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Última Frontera

Diario de Shauri Ravmanujan

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14/04/2013, 17:45
Shauri Ravmanujan, "Raf"

Un par de cosas.

¿Desde el interior de la Soyuz tengo visión hacia donde está el bicho intentando entrar en la ISS? Para controlar qué está haciendo en estos momentos.

¿Desde la brecha de la Zvezda hasta donde está el bicho hay mucho trozo? ¿Lo suficiente como para que haya posibilidades de salir, desanclar la cápsula y volver pa'dentro sin que el bicho se entere? ¿O apenas hay unos pocos metros?

Es que a Raf se le está pasando por la cabeza salir él mismo a desanclar la Soyuz ;)

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15/04/2013, 14:31
Director

Desde dentro de la Soyuz no puedes verlo, el ventanuco es realmente pequeño y no está enfocado hacia allí.

En cuanto a la distancia con el bicho, desde la brecha de la Zvezda hacia donde está él (si sigue junto al airlock), hay unos 20m. Si tienes suerte y sales mientras el animalillo está a otras cosas, es probable que no te vea. Necesitaría que hicieras una tirada de suerte. Por otro lado, necesitaría una tirada de mecánica para que puedas desacoplar la Soyuz rápidamente.

Un fallo en la primera tirada supondría que has tenido mala suerte y el bicho te ve. Un fallo en la segunda supondría que tardas demasiado tiempo en poder desacoplar la Soyuz, aumentando las posibilidades de que te vea.

Si se te ocurre algún ingenio para facilitarte la labor de desacople, te puedo facilitar la tirada de mecánica. Por otro lado, si pasara algo que atraiga la atención del bicho hacia otro lado, te ahorrarías mucha angustia...

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07/05/2013, 21:44
Shauri Ravmanujan, "Raf"

A ver, que como yo no tengo experiencia en esto de Cthulhu, no sé hasta qué punto influye en este juego la pérdida de puntos de cordura en la forma de actuar del personaje.

Quiero decir que si, por ejemplo Raf, a pesar de estar abducido por la idea de que lo principal es sacar el cubo de allí aunque tenga que abandonar a sus compañeros, puede tener un momento de "lucidez" y decidir ayudarlos.

Estaba pensando concretamente en que el indio tome el control manual de la Soyuz y embista con ella a la bicha, intentando acabar con ella. Sí, yo también lo veo un poco peliculero, pero bueno XD

¿Cómo lo ves? ¿Sería aceptable? ¿Iría en contra de la situación de shock en la que está por la pérdida de cordura?

 

Es que, por una parte, me jode que deje a los otros tirados y que se las pire sin intentar hacer nada ;)

Notas de juego

He dejado el post de la escena principal sin acabar, a la espera de lo que me digas.

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07/05/2013, 21:56
Director

En principio, la pérdida de cordura (siempre que no sea muy grave) no supone nada interpretativo. Simplemente hará que cada vez te sea más difícil sucumbir a la locura (cada vez tienes menos cordura y es más difícil pasar las tiradas).

En tu caso, sin embargo, has sufrido una locura temporal. Esto supone que tu cabeza no funciona como debería durante un tiempo por el shock que has sufrido al enfrentarte a la terrible visión. Al sufrir alucinaciones, eso no supone que tu comportamiento tenga que cambiar, aunque de vez en cuando Raf verá cosas inexistentes.

Por tanto y resumiendo, mantienes el control total sobre tus acciones y tu cuerpo, aunque de vez en cuando verás algo que no existe.

En otro orden de cosas, la Soyuz no es un vehículo que tenga un manejo muy versátil. Está más bien pensada para movimientos ligeros que la permiten adquirir la órbita adecuada y caer a la tierra. Los propulsores no son fuertes, y no permiten cambios de rumbo bruscos. Puedes coger velocidades muy altas (la ISS va a 27000 Km/h) pero con cierto tiempo y solo porque está en el vacío del espacio. Podrías intentar algo, pero considera lo que puedes conseguir y las consecuencias (sobre todo para tu salud).

