Partida Rol por web

Tributo de Sangre (II)

Heraldos de Paz

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19/01/2009, 18:05
Moravius

Tras su largo silencio, Moravius pareció recuperar algo del poco color y energía que solía tener antes de verse tirado al arroyo por culpa de aquel comerciante. Quizás fuera el nuevo encargo, por fin un trabajo de verdad, bien pagado y adecuado para ellos, no escoltar rufianes estafadores que se desvanecían a la primera de cambio.

Aunque los que eran capaces de seguir su mirada sabían rápidamente cual era el motivo de la resurrección de su ánimo:

- Da gusto verte de nuevo en el bosque, joven Ailara...

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20/01/2009, 00:22
Alfren Niubar

De nada -es lo único que la joven contesta a su amiga, que rápidamente, se dirigió hacia Bathalias. Era evidente que él era el lider, y cualquier información de lo que sucediese en los alrededores le vendría a él mejor que a nadie conocerla. No obstante, la pelirroja aspirante a caballero de Ayris, no dejaba de mirar a su alrededor, por si veía algún posible peligro. Quizás los pequeños animales del bosque no considerasen a un oso un enemigo, pero ella no quería toparse con uno en su camino.

Aunque algo rompió su concentración en busca de peligros. Por fin Moravius, que había estado callado durante todo el día, había hablado. Aunque no gustaba de ser moletado (motivo por el que Alfren no le dijo nada en todo el día), la joven se acercó, y con mucho tacto para no molestarle, le pregunto- Vaya Moravius, veo que al fin habéis decidido hablar. Ya empezaba a preocuparme. Si no es mucha molestia, decidme, ¿en que pensamiento estabais inmerso esta vez? -aunque Alfren sabía que se arriesgaba a que el hechicero no quisiera ser molestado, le gustaba ver a sus compañeros y amigos alegres. Y si algo les alfligía, poder ayudarles en todo lo posible.

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20/01/2009, 00:36
Ailara Sotobosque

Déjale Alfren, después de habernos ignorados todo este tiempo ha de ser él quien busque el perdón y nos explique que era tan importante para no tener en cuenta a dos bellas damas como nosotras - La joven druida dijo esta frase sonriendo, guiñando un ojo a la pareja y procurando que no se supuese muy bien a quien de los dos iba dirigido el gesto.

¡Por fin cambia nuestra suerte! después de que el maldito mercader nos robara, pensé que nunca saldríamos del apuro. Parece que ya vamos bien encaminados en nuestra misión. La verdad es que me encuentro mucho mejor cuando Moravius no está ensimismado en sus pensamientos.

Ailara observaba cada cierto tiempo las señales que había en el bosque, tal vez una posición extraña de unas ramas o unas huellas que no fuesen típicas en el bosque. Cualquier precaución era poca y debido al peso del cofre el ritmo de marcha era lento.

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20/01/2009, 16:15
Moravius

El taciturno mago dejó escapar una sonora carcajada de autentica alegría al escuchar las palabras de las mujeres.

- La verdad es que ha sido mi culpa: Me dejé llevar por mi mal humor tras la jugarreta del mercader y me ensimismé. Siento que hayáis tenido que arastrarme con vosotros de este humor tan oscuro. Pero ahora que tenemos algo de dinero en el bolsillo y un objetivo, siento correr de nuevo la sangre por mis venas. - Inspira profundamente, llenándose los pulmones de aire limpio del bosque. - Ahhh, si. De nuevo en camino, como en los buenos tiempos. Espero que no llueva. ¿Qué os parece, Bathalias? ¿Hemos cerrado por fin un buen trato y podremos descansar una temporada cuando terminemos?

El mago sitúa su caballo a la par del elfo, en apariencia despreocupado, pero con su fiel bastón de roble bien a mano.

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20/01/2009, 20:48
Director

Al poco de salir de la ciudad, el camino se alejaba de las zonas más civilizadas, y pronto dejaron de verse incluso las desperdigadas cabañas de los tramperos que vivían al límite de los bosques. El sendero, una vez un ancho camino, estaba ahora abandonado y, aunque era claro y fácil de seguir, las lluvias y las nieves de muchos inviernos habían convertido la ruta por la que cabalgaban en poco más que una senda incómoda de recorrer, llena de socavones y ramas bajas.

El carro traqueteaba y su pesada carga se inclinaba a cada bache del camino, mientras el sol ascendía entre la penunbra del bosque. Asomaba de vez en cuando el tocón de algún árbol milenario, rodeado ahora por jóvenes árboles que no tendrían ni 20 años, y que hacían obvio el por qué del nombre que llevaba el sendero: Camino de los Leñadores.

