Partida Rol por web

- En honor a la celebración de hoy, los Isawa tienen un regalo que presentar a los clanes. Por favor, acepten esta bella escultura, que representa la unidad y la fuerza del Imperio Esmeralda.

Haciendo un gesto, unos sirvientes retiran un velo de seda de una de las mesas. Bajo el velo se encuentra una bella escultura de marfil, jade y oro. En la escultura están inscritos los mon de las familias principales de cada clan, grabadas en gemas y metales preciosos, rodeando un gran mon Imperial situado en el centro. Como sólo hay una única escultura, el regalo deberá ser compartido; Mashairo explica que los Isawa lo enviarán para hacer una peregrinación, y pasará un invierno en la corte del Campeón de cada clan de forma sucesiva.

En ese momento os pide que acepteis el regalo en nombre de vuestros clanes.

Disimulando la sorpresa incial de tener el honor de representar a mi clan en tan honorable acto, observo si alguien se decide a ser el primero en acercarse. Al ver que no se daba esa situación decido dar el primer paso. Me incline ante el ilustre Isawa y siguiendo el protocolo establecido, me dispuse a rechazar el regalo dos veces: - Agradezco muchisimo el presente Isawa Masahiro sama pero-durante una decima de segundo dude. ¿Debía rechazar un regalo al clan? No es cómo si me lo hiciesen a mi...pero el protocolo es el protocolo-me temo que debo rechazarlo-continué temiendo equivocarme- Al ser los Isawa la familia que ha hecho el regalo, creo que sería más conveniente que nos desviculasemos de el.

¿Y a que viene semejante despilfarro de kokus?

Me pregunto pero por más que intento averiguarlo cada vez me cuadra menos. A mis ojos los Fenix no estaban más que lanzándonos un insulto tras otro ante los cuales únicamente podíamos sonreir como idiotas. Pero ésta no la iba a dejar pasar, por mi podrían quedarse esa estatua sobre la unidad y metérsela dónde les cupiera.

- No me es posible aceptar semejante regalo, mis disculpas Isawa-sama.

Replico firme aunque educada, intentando no perderme en los elaborados detalles de la estatua.

El karo asiente ante la primera negativa de Isawa Niseika y siguiendo el protocolo vuelve a ofrecerte el regalo para que lo aceptes en nombre de tu Clan.

Tras escuchar las palabras de Hiruma Ayako, el karo vuelve a ofrecerle el presente para que lo acepte en nombre del Clan Cangrejo.

Siguiendo el protocolo niego el regalo una segunda vez -Isawa Masahiro-sama, no quisiera ofender...

En verdad era una escultura bonita y llena de significado, pero debía mantenerme firme en mis intenciones por más que insistiera el Isawa o cualquier otro Fenix del lugar.

- Estais insultando a mi Campeón con vuestras palabras, pues él es el único que puede aceptar nada en nombre de todo el clan. Si en verdad deseais mandarle ese regalo, escribidle una carta, porque yo no aceptaré nada en su nombre.

Le advierto muy seriamente y sin llegar a creerme que de verdad hubieran organizado todo ésto para "unir" a los clanes. Más bien parecía una sucesión continua de insultos y desplantes.

Isawa Mashairo sonríe ante las palabras de Isawa Niseika y por tercera vez le ofrece el presente.

Acepto su reglao, es una pieza maravillosa que, estoy segura servirá para recordar a nuestros hermanos de otros clanes de que no somos tan diferentes y de que convivir en paz, y unidos es preferible a las intrigas y a las guerras

Tras este segundo rechazo levantas un segundo la vista y observas al Hida manco y con la pierna de madera mirándote con los ojos abiertos como platos.

Extrañado por las formas que tienes de seguir con el protocolo Isawa Masahiro vuelve a ofrecerte por tercera vez el presente.

Se removió en su sitio al ver tamaña exhibición de arte y ostentosidad. Saber lo que eso podría haber costado y cuantas familias podrían haber sido alimentadas con eso, hizo al samurai obligarse a reprimir una sonrisa amarga. Cuando le llegó el turno de hablar, entonó lo que había memorizado en los últimos segundos de espera.

- No somos merecedores de tal honor, pues sólo somos un Clan Menor - Dijo Nisshoku cabizbajo - No somos merecedores de tal regalo pues nuestra invitación al torneo ya fue un regalo inesperado, no somos merecedores de tal regalo pues nuestra isla está lejos y sólo será un quebradero de cabeza para aquél que deba llevarla a nuestras tierras.

Una vez que había negado el regalo dos veces, el samurai Murciélago asintió e hizo una reverencia:

- Muchisimas gracias en nombre de mi clan por tal honor inmerecido, se hablará de la belleza de tal objeto en cada lugar al que yo vaya - Mintió según la etiqueta el Komori - Os lo agradezco de corazón.

- Sois más terco que una mula Isawa-sama. Muy bien, mandadlo a Kyuden Hida si os place, seguro que queda bien al lado del cráneo de la Fauce.

Concedo finalmente aunque claramente a regañadientes, sin importarme que Kuon-dono pudiera decidir usarlo como piedra en el siguiente asedio del palacio y así encontrarle alguna utilidad a semejante regalo.

Isawa Masahiro mira perplejo a la Hiruma. No sabe como reaccionar ante semejante falta de modales pero como por otra parte ha cumplido con el protocolo ...

- Más que Hiruma parece un Hida. - piensa justo antes de que le toque al siguiente participante.

-Esta gran obra de arte es un autentica proeza creada por la familia Isawa de tal calidad y majestuosidad que las estrellas llorarian al ver tanta armonia ,pero no puedo aceptarla mis señores no soy digno de ella. Conteste con la etiqueta necesaria y rutinaria a la hora de los regalos.

Isawa Masahiro sonríe ante el rechazo del Doji y haciendo una ligera inclinación de cabeza vuelve a ofrecerle el presente.