriendo a buscar a la compañera en peligro mortal lo sobrepasarán fácilmente. También pueden dejar que se vaya :P

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21/12/2019, 08:17
Ordock Pae

Reconocer el rostro de Edmundo en el cadáver le causó una terrible impresión a Ordock. Hacía sólo unos momentos que habían estado hablando con él y ahora estaba muerto. Eso demostraba lo fugaz que podía resultar la vida. En un momento dado estabas perfectamente e instantes después te habías ido para siempre. Aquella revelación era terrorífica. Si Amateratsu le llamaba a su lado, iría gustoso a su encuentro, aunque deseaba que ese momento se produjera muchos años después, en una cama y rodeado de los suyos... fueran quienes fueran los suyo.

No obstante, las sorpresas desagradables no acabaron allí. La revelación de los jóvenes monjes dejó de piedra a Ordock. Él estaba convencido de que Silas tenía algo que ver con aquello. No obstante, parecía que el culpable, según lo que había dicho el hermano Rafael, era cosa de Abel. Ordock había tratado de limpiar su nombre, pero era evidente que ahora no podría. Las preguntas de Phineas fueron las acertadas. Tenían que saber en que estaba trabajando el hermano Abel antes de su muerte. Tenían que descubrir que le había impulsado a quitarse la vida y que le había hecho regresar de entre los muertos con ira asesina. Y entonces el mediano recordó a Erika.

¡Phines, espera! - Le gritó. - No te expongas tú también. Voy contigo. 

Ordock alcanzó en dos zancadas al mediano y ambos salieron de las cocinas con la clara intención de dar con Erika. Una vez todo reunidos, trazarían un plan de acción. Lo que era evidente es que aquella noche, nadie iba a dormir. Y si alguien lo hacía, sería por tener unos nervios de acero y la sangre fría como el hielo.

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21/12/2019, 09:27
Erika de Gulles

-¿Sabes que estáis cortos de dineritos? Estáis arruinados, no tenéis ni para pagar al barón. Por eso la sopa sabrosa para nosotros, y poco más que agua en vuestros platos. –Erika leía, hablaba casi como para sí misma pero en voz alta- Anselmo pide un milagro para solventar este grave problema. ¿Pero acaso tiene que ver con los terribles crímenes que nos asolan? El Mal acosa a los justos de corazón, si no puede enviciar sus almas entonces intenta destruirlas. ¡Esa fuerza maligna debe obedecer a algún motivo!

Se giró hacia el perplejo y asustadizo monje- ¿Y no hubo más desgracias antes de la de Abel? –ya le habían dicho que no, pero ella insistió a otra persona. Le puso una mano protectora sobre el hombro, ojos encendido de pasión y mirada decidida.- No temas, buen Malakías. Lo resolveremos. Nosotros hemos enfrentado tormentas peores, hemos viajado a las entrañas de la tierra. He mirado a un dragón a los ojos, y he visto sirenas en los confines de los mares del sur…-¿O lo había soñado? Tanto daba, a la clériga le parecía muy real.

Escarbaría un poco más en la celda del Abad y si no hallaban otra cosa, raudos y veloces pasarían a la de Bernardino. Eso sí, con pupilas vigilantes , sonrisa traviesa, y sigilo en sus pies y su cuerpo. 

- Tiradas (1)

Motivo: investigar, INT

Tirada: 1d20

Dificultad: 11-

Resultado: 10 (Exito) [10]

Notas de juego

lanzo int, creo que es la de investigar y tal, ¿no? como antes. Por si fuera necesario.

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21/12/2019, 14:32
Karel Drûm

Ayudé a Ordock a sacar al pobre Edmundo. ¿Quién haría una atrocidad como esta? El asesino tenía mucha imaginación por la manera en la que estaba acabando con los monjes. Pero esta vez había unos testigos y su declaración de que habían visto al asesino, y que se trataba del hermano fallecido Abel, me dejó perplejo.

-¡Brujería!