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07/05/2013, 22:23
Shauri Ravmanujan, "Raf"

Entendido. ;)

Listo el post principal, ya me dirás si arranca la Soyuz o no. :)

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11/05/2013, 00:22
Director

Por cierto, modifico tu ficha. Tu habilidad de mecánica ha subido en 6 después del apaño que le has hecho a la Soyuz. Y también te he quitado los 6 puntos de cordura.

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28/08/2013, 18:31
Shauri Ravmanujan, "Raf"

RECORTES DE UNA HISTORIA

- Soy la Doctora Helen Raynor, astrofísica. Os hablo a través del canal que teníais abierto con la NASA. Mi ubicación prefiero dejarla en secreto, pero no por vosotros sino por cualquier otro que pudiera estar escuchando. No pertenezco a ninguna agencia espacial, Teniente Ford "Junior", sino a la Universidad. Al igual que tú, también soy militar de las fuerzas aéreas, y mi rango es de comandante. En cuanto al cubo... Todavía no sabía nada de un cubo, supongo que será el segundo vídeo que habéis enviado a la NASA ahora. Yo solo os iba a hablar de vuestras transmisiones "cósmicas".

- Buscando en los archivos de la biblioteca de Norwich encontráis el registro de su tesis doctoral. El nombre de la misma es "Estudio de las radiaciones estelares oscilatorias de baja frecuencia", aunque el documento no es accesible de forma digital, solo se puede leer en la biblioteca de la universidad.

Seguís tratando de encontrar más información sobre la mujer. Por lo que encontráis por internet, la Teniente Raynor fue nombrada Capitán en la guerra de Irak en 2005. En 2006 volvió a la universidad como investigadora, y fue nombrada Comandante en el año 2009, aunque no figuran los méritos que le llevaron a obtener dicho rango.

- En 1972 la NASA Envió la Sonda Pioneer X al espacio, con un mensaje escrito en una placa. Dicho mensaje, dibujado por el astrónomo Carl Sagan, mostraba a un posible receptor en el espacio exterior la existencia de vida en la Tierra, el Sistema solar y nuestro aspecto.

El tamaño del universo, la cantidad de planetas existentes... Pensar que el ser humano es el único ser vivo inteligente en todo el espacio es de egocentrismo. Pero no hay evidencias hasta el momento de vida extraterrestre. ¿O sí?

A continuación, el texto desaparece de la pantalla y os bombardea con recortes de periódicos, gráficas y datos de archivos de agencias espaciales de datos captados por radiotelescopios. Ondas que no han podido ser clasificadas como estrellas, planetas o cuerpos celestes. Ondas que se han atribuido una y otra vez a posibles explosiones solares, radiación cósmica o radiación de elementos todavía desconocidos. Después la pantalla se vuelve a quedar en negro, y aparece más texto.

¿Tan ilógico resulta pensar que esa radiación no clasificada se trata de un posible intento de comunicación?

Después se vuelve a quedar la pantalla en negro. ¿Esto es todo? ¿Eso es lo que Raynor ha descubierto? Os miráis entre vosotros, pensando que todo esto es una maldita broma, cuando por los altavoces suena la emisión que los sensores de Raf captaron y enviasteis a la NASA. Entonces la pantalla muestra la gráfica de Raf.

Mediante una animación, en la gráfica se remarcan ciertos picos de mayor intensidad que vosotros también habíais tenido en cuenta para vuestros análisis. Después suena a través de los altavoces otro sonido, similar al que podría hacer un lagarto de gran tamaño tratando de pronunciar palabras humanas. En la pantalla se muestra la gráfica del sonido que estáis oyendo, y al igual que con la recepción de Raf, se marcan los picos de mayor intensidad. Cuando el ordenador muestra una gráfica junto a la otra, ninguno pasa por alto lo parecidas que son.

El segundo sonido ha sido realizado con un software de sintetización de sonidos, tomando los picos de los análisis de Raf. Es difícil negar que eso es un mensaje. Pero no todo termina aquí. En 1928, el explorador Umberto Nobile encabezó una expedición para surcar el Polo Norte en dirigible. Era la segunda vez que lo hacía. Algo salió mal durante el viaje y el contacto con el hombre se perdió. Poco después, el famoso explorador Roald Amundsen salió en su búsqueda. Entre ambos había enemistad, surgida tras un primer viaje que ambos realizaron años antes al Polo Norte en dirigible. Sin embargo, Amundsen trató de encontrar a Nobile, y también murió en el intento. El explorador se puso en contacto con la base noruega poco antes de desaparecer para siempre. Los dos hombres que hablaron con él han muerto hace mucho. Pero ambos tuvieron un pasado común. Tras la muerte de Amundsen se volvieron huraños y paranoicos. Los psicólogos lo achacaron al shock por la muerte de su compañero. Ambos pasaron los últimos años de su vida en un hospital psiquiátrico, hasta que ambos se quitaron la vida.

