Partida Rol por web

...y ahora unas palabras de nuestros patrocinadores...

La faz de una pálida y fantasmal cara de una androgina chica, de ojos hundidos hasta solo verse sendos agujeros oscuros en la cara, ocupa toda la pantalla sobre una escenario gris que parece salido de una pesadilla producida por alucinógenos. Su boca, que parece un corte limpio en la cadavérica piel pintado con carmín oscuro que parece mas bien aceite de motor apenas se mueve mientras recita una letanía monocorde en un susurro:

-Bebes hirviendo por toda la ciudad. Equipos de rescate Disconekt intenta ayudar a la gente de la ciudad antes de que sus cabezas estallen de rabia.

Drogas Disconekt. buenas para ti. Mundo real malo. Te hace vomitar, ríos de vomito. Droga buena.-

-Esto son las noticias patrocinadas por Disconekt. - Dice una animada voz de hombre de perfecta dicción. En la esquina aparece el logotipo de Disconekt, una D cruzada por un viejo cable de enchufe, que desapareció hace tiempo para dar paso a los enganches de fibra óptica, pero que sigue usándose en publicidad al igual que el aun más viejo teléfono de disco. Este logotipo marca un link que permite al usuario hacer su propio pedido de los productos Disconekt, una constante en los anuncios de los feeds.

La escena pasa a una decorado más usual, el consabido plato de noticias con el consabido fondo de la vista aérea de La Ciudad desde la visión de un satélite de noticias. De día la gran megalopolis parece vomito que se extiende por la Costa Este. La presentadora, una chica mona de cutis perfecto y cabello sedoso, se encara centrando la atención. Sus pupilas están dilatadas, como la mayoría de presentadores de noticias van de speed hasta las cejas cuando presentan.

-Y ahora el avance de las noticias de la CTV. Noticias rápidas es CTV.- Dice con voz melosa.

Escena que muestra a un hombre de etnia nativoamericana y mediana edad. Enfundado este en un caro traje de negocios y con el lustroso cabello oscuro recogido en una cola de caballo. Se dirige al resto del Congreso de los Estados Unidos de América.
-El congresista Twofeathers, que sirve de portavoz para el Comite Especial de congresistas y senadores que sirve como gobierno provisional tras la destitución del Presidente Callahan, ha pedido paciencia a la opinión pública. Dice que el Congreso necesita tiempo para depurar responsabilidades de la derrocada Administración Callahan. Por su parte, el lobby pro-Callahan Amigos del Verdadero Presidente ha definido esta actuación como una muestra de que el Comite Especial es en verdad "un golpe de estado encubierto"- Tras la alocución, sale el consabido icono de "¿Quiere Saber más?".

La escena pasa a mostrar una polvorienta carretera de la América Profunda. No parece una carretera privatizada, las cuales disponen de asfalto nanotecnologicamente tratado que dispone de mecanismos de autoreparado, en su lugar la calzada aparece llena de socavones y grietas. Eso no parece importar a un variopinto grupo de vehículos que parecen salidos de más allá del holocausto nuclear. Autocaravanas decoradas con motivos tribales marchan junto a furgonetas blindadas con planchas de aluminio y hierro oxidado. Todoterrenos convertidos en tanquetas y jeeps que parecen sacados del viejo stock militar conviven junto a Harleys con sidecar.
-Los nómadas siguen dominando gran parte de la América interior. Estos grupos de modernos bárbaros sobreviven de una forma autosuficiente, gracias a los hacedores que poseen que construyen gran parte de su comida. Vea nuestro exclusivo reportaje sobre como viven y como mueren los últimos hombres libres de América.-

...el televisor se apaga...

La sala de reuniones de The World está en el piso 18. Es tan grande que podría servir de comedor para una escuela, pero está escuetamente amueblado. Tiene ventanas blindadas en su parte sur que dan a la fachada principal del edificio, aunque ahora las cortinas-persianas, microlaminas de materialmente plástico tan resistente como el acero, está corridas dejando un velo blanco allí donde debería poderse disfrutar del skyline. En el centro hay una mesa larga, de color blanco, con sillas puestas alrededor.

Los personajes van entrando poco a poco, guiados por la secretaria de Royce, la cual va dando la bienvenida a todos estos. Cuando todos están sentados alrededor de la mesa ella sonríe ampliamente y comienza a exponer:
-El Editor en Jefe vendrá en seguida, ahora mismo os presento uno a uno. El señor Frank Marut es nuestro experto en seguridad personal. Cool Breeze es una reportera de amplio recorrido en nuestra sección de Nacional. La señorita Rose McCoy es una redactora de talento que ha dado buenas columnas en el Dayfax. Por su parte Rayn Adler ha militado en el periodismo "alternativo" y antisistema. Por último queda john Wayne, nuestro experto informático, y Joseph Omar Poldolsky, nuestro contacto a pie de calle.- Cada personaje es presentado de forma rápida, tras una breve pausa aclara. -Ahora vuelvo en un momento mientras os conocéis mejor.- dice guiñando un ojo.