Una sucesión de pensamientos pasaron a toda velocidad por mi mente. Imágenes de espectros y muertos vivientes que esperaban en la sombra para asesinar y devorar tu alma. Algo sobrenatural parecía que sobrevolaba la abadía y vigilaba los pasos de todos los allí presentes. La noche iba a ser especialmente larga y esperaba que no hubiera más asesinatos. Sumido en mis pensanientos, vi cómo Phineas y Ordock se marchaban de la cocina sin responderme y sin hacerme caso. Irían a buscar a Erika, que supongo seguiría martirizando a Horacio. Los vi alejarse sin nisiquiera mirar si les seguía.

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21/12/2019, 14:46
Karel Drûm

Me acerqué al abad y le pregunté:

-"Hermano Anselmo, he escuchado a mi compañero referirse a un tal Silas. ¿Podría decirme quién era y qué pasó con él? Por lo poco que he oído, también murió, ¿no?

Una vez que me respondió, miré haber si estaba el hermano Braulio y Horacio entre los asistentes.

Notas de juego

Mi intención es hablar con Braulio y Horacio si están allí, sino me voy a buscarlos.

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21/12/2019, 22:37
Hermano Malaquías

Malaquías recibió la noticia de la escasez de dinero con entereza pero sorprendido. Por su expresión parecía que el hermano no hubiera tenido constancia de la escasez de dinero hasta ese mismo momento. Con un asentimiento triste le contestó

"El abad no nos había dicho nada pero es evidente que no tenemos dinero para lujos. Podemos comer, podemos ayudar a los peregrinos que nos visitan y de vez en cuando podemos ir a la villa a ayudar a los pobres, así que la situación no puede ser tan mala. El barón es un hombre piadoso y nos perdonará los impuestos, estoy seguro, seguro que el milagro que pide nuestro abad nos será concedido y podremos seguir aquí por muchas generaciones más. No tenemos nada, así que el dinero no debe ser el motivo para el mal que nos asola, con dinero o sin él siempre seremos fieles a Ilmater hasta que el último de nosotros caiga" - la voz repleta de fe del monje daba a las claras que no temía morir en absoluto al servicio de su religión. Con la misma seguridad le contestó "No, salvo las muertes acaecidas desde el suicidio" dijo la palabra como si no estuviera seguro que eso fuera lo que había pasado "del hermano Abel no ha pasado nada malo en la abadía".

El monje la miró algo más aliviado con la promesa de resolverlo todo hasta que nombró haber mirado a un dragón a los ojos. La expresión de sorpresa, excitación y veneración le llenaron los ojos y lleno de curiosidad le dijo

"Tan joven y habéis visto un dragón? Esa si que debió ser una aventura: Ver un dragón y sobrevivir!. Amateratsu debe ser muy poderosa para daros la fuerza de superar tal experiencia. Es increible!"

Erika siguió con su cháchara mientras seguía explorando la celda del abad pero no encontró nada más reseñable. Salió de la celda y entró en la contigua, en la que Malaquías identificó como la celda del hermano Bernardino y comenzó una exploración concienzuda. A diferencia de la anterior era algo más grande, un enorme escritorio lleno de pergamino blanco, material de escritura y libros llenaban casi toda la habitación, cuyo mobiliario se resumía en un camastro y un viejo baúl de remaches herrumbrosos.

Al abrir el baul y debajo de los hábitos perfectamente doblados Erika encontró un viejo peto de armadura, con un emblema en el centro de unos eslabones de cadena rotos. No fue lo único curioso que encontró ya que entre el peto encontró un pequeño flagelo de cuero. La exploración de los libros no fue mucho mejor, textos tediosos sobre Ilmater. Nada que pudiera decirle porque y como estaban pasando tan extraños sucesos en la abadía.

