Partida Rol por web

 Tras un momento de reflexión y asentimiento ante el desmontar de Lía, el caballero hace lo propio, manteniendo sus alas pegadas a su espalda.

 En su andar hacia la construcción se interpone un poco entre Lía y el edificio.

El cuartel permanecía cerrado mientras los elegidos se preparaban para la batalla.

Mizzran tardó en hacer su aparición, y cuando lo hizo, lo hizo acompañado de un contingente de guerreros elfos de todas las razas que habitaban el nuevo mundo, que emergieron del cuartel, como un desfile de gala nazi, siguiendo el paso perfectamente, con el mentón alzado y las lanzas en alto. La visión de aquellas armaduras blancas, verdes y doradas era tan bella como triste: Los elegidos sabian bien que Mizzran debia haber emponzoñado sus mentes con mentiras.

Mizzran iba al frente del grupo, a pie, con el porte de un gran guerrero y una capa verde con el emblema de la ciudad ondeando a su espalda. Sonriendo con galantería pero sin perder un ápice de su arrogancia y orgullo, miró a los dos elegidos.

Bienvenidos a Lathalsyr, dama y caballero. Si vienen a presentar sus respetos a Sélvetarm, sean bienvenidos, pero creo que lo que quieren ustedes es otra cosa...

Dejó pasar unos segundos
¿Privar a los Elfos del poder que los hará fuertes en favor de la vieja monarquía que está enmoheciendo la nación, quizá? Porque empieza a hacer falta alguien... capaz. Desde que fue derrotada contra los humanos, el Reino solo ha ido hacia abajo.

Ayúdennos a mejorar Véler Dijo sonriente.

No cabía duda que en cuerpo a cuerpo iba a ser un rival terrorífico, pero tal vez fuera más agudo en un duelo dialéctico de lo que hubieran previsto los Elegidos.

Asdrul gruñó molesto por las palabras de Mizzran. Era obvio que Véler le importaba menos que obtener el control del país... para quienes conocieran la verddera naturaleza de Sélvetarm

Y supongo que te propones a ti mismo como ese alguien capaz de dirigir el reino dice con el semblante totalmente serio y el enfado patente en su voz Ciertamente serías un buen... tirano.. y eso no lo vamos a permitir. Estas buenas gentes merecen nuestra ayuda, no nuestras órdenes y si te preocuparas por ellas les ayudarías con sus problemas en lugar de alentar una guerra civil que solamente traerá la muerte y la desgracia a tan bello reino

Deja también unos segundos antes de proseguir mientras su mirada se dirige a los elfos que acompañana a mizzran Prometimos intentar salvarlos...

Manda a tus marionetas dentro, lo que aquí suceda es entre nosotros... no han de sufrir inocentes, os es que nos temes y necesitas refuerzos?

 El caballero semicelestial, con el yelmo encasqueado mira al varón drow, no haciendo caso alguno a los guerreros que le acompañan.

 - Las atrocidades y miserias que ha esparcido tu profano diós por faerún, bajo su tiranía, son trisemente conocidas, elfo oscuro. Todo lo que es justo grita para que eso no se repita. No puedo mantenerme de brazos cruzados ante tu presencia y lo que tu profano diós representa.- Hace una breve pausa.- Tu destreza en el combate es tan capaz como tu lengua?

Mizzran sonrió cruzándose de brazos sobre el vientre. No solo era una posición cómoda y desafiante, si no que tenia ambas manos muy cerca de las respectivas empuñaduras de sus espadas.

¿Órdenes? ¿Tirano? Vamos, prima de la Superficie... Es obvio que esta monarquía no lleva a ningún sitio, hace falta un cambio. Será inevitable que haya alguien descontento, pero el cambio será a mejor, este reino necesita sentirse fuerte, y le daré lo que necesita, tanto con la monarquia como sin ella.

Entonces habló Gaelos

Vaya, un humano. Dijo con desprecio a sabiendas de que no lo era, o no exactamente, pero utilizando la animadversión que los elfos sentian por ellos ¿Ahora pretendéis ser los salvadores de los elfos, también? Las 'miserias' que hemos causado Dijo teatralmente poniendo una mano en el pecho Han sido para quienes nos han atacado, para quienes han querido destruir lo que es nuestro, lo que es de los Elfos Sonrió, y aquél velado insulto de proclamarse defensor de los elfos pasó desapercibido para todos los nativos de este mundo. Al último comentario de Gaelos, Mizzran pareció entristecer.

¿Los humanos solo lo sabéis arreglar todo a base de sangre, verdad..? Suspiró, aunque en su fuero interno, probablemente fuese él el más deseoso de sangre de todos los presentes, e incluso de todos en millas a la redonda, pero parecía lo bastante astuto, lo bastante venenosamente drow como para tratar de socavaros incluso entre vuestras propias tropas, que afortunadamente eran férreamente leales a la monarca.

Sin embargo, la tensión se palpaba en el ambiente. Si querían que Mizzran atacase, deberían socavarle a él o dar con el punto que le hiciera enfurecer. Atacar primero podria mermar la buena imagen de la reina y de los propios elegidos, aunque sin duda seria lo más rápido.
Mizzran pretendia combatiros en su terreno, tanto con la lengua como con las espadas.