-Oh...

La secretaria se marcha y yo apoyo el culo en la mesa que ocupa el cuarto. Mi ojo protésico, rompiendo el silencio, hace ruiditos mecánicos al enfocar y capturar información.

-¿Queréis uno? -Pregunto, tras sacar de mi bolsillo un paquete arrugado de cigarrillos marca "Chow-Chow". Hago un amago con el brazo hacia los demás. Sólo me quedan cuatro y uno de ellos me lo enciendo para mi.

Tras ser el ultimo en entrar en la sala de reuniones, aprovecho el parloteo de la secretaria para ir examinando a mis futuros compañeros de trabajo. Y de momento, la primera impresión, no es que me aclare demasiado. Mientras camino alejándome de unos de los ventanales de la sala, escucho a uno de ellos hacer un ofrecimiento. Miro el pitillo que acaba de encenderse y respondo tras hacer un gesto con la zurda.

No gracias. Uno de los pocos vicios que me permito, es mi dosis de café diaria.

Miro a los ojos a mi interlocutor y observo, que no soy el único en llevar una prótesis ocular. Aunque sospecho, que el le da un uso algo distinto.

¿Wayne verdad?. Encantado de conocerte.

Mi mirada se pasea por los rostros de todos los presentes antes de añadir.

Realmente, encantado de conoceros a todos. Espero que tengamos una fructifera relación profesional.

Rechazo el ofrecimiento.

-No, gracias, señor... Wayne, ¿verdad? Realmente no fumo.

Trato de resultar cortés, y saludo a los demás aún con la sonrisa puesta. Sigo un poco nervioso por la erspectiva de mi nuevo trabajo.

-Bueno, encantado de conocerles a todos.

Asiento con la cabeza hacia Adler, mirándole a los ojos. Puedo ver mi propio reflejo en sus gafas de pasta cuadradas. -Si, soy Wayne, John Wayne. -Les digo a ambos

Me fijo en la prótesis de Marut y añado: -bonito ojo. ¿De qué marca es?

Cool abrió la puerta del Briefing y se quedó allí, justo entre medio de las dos salas, con los brazos cruzados sobre su pecho, mirándo y estudiando la gente que allí había.

No iba a emitir una opinión de cada uno a los dos segundos de haberlos conocido, sin siquiera hablar con ellos... eso será después del saludo.

Sólo espero que no sean como los pateticos niñatos de la otra vez que estaban más interesados en mi culo que en la noticia que teníamos que sacar.

Buenas. Dijo mientras se sentaba en una silla y encendia un pitillo.

Muy buenas.

Respondo yo a la joven que acaba de saludarnos. Una vez hecho esto, miro a John el cual ha mostrado interés en la pieza de óptica que llevo insertada y digo.

Es un Norton estándar para uso militar.  Me permite lograr disparos de alta precisión siempre y cuando el objetivo se halle dentro del rango de alcance del arma en cuestión.

Dicho esto, me encojo levemente de hombros antes de añadir.

Sinceramente, digamos que a mis antiguos jefes, les resultaba mas caro financiar la operación quirurgica para extirparlo, que asumir su perdida.

Y no puedo evitar sonreír levemente tras decir esto.

-¡Ah! Eres el soldado, el... guardaespaldas, ¿no? -Doy una calada a mi Chow-Chow sujetándolo con un pellizco entre el índice y el pulgar. -No te ofendas, amigo, pero espero que no tengas mucho trabajo en un futuro póximo.

Le dedico una sonrisa de oreja a oreja a Marut y voy hasta la ventana soltando el humo blanco por la nariz. Miro hacia afuera separando dos de las láminas de la cortina y entornando los ojos.
La Ciudad, el distrito de la prensa.

Rose hace un gesto de desagrado al ver el paquete de tabaco y se limita a negar con la cabeza, rechazando la oferta. Fingiendo que observa las paredes, o la tele... se le da fatal fingir, se aparta unos pasos de humo... buscando con los ojos una ventana.

Hey, saluda los que van llegando con la cabeza, con las manos en los bolsillos de su oscuro pantalón. Se la ve algo incómoda... aunque no se corta un pelo en analizar uno a uno a cada uno de los presentes. Les mira de arriba a abajo, buscando taras, buscando ventajas, lamentándose por su vicios... Observa con descaro las prótesis oculares y ahoga una mueca de desagrado.

