Partida Rol por web

Cada pocos metros miraba hacia atrás, observando a sus compañeros y esperando que supieran lo que hacían les deseó suerte.

Bueno mi personaje seguía girándose hacia atrás, aunque todo es muy relativo, puede que los sucesos que narras sean a continuación de girar la vista hacia atrás o al cabo de unos metros. Por eso te pedía la dificultad, si estoy muy lejos pues será imposible que haga nada, seguramente nisiquiera me entere de lo sucedido.

Vamos que cuando me aclares un poco la situación -sorry, pero no me ubico del todo bien xD- pos ya postearé.

Podrías poner en tu post abierto a todos que el grupo ya había perdido de vista a Antor cuando este atacó, así ninguno de los demás nos colaremos viendo algo que no podemos ver ;)

Ya habían perdido de vista a sus compañeros hacía un trecho y Moravius permanecía en total silencio, cosa extremadamente rara en el.

Aunque su cuerpo iba montado en su caballo al lado de la mula del cofre, su mente estaba lejos de allí, con sus compañeros rezagados, en como debían irles las cosas.
Realmente le gustaría ya verlos aparecer por su retaguardia saludando y diciéndoles que todo iba bien.

El mago suspiró, nervioso, y siguió cavalgando deseando llegar cuanto antes al pantano.

Hemos posteado a la vez xD

Si, estoy totalmente de acuerdo contigo. Mi personaje ni ha visto nada ni mucho menos tiene ni idea de que los soldados están sobreaviso ;)

Sorry por los dolores de cabeza adicionales xD

Cuando Bathalias se quedo atrás Alfren vió su oportunidad así que situandose a la altura de Merkus espoleo a la pobre mula para forzarla a avanzar.

Venga, no os paréis, debemos avanzar cuanto podamos. ¡Y ABRIR BIEN LOS OJOS!

Alfren dudaba en la táctica que iba a emplear antor pero no por ello iba a dejar de hacer lo que tenía que hacer que en este caso consistía en avanzar sin más demora.

Espero que mis compañeros salgan de esta, hay muchos soldados rivales ahí abajo. ¡Maldición! Ya sabía yo que este trabajo no iba a ser nada fácil...

La emboscada de ese pequeño ejército la había dejado intranquila. Y más aún sabiendo que los dos pesos pesados del grupo se habían quedado atrás sin saber muy bién qué propósito. Decidió volver hasta la mula para mantener contacto visual con Alfren , Moravius y Merkus.

Al llegar a su altura, comprobó que su ánimo era parejo a los de sus compañeros.

-Por allí delante de momento todo está tranquilo. ¿Aún no nos han alcanzado?-

-Mierda. ¿Cómo pueden tardar tanto?-

Preocupada, Ailara se acercó a Alfren para comentarle una idea que acababa de pasarle rápidamente por su mente. Le dijo a la guerrera, con un tono imperativo con el que se sorprendió.

-Voy a enviar a Mazgul a buscar a esos dos, a ver si están bien.-

Con un ágil movimiento de mano bastó para que el lobo supiese que tenía que hacer.

Al ver como desaparecían aquellos soldados, Antor sonrió – continúa atacando a su jefe, yo voy a montarles un entretenimiento – dijo mientras bajaba del árbol con su destreza típica.

Al descender, cogió una cuerda y empezó a separarla en hebras para hacerla algo más 'indistinguible' y comenzó atarla entre dos árboles con maña.

Luego agarró un árbol joven pero fuerte y lo dobló, haciendo uso de otra cuerda, la puso en el suelo a modo de cepo.

- Solo espero que vengan hacia nosotros y no sean capaces de distinguir a nuestros amigos – dijo alegre mientras elaboraba sus trampas.

Una duda asaltó a Antor, si quizás no irían a avisar a un segundo grupo que estuviera aguardando cauteloso más hacia el pantano. Tras lo que volvió a encaramarse al árbol y ponerse presto a atacar de nuevo. Al fin y al cabo, seguro que con su distracción podrían facilitar las cosas a esos pobres soldados que de otro modo hubieran perecido bajo el potencial del ejército emboscado.

Alfren se mantiene muy seria y malhumorada cuando ve a Ailara abandonar su posición pero al escuchar lo que propone se encoge de hombros y le responde.

Preferiría que tanto tú como mazgul siguieseis delante nuestra para asegurar el camino pero si prefieres enviarle atrás para que ayude a nuestros compañeros por mi bien. No te lo voy a impedir pero adelantate de nuevo en cuanto puedas, tampoco hace falta que te alejes demasiado, para así asegurarnos al menos de seguir el camino correcto.

