Partida Rol por web

Tras el varapalo que supuso la derrota en su estreno, Vlad entró orgulloso al campo de batalla: no había miedo en su rostro, aunque una derrota hoy le dejaría sin opciones al título final (de hecho, debería pensar en no quedar último y proteger su reputación).

No llevaba armas, vestía una cota de mallas y portaba un gran escudo. Esperó, con la mirada fija en el horizonte, a vislumbrar a su rival...

Dench, gruño mientras despejaba su cabeza tras la ultima borrachera para celebrar su victoria.

Miro con desconfianza a su oponente, acordandose de un monje mas peligroso con las manos que muchos guerreros armados.

Vlad miró a su enemigo atentamente. No era la clase de luchadores que le gustara enfrentar: prefería a alguien más estiloso, más fino, y por lo tanto menos peligroso en combates individuales. Un hombre- bestia no solo lucía enorme y bruto, sino que también podía resistir hasta el límite. Y por supuesto, si te golpea siéntete afortunado si no te daña irreparablemente algún órgano.

Así que comenzó moviéndose hacia un lado, provocando al enemigo a que bailara en círculos cual tribu de salvajes. Aunque algo le decía a Vlad que, en este torneo, no se inscribían luchadores de tribus salvajes o, en el mejor de los casos, no se tomarían este combate como un ritual.

Dench el semiorco gruño con fiereza mientras observa a su oponente y se acercaba con precaución.

No estaba seguro de si el bárbaro estaba entrando en juego o no. Pero lo más probable era que no, pues era un combate. Así que Vlad fue a por todas, jugándose su tan preciado físico en una maniobra kamikaze, aún a pesar de disponer de otras armas más seguras: jugarse a casi todo o nada un primer ataque muy desestabilizador. De acertar, aún quedaba mucho; de fallar, las cosas se pondrían terriblemente complicadas...

Sin más demora, se acercó a su rival y se concentró mentalmente, lanzando una ola sónica que se dirigió hacia él.

Dench grita cuando nota una extraña presión en la cabeza y se lanza al ataque, rugiendo y descargando su hacha contra ese demonio de apariencia humana.

El grandullón resistió su ataque y le envistió con una fuerza tremenda. La situación era muy mala: el golpe le había hecho mecha, demostrando que su estrategia no había sido demasiado buena.

Aguantando como pudo el dolor, se alejó todo lo que pudo de la bestia que tenía delante mientras se concentraba en otro ataque mental: no sabía si el bárbaro podría volver a resistirlo o no, pero no tenía más opciones...

Babeando espuma y sangre, Dench enfoco su furia hacia el extraño que intentaba introducirse en su mente.

- ¡¡¡ARRGGGGGHHHHHHH!! ¡¡¡FUERA DE MI CABEZA HOMBRECITO!! ¡¡DENCH APLASTAAAA!!

La momentanea presión mental fue deshechada con un rugido descomunal y sirvió para dar al brazo del semiorco una energia inhumana con la impacto con su hacha despiadadamente contra su adversario.

Avasallado por la fuerza del bárbaro, Vlad cayó gravemente herido tras un golpe brutal. Ni siquiera le dió tiempo a pensar en que esto suponía su despedida a un buen papel en el torneo; mientras se desangraba con un gran corte en el cuello, no sintió más que dolor...