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21/01/2009, 00:04
Antor PielGris

 Antor cabalgaba relajadamente, le gustaba disfrutar de la calma del camino, sobre todo porque intuía que más adelante iban a añorarla, y además, esa tranquilidad le permitía saborear con justicia el oscuro líquido rojizo que llevaba en los pellejos que colgaban a ambos lados de su montura, uno de los cuales ya estaba mediado, y aún agotado estaría si no fuera porque ya habían entrado en el maldito camino de los leñadores y como bien había dicho Bathalias, había que estar alerta, así que mejor no pasarse con el líquido elemento. Ya habría tiempo para degustarlo cuando se detuvieran a descansar ...

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21/01/2009, 00:53
Alfren Niubar

Al igual que Antor, la joven pelirroja también iba disfrutando del paseo, pero no sin dejar de fijarse en ningún momento de lo que pasaba a su alrededor. Compañeros bromeando, conversaciones sobre multitud de cosas, y el cofre. Había dado su palabra de custodiarlo, ¡y por los dioses que así sería!. Al principio, cada vez que el carro cogía un bache, a Alfren le daba un vuelco el corazón. Afortunadamente, al tercero se acostumbró, lo que no quiere decir que no le quitaba ojo. Si era necesario, daría su vida por proteger ese oro, ya que había dado su palabra de hacerlo. Y, para ella, dar su palabra significaba dar lo más valioso que poseía. Nunca quebrantaba un juramento, antes, prefería la muerte. De nuevo, una cuestión que la había surgido por el camino, volvió a asaltarla.

¿Por qué quería unirse a los caballeros, si ya desempeñaba su labor como uno?. Incluso, a veces, pensaba que lo hacía mejor que uno de ellos, aunque claro, este pensamiento rápidamente se le desvanecía de la mente. No era uno de ellos, por tanto, no sabía si lo hacía mejor o peor. Aunque, eso sí, su conciencia estaba tranquila, y eso era lo que importaba.

De pronto, su duda se vió despejada. Quería seguir entrando en la orden para demostrar a todos, que igual de capaz o mejor que un varón de entrar en la orden y desempeñar su tarea como caballero. Aunque, sabía, que a quién realmente tenía que demostrar que actuaba como un caballero, era a ella misma, y a si misma lo tenía más que demostrado.

No lo haré por mi, si no por demostrar que puedo ser igual o mejor que ellos. Daré una lección, que espero que ayude a las futuras generaciones de mujeres.

Satisfecha por haber resuelto su problema, Alfren siguió vigilando desde su montura. Y claro está, siguió disfrutando del camino.

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21/01/2009, 22:47
Bathalias de Emdelis

Bathalias observaba ocioso al resto del grupo mientras pensaba que no era nada normal la tranquilidad en la que el viaje estaba transcurriendo.

Observaba a Ailara, completamente feliz al verse de nuevo rodeada por la naturaleza; a Alfren, con cara de estar pensando en su suerte, sin saber si esta era buena o mala; a Antor, sagaz cómo ninguno, que era capaz de dormir con un ojo abierto y otro cerrado, y que estaba siempre alerta en todo momento; y observaba sobre todo a Moravius, el hechicero del grupo,  meditando a casi todas horas.

Vigilante con el exterior, Bathalias tampoco podía perder ojo de lo que ocurriera dentro del propio grupo, sobre todo de las reacciones de Ailara para con Moravius, pues era curioso observar la contradicción existente entre la druida y la magia. Y lo esencial para Bathalias era mantener la cohesión del grupo, pues de ella dependía el éxito de cada misión, y la propia supervivencia de cada uno.

Tras un rato en silencio, bathalias se decidió por fin a hablar.

En otras ocasiones, a estas alturas ya estariamos metidos en problemas, sin embargo aquí todo es demasiado tranquilo. No se el porque, pero esta calma no me ofrece ninguna garantía. Hay algo en el ambiente que me hace desconfiar...

Bathalias se dirigía ahora a Moravius.

El trato me parece bueno; es más, si el viaje es tan tranquilo cómo parece, sería el oro que más facilmente hemos ganado desde aquella vez que tuvimos que arbitrar una disputa entre dos ancianos prestamistas medianos. Pero... ¿en verdad crees que algún día nos quedaremos quietos en algún sitio?. Yo siempre he pensado que la naturaleza de los seres que pueblan el mundo es nómada.

En cientos de años no he echado raices, y no creo que nunca las llegue a echar. Siempre he pensado que mi destino es vagar y vagar sin rumbo hasta encontrar un noble final.