Se apoya ligeramente en la pared, doblando la rodilla, y mira el reloj. Sonríe. Procuraremos que no se canse mucho, comenta.

Royce entra en la sala acompañado de su secretaria, la cual porta una serie de folios que os reparte uno a uno. Cuando pensáis que debe ser una de esos encantadores anacronismos llamados fotocopias (algo no tan raro ya que aun existen medios que lo consideran encantador y el papel sigue siendo barato)las letras se desdibujan al pasar el papel a vuestras manos, haciéndoos dar cuenta de que trata de un holograma sobre un finísimo mediatron, una pantalla del grosor de una lamina made in Shanghai. Parece que no reparan en gastos en The Word, gracias a esto se pueden tener cientos de hojas de dossier incluidas en una sola pagina que puedes doblar y meterte en el bolsillo.

Royce deja sus cigarrillos encima de un cenicero puesto para tal efecto y saluda a todos los presentes:
-Perdonad, tenía asuntos que atender. Ahora estamos todos y comenzaré a exponer el caso que tenemos entre manos. ¿Alguna pregunta antes de empezar?-

Mi sonrisa aumenta al escuchar las reacciones de mis compañeros tras mi explicacion. Pero antes de que pueda decir nada, se abre de nuevo la puerta de la sala de juntas y, al fin, aparece el individuo que nos ha convocado. Llega acompañado de su secretaria la cual, reparte entre los presentes una serie de hologramas. Tras echar un breve vistazo, alzo la vista al escuchar a Royce y digo.

Por mi parte ninguna. Para mi, esto es como un briefing de misión. Supongo que las autenticas dudas, saldrán después de la explicacion. Por tanto, por mi puede empezar cuando quiera.

Ya esta el viejales dando por saco de una vez.

Si estamos todos aquí es para escuchar que tiene que decirnos, no para preguntar si el agua es mineral o donde están los aseos.

Cool Breeze parecía tranquila, pero por dentro, la curiosidad la estaba carcomiendo. Se notaba por como apretaba el filtro de los cigarrillos.

Por mi parte ninguna, jefe. Puede empezar cuando quiera.

A ser posible, ya.

Paso la uña por el borde de la pantalla-papel en busca de la microscópica unidad de procesamiento, un bulto, una rendija, algo. Es una elegante pieza de tecnología.
Entonces Royce lanza una pregunta.

-Eh... si, ¿Dónde está el baño?

Coge el dsipositivo y lo ojea mientras se sienta a la mesa. Su cruza de piernas, continúa ojeando y alza ligeramente la cabeza para decir, Cuando quiera, Royce. Levanta una ceja para mirar a Wayne... ¿no podía haber ido antes...?

Quedo en silencio esperando la explicación de Royce. Tengo muchas preguntas, pero mejor hacerlas luego. Porqe es muy posible que su explicación las aclare. Además, no quiero que se note lo ansioso que estoy por comenzar a trabajar. Podría confundirse con nerviosismo de novato. En lo único que soy novato aquí es en tener guardaespaldas... aunque mis compañeros parecen sentirse contrariados por tenerlo, por lo que implica tenerlo. A mí, que ya he estado en alguna ocasión a punto de tragar plomo por defender la verdad y la justicia, me parece un lujo.

-El lavabo al fondo a la derecha.- Dice dando tiempo a que John pueda ir y volver si lo desea. Cuando pasa esto y están todos listos prosigue. -Bien para comenzar a entender donde nos metemos vamos a ver un breve documental amablemente cedido para nosotros por la cadena SPKF.-Aprieta un botón invisible y de la pared del fondo se proyecta un holovideo al mismo tiempo que las luces bajan su intensidad para favorecer su visión. Todo el mundo se queda en silencio en un reflejo pavloviano y casi genético, de generaciones delante de pantallas luminosas en salas oscuras.

Ocupando casi toda la pantalla se ve el logo de la SPKF Street. El canal hecho por los oyentes que se patean la ciudad en sus trajes llenos de sensores de todo tipo y graban la vida tal como sale a su encuentro. La acción pasa a un sitio totalmente en cuarentena, una zona abandonada de la mano del gobierno, Dios y toda decencia. Esqueletos de edificios se oxidan al sol mientras que los pocos edificios en pie sirven de sustento para improvisadas barracas hechas con.

-Bienvenidos a New Jersey Paradise, como irónicamente se llama este barrio. Hace tiempo era la sede de la industria pesada, hoy es un vertedero enorme. Las mismas bandas de forajidos consideran esto insalubre y apenas es habitado por mendigos de tercera edad que subsisten gracias a la ayuda de las ONG. Hoy vamos a ser testigos de algo milagroso.- Dice una voz controlada de un hombre joven, seguramente el oyente de la SPKF que graba esto, muchos se hacen operaciones en la laringe y van al logopeda para conseguir una voz digna de ser grabada.

