Partida Rol por web

Levanto su rodilla del suelo tras un acertado disparo y despues de comprobar que aquella criatura mecanica estaba de nuevo convertido en chatarra tal y como tenia que a ver sido siempre.

Observo al Ukar y como parecia querer controlar aquella situacion. No le gusto, pero tampoco tenia tiempo para discutir.
Ahora su posicion podia haber sido descubierta por culpa de la descuidada accion de Justin, era tiempo de echar a correr y el tunel era su unica salida.
"Que habra visto ese salvaje para mencionar el no mirar dentro de aquellas casas... Maldito ukar."

Cruzo miradas con el, antes de seguir a la espalda de Justin a travez del tunel.

El grupo corre hacia el enorme túnel mientras Seth y Kuklo los cubren desde sus respectivas posiciones.

- ¡Seth! ¡Desde tu derecha!

Es Kuklo quien lanza la voz de alarma cuando ve que otra figura metálica aparece desde una de las casas armado con su fusil blaster. Apunta hacia los que corren al túnel, pero Seth se apoya rápidamente en una de las esquinas de la casa y abre fuego de cobertura, a la par que Kuklo. Los demás tienen tiempo de alcanzar un grupo de barriles que se apilan a un lado del colosal túnel antes de que una nueva lluvia de disparos les llegue desde la zona de las casas. ¡Otros dos golems vienen desde otra de las calles principales!

El ukar afianza su posición y dispara para asegurar a sus compañeros. Un ser que no muere cuando le destrozan la cabeza no suele tener un gran instinto de supervivencia, pero eso le convierte en un mejor blanco, y si le acierta de lleno, un problema menos.

A otro lado llegaron nuevos problemas. Sin perder de vista su primer objetivo, Seth comprueba su posición respecto a las nuevas amenazas. Ya que sus compañeros están seguros, quizá deba ser ahora él quien busque una posición mejor. Si no es necesario, le bastará con acabar con su primer problema y luego reorientarse para sumarse al ataque de los suyos.

El arma de Seth traquetea mientras el Ukar descarga una ráfaga sobre los golems recién llegados. El más avanzado recibe los disparos pero la mayoría de las balas impactan contra la sólida cobertura de metal que recubre al monstruo mientras el autómata se gira hacia el propio Seth con su blaster a punto. Kuklo, desde lo alto de su posición, dispara sobre el mismo autómata. El pequeño Gannok parece tener más fortuna ya que algunos de los impactos parecen haber alcanzado al monstruo con mayor fortuna. Es evidente que el golem se resiente.

Kuklo, desde su posición, vuelve a disparar sobre el Golem tocado. ¡Sin embargo su blaster parece encasquillado! El gannok lo mueve tan insistentemente para intentar desbloquearlo que pierde su posición en lo alto de los cables y cae al suelo... Los demás, enfrascados en el combate, solo pueden escuchar el gemido de dolor cuando Kuklo cae hecho un ovillo en el suelo, severamente lastimado al caer de lado.

Justin, parapetado tras su barril, sigue disparando frenéticamente contra el golem, intentando comprender la naturaleza de aquella criatura.

-¡Malditas latas de sardinas!...¡No, no tiene gracia...y déjame en paz, ahora no tengo tiempo para tí!.

Habría que apuntar mejor, pensó Seth. No dejó que los nervios le molestaran, una canción ácida, como esas que cantaba Suzze en las noches oscuras y húmedas del destartalado planeta parecía una mejor opción mientras entrecerraba un ojo y lo alineaba con la mirilla. Tendría que hacer disparos más cortos y cuidar el retroceso. Más de uno se había dejado la mandíbula y algún diente por no tener cuidado.

Después, si había un después, tocaría cubrirse y buscar una nueva posición. Quedarse quieto en una contienda, a menos que la posición fuera inmejorable, sólo era llamar a que le rodearan a uno...

Pese a la calma de Seth apuntando su disparo se pierde en el horizonte. Mientras tanto Justin apoya el blaster en la improvisada barricada y descarga con furia sus disparos. La criatura de metal recibe la andanada y a punto está de caer al suelo. Sin embargo con frialdad mecánica conserva su posición a la par que apunta hacia el Gannok caído. Los disparos, para fortuna de Kuklo el monstruo metálico parece tener tocados varios puntos vitales que afectan a su puntería y movimiento y los disparos impactan en el suelo a su alrededor.

El otro, sin embargo, sigue a pleno rendimiento disparando hacia los que se encuentran parapetados. Impacta en Calmidorian, aunque la coraza de combate del Hermano de Batalla le libran de unas heridas que parecían seguras...

Meixar debido a su faltade potencia de fuego decide seguir adelate y de este modo explorar lo que les acontece por el tunel.

El rostro de Hermano de batalla no parece cambiar de expresion, pese haber recibido un severo y certero disparo ninguno de sus musculos parece haberse movido. Sigue con el cañon en alto apuntado a aquellos engendros mecanicos, los cuales el odio que le produce, es mil veces mas fuerte que cualquier daño que puedan causarle. Apunta y dispara con frialdad contra su acosador.
"No dejare que algo sin alma me derrote de tan facil manera, soy un emisario del mismo pancreator mi fuerza es mayor que la de cualquier maquina".

No reparo en la tonta caida del Kuklo tansolo siguio disparando con la mirada fija en aquel golem.

Pese a la lluvia de ráfagas blaster el pulso de Calmidorian no tiembla. Apunta cuidadosamente. Quizás hubiera preferido atacar cuerpo a cuerpo, donde es mucho más diestro, pero si el Pancreator lo guía para que utilice las armas de fuego. ¡Sea! El disparo impacta en el pecho del androide que cae de rodillas. Sin un lamento, sin un gesto adicional. Simplemente cae de rodillas y se desploma.