Nadie más supo cuáles fueron las últimas palabras de Amundsen. Hasta hace muy poco. En una pequeña casa al norte de Noruega se halló el 15 de julio el cuerpo ahorcado de un anciano de casi 100 años. En la casa del hombre había un antiguo sistema de reproducción de cintas que databa de mitad del siglo 20. En su interior había una vieja cinta, gastada y en muy mal estado. Sobre el aparato de radio estaba la caja de la cinta, en la que se podía leer: "Ny-Ålesund, 19 de Julio de 1928". La base desde la que despegó el avión de Amundsen y el día en el que se cree que murió. De la grabación solo quedaba en buen estado un pequeño fragmento, que en nada ayudó a las autoridades y que deshecharon al no comprenderlo. A continuación escucharéis lo que las autoridades noruegas pudieron escuchar en la cinta...

Los altavoces reproducen un sonido, distorsionado y con muy mala calidad. Sin embargo, todos juraríais que es exactamente el mismo sonido con voz lacértida que habéis escuchado antes. Cuando termina de reproducir la grabación, vuelve a mostrar una pantalla en negro con texto.

Sacad vuestras propias conclusiones antes de seguir. Si todo lo que aquí os he mostrado os parece una soberana estupidez, olvidadlo, cerrar este programa y seguid con vuestro trabajo en la ISS. Si creéis que no son datos aleatorios y significan algo más, pulsad el botón para continuar.

- Me alegro de que os hayáis decidido a continuar, aunque por el tiempo que habéis tardado en hacerlo probablemente os estaréis cuestionando el posible interés de lo que os estoy contando. Ahora que lo habéis mostrado procederé a informaros de por qué todo esto es tan importante y no son simples historias con las que asustar a los compañeros alrededor de una fogata una noche de campamento.

La breve introducción anterior servía para mostraros que esto viene desde hace ya muchos años, y que vuestros descubrimientos no forman sino una pequeña parte de algo mucho mayor, que se ha ido forjando con los años.

Casi cincuenta años después de la misteriosa muerte de Amundsen y Nobile (¿1978?), un pequeño grupo de científicos de Finlandia, que estudiaba el ecosistema polar, descubrió una pequeña aldea Inuit. Sin embargo, el lugar estaba completamente abandonado. Puesto que los hogares de los pueblos esquimales se deterioran muy rápido y este estaba en perfecto estado, evidentemente debían andar cerca. Y no se equivocaron. A menos de un kilómetro, el grupo entero de habitantes yacía sobre un dantesco escenario de sangre y cuerpos descuartizados. La desagradable escena fue descrita como una matanza producida por, probablemente, un grupo de osos polares u otro depredador ártico. Puesto que era un pequeño pueblo de gente desconocida hasta entonces, no se le dio más importancia.

En el año 1983 se estableció una base del servicio de inteligencia soviético en el Polo, cuya función solo era conocida por el propio servicio de inteligencia. Sin embargo, la base quedó cerrada dos años más tarde, e igualmente, el motivo quedó bajo secreto de sumario. Sin embargo, las agencias de espionaje estadounidenses no tardaron en rastrear la zona, y encontraron restos de sangre en un lugar cercano al que supuso la muerte de todo el pueblo de esquimales diez años antes. Los soviéticos trataron de borrar todo rastro de la zona, pero al trabajo conjunto del FBI y la CIA no se le escaparon ciertos detalles esclarecedores.

Evidentemente, este fragmento del texto no tiene ninguna referencia a recortes de periódicos, datos sobre noticias ni nada por el estilo.

