Partida Rol por web

No esperaba que aquel que sería su maestro conociera la lengua de su pueblo, pero se alegró de ello. Goda seguramente era muy sabio.

Entonces su maestro comenzó a andar, alejandose del resto y pidiendo que le siguieran. Wistie se percató entonces de que la criatura brillante los empezó a seguir, o lo estaba siguiendo a él, por lo que aprovechó a tocarlo mientras caminaba. Wistie esperaba que sería caliente, porque brillaba con colores del sol, pero por lo contrario era frío y duro... como los cristales de hielo cuando el rió se congelaba en invierno.

— Oh... ¿Si? ¿Necesita algo? — Le dijo la criatura deteniendose e inclinando la cabeza para mirarle.

— Den. — Dijo Wistie simplemente u se giró para seguir andando. Detrás de él escuchó como aquella criatura también reemprendía la marcha.

Una vez alcanzaron a su maestro en aquella habitación vacía, este les hizo una pregunta, la cual la criatura dorada tradujo como hacía con todo, pero nadie respondió por unos cuantos segundos, al parecer todos pensando la respuesta. Wistie habría preferido esperar a ver como lo hacían los demás para así tener más claro que y como hacerlo. Pero entonces decidió tomar la iniciativa, dio un paso hacia su maestro y le dijo.

— Meechoo na-chin toto dangar, den toto etke. — Dijo, he hizo una breve pausa antes de continuar aunque entonces...

— Mi tribu fue atacada, ya no esta más. — Aprovechó la pausa para hacer la traducción, interrumpiendo. Wistie le lanzó una mirada un tanto inconforme, y continuó.

— Chuck na-chin toto zeeg tu x'eef Tah Nah, chuck ewok. Kee treek ota Tah Nah toto etke den-Lurd-o bingee ta ewok. — Dijo él, con cierto tono inspirado o ilusionado en su voz.

— Pero muchas tribus estan en la tierra de Tah Nah, muchos ewok. Deseo ir a Tah Nah siendo más útil para guiar a los ewoks. — Tradujo sin más.

La pregunta del maestro Uksun le golpeó como una maza y le dejó desorientado. ¡¿Cómo era posible que no supiera la respuesta a esa pregunta?! Si hacía retrospectiva, no era capaz de recordar un sólo momento en que alguien le hubiera preguntado si quería estar allí. El despertar, la visita del viajero y el transporte hasta Yavin IV pasó tan rápidamente que en su memoria todo era un borrón confuso. Y todo se había gestionado sin que él pudiera abrir la boca al respecto. Y ahora, en una habitación a solas con su Maestro y sus compañeros, le estaban dando una opción.

¿Quiero ser un Jedi? Kanuth bajó la cabeza y se miró las palmas de las manos. Eran manos delicadas, de niño que había dedicado su corta vida a estudiar. Amigos de sus padres decían que era muy maduro, pero él no entendía qué podía significar eso. Seguía siendo un niño, y había muchas cosas que no sabía. De hecho, estaba aseguro de que había muchísimas cosas que no sabía que no sabía. Cosas que ni siquiera sabía que debía no saber. La cabeza empezó a darle vueltas.

—Yo... —empezó a decir, pero se cortó de repente. No tenía una respuesta. Quería decir que ser sensible y no ser Jedi le parecía desaprovechar una gran oportunidad. Como ofrecerte un riquísimo postre helado y dejar que se derritiese. El chiss hizo un mohín, decepcionado consigo mismo. No era una buena respuesta. Estaba acostumbrado a que cuando un adulto preguntaba, tenías que darle la respuesta perfecta. Todo era un examen. Todo era una prueba—. Porque es nuestro deber. Para proteger a quien no puede. Ser fuertes por los demás.

-¿Y tú pequeña Sena. También tienes una noble causa?.- El maestro miró a la pequeña chiss con sus grandes ojos centrando toda la atención en ella. 

Sena asiste a los breves pero intensos discursos de sus amigos en silencio, no parecía que necesitara oír las palabras de los otros niños para componer las suyas, pero en esta ocasión había preferido callar hasta que le preguntaran de forma directa.

-Yo quiero ser jedi porque ellos...vosotros sois respetados. Os escuchan siempre, todos os quieren. Yo quiero que la gente me quiera también. Y me conozcan. Como al maestro Skywalker.

Su respuesta es directa, es reveladora, no es algo que acabe de pensar, seguramente lleva días con esta idea rondándole.

-Ya veo.- Dijo el maestro llevándose una mano a la barbilla.- Sin embargo el reconocimiento personal,- dijo señalando a Sena -la excesiva protección y ambición de fuerza,- continuó señalando a Kanuth -o el deber para con los tuyos o tu familia,- terminó apuntando a Wistie -puede traeros serias consecuencias. El lado oscuro siempre está presente en la vida de un jedi, utilizando su pasado para atraerlo hacia un oscuro final.

Las palabras del maestro Uksun dejaron como un halo frío de escarcha en el ambiente. 

-Debéis olvidaros del pasado y concentraros en el presente para ser mejores en el futuro. Al igual que en la fuerza, el pasado no importa, solo el presente podrá guiaros en vuestro futuro. Habéis sido elegidos por vuestro vínculo con la fuerza. Vamos a aprender la primera lección.- Con un ademán de la mano os indica que os sentéis en el suelo. Él también se sienta, con las piernas cruzadas.

-Lo siento señor, pero mi modelo de chasis me impide acometer tal tarea.- El maestro lo miró de reojo sin prestarle atención.

