Partida Rol por web

El tipo al que tengo agarrado no contesta, lo cual sorprende por su capacidad de ignorar mientras te agarra alguien con una fuerza evidentemente sobrehumana, pero igualmente antes de que pueda preguntarle de nuevo por la dirección de la posada, el Maestro aparece por la calle y se pone a impartir órdenes, lo que hace que suelte al tipo para que siga corriendo como pollo sin cabeza para entonces dar un "salto" (volar el corto recorrido, más bien) hasta quedar a poco del Maestro, para entonces encontrarme con la regañina sobre la reunión:

- ¡P-p-pero...!¡El m-mensaje... diez minutos...! -trato incoherentemente de justificarme con que hacía menos de 10 minutos que había recibido el pergamino volador.

¿Acaso esperaba que me pudiese teleportar?

Cuando vi al muchacho llorando sobre el cuerpo tendido trague saliva. ¿Que demonios había ocurrido allí? No llegue a preguntarlo pues había temas mas importantes que tratar. Corrí hacia la mesa en la que se encontraba el cuerpo para ver si podía hacer algo, pero era evidente que la vida ya había abandonado su cuerpo.

Se supone que aquel lugar era seguro pero en lo que iba de día solo parecían estar ocurriendo cosas malas. Vi como Ykki empezaba a impartir ordenes y Sora llegaba de algún sitio. Había otro joven junto al muchacho que lloraba al cual Yki se dirigió con naturalidad como si lo conociera. ¿Quizá ese era el nuevo alumno que había hablado? Descarte la pregunta una vez mas, ya habría momento para preguntar.

Mire al muchacho sollozando y como su compañero tenia la mano apoyada en su hombro. Aunque no conociese al muerto aquella escena empezó a hacer que mis ojos se humedecieran, perder a un ser querido siempre era duro y para cualquier persona con empatía podía notar el dolor que expresaba el chico con sus lagrimas.

Estaba confusa, no sabia que hacer, intentar animar al chico seria tener poco tacto en la situación.

- Muy buenas, maestro Shio- digo con una sonrisa cansada, pero sincera. - Tienes toda la razón diciendo que no he sido puntual con nuestra reunión. Lo siento.- Al acabar con la frase, me dirigo hacia el maestro lentamente y le explico a grandes rasgos nuestra situación.

- He conocido a dos chicos mientras estaba dando vueltas por el sector. Este es Luca- digo señalando al muchacho que estaba sollozando a mi lado. - Han fallecido un desconocido y el amigo de Luca, Shael. Ha sido todo muy rápido... El desconocido ha venido a nuestra mesa, los dos han comido un poco, y en unos segundos los dos estaban muertos...-

Coloco mi mano sobre el mentón, pensativo. "Poco se puede hacer ahora", pienso mientras me giro para contemplar a Luca, el cual seguía completamente destrozado, llorando la muerte de su gran amigo. Que dura es la vida a veces.

Ya veo, así que esa es la situación...- Comento mirando a mi alrededor y observando el lugar donde se encuentran los cadáveres. La verdad es que la situación está bastante clara después de ver lo que le había ocurrido también a Balander... cómo alguien de su categoría ha caído en un veneno como este? Es realmente tan potente o tenía problemas con los venenos de los que no nos había hablado?.- _{Tienen los mismos síntomas que Balander y el mismo tipo de queso en la bandeja...}- Susurro pensativo mientras me acerco a alguno de los encargados del local.- Guarda absolutamente todo el queso que hayas servido y ni se te ocurra servir nada a nadie más.- Le espeto directamente para que no haya más muertos.- Y si sabes de alguien a quien le hayan vendido queso en el día de hoy, encárgate de que los localicen y que ni se les ocurran ingerirlo.- Acto seguido me dirijo a uno de los miembros de baja categoría que están bajo mis órdenes en este tipo de situaciones, utilizando mi rango para que estos me obedezcan.- Busca a algún experto en venenos para que venga cuanto antes.- Después me dirijo a otro grupo de estos.- Vosotros recorred la ciudad y pasad por las diferentes tabernas e informa de la situación. Que hagan exactamente lo que le dije al encargado hasta que llegue la guardia y confisque los alimentos y examine si realmente es peligroso o no... tendrá que haber una investigación al respecto y averiguar qué demonios es lo que acaba de ocurrir.