El plano pasa a mostrar un edificio que aun continua en pie, una especie de prisión de paredes blanqueadas color yeso. Tiene pocas ventanas y todas parecen oscuras y pequeñas. Una puerta blindada se abre y se ven varios rayos de colores paseando por encima de la cámara. Como cambiando a otro mundo el pasillo pasa a ser una sala de espera de estilo espartano pero limpio. La cámara pasa por delante de una serie de fotos enmarcadas en la pared: Truman, Reagan, Nixón... una serie de presidentes del siglo pasado casi olvidados por la gente de a pie. Al encuentro del oyente un hombre de mediana edad de formas rotundas, barriga y pelo cano. Va vestido de la forma que debían vestir los directores de internados victorianos en su tiempo.

-Buena tardes.- Dice estrechando su mano con el oyente, su etnia es disimuladamente latina, con una nariz azteca y pómulos prominentes combinados con un color de piel pálido tirando a rosado. Su acento es del norte de La Ciudad. -Soy el Director Zamora y este es el internado American Heaven. Bienvenidos.-

El director guía al oyente por los pasillos del internado, curiosamente tranquilos, mientras explica con voz pausada las virtudes de la institución que regenta. -En American Heaven sacamos a los chicos de la calle y buscamos darles otra oportunidad. Esto es un centro pionero.- Pasan por un comedor donde ordenadamente chicos y chicas con anticuados uniformes esperan su ración. Más que un colegio parece la cantina de un cuartel militar.

El plano pasa a una sala de ordenadores, los mismos chicos y chicas (os parecen todos iguales) mirando con sumo interés la pantalla del ordenador mientras parecen trabajar en algo. -Aquí combinamos las últimas tecnologías con algo de la buena y vieja disciplina de nuestros abuelos. Queremos formar hombres y mujeres completos para ser buenos ciudadanos.- Dice con una sonrisa el Dr Zamora.

Sala de gimnasia, en la cancha de baloncesto un equipo mixto de muchachos y muchachas de pantalón corto se enfrentan con una seriedad y eficacia que casi da grima. Parecen profesionales más que adolescentes jugando. El Director prosigue: -Aquí seguimos el dicho "Mens Sana and Corpore Sano", para seguir una vida plena. Creemos en el ideal griego.-

A partir de ahí sigue el video tres cuartos de lo mismo. El Director mostrando las instalaciones y contando las virtudes de su internado mientras el oyente interviene poco. Los oyentes no son verdaderos periodistas, nunca hacen preguntas comprometidas. Tras el paseo que casi parece diseñado como propaganda el oyente se aleja y hace un plano general del edificio ya fuera de este.

-A veces vemos esperanza en los lugares más insospechados. American Heaven, un internado modelo prosperando entre la basura. Aquí Segonke para SPKF Street. En vivo y en directo en TU ciudad.-

El holovideo se difumina y las luces vuelven a tener luminosidad plena.

-¿Acojona eh?- dice Royce con una sonrisa torcida y un cigarro en la boca. -Lo más gracioso y lo que nos hizo interesarnos por este sitio es descubrir quien los financia. La administración ya sabéis que en cuestiones sociales da subvenciones más bien testimoniales, dejándolo en manos de filántropos privados. Pues nos llegó la información sobre que el principal financiador de American Heavens no es ni más ni menos que el temido Connover, un señor del hampa de aquí en La Ciudad. Nadie ha visto a Connover en décadas pero se hace sentir y tiene una mano en casi todos los negocios que se hacen en la megalopolis. ¿Por que alguien así está interesado en American Heavens? Ahí es donde entráis vosotros.- Dice languidamente mientras reposa en su sillón.

Bla, bla y más bla. Dijo Cool Breeze mientras miraba el documental y después de un par de aplausos.

¿Para esto nos has citado? ¿Para preguntarnos si nos interesa saber por que nos interesa saber sobre alguien? Tío te estás desvirtualizando tu mismo. Mira, ya que estamos todos aquí, por que no vas al grano y simplemente nos dices que quieres que hagamos. No creo que sea algo sencillo viendo el equipo que has formado, así que... vamos, ve soltando por esa boquita. Sentenció con una sonrisa.

Después, Cool se cruzó de piernas. El sonido de sus pantalones de cuero se hizo escuchar en toda la sala y al mismo tiempo, otro cigarrillo apareció entre sus dedos listo para ser fumado.