Los espías americanos encontraron bajo el hielo los restos de lo que parecía un meteorito, de color rojizo. La piedra había sido tallada con misteriosos símbolos de un lenguaje del que no se tenía registro histórico alguno. Los hombres trataron de contactar con el servicio de inteligencia estadounidense para transmitir la información, pero todos los sistemas de radio dejaron de funcionar el día del hallazgo. ¿No os recuerda a algo?

Ese mismo día, los hombres que fueron a investigar fueron terriblemente asesinados. Todos menos uno. Ese hombre era mi padre.

El informe oficial redactado por la CIA indica que las comunicaciones del grupo de espionaje fueron saboteadas por los soviéticos, que luego dieron caza a los espías y los masacraron. La versión de mi padre difería mucho de ese informe. Desgraciadamente, tras lo que allí vio perdió completamente la cabeza, y nunca se dio crédito a sus palabras. Poco antes de su muerte, parecía recuperar rápidamente la cordura. Un día solicitó hablar conmigo en privado. Dijo que tenía algo importante que decirme. Fui al hospital psiquiátrico en el que estaba ingresado, y me dio la dirección de un piso. Dijo que alguien debía saber la verdad. Me indicó que buscara un pequeño cuaderno en el cajón de una mesita.

Cuando llegué allí, encontré el cuaderno donde me había indicado, y lo leí con avidez en ese mismo sitio. En su momento no di credibilidad a lo que allí leí. Espero que ahora, al contrario que yo en su día, vosotros lo hagáis. Mucho depende de ello.

El programa muestra algunas fotos de recortes sobre el espía Adam Raynor, que certifican su pertenencia a la CIA, su entrada en el hospital donde fue tratado de su demencia y su muerte. El hombre se suicidó días después de indicar a su hija la ubicación del diario. Una foto muestra la habitación donde se le encontró muerto. Una de las fotos de los detalles de la escena muestra una nota que dice "Lo siento".

Estoy segura de que esa nota era para mi. Por revelarme lo que vio. Porque saberlo es una carga casi insoportable. Pero tenía razón. Era necesario que alguien supiera la verdad. Cada vez lo veo más claro, al igual que creo más en sus palabras.

El cuaderno tenía anotaciones de los descubrimientos que los espías hicieron. El fragmento rocoso les fascinó, aunque lo que les trajo de cabeza fue el problema de las comunicaciones. A pesar de que la radio parecía no funcionar, emitía un sonido que no podía ser ruido ni interferencias. La descripción de mi padre era la siguiente:

"Se produce en primer lugar un ruido muy fuerte e intenso, que se va atenuando hasta hacerse casi imperceptible, y súbitamente se vuelve a incrementar para luego desaparecer. Esta señal se repite una y otra vez. En ocasiones parece detenerse, pero a los pocos minutos vuelve. Quizá alguien esté tratando de interferir nuestros sistemas de comunicación. Hemos decidido cortar la señal como medida de precaución".

Cuando leí la descripción de Raf e interpreté sus datos, no pude evitar conectar una señal con la otra. Desgraciadamente, no hay registros grabados de la señal que recibieron los hombres de la CIA y el FBI. Pero el diario no tenía solo esa información. Mi padre escribió todo lo que allí vio. Escribió la muerte de sus compañeros.

"La extraña señal de radio ya no estaba cuando reactivamos nuestras comunicaciones. Durante horas no pudimos establecer contacto con los servicios de espionaje. Entonces escuchamos un atronador sonido. En el cielo del horizonte vimos algo similar a una llamarada y después se alzó una enorme nube de hielo y nieve. Las comunicaciones extrañas comenzaron entonces otra vez. Mientras algunos tratábamos de contactar con la CIA, dos hombres fueron a investigar lo que había producido esa explosión. Nunca volvieron. Nos preocupamos por su tardanza y todos fuimos hacia allá. Cuando llegamos allí, solo había sangre y restos de nuestros compañeros, todo rodeado por una nube de nieve. Entonces, entre la nieve apareció algo. Y digo algo porque aquello no era una persona, ni un animal. Pero se movía. Avanzó hasta nosotros y atacó. Uno de los nuestros fue completamente devorado por aquello. Los demás disparamos, pero no sirvió de nada. Entonces tratamos de huir. Yo... nunca supe qué les pasó a mis compañeros. Solo pude correr. Huir lo más lejos posible. Y dos días más tarde, cuando casi había muerto de inanición, me rescataron unos hombres de la CIA. Les conté todo y no me creyeron. Insistí, y me ignoraron. Yo... Debo escribirlo, alguien algún día debe saberlo. Esa cosa todavía me trastorna por las noches. Sé que estoy perdiendo la cabeza. Cada día razono menos. Por ello debo escribirlo. Alguien debe saberlo algún día. Alguien que pueda creer mis palabras."