Las instrucciones para evitar más desastres ya están dadas... La guardia estará avisada, los hechiceros por si alguien enferma y tienen que curar a alguien y algún experto en venenos para saber a qué demonios nos enfrentamos, así que ya puedo dirigirme directamente a mis alumnos y al chico que se encuentra con ellos.- Bueno. Siento que nos encontremos en esta situación y lamento las pérdidas que hayáis tenido.- Con cierto tono sombrío.- La verdad es que os quería reunir a todos para tener una pequeña reunión y hacer ciertas... especificaciones, sobre nuestras relaciones como alumnos y maestro, aunque veo que me falta uno... Estáis listos para tener la conversación mientras esperamos por la guardia de la ciudad y haga su trabajo o preferís esperar a estar más tranquilos?

- Me parece la idea apropiada. Ahora estamos todos un poco nerviosos, así que salir fuera y liberar la tensión acumulada nos vendría bien- digo mientrsd empiezo a estirar mis piernas. Estaba un poco atrofiado de estar todo el día despierto, así que salir me vendría bien.

Antes de salir y reunirme con el maestro Shio, me acerco con delicadeza hacia Luca. En voz baja, como si una pluma se posase en el agua, le susurro, - Me voy un rato. Cuando estés preparado o si necesitas cualquier cosa, me dices lo que quieras. Por cualquier cosa, ya sabes donde estoy.-

Hay veces que decir lo necesario es lo correcto. Ni mucho ni poco, sino lo necesario.

Miro con cierta lástima al chico desolado por la muerte de su amigo, pero al mismo tiempo pensar eso me da un extraño escalofrío y sacudo la cabeza (lo que resalta el hecho de que mi pelo no se mueva de su sitio). Escuchando las palabras del Maestro, solamente respondo:

- Por mí bien. -sin más, para que comenzase a decir lo que considerase.

El mercado, o mas bien la zona de tiendas. Varios puestos con las mas variadas mercancias se alineaban a ambos lados de las calles, algunos eran modestos tenderetes y otros grandes edificios; unos vendian alimentos, otros armas, algunos incluso extraños objetos provenientes de lejanos paises; aunque todos tenian en comun una cosa: mucha gente curioseando los articulos.

Con dificultad, avanzas por las calles, esquivando tanto a los trabajadores como a los clientes, que la mayoria, de ambos grupos, transportaba mercancia. Por suerte, hay caminos secundarios para que los transportes circulen, porque si sumasemos vehiculos por estas calles, los accidentes sucederian por horas. Cada pocos metros puedes ver algun que otro guardia vigilando que no haya problemas, y aun asi ves algunos carteles que prevenian de los carteristas, pues con toda la gente que caminaba por la zona, que alguno despiste pertenecias ajenas es muy facil

Igual que en cualquier otro sector, la zona rural es una zona bastante grande. Puedes ver, hacia el sur, un frondoso bosque, hacia el norte, varios espacios para vehiculos y caravanas, lugar al que llegaste, y a tu alrededor, diversas posadas y tabernas, a esta hora del dia, con varios grupos de personas disfrutando de una buena comida.

Sospresivamente, en una calle, hay un par de locales cerrados con varios guardias haciendo patrulla, parece que ocurrio algo por la noche y se prohibe la entrada. 

-Señor-un hombre se acerca a Ykki, por las pintas, parece un aventurero de rango D o menor-He hablado con el cocinero y dice que el queso no parecia nada inusual, que habia comprado a su proveedor habitual-en su mano habia un voluminoso cuarto de rueda de queso. Segun tus calculos, pertenecia a una rueda de unos 60 cm de diametro y, si todas las raciones son iguales, deberia dar para cerca de 45 platitos con 4-5 pedazos cada uno, lo que significaba, en el peor de los casos mas de 200 victimas con solo esa porcion, con el queso entero, podrian llegar al millar... y eso si fuera solo una unica rueda-Deberiamos entregarlo a la guardia*?

Tras estar varias horas buscando el mercado consigo por fin encontrarlo, aunque resulta ser un lugar mucho más abarrotado de lo que me esperaba. Gente corriendo de un lado a otro, gritando y llevando más objetos de los que les cabe en las manos. “Menos mal que me he traído una mochila, que si no seguro que se me caían las cosas que tengo que comprar”.