Alfren no pudo evitar echar un vistazo hacía su compañero Merkus para saber su opinión a la propuesta de ailara. Sin embargo ni siquiera se preocupo en girarse hacía moravius.

No tardarán mucho en subir, no vas a tener tiempo! -susurró como pudo Bathalias, para no llamar la atención de los caballeros. Parecía que a él no lo habían visto, aunque tal y como dispararon las flechas seguro que intuían un segundo atacante. Mientras encajaba otra flecha, dispuesto a acabar con el general enemigo, Bathalias no pudo evitar pensar que quizás no debieron preocuparse por los soldados del Duque. Pero lo hecho hecho estaba, así que esta vez se demoró unos instantes más en disparar la flecha y apuntó a la rendijas entre el peto y el casco del general.

La batalla parecía estar muy igualada en su inicio a pesar de la diferencia numérica entre ambos bandos, algo que sin duda decía mucho en favor de la destreza del capitán Neomén y sus hombres.

En la retaguardia de los asaltantes el comandante enemigo no paraba de dar órdenes y no dudaba en intervenir en aquellos puntos en los que notaba que sus líneas se podían debilitar. A pesar de ello se mantenía atento a nuevos posibles ataques procedentes de las alturas, y esquivó sin problemas la flecha de Bathalias le había disparado. Si le extrañó no ver a nadie que le hubiera disparado no dio muestras de ello puesto que continuó organizando el combate.

La suya era una táctica de desgaste del enemigo, y parecía que estaba empezando a dar resultado ya que los hombres de Neomén se estaban replegando poco a poco, viéndose obligados a dejar a merced del enemigo la mula con el señuelo. No faltaba mucho para que las líneas enemigas superasen la posición de la mula y el cofre falso cayese en manos de los asaltantes.

Segun se habian ido alejando de la trifulca que tenia lugar mas atras Merkus se habia ido relajando.
Ahora solo tenia mente para lo que tenia delante.
Sus compañeros parecian niñas con la muñeca de trapo sucia. Todo eran caras largas y preocupaciones.
Por los mil truenos, habian salido indemnes de situaciones mucho mas comprometidas. Y desde luego un puñado de mercenarios o soldados no ivan a suponer una gran diferencia para sus compañeros.

Sin embargo parecia que cada paso que daban les acercaba a la mente a sus compañeros.
En otro momento hubiera valorado positivamente lo unido que estaba el grupo, pero este no era ese momento.

Sera posible, demonios de azufre. Dejad ya de gimotear y comportaros como si fueran vuestras crias. Son buenos en su trabajo y estaran bien. Ya estamos jugandonos el trabajo por habernos involucrado con los guardias del conde.
La necedad enturbia vuestros ojos y oidos amigos.

Negaba fuertemente con la cabeza. No le gusta de sermonear ni de alzar la voz con aquellos con los que ha compartido penurias y a los que ha salvado o sido salvado de las fauces de la muerte. Pero aquello iva demasiado lejos.

Niña, ese lobo tuyo hace falta aqui. Tiene que estar para que si el camino se tuerce o las bestias nos atacan estemos avisados con tiempo. Esa es su funcion, al igual que tu, tiene que estar aqui para hacer que cumplamos la mision.

Sabia que la chica era tan impulsiba como el, por eso la admiraba, le recordaba a las mujeres de su tribu de alguna manera.
Pero estaban exponiendose a drede y a conciencia para no obtener nada. Eso no era lo que necesitaban ahora mismo.
No sabia como les iria a sus compañeros pero sabia que tarde o temprano estarian con ellos. Ahora solo les quedaba una ruta abierta, y era la que conducia a la casa de la bruja demonio.

Siguio presionando a la mula, azuzandola para que no se retrasara ni un segundo. No tenian tiempo que perder, y menos ahora.

Antor continuaba con su preparación y ocultó sus trampas aprovechando las sombras del lugar.

Así mismo, también intentó eliminar el rastro que sus compañeros 'huídos' habían dejado, para que no pudieran pensar que estaban llevando un segundo cofre hacia el pantano.

- Estos se van a caer con todo el equipo - pensó el veterano pícaro - ¿cómo va la batalla, Bathalias? - dijo sonriendo después del fácil y sin gracia juego de palabras que había empleado aprovechando el nombre de su amigo - tienes que eliminarlo, como sea.