A pesar de ser las palabras de mi padre, no las tomé en serio. Pero debía darles algo de credibilidad, así que cuando reuní el dinero suficiente viajé al Polo, hacia la zona donde él enloqueció. Evidentemente no quedaba ningún resto de los hombres ni ninguna pista, pero sí había algo. Mi radio dejó de funcionar un día. El sonido que emitía se parecía muchísimo al que mi padre describió. Y lo grabé.

A continuación la pantalla se torna negra y los altavoces de la estación vuelven a sonar. El sonido, juraríais, es el mismo que escuchasteis a través de los altavoces de la ISS hace unas horas, cuando Raf estaba tomando sus medidas y Sarah activó el sistema de comunicación. Un sonido que, representado en una gráfica de frecuencia de sonido tiene los mismos picos que las gráficas del científico indio.

Tras reproducir el sonido y mostrar su gráfica comparada con la de las mediciones de Raf, más texto aparece en la pantalla.

Tras grabar el sonido, comencé a creer en las palabras de mi padre. Y empecé a temer todo lo que oía. Quizá aquella "cosa" era real. Hasta el sonido del viento me resultaba aterrador. Comencé a volver hacia mi avión, y entonces me encontré con algo. Congelado, a casi medio metro bajo el hielo, había algo. Lo desenterré a toda prisa, y descubrí una tablilla. El material era extraño, y estaba cubierta de símbolos desconocidos para mi. La llevé conmigo para investigarla.

Tardé poco en descubrir que esa tablilla era la que producía los problemas en las comunicaciones. Parecía que emitía algún tipo de energía, que interfería con la radio de algún modo. Y ahora he descubierto que también puede ser detectada por los sensores de rayos cósmicos. Porque esa energía es la misma que vosotros habéis captado proveniente del espacio profundo. Estoy segura de ello. Es la misma señal.

Estudié los signos de la tablilla y los relacioné con la señal. Cual fue mi estupor, cuando descubrí que los símbolos seguían un patrón. Un patrón que, bien analizado, encajaba con la señal. Siguiendo una línea "temporal", los primeros símbolos se repetían con los picos más altos de señal, y cuando la señal se hacía tenue siempre aparecía en el patrón el mismo símbolo. Me llevó mucho tratar de convertir los símbolos en "sonido", pero una vez logrado, era irrefutable. Vedlo vosotros mismos.

En la pantalla aparece la foto de la tablilla que la mujer encontró. Los símbolos de su superficie siguen la misma conformación de líneas, triángulos y círculos que los de vuestro fragmento de "meteorito". Y empieza a sonar la señal de radio que la comandante Raynor grabó. Más o menos cada segundo se remarca uno de los símbolos de la tablilla, en orden, desde el primero hasta el último. Tal como la mujer ha dicho, cuando la señal es más potente siempre se encuentra en la serie de símbolos el mismo pictograma. Y lo mismo cuando la señal es muy tenue. Es como si el ordenador estuviese leyendo el texto que los símbolos representan, y su lectura fuese esa distorsión.

Y si superpongo el sonido sintetizado con los datos de Raf, ocurre lo mismo.

Y el ordenador reproduce ese sonido, con voz de lagarto, que antes había reproducido. A la vez, vuelve a iluminar consecutivamente los símbolos de la tablilla. Un escalofrío os recorre al sentir como si el ordenador estuviese pronunciando en un idioma impronunciable uno por uno los símbolos de la tablilla. Cada uno de los extraños sonidos sintetizados se corresponde con un símbolo. No podéis evitar pensar que, en algún lugar, alguien o algo habla con el extraño lenguaje que el ordenador está reproduciendo ahora mismo.

Tras mostrar la coincidencia de la señal de Raf con los símbolos de la tablilla, aparece una última frase en la pantalla.