Me quedo un momento pensando. - ¿Qué tenía que comprar? Bueno, da igual, seguro que cuando lo vea me acuerdo. – dije mientras intentaba abrirme paso entre tanta gente. A pesar de tener 2 metros de alto se me hacía difícil andar entre tal cumulo de personas, de hecho tenía más peligro pues la mercancía de las personas se movía de manera imprevista y en cualquier momento una escalera o alfombra que normalmente iría por encima de la cabeza venía directo a mi cara.

- Menos mal que el maestro Ykki no me hace entrenar aquí…

Después de unos cuantos empujones, aplastamientos y golpes conseguí llegar hasta una de las tiendas. - Hola. - dije mientras intentaba recuperar un poco el aliento. – Vengo a comprar provisiones para un viaje. Comida, cuerdas, telas y demás cosas que se necesiten para un viaje ¿Me puede decir si aquí las venden?

Luca seguía destrozado, pero entre todos los pedazos de Luca, algunos se habían parecido ordenar de algún modo extraño pero misteriosamente eficaz. Al fin y al cabo, todos los pedazos de Luca habían pasado por bastante en los últimos instantes, pero ningún pedazo del muchacho que se precie sería capaz de quedarse quieto demasiado tiempo, no en estas condiciones al menos.

Los engranajes mentales de Luca por fin comenzaron a funcionar de nuevo. No había motivo aparente para la muerte de su amigo, tampoco había forma de asegurarse de que una porción de queso fuera entregada a este cuando Shael ni siquiera lo había pedido, de modo que no era nada contra Shael. Era matanza gratuita, aleatoria. Estas son la clase de injusticias que conforman a un verdadero villano.

-Esperad un momento.-Dijo el muchacho, enjugándose las lágrimas.-Creo que puedo ayudar a esclarecer un poco todo esto... O al menos puedo intentarlo.

Tomó aire y dejó que fluyera, sus brazos, sus piernas, cada célula de su cuerpo bombeando el poder de su espíritu.

-Arun Ulter Teverum Tot.

Intentó canalizar su sabiduría, concentró todos sus pensamientos, todos sus recuerdos y les dió forma en un hechizo. Pero aquello no era suficiente, era algo puramente malvado, simplemente errático. Y mientras daba los últimos retoques al encantamiento tuvo una idea, o mas bien un intento de idea, pero era un intento con posibilidades, salvaje. Pues no tenía que limitarse simplemente a lo que el sabía. Todo aquel que escuche tiene acceso a una cantidad increíble de información, de posibilidades tanto inventadas como no inventadas y de ideas... Solo hacía falta prestarles atención... Y vaya si Luca les había prestado atención.

Historias, innumerables historias. Dragones, princesas, mazmorras, brujas, hadas... El conocimiento resumido de cientos de vidas, alteradas cientos de veces por la imaginación popular. Y es que ante este tipo de casos... Eso es lo que hacía falta. Imaginación, imaginación y un deseo.

-Esto es un consejero, es la mejor forma que se me ocurre de conseguir una pista, simplemente hacedle las preguntas que queráis y os responderá.-Lo cierto es que Luca estaba terriblemente inseguro, este hechizo no hace mas que concentrar los conocimientos del usuario y a decir verdad no sabía nada del caso... Pero podía saber algo que el no supiera... O eso esperaba.

Mientras hablaba, una pequeña esfera de energía se materializaba unos metros por encima de su mano, intentando tomar forma.

Mientras tanto, Luca lanzó su pregunta:

-¿Como podemos encontrar al responsable del envenenamiento?

Tenía otras tantas preguntas pensadas, pero primero había que esperar a una respuesta.

Me aparte levemente del muchacho cuando este empezó a recitar el conjuro aunque no estaba ocultando el hechizo que iba a lanzar, lo conocía, aunque no tenia claro si ayudaría en aquella situación. Mientras acababa de lanzarlo me gire hacia Ykki.- Creo… que no es el momento Ykki.- Dije mirando a mi maestro respondiendo al tema concerniente a la reunión. “Como mínimo por respeto a los muertos…”

 Me gire hacia el muchacho que empezaba a preguntar. La primera pregunta ya era incorrecta.- No asumas que es veneno…- le susurre mirando a su hechizo. Conocía como funcionaban aquellas cosas, si resultaba que no era veneno lo que había matado a su amigo estaría andando en círculos sin averiguar nada. En la magia cada palabra tenía su significado, agregar una idea como veneno a su pregunta podía variar la respuesta que tuviera.