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21/12/2019, 22:57
Hermano Bernardino

El abad asintió y dejó de prestar atención a los investigadores para centrar todos sus esfuerzos en los hermanos François y Rafael. Les hablaba con dulzura sobre los caminos de Ilmater, caminos repletos de sufrimiento que llevan a una dicha sin fin para los que tienen fe. Poco a poco su temor pareció remitir y quien tomó el control de la situación fue el hermano Bernardino a los que los monjes obedecían inmediatamente, ejerciendo una autoridad tácita que parecía haberse ganado a lo largo del tiempo

"Id a buscar al hermano Braulio y llevadle el cadáver del pobre Edmundo, rápido, necesitaremos un par de pociones para los hermanos François y Rafael. Convocad a todos los hermanos. Creo que en la iglesia estaremos todos más seguros, al menos hasta que llegue la mañana." - empezó a mirar a su alrededor buscando quien podría faltar y les dijo a los monjes que portaban el cuerpo - faltan los hermanos Braulio y Malaquías. Braulio debe estar en la enfermería pero no sé donde puede estar Malaquías, buscadlo y llevarlo a la iglesia y no os separéis. " Santiguó a los dos monjes que llevaban el cadáver y les bendijo "Id en paz hermanos Severo y Gerardo y no os separéis, bajo ningún concepto"

Los monjes se marcharon y el abad prestó atención a las explicaciones de Phineas con una expresión de preocupación.

Abad: "No sé si deberíamos tomar a ciencia cierta la opinión de dos monjes en shock, pero ya sea el novio Silas o el hermano Abel estaríamos hablando de que un muerto ha resucitado. No es mi especialidad pero para resucitar a un muerto se necesita una magia muy poderosa y nadie en el monasterio la puede hacer, pero, están pasando cosas demasiado extrañas como para que se descarten opciones por descabelladas que suenen. Sea lo que sea hay que detenerlo, no sé porque nuestro hermano se ha levantado pero no solemos trabajar con libros de características mágicas por lo que un maldición es improbable. El hecho de estar enterrado fuera del cementerio no debería ser motivo para que se levantara de entre los muertos, sino todos los campos de batalla estarían llenos de muertos vivientes. No sé si es Abel, pero si lo es hay que intentar darle paz a su espíritu, por pecador que haya sido. Nuestra misión es perdonar y cuidar a los desvalidos, ya sean vivos o muertos, pero no podemos permitir que haya más derramamiento de sangre. Hermano Bernardino, sabéis en que trabajaba Abel?"

El maestro copista asintió y le dijo

"Sí, un texto sobre las obras de Ilmater de hace 200 años. Abel era concienzudo pero con ese texto lo era más, estaba obsesionado, no descansaba y casi no comía, pero parecía ser feliz. Si queréis ver con que estaba trabajando en el scriptorium podéis revisar su escritorio porque no lo hemos recogido. Es el que está más cerca de la ventana, junto a la estantería dedicada a los textos de Ilmater. "

La llamada a Erika hizo que el monje levantara la cabeza en su búsqueda pero antes de que pudiera decir nada tanto Ordock como Phineas salieron corriendo en dirección a la puerta de entrada a la abadía

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21/12/2019, 23:22
Abad Anselmo

Ordock y Phineas se habían marchado así que Phineas empezó a dirigir una investigación como se debía hacer, al estilo enano, preguntas cortas y directas sin teorías rocambolescas, hechos, solo hechos, así era como debía avanzarse y estaba seguro que la ausencia de Phineas, especialmente, le sería beneficiosa. A su pregunta el abad le contestó

"Silas era un novicio de nuestra abadía y murió en el incendio de la biblioteca hace 20 años. Era un chico ambicioso y que quería ordenarse demasiado pronto, inteligente y un gran trabajador por lo que estudiaba más que todos los otros novicios juntos. Una noche se quedó dormido en la biblioteca y derribó una vela y todo se quemó. Del pobre Silas solo quedaron cenizas pero fueron enterradas en nuestro cementerio. Bernardino" dijo mirando al prior de los copistas" encargaros de las preguntas de nuestros invitados. Organizaré los rezos en la iglesia para que nuestros hermanos estén tranquilos"

El viejo monje asintió de forma casi marcial y el abad se marchó seguido de parte de su menguada congregación. El hermano Bernardino lo miró con impaciencia esperando alguna pregunta mientras que otra de las personas que buscaba, el hermano Braulio, no estaba allí pero, a juzgar por las acciones de los monjes que transportaban el cadáver de Edmundo, debía estar en la cercana enfermería.

