Partida Rol por web

La mujer se preocupó: - Pues tenemos que marchar a toda velocidad y sacarla de allí para luego proceder a sus reparaciones o lo que fuera menester; pero, si me permite la duda ¿Para qué las cargas? ¿Quieren producir un desplazamiento tectónico? No tenía claro cuan peligroso podía ser aquello, pero, eso parecía lo ideal, para que hubieran emanaciones volcánicas o se liara parda.

- No, si verás. ¿Quieren que como tienen pocos recursos mineros, el planeta "escupa" sus riquezas y ya las explotaremos más tarde?

- Las cargas son para un estudio... um.. sísmico, imagino.  - no me preocupaba en lo más mínimo - explosiones controladas para generar ondas que...umm..permiten hacerse una idea de la estructura geológica de la zona.  Había visto un holovideo al respecto una vez.  Había métodos más avanzados, pero no estaban al alcance de cualquier sistema estelar 

-¿Podría proporcionarnos transporte y escolta o podemos desplazar la nave del Capitán Metaxas hasta las coordenadas que nos indique para aterrizar el navío junto a la Estacada? Creo que no hay nucho más que hablar: aceptamos el trabajo y partimos hacia la Estacada si nadie pone inconveniente.

Miró al compañero. 

- Pero este este es tonto. No le acabo de decir que primero tenemos que mirar el estado de la nave ya ahora salta con que aceptamos. La mirada de ira hacia Lander tenía que notarse sobre la pien como algo que quemaba. Levantó un dedo y repitió: - ... Tras ver las condiciones de la nave se decidirá.

- El señor Metaxas está en lo cierto - dice Greener inclinándose sobre la segunda tableta para mostrar un texto claro y esquemático -. El geólogo nos instruyó en los procedimientos y pruebas adecuadas para obtener un estudio adecuado. Según sus instrucciones las cargas son necesarias para determinar la estructura del subsuelo - señala unas líneas en la tableta -. Importamos las cargas según las especificaciones y las entregamos.

El ministro se endereza de nuevo.

- La línea suroeste del ferrocarril tiene como último destino Balvinn, al pie del Monte Salbarii. Es la forma más directa de llegar - escucha la segunda opción de Lander -. Sí, también es posible; no hay restricción de vuelo entre los asentamientos, aunque no disponen de puerto en el que aterrizar, excepto en la Astrociudad.

Se puso en pie y añadió:

- Bueno, si mis compañeros no tienen nada más que añadir, partiremos. Entonces levantó lamano a la altura de su pecho, como para interrumpir: - Cuando tengamos el veredicto del que si podemos hacer o no hacer la misión, ¿Cómo nos podemos poner fácilmente en contacto con usted? Ya tenía prisa por salir de allí. La reunión se había alargado de más para su gusto, y las interperlaciones inoportunas no le habían parecido adecuadas. Unos negociaban en un camino y otro remaba en otro sentido. 

- Veremos si podemos hacer algo, pero estoy segura que son profesionales. Se intentaba convencer a si misma de que las habilidades de los tres, combinadas, serían sinergia suficiente como para recuperar su ... la que sería su nave. - ... de que lo somos. Se estaba dando cuenta de que estaba ansiosa, enfadada y que desconfiaba de todos y de todos, incluso de si misma. El no tener la nave la hacía sentir desnuda, y estaba empezando a cabrearse con el resto por estar, psicológicamente, enseñando el culo.

Necesitaba ese abrigo. Necesitaba esa piel sobre su cabeza para sentirse otra vez lo que había sentido desde hacía mucho. - ¿No estaré como esos viejos exploradores, que se sentían enamorados de su nave, ... y que en la distancia de ella, se sentían ... desvalidos?

-Quizá lo más logico sea aterrizar con el carguero junto a la exploradora para tener a mano los materiales con los que realizsr reparaciones, de ser necesario. ¿Sería posible obtener permiso o podemos hacerlo sin más trámites? Si el capitán Metaxas no pone reparos, creo que podríamos partir inmediatamente.

- Interesante apreciación, muy interesante Señor Haakon. Mientras pensaba para si: - Pero si el señor ya ha dicho que no hay restricciones de vuelo ¿Seguro que este hombre está aquí? Por lo menos ha pensado lo mismo que yo y usar la mercante con la que hemos venido podría ser la mejor forma. Entonces miró a el mercader del grupo. Seguro que se ofrecería él mismo, pero siempre era decuado proceder con cierta amabilidad: - Señor Metaxas ... parecía que se estaba burlando, pero la mirada picarona que le estaba dedicando parecía más que quería llevarlo al huerto que estar haciendo "autoestop" - ...¿Nos podría acercar? Aunque no aterrice y se quede en estacionario a un metro del suelo y bajemos de un saltito. Resultaba divertida, pircarona, y alegre. Parecía que se le estaba pasando el miedo y el cabreo y aumentando la ansiedad y las ganas de llegar a la nave.