Su compañero, insensible, apunta con su arma al sacerdote Meixar, que acaba de salir de la protección de los bidones y avanza hacia la oscuridad del túnel...

Kuklo se incorpora maldiciendo su suerte y recogiendo su blaster del suelo.

Justin vuelve a asomarse y al ver a Meixar amenazado, dispara contra el Golem que le apunta.

-¡Meixar, agáchese!.

Los disparos de Justin impactan en el monstruo metálico, que pese a todo apunta hacia el sacerdote que se interna en el túnel, como si los chispazos que salen de las zonas donde ha sido alcanzado bajo la armadura no le importasen. La ráfaga impacta por la espalda en Meixar, que trastabillea y casi está a punto de caer, herido y sangrante...

Meixar gravemente herido se retuerce en el suelo se arrastra hacia una pared cercana y suplica al Pancreator, a duras penas hace reflexión sobre el ritual de la imposicion de las manos, y con el las escrituras donde relatan los hechos que el profeta realizó en el universo con esta imposicion de manos en las llamas sagradas.

El ukar ve lo que sucede después de su fallo. No es que el sacerdote le caiga necesariamente bien. Es que le necesitan. Maldice en su idioma. Suena más creíble. No hay tiempo para más canciones. Sólo una, como mucho. Una que se aprende muy joven en las tierras donde no hay luz. En la oscuridad a la que todos se encaminan durante la vida. Quizá hasta el sacerdote se dé cuenta de eso ahora, de que al final, idolatren al que idolatren, recen a quien recen, se alegrarían más si hubieran dedicado ese tiempo a acostumbrarse a la oscuridad.

Con los mínimos movimientos posibles se protegió donde estaba, apuntó y disparó. Ya no cabía andar con tácticas con una baja. Había que terminar con la resistencia cuanto antes. Destrozar a ese golem que había disparado a Meixar y todo resto de resistencia. Sólo esperó que los demás tuvieran guardadas sus posiciones.

Enahr crassh´y´na jarzzh ta maer,
negohr´r tu nixxhedom´ne noyr.
Taclec emuuhr edohr imehr,
ne´karr ma do´ne daayr.

(Cuando siga el camino de nuestro pueblo,
cantaré la canción fuerte de mi familia.
Despertad madre, padre, hermano,
y miradme a la luz del día.)

Calmidorian observo con resignacion la cobarde e impaciente actuacion del sacerdote, sin duda puso en peligro su vida sin necesidad, parapetados y protegidos no pueden temer nada de las maquinas,
"Tal vez por eso el sacerdote Meixar se aventuro a seguir adelante, pese a ser maquinas son increiblemente certeras deberia de saberlo."

Cambio entonces su actual objetivo y apunto aquella criatura que disparo impunemente por la espalda a un hombre sin arma, al menos aparentemente.

Respiro y disparo con al contundes a la que estaba acostumbrado mostrar.
Fruncio el ceño al ver como erro su disparo, sin duda por ocupar su mente en la actuacion de aquel sacerdote.
-¡MANTENGASE FUERA DEL FUEGO ENEMIGO HASTA QUE ESTO ACABE MEIXAR, NO PONGA EN PELIGRO SU VIDA Y LA MISION!-Recrimino al fin la actuacion del humano.

Seth apunta a la criatura metálica. Mientras el Hermano de Batalla, que antes había logrado un impacto tan preciso, falla ahora por tener que fijarse también en el estado del herido sacerdote. Sin embargo el Ukar mantiene la calma. Poco le importa la suerte del monje, en ese momento su frío cerebro alienígena solo tiene una cosa enfocada: impactar en el monstruo de metal. La ráfaga surca el aire impactando en varios puntos del golem. Se puede escuchar casi la agonía de sus circuitos al sobrecargarse y arder. El humanoide cae de rodillas y por un momento todos temen que, al apuntar con su arma hacia Meixar, descargue un último y vengativo disparo. No llega a suceder. Se desploma ante todos contra el suelo.

Meixar, por su parte, impone sus manos sobre sí mismo solicitando la intercesión del Pancreator. Ante la sorpresa de sus compañeros varias heridas se cierran y el sacerdote se incorpora cansado pero totalmente restablecido.

-¡Vamos, de prisa!-dice Justin mientras vuelve a echarse a correr.

El ukar ve caer al golem y tararea una nana de su tierra, como una macabra broma sobre el armatoste de metal. Asegura primero visualmente su posición, no quiere ráfagas por sorpresa por ser confiado, y luego se pone en camino hacia Justin y los demás.

Alguien debería recoger al sacerdote...aunque, ¿qué es lo que ha hecho? De repente parece revitalizado...Luego hablan de que los psi son unos demonios...¿y qué es él, si se cura a sí mismo? No es momento de entender filosofías, sólo de correr.

En ese momento, todas las especies se dirigen al mismo punto, como si al fin estuvieran en algo de acuerdo sin necesidad de discutirlo. Seth se detiene a cubrir a Meixar sólo si lo ve necesario. Parece mejor, pero le extrañaría que se hubiera recuperado de golpe, tras ese disparo tan atroz, por más poder "pío" que tuviera.

El ukar se establece de retaguardia, apuntando hacia lo que dejan atrás, restos humeantes, súplicas veladas e indiferencia...un lugar enfermo y podrido...y lo que aún les quedaría, sin duda, por ver.