Si bien era cierto que lo más probable era el veneno no podíamos descartar ninguna posibilidad. Me acerque a él y le puse una mano en el hombro.- Piensa fríamente, no empieces a lanzar conjuros por las emociones del momento.- Le dije de forma amable, conocía bien cuál era el sentimiento de ver morir a un amigo.- Cuéntanos con todo detalle lo que sepas de tu amigo y lo que habéis hecho desde que os encontraste.- Después de Balander quería ver si guardaban algún tipo de relación, por nimia que fuera. Si el que estaba matando aquella gente los mataba de forma aleatoria sin ningún motivo sería difícil dar con él.

“Tenía que haber algún motivo… A no ser que el motivo de aquellas muertas fuera causar el temor en la ciudad como…” Me quede blanca durante un momento. ¿Aquel ser que habíamos visto podría haberse infiltrado y envenenado  provisiones al azar para mostrar lo insegura que era la ciudad? Ojala no fuera asi.

El lugar era bastante bonito a la vista, aunque sin llegar a ser lujoso. Si me iba bien, seguramente podría pasarme por las tabernas a tomar algo, pero para eso necesitaba primero dinero.

Entre todos los locales, los que más llamaron mi atención fueron aquellos cerrados por guardias. Pensando en que tal vez no me dijesen nada si me acercaba, llegue a considerar contactar con Hitomi a ver si ella sabía algo, pero no quería molestarla; Quien sabe que cosas estuviese haciendo ahora...

Por lo cual no me quedo más que acercarme a los guardias con la intención de enterarme, y de ser posible, ayudarles.

-Veo que algo sucedió en estos locales... ¿Les importaría hablarme un poco sobre lo que paso? Tal vez podría ayudarles.- No ocultaba mis intenciones. Si se trataba de un ladrón, podría ponerme a buscarlo. No me esperaba que hubiese sucedido algo muy grande del mundo criminal.

La pequeña esfera de energia azulada "mira" primero a la persona que la creo y luego a Lihl, dudando a quien obedecer. Pese a no ser muy grande, y de carecer totalmente de cualquier metodo de combate, podria presumir de su sabiduria: aunque sus conocimientos esten limitados a los de la persona que lanzo el conjuro, siempre era capaz de responder de manera que su maestro quedase contento con la solucion propuesta, aunque tarde un poco en pensarla

-Mmmm...-la "voz" que emite la esfera sonaba antigua, como si perteneciera a una persona de mas de 70 años-Creo que, independientemente del metodo usado para llevar a cabo el asesinato, el mejor camino seria seguir la pista hasta el origen, comprobando si la sustancia mortal fue hecha con el producto basico o si se añadio despues. Una vez asegurado eso, solo se tendria que seguir la ruta de transportes e interrogar a todo aquel que pudo entrar en contacto con el arma homicida, en este caso, el queso

Perdiendo el breve impulso otorgado a quienes se encuentran en una situación difícil y se disponen a actuar precipitadamente, Luca se desinfló. Seguía resistiendo a derrumbarse pero... no derrumbarse puede ser bastante complicado a veces. En un tono bastante mas calmado al anterior el muchacho comenzó a responder la pregunta de aquella chica. 

-En realidad... No hay mucho que decir. He llegado hace unas horas a la ciudad, vi todo el incidente del meteorito y me encontré con Shael. Cuando las cosas se calmaron la gente se dispersó y vinimos hacia aquí después de que una niña chafara mi lubina... Estuvimos hablando por el camino sobre nuestras cosas, nos encontramos con el.-Dijo señalando a Kalirath.- Y estuvimos hablando los tres, entonces se acercó un señor bastante amigable con una bandeja, tanto el como Shael comieron y... Aquí estamos.