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21/01/2009, 22:47
Director

El camino comenzaba a subir una vez lejos de la ciudad, alcanzando la cresta de las colinas al poco. El bosque terminaba suavemente al pie de las mismas, dejando paso a extensiones de pasto y granjas alrededor de la ciudad. Del otro lado, el bosque se extendía por el valle y a lo lejos podía verse la bruma blanquecina que se elevaba del pantano.

Por el Camino Real, la ancha cinta de piedra que atravesaba el valle, avanzaba el grupo de soldados del Conde, bien armados y custodiando el carruaje con los cofres de cebo.

Y casi como si respondiesen a las palabras de Bathalias, aparecieron sus problemas. Pero est vez, eran problemas para otros: Entre los árboles de las laderas se movían, en silencio, varios grupos de hombres vestidos de verde y pardo. Hombres armados con arcos largos y espadas. Daban la espalda al camino de los Leñadores, atentos solo a la caravana que avanzaba por el Camino Real, tratando de mantenerse a la par y fuera de la vista de los hombres del Conde que, ignorantes de su presencia, se dirigían hacia un recodo donde las colinas boscosas flanqueaban el camino real.

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21/01/2009, 23:17
Merkus

El guerrerose alzó sobre el caballo, fijando su mirada en los hombres que se movían por el bosque. Sus primeras palabras desde que llegaron a la ciudad no podían ser más agoreras:

- Emboscada.

Miró a Bathalias, con un claro gesto en su rostro, ya conocido por todos: ¿Qué hacemos?

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21/01/2009, 23:33
Bathalias de Emdelis

Bathalias odiaba tener ese sexto sentido propio del guerrero curtido en mil lides. si antes lo hubiera pensado, antes hubiera aparecido el enemigo por el camino.

Cauteloso, pero rápido cómo el rayo, desenvainó la espada mientras indicaba con un gesto a los demás que hicieran lo propio. Y con un leve movimiento de cabeza, le indicó a Merkus, lo agradecido que le estaba, pues el sigilo y la dedicación del bárbaro habían sido los que evitaban una vez más que el grupo se viese en una situación más comprometida.

Tras estudiar la situación, Bathalias se da cuenta de que el transportar el cofre es un problema, pues enlentece al grupo, y su importancia es tal que no pueden dejarlo atrás.

Por otro lado, le preocupa en grado sumo el ver que enfrente tienen varios arqueros, pues eso hace peligroso el cargar contra ellos. De momento, estaban pendientes del camino principal en lugar de la Senda de los Leñadores, y esa era una ventaja que no se podía desperdiciar.

Vamos, buscad cobertura entre los árboles al lado del camino, eso hará que no seamos blanco fácil para ellos si se percatan de nuestra presencia. Y preparaos para la lucha. En cuanto estemos lo suficientemente cerca de ellos cómo para que los arqueros no supongan ninguna amenaza, saldremos nuevamente al sendero y cargaremos sin cuartel.

Seamos sigilosos para intentar que  nos vean o escuchen. Y no perdaís de vista el cofre.

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21/01/2009, 23:49
Ailara Sotobosque

El gesto de Ailara cambió radicalmente al oir la palabra de Merkus - Emboscada - Retumbó en su cabeza como un tambor, sabía que no sería facil pero no esperaba que empezaran los problemas tan pronto.

La joven druida desmontó rapidamente y buscó el mejor ángulo para poder contar rapidamente cuantos eran los atacantes, lo más oculta posible y transmitírselo a Bathalias.

En el fondo sabía lo que iba a pasar, el veterano elfo no pondría en peligro la misión y menos cuando era un hecho que el señuelo sería atacado. Aún así era frustrante, para Ailara todas las vidas eran importantes y poner en peligro cualquiera por oro era, en su opinión, repugnante.

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22/01/2009, 00:10
Merkus

Merkus descabalgó y soltó su gran espada de los correajes que la mantenían a su espalda. Se situó sobre una roca, al borde del camino, entre los arbustos.

- No llegaremos a tiempo. Les caerán encima allí... - Señalo el paso entre las dos colinas, hacia donde convergían ambas fuerzas. - Pero podemos quitarles unos cuantos de encima y darles una oportunidad.

Miró a sus compañeros, con su ojos marrones llenos de la intensidad que el asmita sentía cuando se aproximaba la batalla.

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22/01/2009, 00:24
Antor PielGris

 Antor estaba saún ecándose los labios con la manga para eliminar el rastro del último trago de vino, cuando escucho a Merkus dar la voz de alarma y las órdenes de Bathalias. Rápidamente su mano buscó la espada que colgaba de la funda de viaje a lado de las alforjas, sus hábiles y veteranos dedos abrieron las cinchas de su funda y la dejaron lista para ser desenvainada en una milésima de segundo. Luego espoleó a su caballo para llevarlo fuera del camino, entre los árboles, para ponerse a cubierto como había ordenado el elfo. 