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21/12/2019, 23:29
Director

Phineas necesitaba salir de la cocina, hacía demasiado calor y había demasiada gente y aun así le faltaba una persona muy importante, la impulsiva y nada reflexiva clériga. Muerto de la preocupación salió de la puerta y emprendió una carrera enloquecida en dirección sur, hacia las puertas de la abadía. Había sobrepasado ya el cementerio y se acercaba a la puertas de la abadía, que estaban cerradas con un rastrillo, cuando Ordock le alcanzó pidiéndole que no se expusiera y se dejara acompañar. El halfling miró por todos lados pero no vio a Erika. En cambio algo si que le llamó la atención, algo en lo que no había reparado en la entrada al monasterio. Unos metros a la izquierda de la puerta había un pequeño hueco en la muralla por el que se podría haber colado una persona. El muro se mantenía solido hasta el metro de altura, suficiente para impedir que las alimañas entraran, pero la parte superior del muro había caído y dejaba un agujero de poco menos de un metro en su parte superior.

Una persona podría entrar o salir de allí estando el rastrillo bajado.

- Tiradas (2)

Motivo: Inteligencia

Tirada: 1d20

Dificultad: 9-

Resultado: 5(+2)=7 (Exito) [5]

Motivo: Inteligencia

Tirada: 1d20

Dificultad: 11-

Resultado: 17(+2)=19 (Fracaso) [17]

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21/12/2019, 23:38
Erika de Gulles

Se fueron correteando y cojeando ella a la celda contigua- ¡Poderosísima! Amateratsu es la Venerada Madre que protege a sus hijos. Otro día te lo cuento. Cuando se acabe esto. Era un dragón pequeñín, no de esos de mil años, no te creas. Pero un dragón claro. Jajajaja

Erika entró en la habitación, mirando de soslayo al monje y no comentando nada más sobre dragones y aventuras. -Ayúdame a buscar, vamos. No seas perezoso. La pereza nos hace débiles, sabes, nos come la voluntad y al final acabamos siendo muñecos esclavos de nuestros deseos y desidia. ¡Anda! Un peto. ¿Y eso, será de su pasado? ¿Qué dices sobre esto? ¿Conoces el emblema?

Se rascó la cabeza, mirando aprensiva al látigo.- También él se flagela. ¿Lo habrá usado para golpear con él a Abel? Puede ser cualquiera, si muchos os castigáis así por malos pensamientos. Una manera de limpiar vuestra alma. Os equivocáis, no se arregla nada con eso. Bueno, a ver qué más. Qué pecados quiere purgar Bernardino, él que parece tan recto. Eran muy amigos, según dice todo el mundo. ¿Tú que crees?

Aprovechando la visita al primer piso se metieron en la celda de Braulio. Erika buscó hasta debajo del colchón, lo mismo que hizo en los otros dos dormitorios, y al no hallar nada de nada sospechoso, cogiendo una vez más de la mano al desventurado Malakías, bajaron casi a saltos las escaleras y se zambulleron en la noche camino de La Cocina. 

​​​​​​​A Erika empezaba a dolerle la pierna pero pasó por alto la molestia, excitada como lo estaba esa noche tan aciaga y penosa. 

Notas de juego

(Pues si no hay nada más, en el próximo turno me piro. Primero entrará en la celda de Braulio, ya puestos…Y si no encontramos nada en ella ni nada por esa zona del primer piso, nos vamos corriendo a la cocina (más que nada para adelantar y reunirme con el resto si continúan allí).

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22/12/2019, 05:39
Phineas Logbook

Phineas señaló el hueco en el muro a Ordock. - Algo o alguien podría entrar por allí durante la noche. Si sigue aquí podríamos atraparlo cuando intente salir... pero me preocupa  Erika.