El tono de Luca sufría una extraña metamorfosis... (No, esa no es la palabra. La palabra adecuada sería algo que transmita a viva voz el concepto, y este concepto no se define como una metamorfosis o una transformación, no es un bicho, no ha fabricado ningun gusano que diera forma a un capullo para poder convertirse en cualquier aberración con exoesqueleto... Para hacerse una idea habría que imaginar a una aberración con exoesqueleto rasgando piel y entrañas para salir de un pobre gusano e irse corriendo, haciendo ruidos desagradables que uno solo espera oir cuando se cae al suelo una caja llena de cascabeles rotos y piezas del juego de la jenga... Una palabra que representase algo así sería algo como una... Metamorfometáfora enfadada... O algo del estilo.) . Y es que como si de una figura literaria se tratase, comenzó a alterarse de forma sutil, constante y sin embargo, notoria. Era como alguien corriendo cuesta abajo, parecía mantener el control pero cuanto mas corría para no caer mas complejo se hacía mantener el equilibrio, su voz dibujó pequeñas cabriolas amenazando con romperse, amenazando con caerse del vial estrecho que es el lenguaje. Corría como alguien que sabía que como parase de correr, no podría frenar sin que peligrase la cohesión de su anatomía.

-En realidad, yo tampoco le veo el sentido... Nos acababamos de encontrar, Shael es el hijo del dirigente de...-Miró a todos lados buscando la palabra, al no encontrarla se limitó a gesticular señalando y abarcando todo el gremio de combate.-¡Esto! No... No lo entiendo, esto simplemente no tendría que haber pasado así, el viaje ni siquiera había empezado y el no pudo hacer nada para evitarlo, yo no pude hacer nada para evitarlo y yo... yo... No se que hacer ahora... Tengo que hablar con su padre o buscar al asesino o a los asesinos, o a quien sea... Por Dios, si es que no estoy haciendo nada útil, esto ni siquiera es nada útil.- Luca se detuvo en su atropellado discurso unos instantes para mirar al consejero que había invocado hace unos instantes, la esfera no tenía nada que ver, pero en ese momento contemplarla le pareció increíblemente frustrante, la despachó con un "largo" y cortó el flujo de zeon, haciendo que la esfera desapareciese con una especie de chispazo y un ruido que sonaba como a un "schuff". Entonces volvió a retomar la tarea de atropellarse a si mismo mediante un monologo que no llevaba a ninguna parte.- Estas cosas no pasan así, lo normal es que las muertes sean limpias, heróicas y merecidas o al menos justas... ¡Pero es que el ni siquiera estaba enfermo, no había motivo alguno, ni siquiera orden o algo, ese queso lo podía haber comido cualquiera por dios!

Como alguien que acabase de recibir un latigazo, se dió cuenta de que estaba gritando. Estaba gritando a nadie en concreto junto al cadáver de su amigo.

Se quedó en blanco.

Confiscad el queso hasta que llegue la guardia por si acaso.- Respondo al chico que me había venido reportando sobre la situación que le había pedido para impedir que hubiese más muertos si el queso fuese realmente el responsable.- No creo que todo esté envenenado ni nada parecido, pero prefiero no arriesgarme a ello. Asegurad al cocinero que si el queso está en buenas condiciones, se le será devuelto lo más breve posible, o como mínimo se le devolverá el costo que haya tenido en este.

Por otra parte, chicos... Tranquilizaos.- Comento poniendo una mano sobre el hombro de Luca, que parece el más afectado por la situación.- Hemos presenciado una tragedia, pero tampoco podemos confirmar lo que ha ocurrido, ni tampoco es nuestro trabajo. La guardia de la ciudad deberá encargarse de esto.- Le digo con toda calma. Mis sentimientos están a flor de piel, ya que varios de los que se habían dispuesto a defender la ciudad cuando Yurei hizo el ataque a la ciudad habían caído. No los conocía demasiado bien, pero al menos podía asegurar que eran personas valientes si se atrevían a luchar contra quien fuese que lanzase meteoritos sobre una ciudad tan protegida como esta.- Si quieres, cuando lleguen pídeles permiso para trabajar con ellos aunque sea temporalmente, pero no te metas en la jurisdicción de otras personas.- Esto es algo que ya había hablado varias veces con varios de los miembros de las diferentes facciones de la ciudad. La guardia y el gremio de combate no tenemos precisamente una buena relación y odiamos que alguien intervenga en nuestro trabajo sin ningún tipo de sentido. Menos aún por tener la sangre caliente ante estas situaciones y sin tener ninguna pista que requiera una apresurada velocidad para resolverlo.- Esperemos a que esos lentos aparezcan de una maldita vez y decidan qué demonios quieren hacer al respecto. Probablemente descarten mis órdenes nada más lleguen, pero es lo máximo que podemos hacer en esta situación. Cuando nos den permiso para abandonar el lugar o tomen vuestros datos, tomaremos nuestra reunión o decidiremos si aplazarla hasta mañana.- Termino mientras me apoyo tranquilamente contra una de las paredes, esperando a que llegue alguien que se haga responsable de la situación, sin perder de vista todo lo que ocurra y quien pueda parecer sospecho, escaneando la zona en condiciones de forma activa.