- Ya había..um.. pensado en esa eventualidad - sonreí algo nervioso, no me gustaba ser el centro de atención. -​​​​​​Pero dudo..um.. bastante que podamos aterrizar junto a la Estacada. Un escarpado volcán en una zona virgen de un planeta escasamente poblado no era el sitio donde uno encontraba explanadas. Cabe la posibilidad de que os tenga que dejar allí y volver más tarde. 

Me calé la gorra, pensativo. -​​​​​Yo haría una pasada de reconocimiento antes de decidir, quizá sí que haya algún sitio para..um.. aterrizar.  No es lo mismo que os quedéis los dos en la Estacada que nos quedemos los tres...

- Buena idea Gideon. Lo recompensó con unas palabras amables. - Esto mejor lo hablamos sin espectadores. Pensaba para si. Era recelosa tanto en las operaciones como en los movimientos que fueran a realizar. No sabemos aún que le pasó a la nave y no tenía esperanzas de poder recuperarla en un medio o corto plazo. - Pero podríamos hacer una visita a la viea estación del Servicio de Exploración, por si necesitásemos algún repuesto o algo. - Por lo menos, de esta manera, tendrían que moverse en más de una dirección, y así, estar entretenidos buscándoles que hacían en cada momento.

Salís de nuevo al frío exterior de Walston. Tenéis un medio trato y una forma de contactar con Greener pero, sobre todo, tenéis la localización de la Estacada.

El plan es trasladaros de vuelta a la Astrociudad y embarcar en la Kalamata rumbo al Monte Salbarii. Sin embargo al llegar a la estación descubrís que no hay ningún ferrocarril con destino a la Astrociudad. Únicamente hay dos viajes diarios en cada una de las tres líneas que parten de la estación; uno de ida, y otro de vuelta. Y los correspondientes a Astrociudad ya han sido cumplidos.

No es tan extraño. Una población tan pequeña en un planeta tan inhóspito como Walston, no precisa de excesivos traslados entre los asentamientos, y Walston parece estar bien organizado para maximizar la eficiencia de sus escasos y valiosos recursos.

Únicamente queda en el día el viaje en ferrocarril destinado a Salbarii y Barvinn. La sencilla carreteras también podrían llevaros a vuestro destino, pero no disponéis de vehículo. Por tanto, las opciones parecen limitatas.

Intentó proponer algo, ya que quedarse a perder un día en aquel lugar no le parecía la mejor idea. No que se fuera a cerrar en redondo a ella, pero si había otras mejores, lo intentaría: - ¿Qué os parece si preguntamos a ver si con los viajes a otros lugares del tren, podemos enlazar para ir a por la Kalamata o si vemos de alquilar un vehículo para llegar a la nave? 

Era una propuesta, y quería ver lo que pensaban los otros. Igual se les ocurría algún inconveniente o pega, para poder, ... idear algo mejor.

-Creo que voy  hacer de explorador y me iré en tren a Salbarii. Desde allí podré hacerme una idea de la situación del navío. Esperaré a que Gideon llegue con la Kalamata antes de hacer nada.

《Y de paso tendré algo de descanso...》

-Bueno...Señor Lander..um... No se si es prudente que vaya solo. - ​​​​​miré en dirección a la estación de ferrocarril. - Deberían ir ustedes dos a Salbarii mientras yo vuelvo a la Astrociudad a por la Kalamata y las cuatro maletas de equipo de reparación*

Ikateria pensó lo mismo, que ir solo a un lugar desconocido podria ser poco adecuado: - Bueno, pues como tenemos libre circulación, podrá volar, y venir a buscarnos. Tocó el comunicador, comprobando que este aún funcionaba y le contestó a Gideon. - Entonces, cuando esté en vuelo, nos ponemos en contactos para centrar un punto de contacto. Dejó una larga pausa, y preguntó: - Si le parece al Señor Haakon que le acompañe.

-Muy bien, jefa. Adelante, pues.

Asintió ante la respusta del compañero de viaje y luego se despidió del Gideon.

Saludó con la mano y señaló el comunicador ya puesto en su oido: - Estamos en contacto. Y partió hacia el tren. La mochila de su ordenadorcito bailaba con cada paso suyo, sobre su cadera. Sus pasos firmes resonaban sobre un frio y duro suelo que amenazaba con robarles todo el calor. Luego se dio cuenta que igual, allí, tendrían que buscar un sitio donde pasar la noche. Abrió los ojos. - Bueno, en un momento dado bamos a comisaría, le damos un bofetón a un guardia y pasamos la noche en el calabozo si no nos atienten.

El ferrocarril arranca y parte de la estación con tus compañeros a bordo, unos pocos pasajeros y apenas carga en uno de sus dos vagones a tal efecto. Aunque aún pasarán varios minutos hasta que desaparezca de la vista el tiempo de Walston no invita a quedarse para despedidas emotivas, así que buscas un refugio más acogedor en el área comercial.

Tras un rato dando vueltas la mejor opción es buscar un alojamiento para pasar la noche. No es complicado; aunque no hay más que un par de hostales en Lago Central, son fácilmente localizables y apenas hay inquilinos.

Temprano regresas a Astrociudad, en un viaje igualmente tranquilo que el del día anterior, donde te espera la Kalamata.