-Respirad lentamente, calmad vuestra mente y serenad vuestro espíritu.- El maestro dejó que os concentrarais durante un momento antes de continuar. -La vida es la fuerza. La fuerza es el torrente que fluye proporcionando el alimento necesario para la vida. La vida comienza siempre desde lo más básico. La fuerza también. Primero se controla a sí misma, después se siente a su alrededor, por último, altera las cosas. Es importante que aprendáis así, siguiendo el curso de la fuerza.-

Los últimos rayos de sol penetraban a través de la ventanas sin cristales en los muros de piedra. La temperatura templaba agradablemente y el rico oxígeno de la luna era un aliciente agradable tanto para el ewok, criado en los bosques templados, como para los chiss.

La chica Chiss va reflexionando sobre lo que explica el maestro, hace un supino esfuerzo por entender que las cosas que ella misma y sus compañeros podrían llevar al lado oscuro...pero no lo entendía. Había cosas que aún escapaban a su comprensión.

Levanta la mano sin decir palabra, educadamente espera a que le den la palabra para hablar.

-Calma tu mente Sena. Vacíala de preguntas para entender lo que sientes.- Dijo tu maestro. 

Sin saber que compartían el mismo pensamiento, Kanuth tenía las mismas dudas sobre el Lado Oscuro que Aohozal. Nunca había oído hablar que la Fuerza tuviera algún tipo de reverso tenebroso — si era sincero consigo mismo, no entendía bien qué era la Fuerza — y todo el discurso que acababa de salir por la boca de su nuevo maestro sólo le había confundido aún más. Imaginó que aquello era como una clase más, y sólo debía seguir sus instrucciones. Luego, todo vendría solo.

Imitó la postura de Goda Uksun a la hora de sentarse y cerró los ojos. Eso de respirar lentamente lo sabía hacer bien. Cuando no podía dormir en su cómoda cama, le habían enseñado que una forma adecuada era visualizar una habitación completamente blanca y respirar lentamente. Al principio le había costado, porque se concentraba en la respiración en vez de desconectar la mente, que era lo que se pretendía. Pero con el paso del tiempo, le había resultado fácil conciliar el sueño cuando tenía la mente agitada.

Wistie, cuando miró como se sentaba Goda y como lo imitaba su compañero azul del pelo menos largo, intentó sentarse igual que ellos... pero esa posición de las piernas le resultaba bastante incómoda. Así que finalmente lo dejó estar en simplemente en estar sentado juntando las plantas de sus pies descalsos e imitando la posición de los brazos lo cual si le resultaba más cómodo.
Entonces se mantuvo un momento así. En la habitación se instaló un silencio que contrastaba mucho con la agitación que habían sido los días anteriores en los que estuvieron viajando en aquella nave hasta llegar allí. Wistie no estaba nada acostumbrado a algo como esto. Su gente no acostumbraba a hacer aquello, sea lo que sea que estuviesen haciendo ahora, en la aldea de su tribu siempre había algo que hacer que mantenía a todos en movimiento y solo se detenían durante la noche para dormir o a veces unos cuantos minutos después de un buen almuerzo. Gracias a la criatura dorada dura, que le seguía diciendo lo que los demás decían, Wistie entendía lo que Goda les decía.

— Dee fratta ta kra kla Kna Naa. — Comenta Wistie, al parecer encontrando familiar aquello de lo que Goda habla.

— Eso es el saber del Árbol Espiritual. — Traduce el droide. Pero entonces parece percatarse de algo. — Oh... Kna Naa se traduce como "árbol espiritual", pero parece ser alguna especie de dios por lo que lo apropiado sería tomarlo como un nombre propio. Oh... lo siento, desde ahora no traduciré "Kna Naa".

Wistie entonces vuelve a observar a su compañero y ve que ahora tiene sus ojos rojos cerrados, por lo que Wistie vuelve a colocar su rostro al frente, imitando la postura de Goda, pero ahora cierra los ojos. Se queda de esta manera casi un minuto entero, pero entonces vuelve a impacientarse ya que comienza a creer que Goda desea que duerman todos una siesta... pero Wistie no tiene sueño ni tampoco acaba de comer. De tanto en tanto Wistie abre uno solo de sus ojos para espiar a Goda.

Tras recibir la amable reprimenda, Sena baja la mano y hace un mohín poco paciente, con suspirito incluido y luego imita a sus compañeros, aunque no puede evitar una sonrisa silenciosa al escuchar al c3po lidiar con sus problemas de traducciones y los gestos de Wistie también se le hacían graciosos.

Pero ahora no está para eso...ahora debe concentrarse...cierra los ojos...respira...tenia que dejar la mente en blanco

¿Pero cómo vas a saber que está en blanco?

Pues cuando no piensas en nada.

Vale pero ahora no estoy pensando en nada.

Estas pensando en que estás pensando en nada.

¿Y eso no vale?

NOOO

Vale. A ver ahora.

Lo sigues haciendo. Para

¿Qué? ¿Qué pare qué?

-Muy bien, ahora concentraos. Visualizad al maestro Skywalker.- Tan pronto como comenzásteis a pensar en Luke Skywalker un cosquilleo recorrió entero vuestro cuerpo. Era una sensación agradable, nada parecida al cosquilleo de cuando tienes un escalofrío, o cuando un insecto camina por tu piel. Era una sensación que ya habíais sentido antes, una sensación esquiva que no podíais controlar... hasta ahora.

-Dejad a un lado vuestras emociones y miedos, la inquietud de vuestro primer día, el causar buena impresión o tener miedo de hacerlo mal. Concentraos en el maestro Skywalker que se halla en la sala de al lado. Visualizad su aspecto, su armonía con la fuerza, su sabiduría y equilibrio.