Era evidente de que la situación no iba a mejorar después de lo ocurrido. Cadáveres, contaminación de alimentos, misterios sin resolver... Si a eso le sumas el dato de que un meteorito había caido del cielo sin aviso alguno, se podía decir de que Kalirath había pasado un día largo y extraño. No obstante, eso es lo que le da sentido a la vida. El enigma del mañana no puede saberse con las acciones del presente. Éstas pueden alterar los acontecimientos, pero no marcan el sí definitivo de las cosas. Y aunque ahora me sintiese inútil, eso no significa que ahora no puediese aportar mi granito de arena para saber con quién iba a trabajar durante un tiempo, alterando así las posibilidades de un fututo, el cual se iba acercando más y más cada día.

- Me parece la idea más sensata, maestro Shio. No podemos ni debemos trabajar en este caso con la información presente, sino que tenemos que centrarnos en nuestros asuntos pendientes.- Tras esto, me respaldo tranquilamente en una pared próxima, intentando encontrar la posición más cómoda para mí.

Suponiendo lo más obvio, dentro de poco conocería a gente muy peculiar.

La manera trascendental que estaban teniendo todos no me pareció la mas correcta. Después del ataque de un meteorito, la infiltración de una criatura a la que había tenido que enfrentar MM, la encarcelación de la que parecía una maestra sin poder explicarse, la muerte de otro maestro por alimentos envenenados y por ultimo la muerte de dos personas mas con el mismo origen que la del maestro mi mente no daba para mas.-Ykki yo… estoy cansada.- Formule mirando a mi maestro.- ¿Crees posible retrasar la reunión a mañana?

Mi mente estaba a otras cosas, fuera lo que fuera lo que nos quisiera contar Ykki seguramente no podría prestarle atención con todas aquellas cosas en la cabeza. Ahora mismo quería enterrar la cabeza en mi cama y olvidarme de todo lo sucedido aquel día. Demasiadas emociones fuertes para lo que pensaba seria un regreso tranquilo después de la misión que habíamos hecho.

Dicho esto me gire hacia el muchacho que había perdido a su amigo, dude durante unos momentos antes de hablar.- Yo… realmente siento tu perdida. La ciudad es mas segura de lo que te haya parecido hoy.- O al menos eso quería pensar.- Espero que la guardia lo arregle pronto.

-Has dicho que eres nuevo en la ciudad, ¿Verdad?.- Pregunte al muchacho algo dubitativa.- Si no tienes ningún lugar donde quedarte a dormir puedes venir a mi casa, esta en el sector sur.- Mientras lo comentaba saque un pedacito de papel y una pluma se creó en mi mano. Tendí el papelillo con la dirección escrita al muchacho.- Quizá la guardia te lie hasta tarde y buscar habitación ya entrada la noche puede ser algo engorroso para alguien nuevo en la ciudad.

Sin nada mas que decir espere un momento la confirmación de Ykki para marcharme a mi casa. Estaba cansada.

El mundo parecía mas frío que de costumbre. Era casi irreal... Su amigo de la infancia había desaparecido en cuestión de segundos y el no había podido hacer nada por evitarlo, su aventura se había detenido antes de incluso comenzar.

Promesas rotas en un sitio roto, en un mundo roto. Todos iban y venían hablando sobre que hacer y llamar a los guardias. Había un hombre pelirrojo diciendo cosas pero la verdad es que tampoco se estaba fijando mucho en lo que decía. Los únicos rostros conocidos de Luca eran el de Kalirath a quien había conocido hace minutos, el otro... Simplemente ya no era. Sin embargo, una voz consiguió captar su atención.

-Yo… realmente siento tu perdida. La ciudad es mas segura de lo que te haya parecido hoy.  Espero que la guardia lo arregle pronto.