Me costó creer las palabras de mi padre. En su día descubrí que no mentía. Ahora espero que vosotros creáis en todo esto que os estoy contando. Porque viera lo que viese mi padre, quizá está muy cerca de vosotros.

- El tamaño no es lo que más llama la atención del cubo. Cada uno de sus lados medirá medio metro, y las aristas están acabadas en perfectos cortes. Su superficie no presenta ninguna imperfección: ni rasguños por el golpe, ni marcas, ni símbolos. Cada uno de sus lados es tan perfecto que no podéis hacer otra cosa que maravillaros ante tal obra. Y sin embargo, toda la perfección geométrica del objeto queda relegada a un segundo plano cuando miráis durante un momento su superficie. A pesar de que el resto de cosas de la Zvezda están teñidos por la mortecina luz roja, el cubo emite su propia luz. Su superficie es iridiscente, pero lo más llamativo de todo es que no parece sólida. Su coloración oscila en distintos tonos que oscilan del negro al azul, pasando por distintos matices de púrpura. Pequeñas ondas de color danzan en su superficie, como si estuviera compuesta de un fluido cuyo movimiento arroja distintos matices de luz. Sin embargo, la luz no es suficientemente fuerte como para iluminar la estancia. Las ondas no son tales, pues podéis asegurar que la superficie es perfecta. Los colores no deberían estar ahí, todo os dice que el objeto debería dar un matiz rojizo, como el resto de la estancia, pero parece ajeno a los colores que le rodean. Todo en el objeto os incita a pensar que es irreal, pero está frente a vosotros. Y después de un instante, hipnotizados, descubrís que os inspira a partes iguales curiosidad y terror. Un instante no podéis hacer otra cosa que observarlo, y al momento sentís que tenéis que huir de ahí lo más rápidamente posible.

- Como si leyera en vuestras mentes, la superficie del cubo parece palpitar agitada, nerviosa. Los brillantes tonos púrpuras de su superficie se revuelven, ennegreciendo y aclarándose rápidamente. Si no fuera porque tan solo son colores que danzan sobre una superficie perfecta, juraríais que trata de comunicarse con vosotros...

Y antes de que podáis reaccionar, los brillos del cubo empiezan a apagarse poco a poco. Los púrpuras y azules se van tornando cada vez más oscuros, más negros, hasta que la superficie completa del cubo pierde todo atisbo de luz. La habitación se os antoja sombría ahora mismo, y la luz de emergencia insuficiente para iluminar la estancia. Incluso juraríais que la propia luz roja que baña la Zvezda está perdiendo también su fuerza...

- Entonces recuerdas el cubo, introducido dentro de la Soyuz. Por un momento te planteas entrar en la sonda y activarla, escapar de la estación con el objeto extraterrestre y volver a tu hogar, a la seguridad de la Tierra. Miras hacia la entrada de la nave, donde está escondido el objeto, y algo atrae tu atención. La sangre que baña la estancia parece haberse acumulado en la compuerta de la Soyuz, y forma unas letras, imperfectas y tenebrosas. Escrito con el plasma de Sarah, lees:

AYUDA

El contorno de las letras es irregular, como salido de una película de terror americana. Incluso jurarías que las letras emanan algo de sangre, líquida, que se desliza por la compuerta dándole un toque todavía más irreal.

- Te haces consciente de que sus anaranjados ojos están concentrados en ti, y sus numerosas mandíbulas están deseando darte alcance para hacer trizas la nave y alcanzarte.

Y la luz del cubo se va atenuando cada vez más, hasta hacerse completamente imperceptible. Su superficie es ahora negra, tan oscura que incluso te cuesta verlo.

- -A todos los que puedan escucharme.- sonó la nerviosa voz de Georgi un tanto deformada por los altavoces -Apagar TODAS las luces. Incluso la de trajes. Los de dentro trataremos de alcanzar módulo Soyuz. Raf. Asegura si Soyuz "ruso" funciona para los de fuera. Es importante evitar la luz!-

- - Eso que llevas no es un simple objeto. Aunque creo que eso ya lo sabías. El problema es que no sabemos qué hace exactamente. Pero sí sabemos que hay gente detrás. Humanos y... Bueno, eso que os ha atacado también. La mayoría de los que trabajan en la NASA no tienen nada que ver con esto. Pero unos pocos, con acceso a toda la información de la agencia espacial, se ocuparán de que el objeto que llevas acabe en las manos que no deben. Por eso debes confiar en mi palabra. Has visto muchas cosas hoy, Raf. No cometas el error de ser escéptico ahora.

