Partida Rol por web

Merkus aún continuó esperando unos pocos minutos interminables más, tiempo suficiente para que Moravius hiciera gala de su pericia mágica, dejando al bárbaro perplejo por un instante ya que probablemente nunca llegaría a comprender los entresijos de lo arcano. Y por ello admiraba al mago, sin embargo si el poseedor de dicho talento era su enemigo la admiración se convertía en furia desatada. Así era Merkus, un tanto irracional para los cánones objetivos, pero lógico desde su punto de vista.

-¡Lo tomaré como un sí!- acabó por espetar ante la indecisión de Bathalias, sin poder contenerse por más tiempo tras contemplar el pequeño cuerpo de Aliara descendiendo por la pendiente antes que él; acompañada cómo siempre por su fiel animal, al cuál el guerrero siguió con el arma bien sujeta y en alto, conteniendo un grito de guerra para pasar más desapercibido durante su primer ataque por sorpresa.
Después probablemente ya no le importaría ser descubierto y suponer un claro estorbo para los bandidos atacados por ambos flancos. Además la guardia de Neomen ya se había reagrupado y probablemente pronto llevarían a cabo su propia contraofensiva.

Bien, ahora, en una lucha cuerpo a cuerpo, los soldados no deberían tener problemas para sobreponerse a sus adversarios. - pensó Moravius, complacido ante el efecto de su conjuro y como empezaba a variar la situación en el camino.

Satisfecho, pero ni mucho decidido a dar por concluido su trabajo, el mago observó como Aliara y su fiel amiga Mazgul se lanzaban a la carrera, seguidas a escasa distancia por Merkus. El bárbaro haría buen uso de su arma, y sin duda no necesitaría de mucha ayuda en el combate, pero la druida era otro cantar. Aún contaba con pocos años, y consecuentemente con poca experiencia, por lo que un leve atisbo de preocupación surcó el rostro del hechicero.

Bathalias, lo mejor será que tú y el resto os quedéis aquí, a cubierto. Yo me encargaré de que nuestros compañeros salgan bien parados de esta pelea. Esperadnos aquí. - afirmó, antes de agarrar su bastón, en ese momento a su pies, y salir a la carrera, descendiendo la ladera detrás de Merkus y Aliara.

Todo y el esfuerzo que suponía la carrera por la densa ladera, Moravius inició, nuevamente y nada más empezar el descenso, la concentración de poder, aunque en esta ocasión, permitió que este se almacenara en su bastón. De esta forma era más sencillo controlarlo, y mientras, él podría esquivar los árboles y arbustos que salían a su encuentro. Su mente trabajaba a toda prisa y sus músculos experimentaban la tensión del esfuerzo físico mientras descendía en la misma dirección que sus amigos, pero el mago no aceleraba para alcanzarlos, si no que aceptaba esos metros de distancia, pues a menos que fuera necesario, no tenía intención de entablar un combate cuerpo a cuerpo. Se mantendría por detrás, atento y preparado para auxiliar a sus amigos si así lo necesitaban.

 El descenso hasta el camino discurría por una ladera de pronunciada inclinación y ocupada en su totalidad por una gran cantidad de obstáculos naturales. Pese a que la distancia inicial que los separaba de los asaltantes era considerable, los cuatro compañeros realizaron el descenso en un tiempo récord. Mazgul y Merkus, los primeros en llegar a primera línea de combate, apenas dieron tiempo a que nadie reaccionara ante su presencia. La loba, imponente debido a su tamaño y fiereza, se avalanzó sobre uno de los arqueros desgarrándole la garganta. Tras sacudir durante unos instantes su enorme cabeza, el animal dejó el sanguinolento cadáver y gruñó a su siguiente adversario. Junto a ella, Merkus descargó su espada contra otro de los asaltantes. El bárbaro era un hombre de gran tamaño y fuerza que, unido a su destreza con las armas, lo convertía en un formidable adversario. El arco del arma describió un trazo descendente, ligeramente abierto hacia el hombro descubierto de su contrincante, e hizo impacto con un terrible crujir de huesos contra la articulación de uno de los ballesteros. El hombre apenas tuvo tiempo de girar ante el ímpetu del guerrero antes de sufrir el ataque y su cadáver pasó a engrosar la abultada lista de Merkus. Tras el grupo, Ailara y Moravius frenaron unos metros antes de llegar a primera línea de batalla. La mujer parecía completamente ausente y sus manos buscaron el tacto del tronco más cercano -Nazgh zubriems...- de sus labios nació un pequeño murmullo y las ramas que rodeaban a dos de los asaltantes reptaron hasta atraparlos en un inevitable abrazo. 