"Sí, la guardia"-Pensó Luca... Siempre era cuestión de otros. En la aldea, la gente llamaba a la vieja Morg cuando se rompe algo, en la aldea, la gente llamaba al gordo de Pit cuando había un robo o moría alguien, en la aldea, la gente llamaba incluso a su abuelo cuando pasaba lo que fuese... Y aquí parecía mas de lo mismo. Fuera la aldea o fuera otro lugar, la gente siempre llamaba a otra persona cuando hacía falta... ¿Acaso Luca no podía hacer nada por si mismo?

Respiró, exhaló.

-Has dicho que eres nuevo en la ciudad, ¿Verdad?.Si no tienes ningún lugar donde quedarte a dormir puedes venir a mi casa, esta en el sector sur.-La chica tendió un papel hacia Luca.-Quizá la guardia te líe hasta tarde y buscar habitación ya entrada la noche puede ser algo engorroso para alguien nuevo en la ciudad.

Esa chica no le conocía de nada. En absoluto. Luca podría haber un loco asesino, un psicópata que la apuñalara mientras duerme. Sin embargo la chica le había visto en una situación difícil, en un momento bajo, y le había tendido una mano amiga. Por un momento, Luca sintió una de las grandes verdades del mundo.

El nuestro, es un lugar despiadado, es cierto. Increíblemente frío, duro y sanguinario. Un lugar en el cual te podrías desangrar frente a alguien que te contempla impasible. Un lugar, en el que todo puede acabar en un instante.

Pero también, es variado.

Todo se basa en una armonía de contrastes. Siempre habrá frío, es cierto y nunca verás que el mundo te haga un favor, puede que ni siquiera sea justo, pero de vez en cuando, existe ese impulso. El que te hace ir a socorrer a la damisela en apuros, el que te hace darle unas monedas a un vagabundo, el impulso, que hace a alguien sacrificar su propia vida, para proteger la de otro.

Es posible que la chica simplemente se sintiera culpable de algún modo extraño, o que tuviera una segunda intención. Quien sabe, también es posible que no. Sin embargo, el simple gesto de un extraño decidiera ayudarle, hizo a Luca centrarse de nuevo.

Mirar lo que quedaba de Shael no iba a ayudar, eso estaba claro. Se enjugó las lágrimas y aceptó el papel. Entonces se levantó e intentó formar una sonrisa. No era su mejor sonrisa, está claro. Pero al menos era algo, y ya le habían visto llorar suficiente.

-Muchas gracias, la verdad es que estás en lo cierto. No tengo ningún lugar en el que quedarme.-Entonces recordó la última frase de la chica y su expresión adquirió un súbito matiz melancólico.Miró el papelito un momento.- Supongo que nos veremos en un par de horas pues...-Su mirada vagó de nuevo. Y se cruzó por última vez con el cuerpo de Shael. Y recordó de nuevo a la guardia. Habló mas para si que para cualquier otra persona, su voz no era mas que una fuga de sus pensamientos, pero aun así se escuchó claramente.- Antes que nada... Tengo que hablar con su padre.

Se despidió con un gesto de aquellos desconocidos y de la chica. Hizo un rodeo, evitando mirar directamente el cuerpo, los cuerpos. Y se adentró en el gremio de combate. Al fin y al cabo, tenía que hablar con Atila.

Por unos instantes, parece que Sora piensa en ir a decirle algo a Luca, el chico que tanto ha sufrido esa noche al parecer. Un gesto amistoso para alguien que lo necesitaba, tal como Lihl había hecho segundos antes, pero... No lo hizo. Hay algo, la sombra de un recuerdo, que cruza ante sus ojos cuando siquiera se le pasa la idea de hacer algo que lo puede llevar a tener cercanía con otra persona, que finalmente hace que rechace la idea. Quizás es raro, pero un ambiente tan cargado de buenas intenciones, aún tras una tragedia, aún si no es alguien malvado, parece resultar opresivo para el chico, que finalmente retrocede de un "salto" que no es tal, sino que retrocede volando hasta uno de los tejados cercanos, quedando como sentado en el borde pero desviando la mirada del grupo.

Una vez hecho esto, decido esperar a que tomen una decisión sobre si esperar al día siguiente o hablar ahora, aunque honestamente prefiero que se demore. Necesito estar solo.