Al pasar junto a Merkus, le dirigió una rápida sonrisa y le dijo en tono quedo para no ser descubiertos:

- Eh, mercenario

Antor siempre le llamaba así cariñosamente al bueno de Merkus

- ¿Va una moneda a que envío al otro barrio más capullos que tú?

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22/01/2009, 00:37
Merkus

Merkus asintió, con una media sonrisa de lobo.

- Adelante. Hoy muchas madres llorarán a sus hijos caídos...

Aferró con fuerza la empuñadura de su enorme espada. El acero era viejo y de mala calidad, pero afilada como el viento de las praderas una noche de invierno.

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22/01/2009, 02:16
Alfren Niubar

Alfren, que también se había percatado de la presencia de los hombres de los bosques, saco la espada de su funda, incluso antes de que Bathalias dijese que desenfundasen. Cuando oyó las órdenes del elfo, una idea le vino a la cabeza. ¿Tenía pensado el elfo dejar que atacasen al señuelo?. Era evidente que para eso era un señuelo, pero... ¿De verdad lo hacía con esa frialdad?. Solo había una manera de enterarse...

La joven se acercó con el  caballo al elfo, y casi entre dientes, le preguntó- Bathalias, ¿piensas dejar que ataquen al grupo de delante así por las buenas sin hacer nada para evitarlo? ¿Por qué?

Pero antes de que el elfo la respondiese, otra nueva idea tomo forma en su mente. ¿Y si esos tipos no son bandidos, solo son hombres de los bosques?. Realmente, era poco probable que fuesen hombres de los bosques, quizás sería mejor esperar a ver su reacción. Pero mucho se temía la muchacha que eso no pasaría, y que no irían a preguntar el día del mes. Y quizás, no pudiesen hacer nada por evitarlo...

Pero, antes de reaccionar, una conversación llego a sus oídos. Merkus y Antor estaban hablando alegremente sobre cuantos matarían cada uno. ¡Como podían hacer semejante acto de forma alegre!. La muerte es el último de los castigos que se le puede dar a alguien, y ellos, ¡incluso apostaban sobre las cantidades de cadaveres que formarían!. ¿Acaso eran realmente así, unos despiadados sanguinarios, o solo lo hacían por parecer más machos uno delante del otro?

Desde luego, y en ese momento, Alfren se sintió algo decepciona de sus compañeros. Pero, tras una triste mirada a todos ellos, algo la reconfortó. O al menos, en parte. Ailara, su amiga y compañera, tenía cara de asco. Seguramente, la idea de dejar morir a otros por oro, o hacer apuestas sobre las víctimas, tampoco la agradase mucho.

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22/01/2009, 13:20
Ailara Sotobosque

Ailara sabía que Bathalias nunca enviaría al grupo a la batalla, no solo no querría perjudicar la misión, conocía bien al viejo elfo y no pondría a sus amigos en peligro si no fuese imprescindible.

- Tengo una idea

La joven druida agarraró fuertemente su bastón dirigiendolo al grupo de atacantes y empezó a murmurar sus plegarias a la diosa naturaleza, la que nunca le había fallado. Buscó donde hubiese más hombres reunidos y utilizó su magia para que quedaran al descubierto cuando se acercara el señuelo. Mover unas cuantas ramas no era problema para ella.

- Si los ven tal vez tengan una oportunidad de salir con vida - Ailara sabía que el capitán y sus hombres eran guerreros y sabían a lo que se exponían con esta misión, pero debía tener al menos la oportunidad de luchar.

 

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23/01/2009, 00:28
Bathalias de Emdelis

Bathalias, paciente cómo siempre, pero dispuesto a entrar en combate antes de que el enemigo reaccionase si el grupo era descubierto, observaba el sortilegio de la joven Ailara.

si el hechizo resultase, salvariamos al capitán y sus hombres, y, además, nosotros pasaríamos despercibidos.

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23/01/2009, 00:39
Antor PielGris

 Antor observó a Ailara mover su bastón y murmurar sus mágicas palabras, y no pudo evitar un gesto de desaprobación mientras le decía sin levantar la voz para no delatar su posición:

- Ailara ¿qué haces?, si el señuelo descubre la emboscada tal vez no nos de sufiiente tiempo a pasar sin que nos descubran !! Recuerda que este maldito cofre no nos permite ir a la carrera !!

Después miró enérgicamente a Bathalias, esperando una decisión ...

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23/01/2009, 01:24
Director

Tirada de MAGIA, Dificultad 12.