Notas de juego

He estado releyendo toda la historia por encima, a la búsqueda de detalles que se me hayan escapado. Lo de aquí son pegotes de cosas que me han parecido relevantes, para tenerlas a mano (seguro que me he dejado algo MUY importante, pero bueno XD)

En breve contesto a  Helen.

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09/09/2013, 17:05
Shauri Ravmanujan, "Raf"

Visiones del Cubo

* Entonces, la luz del objeto parece producir por un instante un reflejo de Raf, en un tono azul marino, para luego disolverse en ondas similares a las de la superficie del agua, y volver a su particular danza de colores sin forma definida.

* El objeto, visible desde cualquier rincón, parece magnéticamente adherido a la nave, inmóvil. Sus colores oscilan ahora desde el puro azul celeste al marrón de la tierra seca. Es como si pudieras ver el reflejo distorsionado de tu planeta en su superficie. Los azules se mueven por la superficie igual que el agua, bañando los marrones y oscureciéndolos temporalmente, como las olas humedecen la arena de playa. Te es imposible apartar la vista del enigma que supone ese pequeño fragmento estelar. Y en la frontera entre el azul y el marrón ves una mancha sin color, que se va perfilando poco a poco. Igual que una nube que se forma de la nada en un cielo de verano, la oscura forma va tomando forma, adquiriendo un contorno y matices de colores. La vaga forma se aclara, y te ves a ti mismo, frente al infinito océano, con la vista perdida en el horizonte.

Y el tú del cubo gira la cabeza, alzándola hacia lo que sería el cielo para él, y su mirada se cruza con la tuya. Sus ojos están cargados de melancolía, remordimiento, pero a la vez de determinación. Su mirada te habla de experiencias que nadie debería vivir, pero que cualquiera estaría ansioso por descubrir. Y el Raf del interior del cubo extiende la mano hacia el firmamento... Hacia ti.

* Extiendes la mano hacia el otro Raf y sientes la fría superficie del cubo. Tras el contacto, las ondulaciones se concentran alrededor de tu mano y la figura se torna difusa. Sientes como si el material del que está compuesto el objeto rodeara tus dedos, y súbitamente te encuentras frente a las olas que tu otro yo observaba momentos antes. Sientes el dolor por la pérdida de tus compañeros mientras observas la puesta de sol.

Sin embargo, sabes que no murieron en la ISS. Sabes que escaparon, que en la otra Soyuz emprendieron el camino de vuelta a casa. Pero ellos aterrizaron donde la NASA les indicó. Jamás se volvió a escuchar su nombre. Los registros de Georgi Grechko, Paolo Torboli, Ukio Yamazaki y Stanley Philips se cerraron para siempre en los archivos de las agencias espaciales. Fueron tratados como desertores, que abandonaron su servicio y murieron en su retorno a la Tierra... Aunque sabes que llegaron a aterrizar.

Pero ellos tomaron el camino equivocado.

Todo ello lo piensas mientras observas el vasto océano, una vez ha terminado todo. Y te das cuenta de que lo que Raf lamenta es no haber actuado a tiempo.

Aunque por desgracia, antes de ser consciente de que deberías haber hecho, te encuentras otra vez en la Soyuz.

* Unas figuras se muestran completamente vívidas en él: los dos hombres que acaban de cargarlo. Con una luz ligeramente oscilante traza a los dos hombres, cargando el cubo en la plataforma. Detrás de ellos estáis vosotros dos, como si os reflejarais en un espejo, observando la escena. La superficie del cubo muestra entonces todo lo que acaba de ocurrir, pero hacia atrás. Los hombres toman de la plataforma el cubo y andan de espaldas, para volverlo a introducir en la caja. Cierran las tablas y toda la superficie se torna oscura. Los cuatro miráis ávidos el objeto, pero parece no mostrar nada más. Y unos segundos después, vuelve a brillar con un tono azulado.