Casi podría creerte, "primo" dice esta última palabra con sarcasmo casi... pero no. Cuántos elfos han masacrado los tuyos en nuestro mundo, por la mayor gloria de Loth?... cuántos pueblos esclavizados bajo la férrea mano de los drows allá en vuestros oscuros dominios? su voz se va llenando de rabia a medida que habla hasta que hace una breve pausa No permitiré que este reino caiga en tus garras, no lo someterás a tus deseos...

Cierto es que la lucha no es el único camino, pero todos sabemos a quién otorgas tu fe y que por ello no te marcharás pacíficamente... Aún así te lo repito, márchate ahora y no vuelvas, tus planes para este reino han llegado a su fin.

 El rostro del caballero permanece frío, inexpresivo.

 - Eres tú quién dice que no usemos la fuerza, y vas acompañado de guerreros armados y dispuestos, para dirigirlos contra las autoridades legítimas?- Hace una breve pausa.- No es ser eso ipócrita?

 Mira a los presentes, agita levemente las alas a su espalda.

 - Te has cansado de juegos, todos sabemos como terminará esto, por que prolongar más esta farsa?- Su diestra se acomoda en el mango reforzado de su maza rícamente adornada y teda con los colores del amanecer.

Mizzran ladeaba la cabeza con incredulidad y sorpresa mientras Lia hablaba

¿Masacre? ¿Esclavitud...? ¿De... qué estás hablando...? Además, Lolt es tan enemiga mia como tuya... yo sirvo a Sélvetarm...

Parece que iba a decir algo más, cuando Gaenos volvió a hablar, mencionando el terminar la conversación en combate, lo que durante un segundo arrancó una sonrisa triunfal de los labios, que supo contener para no llamar demasiado la atención.

Está claro que el humano quiere sangre... ¿Acaso esperaban otra cosa...? Por eso he traido soldados... Vosotros trajisteis los vuestros, con un Hombre de Hierro al frente, junto a una elfa... ¿Acaso la reina ha perdido el juicio poniendo a un humano sediento de guerra al frente de elfos?

¿La reina perdiendo el juicio...? Por ahí no paso...

Un soldado elfo, de unos quinientos años y un par de condecoraciones que no conocéis, rompió la formación de Mizzran, y con paso firme y militar, se plantó delante vuestro.

Estoy con la Reina y confío en su juicio. Aunque nuestra gloria no puede asomarse a la de dias pasados, nos ha guiado durante siglos aciagos y mantenido entre los reinos más poderosos del Continente. Vosotros sois sus representantes, y por tanto este es mi lugar. Acto seguido se unió a vuestra formación.

Los elfos somos de los pocos reinos que no hemos caido en la barbarie o perdido nuestra memoria histórica... Puede que su padre fuera mejor, o puede que no, pero en cualquier caso... es nuestra Reina y ha mantenido nuestro reino lo mejor posible desde que cayera el Imperio Blanco.

No es que me fie de un humano... pero ese elfo oscuro también pone los pelos de punta.

Mizzran miró como el soldado rompía la formación, y apretó levemente los dedos.

Bastardo traidor... si no estuvieramos en esta situación te descuartizaria lentamente... ¿Qué haces, cerdo...? Vuelve....!

Con el ceño fruncido miró al soldado hablar a los Elegidos y cambiar de bando.

Ya habéis engañado a uno... ¿Estáis usando magia?

Nada de magia... es que no sabes reconocer el honor cuando lo ves? Este soldado ha entrado en razón y lo mismo deberían hacer sus compañeros. en ese momento pasa de Mizzran y de dirige a los elfos que están a sus espaldas.

De veras queréis seguir a un individuo como éste? Desconozco lo que os habrá dicho para ganarse vuestra confianza, pero sabed que su intención es únicamente la de usaros para alcanzar su propósito de establecerse como dirigente de este reino.

tras una pausa prosigue

No os pediré que os unáis a nuestra causa al igual que vuestro compañero pues esa es una decisión que cada cual ha de tomar. Pero sí os pido que recapacitéis, que tengáis en cuenta todo lo que hoy se ha dicho y, lo más importante, que lo que hoy suceda marcará el futuro de vuestro reino...

 El caballero se mantiene a la aspectativa, esperando ver como evolucionan las reacciones de los presentes, con especial atención al drow.

 Parece que las cosas se te estén escapando de las manos, cuanto tiempo pensabas prolongar esta farsa?

 La figura del paladín alado se mantiene herguido, orgulloso.

Varios elfos más rompen la formación de Mizzran y se unen a la vuestra, y al verles, tal vez a partes iguales por abrir los ojos y por no encontrarse en el bando 'contrario' de algunos amigos, otros les siguen

Mizzran se queda de brazos cruzados viendo de reojo como los elfos pasan a su lado, cambiándose de bando.

Malditos elfos... malditos, malditos sean, casi los tenia... casi los tenía a todos, ¡¡Esta ciudad era mia!!

Frunció el ceño y su mirada hacia los dos elegidos se volvió de acero y rabia.

Lo estás haciendo... estás usando magia Mintió el drow, y miró a sus soldados ¡Os está hechizando! ¡No dejeis que siga hablando!
Hizo un gesto de avance y ataque ¡Por Véler! Y él mismo sacó las espadas, con una sonrisa feroz y ansiosa, lanzándose a por la elfa.