En el camino, los soldados comenzaron su lento avance, la llegada del grupo de aventureros les había dado el aliento necesario para tomar la iniciativa en el combate y Neomen, su líder, les alentaba a avanzar hasta una posición adecuada para la carga. Poco a poco parecía que los ladrones perdían la garra con que habían iniciado el combate y la balanza de la fortuna se inclinada hacia el Conde y sus aliados. Los gritos de alarma y sorpresa resonaron por todo el bosque.

Antes de que Bathalias pudiera decir nada tres de sus compañeros comenzaron a correr para ayudar a los hombres. De esa manera habían descubierto su presencia, y el elfo solo podía esperar que aquello no les trajera mas problemas.

Se maldijo por haber estado tan lento de reflejos ¿Te haces viejo? se pregunto a sí mismo. No le hacía ninguna gracia que sus compañeros lucharan mientras él se quedaba en la retaguardia, pero no podía permitir que otro grupo de asaltantes los atacara mientras fueran tan pocos en número.

-Alfren, Antor, rodeemos al caballo y apartémonos fuera de la vista. No sabemos si hay más de esos hombres cerca y no podemos permitirnos que nos ataquen ahora.

Alejó la carga del risco, pero siempre manteniendo visibilidad del combate.

Estas tiradas son para las iniciativas en combate de los dos hombres de armas que se aproximan por el flanco y para los tres ballesteros restantes.

Hombre de armas:

Ataque: +6

Defensa: +5

Agilidad: +4

Ballesteros:

Ataque: +5

Defensa: +4

Agilidad: +3

Moravius sonrió ante la fiereza y eficacia tanto de Mazgul como de Merkus, y a continuación, no pudo menos que asentir ante el eficaz conjuro realizado por Aliara. Al parecer, su primera impresión no había sido muy acertada, y por lo tanto el leve atisbo de temor a que le sucediera algo dio paso, ante lo visto, a una sensación de orgullo y confianza, pues Aliara acababa de demostrarle que no necesitaba de ninguna ayuda para defenderse en la actual situación.

Pero el combate no había acabado, así que el mago se centro en la búsqueda de nuevos objetivos, aunque al parecer ninguno de estos se hallaban a su vista, ya que entre la loba y el feroz bárbaro, unidos a la magia de Aliara, habían acabado con todos aquellos que podía divisar desde su posición. Algo más tranquilo, pero aún con su bastón alzado ante si defensivamente, el hechicero avanzó varios pasos, los justo para situarse paralelamente a Aliara.

Buen conjuro, Aliara, muy bueno. - le susurró, mientras su mirada escudriñaba a su alrededor, en busca de cualquier adversario...

-¡Hmph! ¡Esto es un buen reto!- exclamó el bárbaro al verse superado en número por contrincantes en varios flancos, aunque en realidad tampoco era del todo así puesto que sabía que contaba con el apoyo mágico de Ailara y de Moravius además de las fuertes fauces de Mazgul.

Así pues, y tras apenas una fracción de segundo, decidió que los ballesteros eran enemigos más aptos para sus amigos, pues Moravius ya había demostrado su pericia manejando las fuerzas del viento, así que sin más dilación recibió con una amplia sonrisa algo siniestra al primero de los atacantes de a pie. Seguramente su escudo pondría las cosas algo difíciles, pero después de todo ahí radicaba el honor de una batalla.

Merkus, haces 3 puntos de vida al hombre de armas y logras parar su ataque (por poco), fintar frente al segundo y esquivar un flechazo.Conclusión ni un daño para ti durante este asalto. Dejo la descripción en tu mano compañero. El impacto que has logrado es de caracter debil-medio para los puntos de vida que tienen.

Esquivas de Ailara para solucionar su acción. La tirada indica que esquiva el ballestazo. Hago tirada de magia para transformarla en un oso.La tirada iguala una dificultad de difícil por lo que considero que este turno se transforma sin poder atacar.